Conoce La Importancia De Usar La Grasa Del Organismo Como Energía, Según Expertos

La grasa en el organismo es una fuente de energía, ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles.  De acuerdo con los especialistas, el cuerpo humano requiere energía para funcionar, pero no todas las fuentes energéticas son iguales. Es importante señalar que, afortunadamente existe la «flexibilidad metabólica».

Una persona con buena flexibilidad metabólica puede alternar entre quemar grasas y carbohidratos de forma eficiente, lo que le permite adaptarse mejor a los cambios en la alimentación, el ejercicio y el ayuno.

De este tema tan importante para la ciencia voy a hablar a solicitud de Caitlin, una joven seguidora de Tennessee, estudiante de educación especial. Ella me comentaba, que desde niña siempre quiso ser profesora, pues viene de una familia con esa vocación.

Caitlin, a pesar de su juventud, percibió que en muchas ocasiones las mismas personas atentan contra su salud. Ella me comentaba esto porque estuvo leyendo acerca de la posibilidad de mejorar el desempeño de muchas funciones del organismo con tan solo activar una función denominada flexibilidad metabólica.

Para ella, aunque lo expresara con las palabras exactas, no significa mucho porque no alcanzaba exactamente a comprenderlo.

Ella decidió comunicarse conmigo, a fin de solicitarme que le explicara detalladamente acerca de este tema. De hecho, su interés también giraba en torno al empleo de la grasa corporal como fuente energética. Sobre todo, de cara a mantener una adecuada salud.

No puedo negar, que me satisface mucho cuando las personas jóvenes tienen sed de aprender  En esta ocasión hablaré de la flexibilidad metabólica y el uso de la grasa del organismo como fuente de energía.

Considero este tema relevante para la salud en general, y podría constituirse incluso como un freno para diversas enfermedades. Por ello, consideré importante compartirlo  aquí en mi blog.

La flexibilidad metabólica y la salud

La flexibilidad metabólica puede posibilitar que el organismo se adapte a diferentes fuentes de energía. Una forma sencilla de entenderlo es mediante el ejemplo de tener un coche híbrido.  Estos pueden funcionar con gasolina o electricidad, según lo que sea más conveniente.

De esta forma, la flexibilidad metabólica permite que la persona queme grasa cuando está en reposo y carbohidratos al realizar actividad física.

Este efecto puede favorecer el mantenimiento de un peso saludable. Cabe destacar, que esto permitiría prevenir enfermedades como la diabetes o el síndrome metabólico.

La falta de flexibilidad metabólica es un problema que afecta a la salud de muchas personas en el mundo. Se trata de la incapacidad del organismo para adaptarse a las diferentes fuentes de energía disponibles. Se podría decir que la flexibilidad metabólica es un indicador de salud.

El mismo refleja la capacidad del cuerpo para adaptarse a las demandas energéticas y nutricionales. Esto otorgará al organismo la capacidad de adaptarse a diferentes fuentes energéticas y modificaciones en la ingesta calórica.

De acuerdo a los expertos, al  mantener una buena flexibilidad metabólica, se podrían prevenir o revertir muchas enfermedades crónicas. Esto por supuesto se reflejaría en una mejora de la calidad de vida.

Esta habilidad es importante porque permite al cuerpo utilizar diferentes fuentes de combustible, como carbohidratos, grasas y proteínas.

Ello estaría condicionado a las necesidades y disponibilidad de cada una de ellas. Incluso implicaría también una mejor selección de los sustratos para la realización de cada actividad.

Este efecto podría repercutir positivamente en el rendimiento físico y en el estado de composición corporal. De hecho, cuando la flexibilidad metabólica se reduce, el cuerpo presenta dificultades para utilizar la grasa como combustible.

Esto ocasiona, que se dependa más de los carbohidratos, pudiendo acarrear alteraciones metabólicas de la insulina y glucosa sanguínea.

¿Qué tan importante es la grasa para nuestro organismo?

La grasa en el organismo es una fuente de energía, ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles.  Estos son los factores más importante de la grasa en el organismo:

  • Proporciona energía al cuerpo, tanto de forma inmediata como de forma almacenada. Cada gramo de grasa aporta 9 kilocalorías, más del doble que los carbohidratos o las proteínas. La grasa se almacena en el tejido adiposo y se utiliza cuando el cuerpo necesita más energía, por ejemplo, durante el ejercicio o el ayuno
  • Ayuda al cuerpo a absorber algunas vitaminas liposolubles, como la A, la D, la E y la K, que son necesarias para la visión, crecimiento, coagulación y salud ósea, entre otras funciones
  • Es el componente básico de las hormonas, que son sustancias químicas que regulan diversos procesos fisiológicos, como el metabolismo, crecimiento, reproducción y estado de ánimo
  • Es importante para la salud del cerebro, ya que forma parte de las membranas de las células nerviosas y facilita la transmisión de los impulsos eléctricos. Además, algunos ácidos grasos esenciales, como los omega-3 y los omega-6 (balanceado con Omega-3), tienen efectos beneficiosos sobre el desarrollo cognitivo, la memoria y el aprendizaje
  • Ayuda a las personas a sentir saciedad y esto hace que sea menos probable que coman en exceso. La grasa retrasa el vaciado gástrico y estimula la liberación de hormonas que reducen el apetito.

Por lo tanto es posible afirmar, que emplear la grasa como energía tiene una gran importancia para el funcionamiento adecuado del organismo y para mantener un equilibrio nutricional. Sin embargo, no todas las grasas son iguales ni tienen los mismos efectos sobre la salud. De allí la importancia de consumir grasas saludables y evitar las grasas trans.

Estrategias para incrementar la flexibilidad metabólica y el empleo de grasa corporal

Como se mencionó anteriormente, la flexibilidad metabólica es la capacidad que tiene el cuerpo humano para incrementar el empleo de combustible disponible a través de la alimentación. Al consumir  más grasa, el cuerpo quemará más grasa; al consumir más carbohidratos,  favorecerá los carbohidratos como combustible.

Esto permite, que el cuerpo se adapte mejor y de forma adecuada al tipo de alimentación que se sigue.

De acuerdo a los expertos, es posible incrementar la flexibilidad metabólica para emplear grasas como fuente de energía. Dentro de estas estrategias que se pueden seguir destacan:

1. Seguir un  régimen alimenticio  bajo en carbohidratos simples y rico en grasas saludables

Muchas investigaciones han demostrado, que las personas con falta de flexibilidad metabólica presentan resistencia a la insulina, lo que dificulta el uso de la glucosa como combustible. Al reducir el consumo de carbohidratos, se favorece la quema de grasas y se mejora la sensibilidad a la insulina.

Al ingerir carbohidratos, el cuerpo los convierte en glucosa y los almacena en el hígado y los músculos como glucógeno. Tan pronto como el organismo requiere energía, el glucógeno se libera y se usa como combustible.

No obstante, cuando el glucógeno se agota o cuando hay una restricción de carbohidratos, el organismo puede recurrir a las grasas como fuente alternativa de energía.

De acuerdo con la ciencia, las grasas se descomponen en ácidos grasos y se transportan a las mitocondrias, donde se oxidan para producir ATP, la moneda energética de las células.

Este proceso denominado cetosis, produce cuerpos cetónicos. Estas moléculas también pueden usarse como combustible por el cerebro y otros órganos.

A fin de incrementar la flexibilidad metabólica y utilizar más eficientemente las grasas como fuente de energía, se requiere disminuir el consumo de carbohidratos, pero no eliminarlos por completo. Ello se debe a que los carbohidratos son importantes para el funcionamiento del sistema nervioso, el rendimiento físico y salud hormonal.

Lo ideal es consumir carbohidratos de calidad (frutas, verduras, tubérculos), ajustando la cantidad según el nivel de actividad física, objetivos personales y tolerancia individual.

Esto fue corroborado en un estudio publicado en 2020 en Current Developments in Nutrition. El mismo evaluó la sustitución de carbohidratos de distinta calidad por otros macronutrientes en el riesgo de diabetes tipo 2.

2. Practicar ejercicio a diario

La grasa corporal es un tejido que almacena energía en forma de triglicéridos, que pueden ser movilizados y oxidados por los músculos durante el ejercicio.

El grado de utilización de la grasa como combustible depende de varios factores, como la intensidad, la duración y el tipo de ejercicio, así como el nivel de entrenamiento y el régimen alimenticio personal.

En general se ha observado, que el ejercicio aeróbico de baja a moderada intensidad y larga duración favorece el uso de la grasa como sustrato energético, mientras que el ejercicio anaeróbico de alta intensidad y corta duración utiliza principalmente el glucógeno muscular.

El entrenamiento regular mejora la capacidad de los músculos para oxidar la grasa, lo que contribuye a reducir el porcentaje de grasa corporal y a mejorar la composición corporal. Además, el ejercicio aumenta el gasto energético total y el metabolismo basal, lo que facilita el mantenimiento o la pérdida de peso.

Un estudio publicado en 2022 en Frontiers in Psychology mostró hallazgos interesantes con relación a la intensidad del ejercicio. Así, cuando el ejercicio se incrementa a un ritmo rápido, el paso a la utilización de glucógeno y glucosa para obtener energía se retrasa. Es decir, el ejercicio intenso demanda glucosa, mientras que el moderado demanda ácidos grasos.

Por ello, cuando se varía el tipo y la intensidad del entrenamiento, se consigue mejorar la flexibilidad metabólica. Practicar unos treinta minutos de ejercicio diario es una estrategia eficaz para optimizar el empleo de la grasa corporal. Podría además considerarse como una de las mejores formas de revertir la resistencia a la insulina.

3. Realizar ayuno intermitente

El ayuno intermitente consiste en alternar periodos de ingesta con periodos de abstención de alimentos. Durante los periodos de ayuno, el cuerpo recurre a las reservas de grasa como fuente de energía, lo que aumenta la flexibilidad metabólica y reduce los niveles de insulina en sangre.

Debo resaltar que la ciencia determinó, que las células humanas reaccionan frente al ayuno intermitente mediante una respuesta adaptativa. Este efecto positivo, influye de forma notable en el combate del estrés oxidativo. Ello se debe a la optimización de las defensas antioxidantes del cuerpo.

Cabe señalar, que también incide en el restablecimiento y reparación del ADN. Incluso, mejora el desempeño de las proteínas y la regeneración interna de las mitocondrias.

Es importante destacar, que el ayuno intermitente estimula la autofagia y promueve la reducción de diversos procesos inflamatorios. También se ha observado que, posee la capacidad de regular la hormona de crecimiento humano.

Este acarrea una serie de efectos positivos. A saber, la quema de grasa, pérdida de peso, retraso del envejecimiento y formación de nuevas neuronas.

Ayuno Lunar

El ayuno lunar es un ayuno intermitente,  es un plan creado para mujeres, basado y apoyado en el ciclo menstrual.

La diferencia con el ayuno intermitente es que en éste los ensayos fueron hechos en hombres y ratones.   Con el ayuno intermitente, las mujeres comenzaban a ayunar y se sentían muy bien, pero con el tiempo surgían efectos secundarios que afectaban a la mujer, no bajaban de peso y tenían deficiencia de nutrientes entre otros efectos.

El ayuno lunar tiene una relación estrecha con el ciclo lunar, el ciclo menstrual para las mujeres que no han llegado a la menopausia y con la luna llena para las mujeres que están en el proceso de la menopausia.

Algunas claves del Ayuno lunar:

  • Trabaja con las hormonas para que el ciclo trabaje a favor.
  • La primera parte del ciclo menstrual de 14 días apoya la función de estrógeno. En ese momento se tiene más control de las hormonas.
  • La segunda parte del ciclo alrededor del día 14, el estrógeno comienza a equilibrarse y la progesterona comienza a subir.
  • En caso de no tener periodo menstrual y  la mujer ha pasado a la etapa menopáusica, la luna llena representa un buen momento para iniciar el ayuno lunar.

Este es un plan antiedad que puede ser realizado por cualquier mujer.  Se trabaja con el funcionamiento hormonal y la alimentación será diferente cada día.   Mayor información Pulsar aquí AyunoLunar.com 

4. Evitar el consumo de productos refinados y ultraprocesados

Una de las mejores formas de cuidar la salud es es evitar el consumo de productos refinados y ultraprocesados.

Estos productos contienen azúcares añadidos, harinas refinadas, grasas trans y otros aditivos que alteran el metabolismo, favorecen la inflamación y la resistencia a la insulina. Al evitarlos, se mejora la calidad de la alimentación y se facilita el uso de los nutrientes como combustible.

Las grasas trans son perjudiciales para el organismo, ya que aumentan el nivel de triglicéridos y favorecen la inflamación.  Estos efectos negativos incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad y Diabetes tipo 2.

Asimismo, dificultan el empleo de grasa corporal como fuente de energía, lo que hace que el cuerpo acumule más tejido adiposo. Por eso, es importante elegir alimentos naturales y frescos que aporten nutrientes de calidad y ayuden a quemar grasa de forma eficiente.

De esta manera, se puede mejorar la salud cardiovascular, composición corporal y bienestar general.

Debido a los riesgos para la salud ocasionados por estas grasas, la FDA prohibió agregarlas a los alimentos. La industria de alimentos ha reducido considerablemente el uso de grasas trans en los últimos años.

No obstante, todavía puede estar presente en muchos alimentos fritos, empacados o procesados. A saber: las margarinas, bollería industrial, snacks, galletas, alfajores, masa refrigerada y productos de cobertura.

5. Manejar adecuadamente los niveles de estrés físico y emocional

Un estudio publicado el 2018 en Cell Metabolism, mostró que el nivel de glucocorticoides (cortisol) de una persona sana aumenta y disminuye en un ciclo circadiano de 24 horas. Ellos logran su nivel máximo alrededor de las 8 de la mañana, cayendo a su mínimo alrededor de las 3 de la madrugada del día siguiente.

Unas cinco horas después, estos niveles vuelven a ubicarse en su nivel máximo. Ello ocurre, por una señal de alarma que hace que nos movilicemos y estimula el apetito.

No obstante, el estrés crónico puede elevar los niveles de cortisol. Ello ocasiona que esta hormona, logre incrementar la glucosa sanguínea, dificultando su empleo por parte de las células.

Esto reduce la flexibilidad metabólica y favorece el almacenamiento de grasa. Al controlar el estrés mediante técnicas de relajación, meditación o respiración se puede mejorar el equilibrio hormonal y funcionamiento del metabolismo.

Desde hace tiempo, la ciencia sabe que los glucocorticoides desencadenan la conversión de células precursoras en células adiposas. Cabe destacar, que cuando el organismo está sano, menos del 1% de las células precursoras se convierten en células adiposas.

Esta baja tasa de conversión es fundamental para reemplazar las células maduras dañadas. Esto permitiría también, renovar y mantener el tejido adiposo.

6. Mantener una higiene equilibrada del sueño

El sueño y el ritmo circadiano influyen en la regulación hormonal y en el metabolismo. El sueño es un factor importante para la salud y el bienestar de las personas. Dormir adecuadamente tiene efectos positivos sobre el empleo de la grasa corporal, ya que favorece el metabolismo energético y hormonal.

Algunos de los efectos de dormir adecuadamente sobre el empleo de la grasa corporal son:

  • Se mejora la sensibilidad a la insulina, esto favorece un mejor empleo de la glucosa como fuente de energía, evitando su acumulación en forma de grasa
  • Disminuye el nivel de cortisol, logrando proteger al organismo de la obesidad y la resistencia a la insulina
  • Se regula el hambre, al equilibrar las hormonas que controlan la saciedad y el apetito
  • Se favorece el desarrollo muscular y la pérdida de grasa, al incrementar la síntesis de proteínas y la liberación de hormona del crecimiento durante el sueño profundo

Concluyendo

De acuerdo a lo presentado, la grasa corporal es una fuente de energía muy importante para el organismo. Una de las razones estriba en su contenido de más del doble de calorías que los carbohidratos o las proteínas.

La grasa se almacena en el tejido adiposo o en el músculo y se utiliza cuando el cuerpo necesita energía extra, por ejemplo, durante el ejercicio físico.

La grasa también tiene otras funciones vitales, como ayudar a la digestión, el transporte y la conversión de otros nutrientes y proteger los órganos internos. Sin embargo, un exceso de grasa corporal puede ser perjudicial para la salud, ya que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad.

Afortunadamente, la flexibilidad metabólica permite quemar grasa al estar en reposo y carbohidratos al realizar actividad física.

Dentro de las estrategias propuestas para incrementar la flexibilidad metabólica y emplear grasa corporal destacan: practicar ejercicio diariamente y seguir un régimen alimenticio bajo en carbohidratos simples  y rico en grasas saludables.

Asimismo, destacan la realización de ayuno intermitente, una adecuada higiene de sueño, manejo adecuado del estrés y evitar consumir alimentos refinados y ultraprocesados.

Para Caitlin la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha ayuda. Ella me comentó que por fin pudo comprender lo relacionado con la flexibilidad metabólica. De hecho, captó muy bien el hecho del cambio de la intensidad del ejercicio.  Además dejó a un lado los alimentos refinados y ultraprocesados.

Incluso prestó mucha atención al manejo del estrés y a una adecuada higiene de sueño.

“El ayuno es una forma eficaz de recuperar la eficiencia mitocondrial, y múltiples estudios en humanos han demostrado su capacidad para restaurar las vías metabólicas en personas que sufren patologías crónicas. Los regímenes de ayuno son prometedoras estrategias de prevención primaria y secundaria en pacientes que padecen enfermedades metabólicas y cardiovasculares (Durante la privación de nutrientes, la tasa de fusión aumenta y la tasa de fisión disminuye, lo que conduce a un aumento de la eficiencia bioenergética”

Amaloha Casanova

Universidad de Granada, España

Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó.

Sí la página te da un mensaje de error es porque no has entrado la dirección bien. Vuélvelo a intentar, asegurando no haber dejado ningún espacio antes, después o entre las letras de tu dirección.

Compartelo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

¡Inspirate!

Publicaciones Relacionadas