¿Por Qué El Cuerpo Necesita Estar En Homeostasis?


La homeostasis es la capacidad del cuerpo humano para mantener un equilibrio interno frente a los cambios externos. Muchas veces, las personas provocan diversos desequilibrios físicos y emocionales que promueven efectos adversos sobre el funcionamiento corporal.

De hecho, es bastante frecuente en adolescentes y adultos jóvenes. Por ello, es importante tomar conciencia acerca de cómo funciona el cuerpo humano y la importancia de mantener su equilibrio.

De este tema, que en ocasiones pasa desapercibido, voy a hablar a solicitud de Gloria, una seguidora de Missouri. Ella es una madre de familia con un hijo adolescente muy fanático del deporte, pero muy exigente consigo mismo.

Gloria me dijo, que a mediados de la primavera, su hijo comenzó a entrenar en el gimnasio que tiene en casa, de una forma poco usual. Ella intrigada, le preguntó a que se debía tal afán y él le mencionó que se trataba de un reto que le asignaron unos amigos.

Gloria me comentó, que sufrió un enorme susto cuando su hijo se desvaneció al realizar demasiadas flexiones pectorales en muy poco tiempo.

Ella y su esposo lo reanimaron rápidamente, y una vez recuperado lo trasladaron a urgencias para ser evaluado. Luego de la evaluación médica, se determinó que el joven había padecido un síncope neuromediado. Le informaron que era benigno. Sin embargo, no debía continuar haciendo esfuerzos sobrehumanos.

Básicamente, Gloria requería  tener un poco más de información en relación a los desequilibrios que se producen cuando son provocados.

El cuerpo humano  mantiene el equilibrio gracias a la  homeostasis.  Este es un término médico empleado para designar el delicado equilibrio corporal. Dada la elevada recurrencia de eventos que pueden causar peligro a la salud, consideré importante compartir esta información en mi blog,

Profundizando acerca de la homeostasis

Según los especialistas, la homeostasis es la capacidad del organismo para mantener la estabilidad interna frente a cambios del entorno. Ello implica, el ajuste constante de variables como la temperatura, tensión arterial, glucosa sanguínea, electrolitos, hormonas y pH, entre otras.

Dichas variables, se controlan mediante mecanismos de autorregulación que involucran receptores, centros de control y efectores. La homeostasis es esencial para la vida, porque permite que las personas se adapten a las condiciones óptimas para su funcionamiento y supervivencia.

Un ejemplo sencillo de homeostasis lo constituye la regulación de la temperatura corporal. Como se sabe,  ésta se mantiene alrededor de 37°C mediante la sudoración, escalofrío o cambios de flujo sanguíneo en la piel.

De esta forma, si la temperatura corporal es demasiado alta, se activa un mecanismo que provoca la sudoración y la vasodilatación para disipar el calor y volver a equilibrarla.

Este ajuste o ciclo de retroalimentación negativa, posee al menos tres componentes. A saber, un receptor que detecta el cambio, un centro de control que determina la respuesta adecuada y un efector que ejecuta la acción correctora. Dichos ciclos de retroalimentación negativa, actúan en oposición al estímulo que los desencadena.

Muchos investigadores coinciden, en que la homeostasis es la capacidad de los organismos de mantener una condición interna estable. Ello se alcanza, compensando los cambios en su entorno, mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior.

Por ejemplo, si la temperatura corporal es demasiado alta, se activa un mecanismo que provoca la sudoración y vasodilatación para disipar el calor y restablecer la temperatura normal.

En síntesis, la homeostasis se logra, gracias a una red de sistemas de control realimentados que constituyen los mecanismos de autorregulación de los seres vivos.

Importancia de los procesos homeostáticos del cuerpo

De acuerdo a un artículo publicado en Frontiers in Physiology, la homeostasis es considerada actualmente como un proceso de autorregulación. Mediante la misma, los sistemas biológicos pueden mantener la estabilidad, a la par que realizan ajustes a condiciones externas cambiantes.

Mediante este concepto, se podría explicar cómo el organismo es capaz de mantener sus condiciones internas en equilibrio.

Ello, hace posible que se adapte y sobreviva frente a condiciones externas inestables y a menudo adversas. Vale destacar, que la importancia de la homeostasis se ha desarrollado lentamente a lo largo del tiempo, llegando a convertirse en el principio organizador fundamental de la fisiología.

Vale destacar, que cuando no se capta en su totalidad este proceso de autorregulación, no se puede comprender plenamente la función del organismo en la salud y en la enfermedad.

Es importante resaltar, que la alteración de los mecanismos homeostáticos, conduce a la enfermedad.  Por ello, una forma de eficaz que conduzca al restablecimiento de estas condiciones homeostáticas, es trabajando a favor de la naturaleza y no en su contra.

Algunos procesos homeostáticos que se producen en el cuerpo 

Vale destacar, que un fallo en la homeostasis podría generar un inadecuado desempeño de diferentes órganos o sistemas. Este efecto negativo, podría significar riesgos de vida.

Por ejemplo, se puede mencionar que una alteración en la homeostasis de la glucosa sanguínea puede ocasionar diabetes. Como se sabe, esta patología crónica afecta a millones de personas a nivel mundial.

De allí la importancia, de conocer los principios y mecanismos que rigen la homeostasis. Ello permite comprender cómo  funciona el organismo y cómo logra adecuarse a las condiciones ambientales.

Dentro de los procesos homeostáticos más comunes del cuerpo humano destacan:

1. Metabolismo celular

En las células del cuerpo humano, ocurren un conjunto de reacciones químicas que permiten obtener energía y sintetizar biomoléculas.

La homeostasis de las células permite que ellas mantengan un equilibrio dinámico entre sus condiciones internas y externas. Dicho equilibrio, implica la regulación de diversos parámetros. Entre ellos destacan, la temperatura, pH, concentración de iones, volumen y la presión.

La homeostasis celular es esencial para la supervivencia y funcionamiento óptimo de las células, así como para su integración en los tejidos y órganos.

De acuerdo a los expertos, la homeostasis celular se alcanza a través de diversos mecanismos de retroalimentación negativa o positiva. Ellos involucran a diferentes moléculas, como receptores, enzimas, canales iónicos y transportadores.

Estos mecanismos detectan los cambios en el medio interno o externo de la célula y desencadenan respuestas adecuadas para restaurar el equilibrio.

Por ejemplo, si la temperatura de la célula aumenta por encima de un cierto umbral, se activan proteínas llamadas chaperonas que ayudan a plegar o reparar las proteínas dañadas por el calor.

Si la temperatura disminuye por debajo de otro umbral, se activan ciertas proteínas que aumentan el metabolismo celular y generan calor.

Se debe resaltar, que la homeostasis celular también implica la comunicación e interacción entre las células y su entorno. Las células pueden recibir señales químicas o físicas de otras células o del medio extracelular y responder a ellas modificando su actividad o expresión génica.

Estas señales pueden ser hormonas, neurotransmisores, factores de crecimiento, citoquinas o nutrientes.

Incluso, las células también pueden enviar señales a otras células o al medio extracelular mediante la secreción de moléculas. Esto también se realiza, mediante estructuras especializadas, como los exosomas, capaces de transferir mensajes entre distintos tipos celulares.

2. Sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo (SNA), es el responsable de controlar las funciones involuntarias del cuerpo. Entre ellas, figuran, la frecuencia cardíaca, tensión arterial, respiración y digestión.

El sistema nervioso autónomo se divide en dos ramas: el simpático y parasimpático, con efectos opuestos sobre los órganos diana.

El sistema nervioso autónomo (SNA) se divide en dos ramas, el sistema nervioso simpático  y el sistema nervioso parasimpático:

  • El sistema nervioso simpático (SNS):   Este SNS se activa en situaciones de estrés o emergencia y prepara al cuerpo para la acción, aumentando el ritmo cardíaco, tensión arterial, respiración y liberación de adrenalina.
  • El Sistema Nervioso Parasimpático (SNP) se activa en situaciones de reposo o relajación, devolviendo  el  organismo a su estado normal. Ello se realiza, disminuyendo el ritmo cardíaco, tensión arterial y respiración, incluyendo la estimulación del sueño y el proceso digestivo.

De acuerdo a los expertos, el Sisema Nervioso Autónomo (SNA) mantiene la homeostasis mediante un mecanismo de retroalimentación negativa. Ello consiste, en detectar los cambios y enviar señales al cerebro para que ajuste la actividad de los órganos internos.

Así, el Sistema nervioso autónomo logra mantener los parámetros fisiológicos dentro de un rango óptimo para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo.

3. Regulación hormonal

La regulación hormonal es uno de los mecanismos que contribuyen a la homeostasis, ya que las hormonas son sustancias químicas que actúan como mensajeros entre las células y los órganos. Ello facilita la coordinación de sus actividades y respuestas.

Existen diferentes tipos de hormonas según su origen, estructura y función. Algunas hormonas se producen en glándulas endocrinas, como la tiroides, el páncreas o las gónadas, y se liberan al torrente sanguíneo para llegar a sus órganos diana.

Otras se sintetizan en tejidos no endocrinos, como el corazón, hígado o tejido adiposo.

En estos casos, su forma de acción es de forma local o paracrina. También hay hormonas que se originan en el sistema nervioso central, como la dopamina o la serotonina. Ellas se movilizan con otras neuronas o células mediante sinapsis.

La regulación de las hormonas, implica la interacción de varios factores que modulan su síntesis, secreción, transporte, recepción y degradación.

Dichos factores, pueden ser internos, como el nivel de glucosa sanguíneo o la temperatura corporal. O pueden ser externos, como el estrés o el ritmo circadiano.

La regulación hormonal se basa en mecanismos de retroalimentación negativa o positiva, que consisten en ajustar la producción o la acción de una hormona en función de su efecto sobre el organismo.

Se debe destacar, que la homeostasis de la regulación hormonal es fundamental para mantener un adecuado funcionamiento de los sistemas fisiológicos. Además de ello, es imprescindible para lograr una adaptación a los cambios ambientales.

Una alteración en la homeostasis hormonal puede provocar trastornos como la diabetes, hipotiroidismo o síndrome de Cushing.

4. Temperatura corporal

La homeostasis es la capacidad del cuerpo para mantener un ambiente interno estable y constante. La temperatura corporal estable es un aspecto de la homeostasis en los seres humanos.

Esta temperatura corporal se mantiene en una media de 37ºC gracias al sistema termorregulador. Ello permite mantener la temperatura corporal independientemente de los cambios externos.

La principal ventaja de tener una temperatura corporal estable, es que permite la optimización de las funciones corporales normales. Ello incluye que también, el metabolismo y las enzimas, se mantengan a una temperatura establecida específica.

De acuerdo a los expertos, el sistema termorregulador está compuesto por varios mecanismos. Ellos interactúan entre sí, a los fines de mantener la temperatura corporal dentro de un rango normal.

Como se ha dicho, el hipotálamo es el centro de control que opera como termostato para regular la temperatura central corporal. El hipotálamo recibe información de los termorreceptores ubicados en la piel y en el cerebro.

Posteriormente, envía señales a los órganos efectores, (músculos, glándulas sudoríparas y vasos sanguíneos). Este efecto, permite incrementar o disminuir la producción o la pérdida de calor.

La homeostasis de la temperatura corporal es un ejemplo de retroalimentación negativa, ya que el cuerpo actúa en oposición al estímulo que provoca el cambio.

Cuando la temperatura corporal aumenta por encima del punto de ajuste (como una fiebre o un ambiente caluroso), el hipotálamo activa los mecanismos de enfriamiento. Entre ellos destacan, la vasodilatación (incremento del diámetro de los vasos sanguíneos) y la sudoración.

A su vez, cuando la temperatura corporal disminuye por debajo del punto de ajuste (por ejemplo, por una hipotermia o un ambiente frío), el hipotálamo activa los mecanismos de calentamiento. A saber, la vasoconstricción (disminución del diámetro de los vasos sanguíneos) y el temblor muscular.

5. Regulación de la glucosa

La homeostasis de la glucosa es el proceso por el cual el cuerpo mantiene los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango estrecho.

Por lo que la glucosa es una molécula energética necesaria para el funcionamiento de las células, especialmente las neuronas.

La regulación de la glucosa en sangre implica la acción coordinada de varios órganos y hormonas.

El páncreas es la glándula endocrina responsable del control homeostático de la glucosa. En el páncreas hay dos tipos de células que producen hormonas que afectan los niveles de glucosa en sangre.  Estas son las células alfa y las células beta.

Las células alfa secretan glucagón, una hormona que eleva el nivel de glucosa en sangre.  Estimula la transformación del glucógeno en glucosa a nivel hepático.

Este proceso se llama glucogenólisis. A su vez, las células beta secretan insulina, esta hormona reduce el nivel de glucosa sanguínea, al facilitar su entrada en las células, principalmente las musculares y las adiposas.

La insulina, también estimula la transformación de la glucosa en glucógeno en el hígado. Este proceso se llama glucogénesis.

Según los expertos, el nivel óptimo de glucosa en sangre, es de 1 mg/ml. Cuando este nivel se incrementa, por ejemplo, al ingerir niveles elevados de carbohidratos, el páncreas secreta insulina, restableciendo el equilibrio.

Cuando el nivel de glucosa en sangre disminuye, por ejemplo, durante el ejercicio intenso o la falta prolongada de alimentos, el páncreas secreta glucagón para restablecer el equilibrio.

La homeostasis de la glucosa es un ejemplo de retroalimentación negativa, mecanismo que mantiene el cuerpo en un estado saludable.

Si este mecanismo falla, se producen ciertas alteraciones como la hipoglucemia o la hiperglucemia. Ambas, pueden acarrear efectos negativos peligrosos para la salud.

Algunos factores que afectan la homeostasis

 

Estos son solo algunos ejemplos de factores que afectan la homeostasis

  • Episodios de estrés

El estrés puede provocar una liberación excesiva de hormonas como el cortisol y la adrenalina.   Estas afectan al metabolismo, la presión arterial, el sistema inmunitario y el estado de ánimo

  • Alimentación desequilibrada

Una dieta desequilibrada, con exceso o déficit de nutrientes, puede alterar el nivel de glucosa en sangre, el pH, la concentración de iones y otras sustancias esenciales para el funcionamiento celular

  • Exceso de ejercicio

El ejercicio físico moderado es beneficioso para la salud, pero un exceso o una falta de actividad pueden desencadenar problemas como la hipotermia, hipertermia, deshidratación, fatiga muscular o pérdida de masa ósea

  • Consumo de drogas legales e Ilegales

El consumo de drogas, tanto legales como ilegales, puede interferir con los mecanismos de homeostasis al modificar el sistema nervioso central,  sistema endocrino, sistema cardiovascular y otros órganos vitales.

Concluyendo

Como se ha podido apreciar, el cuerpo humano es una maquinaria perfecta que se mantiene estable gracias a un complicado mecanismo.

Dicho mecanismo, recibe el nombre de homeostasis y no es otra cosa que la capacidad del cuerpo para mantener una condición interna estable, frente a los cambios en el entorno.

La homeostasis implica el ajuste constante de variables como la temperatura, la presión arterial, glucosa sanguínea, pH, electrolitos y hormonas, entre otras.

Estas variables se controlan mediante mecanismos de autorregulación que involucran receptores, centros de control y efectores.

La homeostasis es esencial para la vida, ya que permite al organismo adaptarse a las condiciones óptimas para su funcionamiento y supervivencia.

Ciertos factores, pueden provocar que la homeostasis se pierda, acarreando diversas consecuencias negativas para la salud y calidad de vida.

Por eso, es importante que los jóvenes adopten hábitos saludables.  Estos les ayudan a mantener su equilibrio interno y a prevenir enfermedades.

Para Gloria, la información recibida, la cual comparto en el post, fue muy apreciada. Ella me comentó, que la información, además de haberle servido como una advertencia a su hijo, también lo fue para ella y su esposo.

De hecho me dijo, que ella y su esposo lograron captar desde una mejor perspectiva, la importancia de cuidar cada uno de sus órganos.

Verdaderamente, cayeron en cuenta sobre la relevancia de mantener un adecuado equilibrio entre el ejercicio y descanso. Una situación que hasta ahora no habían valorado.

“Las numerosas funciones del organismo, empezando por el nivel celular, operan para no desviarse de un estrecho margen de equilibrio interno, un estado conocido como equilibrio dinámico, a pesar de los cambios en el entorno externo. Esos cambios en el entorno externo alteran la composición del líquido extracelular que rodea a las células individuales del cuerpo, pero debe mantenerse un estrecho margen para evitar la muerte de células, tejidos y órganos”

George E. Billman

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