Remedios Naturales Para Combatir La Bromhidrosis


La osmidrosis axilar o bromhidrosis es un problema frecuente en los jóvenes después de realizar ejercicio. Su característica principal es un olor irritante emitido por las axilas. Sin embargo, esta condición puede afectar a personas de todas las edades.

Esta afección se controla por ciertas técnicas tradicionales, pero es importante destacar que también puede ser combatida por remedios naturales.

De este tema que afecta a muchas personas, voy a hablar a solicitud de Susan, una seguidora de Alabama. Ella es una madre de familia de mediana edad, dedicada por completo a las labores del hogar.

Susan me comentaba que, desde inicios de verano comenzó a padecer de irritación a nivel axilar. Ella le atribuyó este efecto a ciertos productos para depilarse que empleaba de forma frecuente.

A raíz de ello, ella tuvo que cambiar su línea de desodorantes y emplear algunos que afirmaban ser hipoalergénicos. Lamentablemente, algunos de estos productos presentaban más bien un efecto antitranspirante y no desodorante. Esto, en poco tiempo, se tradujo en la presencia de mal olor, sobre todo percibido por su esposo.

Esta situación le llevó a solicitar mi opinión profesional acerca de algunas alternativas naturales para contrarrestar el mal olor. Sobre todo, que dichos productos también le ayudaran a evitar el escozor y no le produjeran irritación a nivel axilar.

Rápidamente respondí a Susan, a fin de informarle que de acuerdo con ciertos estudios, a pesar de que los antitranspirantes impiden la sudoración, fomentan la aparición del mal olor. Según la ciencia, ello se debe básicamente a la alteración de la microbiota axilar por las sales de aluminio.

Así, recopilé información  donde destaco algunas alternativas naturales para combatir la bromhidrosis. Dada la prevalencia de esta afección, consideré importante compartir dicha información en mi blog.

Generalidades acerca de la bromhidrosis

De acuerdo con los expertos, el olor corporal (u olor de la piel) constituye un problema cotidiano que todas las personas pueden enfrentar.  La bromhidrosis, también conocida como osmidrosis (olor corporal), es un fenómeno común en personas pospúberes (después de los doce años).

Según los expertos, se trata de una patología crónica caracterizada por el desprendimiento de un olor excesivo desde la piel. Este olor, por lo general, es desagradable y es ocasionado principalmente por la secreción de las glándulas apocrinas. Dicho efecto negativo puede interferir en gran medida en la calidad de vida de las personas.

La ciencia ha detectado dos tipos de bromhidrosis: la ecrina y la apocrina.

  • Bromhidrois ecrina:  Afecta a todo el cuerpo y, por lo general, está vinculada con una sudoración excesiva o una higiene inadecuada.
  • Bromhidrosis apocrina:   Afecta ciertas zonas específicas, entre ellas destacan las axilas, plantas de los pies, zona mamaria y el área genital. Según los especialistas, este tipo de bromhidrosis suele asociarse con factores hormonales o genéticos.

La incidencia de la bromhidrosis aún no está clara y existe la posibilidad de que se encuentre infradeclarada. Las personas afectadas por esta enfermedad suelen presentar esta enfermedad en las plantas de los pies, zona genital y zona axilar.

De hecho, las secreciones apocrinas, además de la descomposición bacteriana del sudor, influyen notablemente en esta enfermedad. Los antitranspirantes y los desodorantes son productos químicos que muchos de nosotros utilizamos para combatir los problemas de sudoración y controlar el olor corporal.

Estos productos, publicitados de forma extrema, poseen fragancias que son llamativas y del agrado de muchas personas. Sin embargo, poseen compuestos perjudiciales que pueden generar efectos secundarios en la piel delicada e incluso bloquear las glándulas sudoríparas.

Algunas hipótesis acerca del mal olor corporal

Por lo general, el olor corporal tiende a exacerbarse en zonas del cuerpo que poseen numerosas glándulas apocrinas. Dichas glándulas secretan una serie de sustancias sudoríparas grasas, que favorecen el crecimiento de bacterias, productoras de aromas acre intensos.

Por ejemplo, la descomposición bacteriana de las proteínas de nuestro sudor origina principalmente dos tipos de ácido: propiónico e isovalérico. Según los especialistas, el propiónico posee un olor acre y es originado por las propionibacterias. A su vez, el isovalérico es producido por las bacterias Staphylococcus epidermidis y su olor es semejante al del queso.

Cabe destacar, que esto también se ve favorecido en determinados lugares del cuerpo con un microclima especial (humedad y calor). Esto no solo favorece el crecimiento de bacterias, sino también el de los hongos.

Incluso, ciertos procesos fisiológicos de la etapa fértil de la mujer, como la menstruación, ocasionan un incremento de la sudoración, y por ende de olores desagradables.

De hecho, ciertas alteraciones del adecuado desempeño cerebral también ejercen el mismo efecto. Dentro de ellas destacan la ira, estrés y ansiedad.

Incluso, determinados alimentos con elevados contenidos de azufre tienden a estimular un desagradable olor corporal.

Dentro de los alimentos con elevados contenidos de azufre destacan: ajo, cebolla, coliflor, col, brócoli y carne roja. Otros compuestos también favorecen la presencia del mal olor corporal. A saber: la cafeína, glutamato monosódico, salsa picante, alcohol y ciertas especias (comino y curry).

Podría decirse, que la acumulación de compuestos que producen olor está influenciada por la dieta, composición de la microbiota, además del inadecuado funcionamiento intestinal, hepático y renal.

Podría decirse, que no existe un tratamiento universal para el mal olor corporal. Pero siempre es posible obtener resultados favorables, mediante el control dietético e inhibición del crecimiento de las bacterias y odorantes acumulados.

Tratamientos terapéuticos no naturales  para el tratamiento de la bromhidrosis 

Vale destacar, que existen diversas modalidades terapéuticas para controlar la bromhidrosis. Dentro de ellas se incluyen:

  • Terapia láser
  • Microondas
  • Tratamientos invasivos: curetaje por liposucción y la simpatectomía torácica
  • Inyecciones de toxina botulínica
  • Agentes antibacterianos tópicos
  • Anticolinérgicos tópicos
  • Antitranspirantes
  • Tosilato de glicopirronio al 3,75% (su empleo fue aprobado por la FDA en adultos y niños mayores de nueve años)
  • Inyecciones de toxina botulínica
  • Cirugía.

No obstante, es importante destacar que muchas de estas alternativas ocasionan diversas reacciones adversas. Entre ellas se mencionan:

  • Complicaciones postoperatorias (exudado y hematoma subcutáneo), que retrasan la cicatrización de la herida y promueven la formación de cicatrices poco estéticas
  • Procesos inflamatorios y hormigueo en la boca y garganta
  • Reacciones alérgicas, tales como escozor e hinchazón del rostro o las manos, dificultad para respirar
  • Visión borrosa
  • Dificultad o dolor al orinar
  • Incapacidad para sudar, sensación de sobrecalentamiento, fiebre alta inexplicable.

Impacto de algunos tratamientos naturales para combatir la bromhidrosis

De acuerdo con los expertos, ciertos remedios naturales poseen la capacidad de erradicar los microbios causantes del mal olor. Además, tienen la capacidad de restaurar las enzimas corporales y regular la sudoración. Este efecto favorece el mantenimiento de una piel limpia y saludable.

De hecho, algunos de estos métodos naturales pueden combatir el mal olor corporal sin dañar nuestro organismo. Es importante advertirles que estos tratamientos que se sugieren no sustituyen el tratamiento médico.

Antes que nada, se debe señalar que una limpieza adecuada es muy necesaria para evitar el crecimiento de microorganismos malolientes.

De ahí la importancia de bañarse una vez al día y realizar un correcto secado. Es oportuno recordar. que los ambientes húmedos propician el crecimiento de bacterias. Según diversos expertos, se pueden emplear unas gotas de aceites esenciales en el agua del baño.

Entre ellos destacan el romero, la lavanda y jazmín. Por supuesto, es muy importante realizar una prueba de parche antes de utilizar algunas de estas propuestas.

Según los expertos, el mal olor ocasionado por la acumulación de metabolitos bacterianos sobre los fluidos corporales proviene de un desequilibrio entre la síntesis y excreción de odorantes. Dentro de las causas más frecuentes de este efecto destacan

  • Dieta con presencia de odorantes o sustratos para su producción
  • Composición bacteriana “pro-olor”, además de la actividad metabólica de las bacterias
  • Incremento de la absorción de odorantes o sus precursores a nivel intestinal. Entre ellos destacan, incremento del tiempo de tránsito intestinal y de la permeabilidad de la barrera intestino-sangre
  • Decremento del metabolismo de los odorantes a nivel del hígado
  • Descenso del volumen excretado en la orina.

Remedios naturales para combatir la bromhidrosis

Estos son solo algunos remedios para combatir la bromhidrosis:

1. Vinagre de sidra de manzana

De acuerdo a los especialistas el vinagre natural contiene del 3 al 5% de ácido acético, además de ciertas cantidades de ácido tartárico y ácido cítrico. Además de ello, el vinagre de sidra de manzana, contiene también, polifenoles, pectina y carotenoides con propiedades antibacterianas y prebióticas.

Gracias a estas propiedades, más su efecto acidificante, promueve una disminución del pH, impidiendo así la multiplicación de las bacterias. Este efecto se traduce en una protección del mal olor corporal.

¿Cómo realizarlo?

  • El vinagre de sidra de manzana puede ser aplicado sobre las axilas y otros lugares del cuerpo empleando un disco de algodón estéril
  • La mejor opción es aplicarlo luego de  ducharse
  • Incluso, puede ser empleado como sustituto del desodorante diluyendo media taza de vinagre de sidra de manzana en una taza de agua filtrada y hervida

Nota:

No debe aplicarse en zonas recién afeitadas, porque puede ocasionar procesos irritativos.

2. Bicarbonato de sodio

Se ha logrado comprobar, que el bicarbonato de sodio puede absorber la humedad, logrando disminuir la formación de sudor. Diversos estudios realizados no solo con la bromhidrosis, sino también con el olor característico de la pérdida de piel con olores desagradables, han confirmado la eficacia del bicarbonato de sodio.

De hecho, el bicarbonato además de eliminar las bacterias, permite neutralizar el olor acre característico del mal olor corporal.

Para usar bicarbonato de sodio como desodorante, puede aplicarse una pequeña cantidad en las axilas. Pero este método puede resultar bastante engorroso y probablemente no funcione demasiado bien.

Para emplear el bicarbonato, es sumamente sencillo. Solo se debe mezclar un cuarto de cucharadita de bicarbonato con una cantidad de agua filtrada hervida en un recipiente pequeño, hasta formar una pasta homogénea. Luego de ello, aplicar  esta pasta en las axilas después de haberse duchado.

Para facilitar su aplicación, se puede aplicar golpes muy suaves con los dedos sobre las axilas. Incluso es importante asegurarse que la pasta se ha secado antes de vestirse.

3. Limón o lima

Estas frutas cítricas son las que poseen el pH más bajo en su grupo, es decir un 2,3 de promedio. Esta condición de acidez, dificulta la supervivencia de las bacterias, sobre la piel.

Esta alternativa de emplear el limón, es una práctica ancestral que ha llegado hasta los días actuales y resulta efectiva para combatir el mal olor.

¿Cómo realizarlo?

  • Cortar una lima o un limón mediano por la mitad
  • Frotarlo directamente sobre las axilas (una mitad para cada axila)
  • Desechar ambas mitades
  • Dejar secar por completo
  • Enjuagar con agua tibia
  • Se puede realizar este procedimiento una vez al día.

Nota

Se recomienda que las personas con piel sensible, realicen una dilución del zumo de limón en una proporción de uno a uno con agua filtrada y previamente hervida. Esta dilución puedes aplicarla sobre las axilas bien limpias. Es importante evitar utilizarlo en axilas recién rasuradas.

4. Aceite de árbol de té y agua de rosas

De acuerdo a los estudios, se sabe que el agua de rosas posee efectos astringentes. Ello favorece el tamaño de los poros de la piel, logrando disminuir la cantidad de sudor producido. A su vez, el aceite de árbol de té posee comprobados efectos antifúngicos y antibacterianos.

Según  las investigaciones posee efectos protectores, impidiendo los procesos infecciosos al combatir diversos agentes patógenos. Ello también incluye a las bacterias en general, por ello, puede coadyuvar en la disminución del mal olor corporal.

¿Cómo realizarlo?

  • Verter dos cucharadas de agua de rosas en un recipiente con tapa pulverizadora
  • Añadir tres gotas de aceite de árbol de té
  • Cerrar el envase y agitar la mezcla para homogenizarla
  • Rociar esta mezcla sobre las axilas bien limpias y secas
  • Esperar algunos minutos para que la piel lo absorba antes de vestirse
  • Esta agradable fragancia floral puede ser aplicada dos o tres veces al día según la necesidad.

Nota

Es importante realizar una prueba de parche antes de emplear esta alternativa de desodorante y antitranspirante natural.

Concluyendo

De acuerdo con lo que se mostró, nuestro cuerpo posee dos tipos principales de glándulas sudoríparas. Por ello, la bromhidrosis ecrina afecta a todo el cuerpo, y por lo general está vinculada con una sudoración excesiva o una higiene inadecuada. A

su vez, la bromhidrosis apocrina afecta ciertas zonas específicas, entre ellas destacan las axilas, plantas de los pies, zona mamaria y el área genital.

Y aunque a veces queremos achacar el mal olor corporal al sudor, debemos recordar que son las bacterias en nuestro cuerpo, ubicadas en ciertas zonas las responsables de ello. Existen diversos métodos cosmetológicos y quirúrgicos para combatir esta afección. Sin embargo, todos presentan algunos efectos adversos.

De allí la importancia de emplear ciertas alternativas naturales, que ayuden a combatir el mal olor sin causar efectos secundarios.

Dentro de estas alternativas destacan el vinagre de sidra de manzana, bicarbonato de sodio, limón, lima, aceite de árbol de té y agua de rosas. Todos estos compuestos naturales poseen diversas propiedades que impiden el desarrollo bacteriano y la proliferación del mal olor.

Ello se debe a ciertas propiedades de sus moléculas bioactivas. Entre ellas destacan diversas actividades, tales como antitranspirantes, antioxidantes, antiinflamatorias, astringentes, cicatrizantes, dermoprotectoras y vasodilatadoras.

Para Susan la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. Ella se sintió muy contenta de poder emplear opciones naturales, que además de hacerle sentir más sana y hermosa, también fueron del completo agrado de su esposo.

Esto me alegró mucho, especialmente porque al dejar de emplear antitranspirantes pudo mejorar sustancialmente su calidad de vida.

“Los cambios en el equilibrio hormonal, los alimentos consumidos y los cambios metabólicos pueden influir en la composición cuantitativa y cualitativa del sudor. Cualquier cambio en la microbiota de la piel, así como las infecciones bacterianas, pueden modificar la composición del sudor, produciendo a menudo un olor característico, dado que el organismo humano permanece en simbiosis con varias especies microbianas capaces de transformar los compuestos químicos del sudor”

Izabella Mogilnicka

Universidad Médica de Varsovia, Polonia

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