¿Beber Alcohol Puede Reducir El Tamaño Del Cerebro? Cierto o Falso

Según los CDC, en los Estados Unidos el consumo excesivo de alcohol produjo entre el 2015 y 2019, unos 140.000 decesos. Desde hace años, la ciencia ha venido descubriendo una serie de efectos negativos acerca del consumo de alcohol.

Dentro de estos procesos adversos se incluyen deficiencias nutricionales, envejecimiento prematuro, cáncer y enfermedades cardiovasculares. De hecho, estudios recientes confirman que puede también ocasionar la reducción del cerebro.

De este tema tan curioso voy a hablar a solicitud de Agnes, una seguidora de Montana. Ella es una mujer de mediana edad con tres hijos, dos de ellos adolescentes. Agnes decidió hacer contacto conmigo debido a una inquietud, que experimentó desde finales del año pasado.

Se trata de una situación emotiva, que vivió su esposo debido a la mudanza de sus padres. Ellos debido a procesos de salud, decidieron mudarse a un lugar más cálido y decidieron instalarse en Florida.

Para Agnes desde entonces esto significó un gran problema, pues su esposo comenzó a experimentar mucha nostalgia por ellos. Ella me comentó, que se ha sentido preocupada porque comenzó a beber exageradamente, y ella ha intentado por todos los medios de lograr disuadirlo de esa actitud.

Al considerar la situación de Agnes decidí prepararle un dossier, que mencionara los riesgos de ingerir alcohol en exceso. Le incluí además, unas investigaciones recientes donde se encontró una relación entre el alcohol y la reducción del tamaño cerebral.

La idea fue la de mostrarle más elementos acerca de los peligros del alcohol, a fin de contar con más herramientas para apoyar a su esposo.

Dada la prevalencia de la bebida y lo negativo de sus efectos sobre muchas personas, decidí compartir esta información en mi página.

Algunas generalidades sobre las bebidas alcohólicas

Históricamente, el alcohol ha acompañado las actividades sociales. De hecho, el consumo de alcohol en las diversas culturas es anterior a los registros escritos.

El alcohol de dos carbonos (etanol o alcohol etílico) es considerado por la ciencia como una de las drogas más versátiles conocidas por el hombre. Se sabe, que ejerce múltiples efectos que abarcan diversos sistemas neuroquímicos. Cuando lo comparamos con otras drogas, sus efectos se observan solo cuando es consumido en grandes cantidades.

Por ello, su consumo está más cerca al de un alimento que al de una droga. Bioquímicamente se ha establecido, que el contenido de alcohol de la cerveza oscila entre el 4 a 6% (volumen/volumen). A su vez el vino contiene del 10 a 15%, y los licores destilados presentan del 40% en adelante del contenido de alcohol.

De acuerdo a los expertos, se ha establecido que el grado alcohólico de las bebidas se corresponde con el doble del porcentaje de alcohol.

La capacidad del alcohol para trasladarse desde el sistema digestivo hasta la sangre y llegar al cerebro, es gracias a su estructura química y a su solubilidad en el agua. Es además, considerado pro oncogénico (carcinógeno) y proinflamatorio.

Es importante recalcar, que beber en exceso en un corto tiempo puede acarrear graves problemas para la salud. De hecho, según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, quienes beben demasiado y aprisa incrementan sus niveles de alcohol en sangre en muy poco tiempo.

Se ha establecido, que el consumo excesivo de alcohol para un adulto típico se refiere a la ingesta de cinco o más bebidas en unas dos horas para los hombres. En el caso de las mujeres, supondría ingerir cuatro o más bebidas, en el mismo lapso de tiempo.

Metabolización del alcohol en nuestro organismo y sus efectos sobre los órganos

Hígado

Este órgano es el responsable de metabolizar el alcohol. Este efecto es posible gracias a la participación activa de las enzimas conocidas como alcohol deshidrogenasas. De acuerdo a los expertos, cuando el alcohol es descompuesto por estas enzimas se produce acetaldehído a nivel sanguíneo, este compuesto es un agente tóxico.

Se ha logrado establecer, que el cuerpo humano logra eliminar el acetaldehído a través de la orina, heces y sudor. Sin embargo, un parte puede permanecer y ocasionar resaca.

Diversas investigaciones han podido comprobar, que la velocidad con la que el alcohol es metabolizado en el hígado no cambia. De hecho, aunque se haya bebido una gran cantidad de alcohol el hígado no incrementará la velocidad de procesamiento del mismo.

Ahora bien, la exposición frecuente del hígado con el alcohol podría generar ciertas patologías, que muchas veces ocasionan daños hepáticos. Dentro de los más comunes, resaltan: fibrosis, cáncer, hepatitis alcohólica, cirrosis e hígado graso.

Estómago

Según los especialistas, el abuso prolongado de bebidas alcohólicas genera diversos efectos negativos, incluyendo daños sobre el sistema digestivo. Se ha comprobado, que los problemas de gastritis (tanto crónicos como agudos) producen efectos a largo plazo. Esto provoca desequilibrios en el estómago y otros órganos que integran el sistema digestivo.

De esta forma, la gastritis alcohólica podría propiciar:

  • Deterioro a nivel hepático
  • Pólipos y úlceras estomacales
  • Hemorragias e inflamación (en casos graves se producen perforaciones en la mucosa del estómago e intestinos)
  • Pancreatitis
  • Incremento de la propensión a desarrollar diversos tipos de cáncer del sistema digestivo (boca, esófago, hígado, colon y recto).

Según los especialistas, la gastritis crónica también puede incrementar el riesgo de padecer cáncer de estómago. De allí la importancia de acudir al médico a los fines de tratarla y evitar que la afección empeore.

Asimismo, el consumo excesivo de alcohol puede deteriorar el esfínter esofágico (válvula ubicada entre el estómago y esófago). Esto puede producir y agravar la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

Se ha establecido, que el alcohol alcanza el torrente sanguíneo a través del revestimiento del estómago. Este proceso, podría demorar de treinta minutos a una hora. Este desfase mucha gente no lo toma en cuenta, y por ello a menudo pierden el control al beber precipitadamente.

Corazón

De acuerdo a los investigadores, el sistema cardiovascular es uno de los más afectados por el consumo excesivo de alcohol.

Así, las altas dosis (más de 60 g diarios en hombres y más de 40 en mujeres), además de un consumo crónico (generalmente más de 10 años), acarrean daños. Entre ellos, el incremento de aterosclerosis con afectación vascular coronaria, cerebral y periférica.

Igualmente induce la presencia de hipertensión arterial, ocasionando daños miocárdicos progresivos, tales como miocardiopatía dilatada alcohólica y procesos de arritmia.

Algunos expertos destacan, que una o dos copas de vino tinto (propio de la dieta mediterránea), favorece la salud cardiovascular. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol puede desencadenar procesos de cardiomiopatía (estiramiento y caída del músculo cardíaco), hipertensión arterial y un mayor riesgo de infarto.

Cerebro

Posiblemente, muchas personas saben que el consumo excesivo y prolongado de alcohol ocasiona daños importantes sobre el hígado. Sin embargo, tal vez muchos no están conscientes de que una disfunción hepática prolongada, ocasionada por el abuso del alcohol puede acarrear daños cerebrales.

Entre ellos destaca un trastorno grave y potencialmente mortal denominado encefalopatía hepática. Según los expertos esta disfunción cerebral produce alteraciones en los patrones de sueño, estado de ánimo y la personalidad. Además de ello, propicia una serie de trastornos psiquiátricos (ansiedad y depresión), reduciendo la capacidad de atención.

Incluso ocasiona problemas de coordinación, tales como el aleteo o temblor de las manos (asterixis). Algunos especialistas reseñan, que en los casos más graves se puede llegar a producir un coma hepático con efectos mortales.

Gracias a novedosas técnicas de imagen se han podido estudiar los procesos cerebrales en regiones específicas del cerebro. De esta forma se tienen más elementos para profundizar acerca del desarrollo de la encefalopatía hepática.

De acuerdo a los estudios se ha logrado establecer, que el amoníaco y manganeso participan en el desarrollo de la encefalopatía hepática.

Se logró determinar, que cuando las células del hígado se dañan por el alcohol permiten el ingreso excesivo de manganeso y amoníaco, produciendo así deterioro sobre las células cerebrales. Posiblemente muchas personas creen, que el alcohol es una sustancia estimulante. Sin embargo, es catalogado como un supresor del sistema nervioso central.

Este efecto logra suprimir el adecuado funcionamiento de los neurotransmisores a nivel cerebral, incrementa los niveles de dopamina y disminuye la velocidad de procesamiento cerebral. Por ello, un par de copas causan tranquilidad, felicidad y somnolencia.

No obstante, cuando ingieres cantidades excesivas se produce la supresión del sistema nervioso central. Esto puede traducirse en la pérdida del conocimiento, y en ocasiones podría inducir el coma.

¿Puede el alcohol ocasionar otros efectos sobre el cerebro?

Lamentablemente esta respuesta es afirmativa. Diversos estudios han permitido confirmar, que el consumo de alcohol durante el embarazo puede ocasionar daños graves sobre el bebé.

De acuerdo a los investigadores el alcohol podría causar diversos efectos negativos a nivel cerebral. Entre ellos problemas físicos, de aprendizaje y de comportamiento durante el desarrollo del cerebro.

Incluso podría llegar a producirse un proceso más grave conocido clínicamente como síndrome alcohólico fetal (SAF). Los niños con SAF, presentan ciertos rasgos faciales anormales y su estatura es notablemente menor que la promedio. Además de ello, sus cerebros presentan menos volumen (microencefalia).

Esto conlleva a una menor cantidad de neuronas o un menor número de ellas capaces de funcionar adecuadamente. Esta deficiencia trae consigo, diversos problemas de aprendizaje y comportamiento.

La ciencia descubre otro efecto negativo del alcohol: la reducción cerebral

Cuando se pensaba que ya se habían detectado todos los efectos negativos del alcohol, la ciencia logra un extraordinario hallazgo. El mismo se dio a conocer el 2022 por medio de la revista Nature Communications. Según los investigadores de la Universidad de Oxford, incluso pequeñas cantidades de alcohol afectan la salud cerebral.

Mediante este estudio se aportan pruebas adicionales de la asociación negativa existente entre la ingesta de alcohol sobre la macro y microestructura del cerebro.

En este estudio se empleó una muestra de población de los datos presentes en le Biobanco del Reino Unido. El tamaño de la misma consistió en 36 mil personas de mediana y avanzada edad.

Este Biobanco incluye información de salud de una gran cantidad de personas del Reino Unido. Dentro de esta data destaca la edad, sexo, nivel socioeconómico, además de escáneres cerebrales. Dichas imágenes, junto con cuestionarios que indagaban sobre su forma de beber alcohol, fueron empleados como insumos primordiales en esta investigación.

De acuerdo al estudio, la ingesta de alcohol se asocia negativamente con las medidas de volumen cerebral global, los volúmenes de materia gris regional y la microestructura de la materia blanca.

Para los científicos se observó una asociación entre la ingesta de alcohol y el volumen de la materia gris en todo el cerebro. El estudio mostró, que los mayores cambios de volumen se produjeron en las cortezas insular, frontal y parietal. Incluyó también la regiones temporal, amígdala, putamen y tronco cerebral.

Cabe destacar, que la ingesta de alcohol se correlacionó con ciertas alteraciones microestructurales de la memoria. Esto se evidenció en varias regiones del sector de la memoria que conectan las redes a gran escala. Ello incluye también los sistemas más profundos de la memoria.

El alcohol no posee una dosis saludable

De acuerdo a los resultados del estudio, la mayoría de las asociaciones negativas se presentaron en personas que consumían en promedio una o dos unidades diarias de alcohol.

Así, los investigadores concluyeron que incluso el consumo moderado de alcohol puede potencialmente conducir a cambios en el volumen cerebral. Sobre todo, producir una reducción del tamaño del cerebro en adultos de mediana edad y mayores.

Este estudio permitió corroborar, que ingerir alcohol aún en bajas proporciones acelera el envejecimiento de forma sustancial. Dicho efecto puede ocasionar reducciones significativas de la materia gris y materia blanca. Esto trae como resultado una reducción del volumen del cerebro.

Incluso se precisó, que a mayor consumo el impacto es más fuerte. Por ello, los científicos destacaron que dicha reducción cerebral, es equivalente a un envejecimiento prematuro.

Nuestro cerebro se encoge al envejecer, sin embargo, el alcohol puede acelerar dicho proceso. Según el estudio, esto es válido incluso para aquellas personas que consumen bebidas alcohólicas en baja cantidad.

Por ejemplo, ingerir a diario una botella de cerveza o una copa de vino provocará una disminución del volumen del cerebro. Esto será equivalente a dos años de vida, comparado con aquellas personas que no ingieren alcohol. Pero si se decide ingerir el doble, esto podría ser equivalente a un envejecimiento de tres años y medio.

Esto indica, que la relación entre el consumo de alcohol y envejecimiento del cerebro no es lineal, sino exponencial. Según los científicos, la disminución del tamaño del cerebro posee mayores efectos en ciertas regiones del mismo.

Ellas incluyen, los lóbulos frontal, parietal y corteza insular. Dichas zonas, se relacionan con el procesamiento de las percepciones sensoriales, control de movimientos, conducta social y personalidad.

Concluyendo

A lo largo de muchos años los investigadores han estudiado los efectos del alcohol sobre nuestro organismo. Entre ellos, el efecto negativo del alcohol sobre los sistemas digestivo, cardiovascular, hepatobiliar y el síndrome alcohólico fetal.

No obstante, un estudio reciente realizado con datos del Biobanco de la Universidad de Oxford, desveló que no existe un rango de alcohol beneficioso. Esto entra en total contradicción con la creencia de que dosis pequeñas de alcohol poseen efectos positivos sobre la salud.

Incluso este estudio amplio pudo demostrar una relación exponencial entre el consumo de alcohol y envejecimiento cerebral. De hecho, los científicos detectaron mediante el estudio de imágenes de alta resolución que la ingesta de alcohol ocasiona una reducción de la materia blanca y la materia gris cerebral.

La materia blanca posee el rol de transmitir información entre el cerebro y el resto del cuerpo. Incluso, está correlacionada con los procesos de aprendizaje y funciones ejecutivas. A su vez, la materia gris se asocia al control muscular, percepciones sensoriales, autocontrol, memoria, habla y toma de decisiones.

Para los científicos, las conclusiones son preliminares y no absolutas. Ellos sugieren, que deben realizarse otros estudios longitudinales a largo plazo. Sin embargo, afirman que el alcohol es un neurotóxico y su ingesta en cualquier proporción trae más daños que beneficios.

Para Agnes la información recibida, la cual comparto con vosotros en el post, fue de gran utilidad. Ella me comentó, que decidió compartir esta información con su esposo y para su asombro, el decidió declinar de la actitud asumida hasta ahora.

Agnes se alegró mucho por ella y por su familia. De hecho me comentó, que a su esposo lo que más le impactó del alcohol es su terrible efecto sobre el envejecimiento cerebral prematuro.

“Existe evidencia de que el efecto de beber se comporta de forma exponencial en el cerebro. Entonces, una bebida adicional en un día podría tener más impacto que cualquiera de las bebidas anteriores ese día. Eso significa que reducir el último trago de la noche podría tener un gran efecto en términos de envejecimiento cerebral”

Remi Daviet, PhD

University of Wisconsin–Madison

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