Los factores que influyen en la alimentación infantil son muchos y variados. Según la OMS, la nutrición óptima durante los primeros dos años de vida del niño es fundamental para mejorar la supervivencia infantil y fomentar su crecimiento y desarrollo de forma saludable.
La lactancia materna es especialmente importante, ya que mejora el coeficiente intelectual y aprendizaje escolar, además de asociarse a mayores ingresos en la vida adulta.
De este tema, que ocupa a muchas personas, voy a hablar a solicitud de Nelly, una seguidora de California. Ella es una madre primeriza, quien fue instruida por su pediatra para que optara por darle el pecho al niño. Incluso, le hizo hincapié acerca de alimentarse adecuadamente, resaltando que la leche materna dependía de la alimentación de la madre.
No obstante, Nelly en muchas ocasiones no siguió estas sugerencias al pie de la letra y le avergonzaba tratar este asunto con la pediatra de su hijo.
Por ello, decidió consultarme para saber qué tanto podría afectarla el hecho de haber ingerido comida chatarra en dos ocasiones.
Cuando me comuniqué con ella, le comenté que era realmente importante no dejar de cumplir las recomendaciones de la pediatra.
De hecho, corroboré lo que le puntualizó su pediatra sobre algunos alimentos que no se aconsejan al amamantar, como los que presentan elevados contenidos de grasas no saludables.
Sentí un gran compromiso con Nelly, sobre todo porque su inexperiencia podría ocasionar algunos inconvenientes de salud a su hijo.
Por ello, le sugerí que suspendiera de forma inmediata cualquier alimento o bebida que pudiera afectar su lactancia. Esta recomendación la acompañé con un informe sobre las generalidades sobre la nutrición infantil.
Muchas personas a veces pasan por alto la adecuada nutrición infantil. Por ello, estimé importante compartir esta información en mi blog.
Generalidades acerca de la nutrición infantil
La nutrición infantil es un tema muy importante para el desarrollo físico y mental de los niños y niñas.
Una alimentación adecuada desde el nacimiento hasta la adolescencia influye en el crecimiento, aprendizaje, prevención de enfermedades y bienestar general de los menores.
La nutrición infantil es una responsabilidad compartida entre la familia, escuela y sociedad, que deben garantizar el acceso a alimentos de calidad y a información veraz y científica sobre este tema.
Según los expertos, la nutrición infantil comprende todos los procesos que permiten al niño o la niña obtener, asimilar y utilizar los nutrientes que necesita para su crecimiento y desarrollo.
Una buena nutrición infantil contribuye a prevenir enfermedades, mejorar el aprendizaje y el rendimiento escolar. Asimismo, favorece el desarrollo físico, mental y social de los niños y las niñas.
Se debe señalar, que cuando los niños y niñas reciben una alimentación equilibrada, variada y adecuada a las necesidades de cada etapa, pueden crecer sanos y fuertes.
Además de ello, están en capacidad de prevenir enfermedades e incluso pueden mejorar su rendimiento escolar.
Los padres tienen un rol importante en la nutrición infantil, ya que son los responsables de proporcionar los alimentos que sus hijos consumen, de educarlos en hábitos saludables y de darles el ejemplo con su propia alimentación.
Los expertos sugieren, que los padres deben estar informados sobre las recomendaciones nutricionales para cada edad. Ello incluye estar conscientes acerca de los beneficios y riesgos de ciertos alimentos o suplementos.
También deben fomentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, carnes magras, pescados y frutos secos, y limitar el consumo de alimentos procesados, bebidas azucarados y comida chatarra.
Asimismo, deben promover la actividad física regular y evitar el sedentarismo en sus hijos.
Factores determinantes sobre la nutrición infantil
La nutrición infantil depende de factores como la alimentación, el estado de salud, ambiente y prácticas de cuidado. Muchos de estos aspectos se engloban en los siguientes factores:
1. Lactancia materna exclusiva
La lactancia materna exclusiva hasta los seis meses es una práctica recomendada por la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Ello está sustentado en sus múltiples beneficios para la salud y el desarrollo de los niños y las madres. De acuerdo a la ciencia, la leche materna es el alimento más completo y adecuado para los bebés.
Esto se debe a sus importantes aportes nutricionales, anticuerpos y factores de crecimiento necesarios para desarrollarse sanos y fuertes.
Asimismo, la lactancia materna favorece el vínculo afectivo entre la madre e hijo. Esto reduce el riesgo de enfermedades infecciosas, alergias, obesidad y diabetes en la infancia y edad adulta.
La lactancia materna también tiene beneficios para las madres. Entre ellas, la disminución del sangrado postparto y la prevención del cáncer de mama y ovario. Además de ello, favorece la recuperación del peso previo al embarazo.
Por estas razones, se recomienda que los bebés reciban lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad. Esta deberá continuarse, complementada con otros alimentos hasta los dos años o más.
2. Introducción progresiva de alimentos
De acuerdo a los especialistas, es muy importante realizar la introducción progresiva de alimentos complementarios, desde los seis meses.
Se ha demostrado, que esta es una etapa importante en el desarrollo de los bebés. Los alimentos complementarios, son aquellos que se ofrecen al bebé junto con la leche materna o de fórmula, y que le aportan nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo.
Es vital que, estos alimentos sean variados, equilibrados y adecuados a las necesidades y preferencias del bebé. Se han establecido una serie de beneficios que proporciona la introducción progresiva de alimentos complementarios. Dentro de ellos, podemos señalar:
- Favorecen el desarrollo de sus habilidades motoras, sensoriales y cognitivas, al estimular la masticación, el gusto y olfato
- Previenen la anemia por deficiencia de hierro, al ofrecer alimentos ricos en este mineral
- Disminuyen y previenen las alergias alimentarias, al exponer al bebé a diferentes alimentos desde temprana edad
- Fomentan hábitos alimentarios saludables, al acostumbrar al bebé a una alimentación variada y equilibrada.
Cabe resaltar que, la introducción progresiva de alimentos complementarios debe realizarse gradualmente, respetando el ritmo y las señales del bebé.
Es importante no forzar al bebé a comer más de lo que quiere, ni ofrecerle alimentos inadecuados para su edad.
Es recomendable, empezar a ofrecer al bebé, alimentos blandos, triturados o troceados pequeños. A partir de allí, se puede ir aumentando la consistencia y variedad según la tolerancia y el interés del bebé.
Además de ello, se recomienda ofrecer al bebé agua para hidratarlo y evitar bebidas que contengan azúcar o con cafeína.
La introducción progresiva de alimentos complementarios constituye una oportunidad para compartir cercanamente con el bebé y fortalecer el vínculo afectivo.
3. Consumo de una alimentación variada y equilibrada
El consumo de una alimentación variada y equilibrada que incluya todos los grupos de nutrientes, es fundamental para el desarrollo y la salud de los niños.
Los alimentos aportan los nutrientes necesarios para el crecimiento, la actividad física y el funcionamiento del organismo.
Una alimentación adecuada previene el riesgo de enfermedades como la obesidad, diabetes o anemia. Además, favorece el aprendizaje, la concentración y el rendimiento escolar de los niños.
Los grupos de alimentos que deben estar presentes en la dieta de los niños son: tubérculos y legumbres; frutas y verduras; lácteos; carnes, pescados, huevos y frutos secos; y grasas saludables.
Cada uno de estos grupos aporta diferentes nutrientes, como carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Por eso, es importante que los niños consuman una variedad de alimentos de cada grupo, en las cantidades adecuadas y con una buena distribución a lo largo del día.
Para lograr una alimentación diversa y equilibrada en los niños, se recomienda seguir algunas pautas como: ofrecer al menos cinco raciones de verduras al día, no añadir azúcar y limitar el consumo de sal y alimentos procesados.
Igualmente se debe incluir lácteos s, preferir el pollo, pescado azul y huevos frente a las carnes rojas. Así como consumir aceite de oliva como principal fuente de grasa y fomentar el consumo de agua como bebida principal.
De acuerdo a los expertos de la Clínica Mayo deben evitarse los refrescos y otras bebidas que contengan azúcares añadidos, como los zumos de frutas.
Incluso, no se debe consumir ningún tipo de jugo de fruta natural, así no contenga azúcar. La fruta se come , no se bebe.
4. Hidratación adecuada
La hidratación suficiente es un aspecto fundamental de la nutrición infantil, ya que el agua cumple funciones vitales en el organismo de los niños y niñas.
El agua ayuda a regular la temperatura corporal, a transportar nutrientes y oxígeno a las células, además de ello, favorece la eliminación de desechos y toxinas, lubricar las articulaciones y a proteger los órganos y tejidos.
El agua también favorece la digestión, absorción y metabolismo de los alimentos, además de la prevención del estreñimiento.
Los niños tienen una mayor proporción de agua en su cuerpo que los adultos, teniendo así mayor necesidad de hidratarse.
La deshidratación puede ocasionar fatiga, dolor de cabeza, irritabilidad, falta de concentración y disminución del rendimiento físico e intelectual. Por eso, es importante que los niños y niñas consuman agua de forma regular y variada.
Ello incluye también otros líquidos, sin dejar de mencionar algunos alimentos con alto contenido de agua como frutas y verduras.
Según un artículo de La Biblioteca Nacional de Medicina publicado el 2022, la ingesta adecuada de agua simple en los niños era mayor en los hogares con ingresos elevados. Sin embargo, el 75% de los niños no alcanzaba a cubrir los requerimientos recomendados de agua diarios.
Dentro de las recomendaciones diarias de líquidos destacan:
- Lactantes de 3,5 kg a 10 kg: 100 ml/kg
- Niños de 11 kg a 20 kg: 100 ml/kg para los primeros 10 kg. Y de 50 ml/kg por cada kg por encima de los 10 kg
- Niños de más de 20 kg: 20 ml/kg para cada kg por encima de 20 kg. Es importante considerar que no deben administrarse más de 2.400 ml de líquido en una sola toma.
5. Control de peso y estatura
El control del peso y la estatura es un indicador fundamental de la nutrición infantil. En especial, porque reflejan el estado de salud, el crecimiento y el desarrollo de los niños y niñas.
Un peso y una estatura adecuados para la edad y el sexo son señales de buena alimentación y de prevención de enfermedades.
Por el contrario, un peso o una estatura inferiores o superiores a los esperados pueden ser signos de desnutrición, obesidad o algún problema de salud.
Por eso es importante medir el peso y estatura de los niños y niñas con regularidad. Estos valores deben compararse con los que aparecen en las tablas de referencia de la Organización Mundial de la Salud. Así se puede detectar y corregir cualquier alteración nutricional a tiempo, y garantizar su bienestar.
6. Educación alimentaria
La educación alimentaria es un proceso que promueve el conocimiento, la comprensión y la valoración de los alimentos y sus efectos en la salud y el bienestar de las personas.
La educación alimentaria tiene una especial relevancia en la nutrición infantil, ya que los hábitos alimentarios se forman desde la infancia y pueden influir en el desarrollo físico, mental y emocional de los niños y niñas.
Igualmente, puede fomentar hábitos saludables en la nutrición infantil al proporcionar información sobre los grupos de alimentos, las porciones adecuadas, variedad y equilibrio de la dieta, higiene y seguridad alimentaria, etiquetado nutricional y consumo responsable.
La educación alimentaria también puede favorecer el desarrollo de actitudes positivas hacia los alimentos, el respeto por la diversidad cultural y gastronómica, disfrute de la comida y cuidado del medio ambiente.
Por tanto, es una herramienta fundamental para prevenir y combatir problemas de salud relacionados con la alimentación, como la obesidad, diabetes, alergias o carencias nutricionales.
La educación alimentaria contribuye así a mejorar la calidad de vida de los niños y niñas, promoviendo su salud integral.
De acuerdo con un estudio publicado en abril del 2023 en British Journal of Nursing, un conocimiento inadecuado de la nutrición conduce a malas elecciones dietéticas. Ello podría ocasionar trastornos de la salud general, a causa del desarrollo de enfermedades como la obesidad y malnutrición.
Es importante resaltar, que durante la infancia se sienta un precedente nutricional muy importante. De hecho, muchas actitudes y creencias desarrolladas durante la etapa infantil tienden a perdurar durante toda nuestra vida.
7. Nivel socioeconómico y educativo de la familia
La nutrición infantil es un aspecto fundamental para el desarrollo físico y mental de los niños y niñas. Sin embargo, existen diversos factores que pueden afectar la calidad y la cantidad de los alimentos que ellos consumen. Uno de ellos es el nivel socioeconómico y educativo de la familia.
Esto es determinante tanto en el acceso a los recursos alimentarios como en los hábitos y prácticas nutricionales. En general, las familias con menor nivel socioeconómico y educativo tienden a tener una alimentación más deficiente, que representa una menor variedad y menor aporte de nutrientes esenciales.
Esto puede provocar problemas de desnutrición, obesidad o enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. Por el contrario, las familias con mayor nivel socioeconómico y educativo suelen tener una mayor conciencia sobre la importancia de una alimentación equilibrada y saludable.
Asimismo, disponen de más recursos para acceder a alimentos de calidad. Así se favorece el crecimiento y bienestar de los niños y niñas.
Por lo tanto, es necesario promover políticas públicas que garanticen el derecho a la alimentación de todos los menores, de forma independiente de su condición social o económica, además de fomentar la educación nutricional de las familias.
Concluyendo
De acuerdo a lo que se pudo ver, la importancia de la nutrición infantil es un tema que concierne a todos los padres y ciudadanos.
Es imprescindible resaltar que la nutrición infantil no solo afecta el desarrollo físico y mental de nuestros niños y niñas, sino también al futuro de la sociedad sociedad.
La implementación de una alimentación saludable desde el nacimiento hasta la adolescencia puede prevenir muchas enfermedades.
Además de ello, puede mejorar el rendimiento escolar y fomentar hábitos positivos para toda la vida. Por ello, es importante conocer que existen una serie de factores que inciden sobre la nutrición infantil.
Dentro de ellos destacan la lactancia materna exclusiva, la introducción progresiva de alimentos y una dieta variada y equilibrada. Así mismo, es importante incluir una hidratación adecuada, el control de peso y estatura y una apropiada educación alimentaria.
Muchos de estos factores dependerán de otro muy importante, como lo es el nivel socioeconómico y educativo de la familia.
Para Nelly la información recibida, la cual comparto en el post, fue muy aleccionadora. Ella realmente se mostró muy agradecida por haber comprendido la importancia de una alimentación saludable y equilibrada desde la infancia.
Ella me dijo, que estaba dispuesta a mantenerse alejada de todos los alimentos dañinos. De hecho, esto le permitiría fomentar la salud física y mental de su hijo, de cara al futuro.
“Las conductas alimentarias establecidas en la infancia persisten, con implicaciones como la irritabilidad y la escasa variedad dietética, o la elevada sensibilidad a las señales alimentarias y el mayor riesgo de obesidad. Aunque los comportamientos alimentarios y el peso infantil son difíciles de modificar directamente, las prácticas alimentarias de los padres son potencialmente un buen objetivo de las intervenciones para prevenir patrones alimentarios poco saludables y el desarrollo de sobrepeso en los niños”
Silvia Scaglioni
Fundación Demarchi – Departamento de Pediatría
Milán, Italia
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