Depresión: Signos, Síntomas, Causas y Tratamiento

Según los expertos, a nivel mundial existen más de 350 millones de personas afectadas por la depresión. Ello indica que se trata de una enfermedad de alta gravedad y además, una de las más difíciles de tratar. Esto ocasiona serias dificultades para quienes la padecen.

Por ello, la ciencia ha comenzado a emplear una visión global para encarar esta patología. Ello comienza con un conocimiento apropiado acerca de sus causas, sintomatología y propuestas viables de tratamiento.

De este tema tan preocupante para la socieda, voy a hablar a solicitud de Joanne, una seguidora de Idaho. Ella es una joven universitaria, que tuvo que afrontar decisiones cruciales hace pocos meses. Para ella, fue difícil elegir entre la carrera que sus padres querían para ella y su vocación personal.

Finalmente quiso ser consecuente con su vocación, y decidió estudiar la carrera que siempre deseó para ella. De hecho me dijo, que la misma era completamente antagónica con la de sus padres, quienes eran ingenieros.

Joanne inició su carrera a inicios de septiembre de 2022 y se sintió feliz por ello. Sin embargo, comenzó a notar que su mamá se mostraba apática y desmotivada y eso le causó una gran preocupación. Cuando se comunicó conmigo estaba un poco desconcertada, y llegó a creer que ella era la culpable de un posible estado depresivo en su madre.

No obstante le puntualicé, que en ocasiones ocurren situaciones poco agrdables que pueden hacer sentir mal a la otra persona. De allí la importancia de conocer acerca de la depresión y sus características, para poder afrontarla desde una mejor perspectiva.

Dada la prevalencia de esta enfermedad consideré relevante compartir este artículo en mi página. sobre los síntomas, causas y tratamientos para la depresión.

Una mirada acerca de la depresión

Según los especialistas de la Clínica Mayo, la depresión se considera un trastorno emocional ocasionado por sentimientos de tristeza constante y pérdida de interés (anhedonia). Se denomina también, “trastorno depresivo mayor» o «depresión clínica».

La depresión puede producirse por varias causas, presentando  diversos desencadenantes. A saber:

• Acontecimientos perturbadores o estresantes (divorcio, duelo, enfermedad o preocupaciones económicas o laborales)
• De acuerdo a ciertos estudios se ha establecido, que el envejecimiento favorece el proceso de depresión, principalmente si la persona vive en condiciones socioeconómicas difíciles
• Las personas con baja autoestima o excesivamente autocríticos poseen tendencia a la depresión. Se cree, que esto pueda ser ocasionado por factores genéticos, o por experiencias durante la infancia
• Antecedentes familiares. Se ha determinado, que si algún familiar ha padecido  depresión en el pasado (padres o hermanos), existe una alta probabilidad de padecer de depresión
• Depresión postparto. Algunas mujeres luego de dar a luz, son especialmente vulnerables a la depresión.
• Sentimientos de soledad: Diversas investigaciones  han determinado que eleva el riesgo de depresión, (alejamiento de familiares y amigos, eleva el riesgo de depresión)
• Alcohol y drogas. De acuerdo a los expertos, el alcohol ocasiona daños bioquímicos a nivel cerebral, incrementando el riesgo de depresión. De hecho, muchas personas (incluyendo un elevado número de adolescentes) emplean el cannabis para relajarse. Sin embargo, también puede inducir procesos depresivos
• Enfermedades crónicas y lesiones graves, predisponen al padecimiento de depresión. Entre ella figuran: hipotiroidismo, cáncer, cardiopatía coronaria y traumatismos craneoencefálicos
• Se sabe, que los traumatismos craneoencefálicos pueden favorecer cambios de humor y problemas emocionales. Incluso, se han reportado casos de daños a la hipófisis situada en la base cerebral. Ella produce hormonas, que estimulan la tiroides y su deficiencia ocasiona cansancio extremo, pérdida de la libido y procesos depresivos.

Síntomas más frecuentes de la depresión (en personas adultas)

• Sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza
• Deseos de llorar

• Presencia de trastorno explosivo intermitente: ello incluye episodios repentinos y reiterados de ciertas conductas impulsivas, agresivas y violentas. Se incluyen además, ciertos impulsos repentinos verbales agresivos
• Episodios de frustración, irritabilidad o enojo, incluso frente a situaciones de baja importancia
• Pérdida de interés o placer por la realización de muchas o todas las actividades habituales (deportes, pasatiempos y relaciones sexuales, entre otras)
• Desequilibrio del sueño (incluye la presencia de insomnio o dormir en exceso)
• Pérdida de energía y sensación frecuente de cansancio. Ello ocasiona la necesidad de realizar un mayor esfuerzo, por sencillas o pequeñas que sean las tareas
• Pérdida del apetito y de peso o incremento de los niveles de apetito y de peso
• Sensación de inquietud, agitación y ansiedad
• Disminución de la velocidad para efectuar movimientos, hablar o razonar
• Presencia de sentimientos de soledad, culpa, inutilidad y desesperación
• Vínculos obsesivos con fracasos del pasado o autorreproches
• Inconvenientes para concentrarse, pensar con claridad, recordar situaciones y tomar decisiones
• Padecimiento de problemas físicos inexplicables como dolor de espalda, náuseas, mareos, dolor torácico y de cabeza. Ellos se denominan de forma general, síntomas somáticos de la depresión
• Pensamientos recurrentes acerca de la muerte, ideación e intentos suicidas.

Síntomas más frecuentes de depresión en niños

Según los expertos, los síntomas de depresión presentes en niños y adolescentes son similares a los observados en los adultos. Sin embargo, pueden existir algunas diferencias.

De acuerdo a los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), existen ciertos comportamientos que son observados en niños que padecen depresión. Entre ellos destacan:

• Sentimientos de tristeza, desesperanza e irritabilidad
• Poca realización de actividades divertidas o no disfrutarlas cuando se hacen
• Modificaciones en los patrones de alimentación. Ello implica una mayor o una menor ingesta de alimentos con respecto a lo habitual
• Desequilibrios en los patrones del sueño. Ello ocasiona dormir en exceso, con respecto a lo normal
• Alteraciones en los niveles de energía, que ocasionan pérdida de fuerzas, cansancio, inquietud y tensión durante la mayor parte del día
• Problemas para prestar atención
• Sentimientos de inutilidad, desprecio y culpabilidad
• Negarse a ir a la escuela
• Dolores corporales.

Signos y síntomas de depresión más frecuentes en adolescentes

Los adolescentes que presentan depresión padecen cambios en la actitud y el comportamiento, antes de arribar a esta etapa. De acuerdo a los expertos, los síntomas de depresión varían en cuanto a su gravedad. Sin embargo, se presentan ciertas modificaciones a nivel emocional y de conducta, dentro de las que destacan:

Cambios a nivel emocional

• Tristeza
• Bajo estado de ánimo
• Episodios de llanto sin razón aparente
• Frustración o sentimientos de ira, incluso por circunstancias irrelevantes
• Desánimo, desesperanza o vacío
• Trastornos del estado de ánimo
• Desinterés por la realización de actividades cotidianas
• Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas
• Distanciamiento de familiares y amigos o permanecer confrontado con ellos
• Bajo nivel de autoestima
• Infravaloración de sí mismo
• Sentimientos de culpabilidad
• Fijación recurrente en fallas pasadas (autoinculpación) o autocrítica excesiva
• Presencia de disforia sensible al rechazo (reacción emocional extrema ocasionada por la percepción real o imaginada de rechazo)
• Sensibilidad extrema al fracaso, además de una exagerada necesidad de aprobación
• Problemas para pensar, recordar sucesos concentrarse y tomar decisiones
• Percepción constante de pesimismo y desaliento con respecto al futuro
• Pensamientos frecuentes acerca de la muerte o suicidio.

Cambios a nivel de conducta

• Sensación de cansancio
• Bajos niveles de energía
• Falta o exceso de sueño
• Pérdida del apetito y de peso o incremento de peso y de los niveles de apetito (antojos alimenticios)
• Consumo de drogas psicoactivas (alcohol, fármacos para el dolor y drogas ilícitas)
• Nerviosismo y desasosiego (dificultad para permanecer sin moverse, frotarse las manos frecuentemente e intranquilidad al caminar)
• Disminución de la velocidad de comunicación verbal, razonamiento y movilidad
• Presencia de dolores frecuentes de cabeza o diversos lugares corporales sin explicación aparente (ello se asocia con visitas reiteradas a la enfermería escolar)
• Aislamiento social
• Rendimiento escolar deficiente y ausencias frecuentes de la escuela
• Descuido de la higiene y el aspecto personal
• Presencia de trastorno explosivo intermitente y otros tipos de comportamientos para llamar la atención
• Practicarse autolesiones: por ejemplo, realizarse quemaduras o cortaduras
• Idear un plan para suicidarse o intentar hacerlo.

Síntomas de depresión en adultos mayores

En el caso de la población anciana, se ha observado una alta prevalencia de síntomas somáticos.

Según los expertos, es crucial prestar atención a diversos signos que delatan la presencia de la existencia de depresión en personas mayores. Entre ellas, que la persona sea hiperfrecuentador (realiza más de doce visitas médicas al año). Además de ello se eleva de forma abrupta su capacidad de dependencia, mostrándose agitados, aislados y apáticos.

Se debe recalcar, que en los adultos mayores suele prevalecer la “depresión sin tristeza”. Asimismo se debe destacar, que la depresión no constituye una parte normal del envejecimiento. Por lo tanto, no se recomienda tomarlo a la ligera.

Lamentablemente en nuestra sociedad actual, con mucha frecuencia la depresión no es diagnosticada y mucho menos tratada en adultos mayores. Por ello muchas veces, ellos sienten desconfianza para solicitar ayuda.

Los síntomas de depresión más frecuentes en adultos mayores son los siguientes:

• Presencia de dolores físicos
• Fallas a nivel de la memoria
• Modificaciones en la personalidad
• Preferir quedarse en casa para evitar salir a socializar o emprender cosas nuevas
• Problemas de sueño, fatiga, pérdida de interés sexual y disminución del apetito, no ocasionados por efecto de enfermedades o fármacos
• Pensamientos o sentimientos suicidas (especialmente en hombres mayores.

Tal como ocurre con otras personas, existen algunos adultos mayores que poseen mayor propensión al padecimiento de depresión. Dentro de ellos destacan:

• Los que no poseen pareja o la perdieron
• Mujeres mayores
• Aquellos sin amigos o familiares que los apoyen
• Quienes han padecido de dolencias o emergencias médicas (infartos, accidente cerebrovascular y dolores crónicos)
• Los que ingieren elevadas cantidades de alcohol.

Tratamientos más frecuentes empleados para combatir la depresión

Según los especialistas, este trastorno mental es uno de los que posee mayores oportunidades de tratamiento. Se ha logrado establecer, que entre el 80 y 90% de quienes presentan depresión, suelen responder adecuadamente a los tratamientos.

Cabe destacar, que antes de emprender el tratamiento, es fundamental que un profesional de la salud realice un diagnóstico exhaustivo. De hecho, realizar un análisis hematológico permitirá corroborar que la depresión no es ocasionada por problemas tiroideos o déficit vitamínicos.

Tratamientos farmacológicos

De acuerdo a los expertos, la química del cerebro posee una gran participación sobre la depresión. Por ello, es común prescribir medicamentos antidepresivos, a fin de coadyuvar en la modificación de la bioquímica cerebral.

Dichos fármacos, no poseen efectos sedantes ni tranquilizantes. Incluso no crean hábito y no ocasionan efectos estimulantes en quienes no padecen depresión. Por lo general, los antidepresivos producen ciertas mejoras durante las primeras semanas de empleo. Sin embargo, sus beneficios se alcanzan al cabo de dos o tres meses.

En el caso de que no se logren respuestas adecuadas, el especialista puede modificar la dosis del fármaco o sustituirlo. En ocasiones, el empleo de medicamentos psicotrópicos producen ciertos beneficios. Es necesario, que la persona tratada informe a su especialista tratante acerca del comportamiento del medicamento, incluyendo sus efectos secundarios.

Por lo general, se recomienda que se continúe empleando el fármaco seis meses después de la remisión de los síntomas. Incluso, a personas con alto riesgo, se les recomienda un tratamiento de mantenimiento a largo plazo. Ello permite, que se disminuya el riesgo de episodios depresivos a futuro.

Psicoterapia

Este tipo de terapia es denominada también “terapia de conversación”. Los especialistas la emplean ocasionalmente como recurso único para tratar la depresión leve. Sin embargo, cuando existe depresión moderada a severa, este tipo de terapia se emplea con frecuencia junto con medicamentos antidepresivos.

Vale destacar, que la terapia cognitiva conductual (TCC) se ha mostrado muy efectiva en el tratamiento de la depresión.

De acuerdo a los expertos, la TCC coadyuva a resolver los problemas del presente. De hecho, permite la detección de pensamientos distorsionados o negativos, favoreciendo su modificación. Incluso, también coadyuva en la corrección del comportamiento, a fin de responder los desafíos de una forma más positiva.

Una ventaja de este método, es que permite la participación de más de una persona. De hecho, la terapia familiar o de pareja podría favorecer el abordaje de diversos problemas en quienes poseen relaciones cercanas.

Los especialistas emplean la terapia grupal con personas que presentan patologías similares en un entorno de contención. Muchas veces, ello favorece el aprendizaje de quienes participan a enfrentar situaciones negativas.

Así, en función de la gravedad de la depresión este tratamiento podría durar algunas semanas o meses. No obstante, se han reportado mejoras sustanciales a partir de diez a quince sesiones.

Terapia electroconvulsiva (TEC)

La terapia electroconvulsiva es un tratamiento muy eficaz para la depresión, y su acción puede ser más veloz que la de los medicamentos. De hecho, se han logrado detectar beneficios en la primera semana de tratamiento.

Un ciclo de TEC incluye tradicionalmente doce sesiones. Por lo general, este tratamiento es empleado en personas que no responden al tratamiento farmacológico, presentan estados psicóticos, poseen tendencias suicidas o representan un peligro potencial para sí mismos.

Se incluyen además, los pacientes que presentan antecedentes de respuestas adecuadas a la TEC.

De acuerdo a la experiencia, la TEC consiste en una breve estimulación eléctrica del cerebro mientras el paciente está bajo los efectos de la anestesia y no siente dolor.

Los avances en anestesia breve y parálisis neuromuscular han mejorado la seguridad y tolerabilidad de la TEC. Sin embargo debemos resaltar, que este procedimiento puede acarrear numerosos riesgos.

Dentro de ellos destacan, los asociados a la anestesia general, confusión postictal (posterior a procesos convulsivos) y en menor proporción, las dificultades de memoria a corto plazo.

Terapias de autoayuda

Existen diversas actividades, que pueden favorecer el control de la depresión. Entre ellas destacan:

• 
• Practicar ejercicio diariamente
• Dormir lo suficiente
• Evitar las bebidas alcohólicas y las drogas
• Mantener una dieta saludable
• Fortalecer los vínculos sociales (familiares, amistosos y de compañeros de labores)
• Fortalecer la mente mediante prácticas y técnicas de relajación, ejercicios de respiración, yoga y taichí
• Fortalecer el espíritu mediante conexiones espirituales o religiosas

Concluyendo

La depresión es considerada un trastorno emocional ocasionado por sentimientos de tristeza constante y la pérdida de interés (anhedonia). Se denomina también, “trastorno depresivo mayor» o «depresión clínica». La depresión impacta negativamente la conducta, sentimientos y pensamientos.

Ello provoca diversos trastornos de índole física y emocional. Sin embargo, es importante caer en cuenta que, la depresión es una enfermedad real y actualmente se cuenta con ayuda disponible. De hecho, si se practican un diagnóstico y tratamiento adecuados, es posible superar este problema.

Se debe enfatizar, que muchas personas que experimentan depresión presentan diversos síntomas. Ellos son lo bastante graves como para ocasionar problemas a nivel de las actividades cotidianas (laborales, educativas y sociales). Incluso, algunas personas con depresión suelen experimentar sentimientos de infelicidad o tristeza, sin lograr determinar su causa.

Frente a los síntomas de depresión, es importante no postergar la consulta médica, incluyendo a un psiquiatra. Es importante no callar las inquietudes y se debe solicitar una evaluación exhaustiva.

Esta iniciativa permitirá abordar sus necesidades relacionadas con la salud mental. De hecho, es importante realizar algunos de los tratamientos que existen en la actualidad para superar esta patología. A saber, tratamientos farmacológicos, psicoterapia, terapia electroconvulsiva (TEC) y terapias de autoayuda.

Para Joanne la información recibida, la cual comparto en el post, permitió que se sintiera aliviada. De hecho, sin que su madre cayera en cuenta, ella decidió favorecer su salud mental mediante el empleo de mi fórmula exclusiva de ASHWAGANDHA WITH BLACK PEPPER.

Igualmente, animó a su madre a practicar caminatas a diario con ella. Joanne se sintió muy emocionada, porque su madre en pocas semanas mejoró muchísimo su actitud y estado de ánimo.

“Se sabe que la actividad física ayuda a mejorar la salud mental. Sin embargo, a pesar de las pruebas, no se ha adoptado de forma generalizada como tratamiento de primera elección. Nuestra revisión muestra que las intervenciones de actividad física pueden reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad en todas las poblaciones clínicas (…) También descubrimos que todos los tipos de actividad física y ejercicio eran beneficiosos, incluido el ejercicio aeróbico como caminar, el entrenamiento de resistencia, Pilates y yoga”

Dr. Ben Singh

Universidad de Australia Meridional

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