5 Tácticas Que Pueden Ayudar A Mejorar La Salud Mental

Muchos expertos del área han han planteado tácticas que ayudan a mejorar la salud mental y es importante conocerlas.  Uno de los aspectos más importantes del bienestar humano es la salud mental. Ella incluye el bienestar emocional, psicológico y social, y afecta la forma de pensar, sentir y actuar al enfrentar la vida.

De este tema, que afecta a un elevado porcentaje de la población, voy a hablar a solicitud de Joyce, una seguidora de Misisipi. Ella es una ejecutiva de mediana edad, responsable de un equipo profesional.

Para Joyce, sus dos pasiones son la familia y su profesión. Sin embargo, ella a veces sentía que su familia no estaba satisfecha con su comportamiento en el hogar.

Joyce me comentó, que posiblemente su esposo e hijos son menos formales para seguir planificaciones. Para ella, todo estaba perfecto: comida preparada con antelación y refrigerada, además de carteles llamativos en lugares clave de la casa para que todo marchara sobre ruedas.

No obstante, Joyce sentía que a pesar de sus esfuerzos por ser lo más disciplinada posible, no lograba que su esposo e hijos alcanzaran sus estándares de exigencia. Esta situación le estaba ocasionando mucha preocupación, incluso a veces sufría de insomnio y de cambios en su estado de ánimo.

Este desequilibrio también le impedía mantener su eficiencia laboral.

Para Joyce el acudir a algún especialista, principalmente uno mental, nunca fue una opción en sus prioridades. Ella tomó la decisión de visitar a un especialista del comportamiento humano para que la ayudara.  En virtud de eso, quería tener un poco más información acerca de la salud mental.

Según la OMS, una de cada ocho personas padece un trastorno mental. Por ello, consideré importante compartir ese artículo en mi blog.  Aquí Incluí información sobre  algunos factores con efecto comprobado sobre la salud mental.

Acerca de la salud mental

Según los especialistas, las condiciones mentales son complicadas. Sin embargo, conocer sobre la ciencia que las sustenta, constituye un paso asertivo para obtener la recuperación.

Hasta ahora, se ha observado que la mayoría de las enfermedades mentales no poseen un solo agente causal. Es decir, resultan de la interacción de diversos componentes. A saber, el estilo de vida, factores ambientales, procesos traumáticos, bioquímica cerebral, traumas y factores genéticos, entre otros.

Es importante señalar, que existen diversas pruebas anecdóticas que respaldan las distintas experiencias. Entre ellas se podría señalar, los diversos puntos de vista de cómo es percibida la ansiedad por parte de algunos amigos.

No obstante, cada individuo es único y posee su propia experiencia con la enfermedad mental y su proceso de recuperación.

Para los especialistas, el hecho de poder entender lo que ocurre en el cuerpo humano podría apoyar en gran medida la recuperación. Por ello es clave comprender, por qué  las personas se sienten de cierta forma y cómo funcionan los diferentes tratamientos.

Causas más frecuentes de las enfermedades mentales

Los estudios han permitido revelar, que la gran mayoría de las enfermedades mentales no presentan un solo factor causal. De hecho, se ha determinado que las enfermedades mentales son ocasionadas por diversos factores genéticos y ambientales.

Genética

De acuerdo a los estudios, la carga genética constituye uno de los diversos factores de riesgo que contribuyen a la presencia de una enfermedad mental. Así, los genes transmitidos desde los padres y ancestros, da origen al modelo de desarrollo corporal y cerebral.

Los expertos afirman, que la genética es un campo realmente complicado, al igual que las enfermedades mentales. De acuerdo a las investigaciones, no existe un único gen que determine a ciencia cierta, la probabilidad de padecer una enfermedad mental. Ello indica, que existen muchos genes que afectan la forma en que se desarrolla el cerebro.

En función de esta realidad, puede ocurrir que alguien desarrolle una menor o mayor probabilidad de sufrir una enfermedad mental a futuro. Por ello, las enfermedades mentales son más frecuentes en quienes poseen parientes consanguíneos que también padecen una enfermedad mental.

Química cerebral

Como ya se ha mencionado, el cerebro humano es un órgano asombroso. Se debe recordar, que el mismo está compuesto por millones de células nerviosas, denominadas neuronas. A fin de que el organismo trabaje adecuadamente, dichas neuronas deben comunicarse entre sí y actuar juntas en consecuencia.

La comunicación tiene lugar mediante señales eléctricas, movilizadas con el apoyo de ciertos compuestos químicos denominados neurotransmisores.

La información detectada por todos los receptores del organismo, es enviado al cerebro mediante las neuronas sensoriales. Es decir, lo que se escucha, huele, palpa, saborea y observa. Con esta información, el cerebro decide como actuar, enviando mensajes al cuerpo mediante las neuronas motoras.

Aunque, cuando existen fallas en los circuitos cerebrales, se produce un deterioro de las redes neuronales, donde intervienen los neurotransmisores. Esto ocasiona una modificación sustancial de la función de los receptores nerviosos y los sistemas nerviosos.

Este desequilibrio, lamentablemente ocasiona procesos depresivos y diversos trastornos emocionales. A manera de ejemplo se citan, cambios del estado de ánimo, además de pensamientos, percepciones o comportamiento anormales.

Incluso, los cambios en el tamaño o la forma de diferentes partes del cerebro pueden ocasionar algunas enfermedades mentales.

Exposiciones ambientales antes del nacimiento

De acuerdo a los expertos, los factores estresantes acumulados en el entorno pueden ocasionar efectos perjudiciales sobre la salud. La ciencia, en la actualidad, emplea el término exposoma para referirse a la totalidad de las exposiciones que enfrenta una persona a lo largo de su vida.

Ello incluye, las exposiciones que se reciben incluso desde el útero. Además de ello, considera diversos factores psicosociales, químicos y biológicos.

La exposición a factores ambientales estresantes, enfermedades inflamatorias, toxinas, alcohol o drogas en el útero puede estar relacionada con enfermedades mentales.

A su vez, una exposición prenatal a la contaminación atmosférica, puede conllevar a resultados adversos en el nacimiento. Ello incluye, bajo peso al nacer, partos a pretérmino, talla inferior para la edad gestacional, desequilibrios neurológicos y defectos congénitos.

Factores que también pueden afectar la salud mental

Existen muchos factores que también influyen sobre una adecuada salud mental. Dentro de ellos podemos mencionar:

  • Hábitat

De acuerdo a los expertos, vivir en un entorno estresante, incrementa las probabilidades de desarrollar una enfermedad mental. Por ejemplo, vivir en la pobreza o en el seno de una familia maltratadora, ocasiona mucho estrés a nivel cerebral, ocasionando con frecuencia diversas enfermedades mentales.

  • Traumas de la niñez

Se ha observado además, que a pesar de que la persona ya no esté viviendo en un entorno estresante, los acontecimientos que le impactaron cuando niño, acarrea consecuencias a futuro.

  • Vivir situaciones que ocasionan un elevado nivel de estrés

A manera de ejemplo destacan la pérdida de un ser querido y haber experimentado un accidente automovilístico.

  • Presencia de pensamientos negativos

Darles cabida a estados de desanimo permanente o siempre esperar lo peor frente a cualquier situación, ocasiona un círculo vicioso que muchas veces genera estados de depresión y ansiedad

  • Dormir mal

El sueño genera resistencia física y emocional. De acuerdo a la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), más de la mitad de los casos de insomnio se encuentran relacionados con depresión, ansiedad o estrés psicológico

  • Abusar de las drogas y el alcohol

El consumo prolongado de alcohol o drogas, puede acarrear serios problemas mentales. Por ejemplo, las drogas pueden incrementar el malestar y las probabilidades de intentar hacerse daño o quitarse la vida. De hecho, se ha corroborado, que el consumo de algunas drogas, puede causar enfermedades mentales en quienes no las padecían. Un ejemplo muy conocido, es el desarrollo de síntomas psicóticos debido al consumo de cannabis.

Tácticas que pueden ayudar a mejorar la salud mental

1. Incorporar una adecuada nutrición

Diversos estudios han comprobado, que la nutrición es un factor importante para mantener y mejorar la salud mental. Una alimentación sana puede aportar los nutrientes esenciales que el cerebro necesita para funcionar correctamente, regular el estado de ánimo y hacer frente al estrés.

A su vez, una alimentación deficiente puede incrementar el riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.

Algunos de los nutrientes clave que pueden afectar a la salud mental son los ácidos grasos omega-3, las vitaminas del grupo B, el hierro, zinc, magnesio y probióticos. Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en el pescado azul, los frutos secos, semillas y aceites vegetales.

Ellos coadyuvan en la reducción de los procesos inflamatorios cerebrales, y favorecen la producción de neurotransmisores. Las vitaminas del grupo B intervienen en muchos procesos metabólicos del cerebro y pueden ayudar a prevenir o tratar la depresión, especialmente el folato y la vitamina B12.

El hierro, zinc y magnesio son minerales esenciales que intervienen en la producción de energía, función nerviosa y  regulación del estado de ánimo.

Por otro lado, los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden influir en la comunicación entre el intestino y cerebro, favoreciendo una adecuada salud mental.

2. Mantenerse alejado de la vida sedentaria

De acuerdo a lo investigado hasta ahora, un estilo de vida sedentario puede aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y muerte prematura. Además, puede afectar la salud mental al incrementar las probabilidades de depresión, ansiedad, demencia y malestar psicológico.

Por ello, para alcanzar una salud mental adecuada, se sugiere la realización de ciertos ejercicios.  Entre ellos destacan:

  • Ejercicios aeróbicos, como caminar, correr, montar en bicicleta o nadar, que pueden mejorar la salud cardiovascular y la resistencia
  • Entrenamiento de fuerza, como levantar pesas o hacer ejercicios de resistencia, que pueden mejorar la masa muscular y la densidad ósea
  • Ejercicios de flexibilidad, como estiramientos que pueden mejorar la postura y la amplitud de movimiento
  • Ejercicios de equilibrio, como pilates, que pueden mejorar la coordinación y estabilidad.

La cantidad e intensidad de la actividad física óptima para la salud mental se asocia a ciertos factores individuales. Los especialistas recomiendan realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa.

3. Incorporar nuevas habilidades

Se ha logrado determinar, que aprender nuevas habilidades, ayuda a mejorar la salud mental. Dentro de sus beneficios destacan:

  • Mejora la salud cerebral y la memoria, al estimular las neuronas y formar nuevas vías neuronales. Esto puede ayudarle a procesar la información más rápidamente y a recordarla mejor
  • Aumenta el bienestar mental y la felicidad al otorgar un sentido, propósitos y logros. Además de ello, aprender algo nuevo favorece la producción de dopamina, un neurotransmisor que te hace sentir bien
  • Fomenta la conexión con los demás al mejorar tus habilidades sociales y ampliar tu red de contactos
  • Aumenta la confianza en si mismo al ponerse a prueba y superar obstáculos.

Dentro de las actividades que combinan elementos físicos, mentales y sociales, se pueden mencionar: el baile, la cocina y jardinería. Así, bailar con un compañero o en grupo puede ayudarte a comunicarse, cooperar y divertirse.

A su vez, cocinar para si mismo o para otros puede ayudar a expresar cariño, gratitud y generosidad. Incluso, al cultivar un huerto con otras personas o compartir sus productos puede ayudar a conectar, colaborar y contribuir.

4. Practicar la generosidad

Se puede afirmar, que la generosidad es el acto de ser amable, desinteresado y generoso con los demás. Se ha determinado, que no sólo es algo bueno para quienes la reciben, sino también para los que la practican.

Dentro de los beneficios que otorga la práctica de la generosidad destacan:

  • Reduce el estrés
  • Mejora el sentido de propósito
  • Combate la depresión
  • Incrementa la esperanza de vida
  • Fomenta la conexión social y mejora las relaciones interpersonales
  • Acerca a las demás personas e incrementa la positividad con respecto a ellos
  • Ayuda a elevar el autoestima y confianza (al distraer de los pensamientos negativos y crear un fuerte argumento contra la voz interior crítica).

Según los expertos, existen diferentes tipos de generosidad. Una de ellas, consiste en brindar apoyo específico a alguien cercano que lo necesita. Pero también, puede brindarse apoyo no específico a una organización benéfica o a una causa.

De acuerdo a los especialistas, ambos tipos de generosidad pueden activar regiones cerebrales relacionadas con el altruismo y cuidado parental, como el estriado ventral y el área septal (su estimulación produce una sensación placentera).

No obstante, cuando se brinda apoyo específico,  se produce una reducción de la actividad de la amígdala. Se ha establecido, que dicha estructura cerebral posee la capacidad de procesar las emociones y desencadenar la respuesta al estrés.

De hecho, el apoyo no dirigido no ejerce este efecto sobre la amígdala. Por ello, al proporcionar apoyo específico, se recibe mayores beneficios para la salud mental, que cuando se concede apoyo no específico.

5. Presta atención al momento presente (mindfulness)

Prestar atención al momento presente (mindfulness) puede favorecer en gran medida a la salud mental. De acuerdo a los estudios, esta técnica permite reducir el estrés, la depresión y ansiedad.

Asimismo, puede mejorar la memoria, cognición y regulación emocional. Incluso, podría cambiar positivamente la forma de sentir la vida y de afrontar los retos. De acuerdo a los expertos, la atención plena favorece un mayor disfrute de la vida y una mayor comprensión de sí mismo

Esta técnica consiste en ser consciente y aceptar los propios pensamientos, sentimientos, sensaciones y entorno sin juzgarlos. Puede practicarse mediante la meditación y oración, exploración corporal u otras actividades centradas en el aquí y ahora.

Ciertas terapias basadas en la atención plena han demostrado ser eficaces para tratar trastornos mentales, y la prevención de recaídas. Entre ellas se pueden mencionar, la terapia cognitiva basada en la atención plena (MBCT) y terapia dialéctica conductual (DBT).

Concluyendo

Según lo presentado, se puede resaltar que uno de los aspectos más importantes del bienestar humano, es la salud mental. La salud mental, incluye el bienestar emocional, psicológico y social. Además de ello, puede afectar nuestra forma de pensar, sentir y actuar, cuando nos enfrentamos a la vida.

Asimismo, ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones.

Todas las personas en algún momento pueden experimentar retos o dificultades, que afectan la salud mental. Podemos citar a manera de ejemplo, el estrés, traumas, pérdidas o presencia de enfermedades. Todos estos factores, pueden ocasionar sentimientos de tristeza, ansiedad, enfado y desesperanza.

Debemos puntualizar, que dichos sentimientos suelen presentarse comúnmente y son inherentes a nuestra naturaleza.

No obstante, si dichos sentimientos persisten durante mucho tiempo, o logran interferir en el adecuado desempeño de nuestro funcionamiento diario, pueden indicar un problema de salud mental que requiere atención.

Afortunadamente existen algunas estrategias que han sido bien estudiadas, que favorecen una adecuada salud mental. Dentro de ellas destacan: mantener una adecuada nutrición, evitar el sedentarismo, incorporar nuevas habilidades, practicar la generosidad y mindfulness.

Para Joyce la información que le suministré, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. Afortunadamente, siguió mi sugerencia y acudió al psiquiatra.

Ella me comenta que al llegar al consultorio se sintió un poco incómoda, porque nunca había estado con este tipo de especialista. Sin embargo, se sintió muy a gusto en la primera entrevista y de hecho, ya logró entablar amistad con ella.

Vale destacar, que Joyce antes de acudir leyó muy bien el material que le envié, motivándola a acudir sin demoras a la psiquiatra. De hecho, se sintió muy agradecida por habérselo enviado, pues mucho de los puntos tratados fueron también abordados durante la entrevista con la psiquiatra.

“Según las pruebas actuales, los factores nutricionales son importantes para el bienestar mental. En particular, se recomienda comer de forma equilibrada y regular y consumir nutrientes para la salud mental, como los ácidos grasos omega-3, los antioxidantes, la niacina, el folato, la vitamina B6 y la vitamina B12, en los niveles recomendados”

So Young Lim

Universidad Nacional de Chonnam, Corea

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