Remedios Naturales Para Mejorar La Artritis

La artritis es considerada un problema de salud muy frecuente, que actualmente afecta a millones de estadounidenses. Un alto porcentaje de quienes lo padecen, presentan dolores articulares muy fuertes, siendo persistente en casi el 50% los afectados.

Afortunadamente, existen diversas alternativas que permiten sustituir el empleo de los fármacos, evitando a la larga, sus efectos adversos.

De este tema, que afecta a calidad de vida de muchas personas, voy a hablar a solicitud de Chantelle, una seguidora de Oklahoma. Ella es una dulce abuelita de setenta años, quien dedicó toda su vida a brindar lo mejor de sí a su familia.

Chantelle fue maestra por muchos años y actualmente está jubilada. Sin embargo, siempre aprovecha la oportunidad para enseñar a sus nietos.

Ella decidió contactarme porque hace alrededor de un año, fue diagnosticada con artritis reumatoide seronegativa. Ella se sentía un poco aliviada, porque de acuerdo a su médico tratante, el dolor era más leve. Sin embargo, los medicamentos que ha empleado hasta ahora, le han producido muchas molestias digestivas, incluyendo las náuseas.

Básicamente, ella me solicitó que le recomendara algunas alternativas naturales que el permitieran mejorar los síntomas, en especial el dolor. Ella se sintió dispuesta a realizar este cambio, con tal de no seguir experimentando las molestias ocasionadas por los fármacos.

Al considerar que muchos medicamentos ocasionan efectos indeseables, honré su solicitud enviándole un informe. En el mismo, plasmé las generalidades de la artritis reumatoide y algunas estrategias naturales para combatir su sintomatología.

Dada la prevalencia actual de esta dolencia, consideré importante compartir este artículo en mi página.

Generalidades acerca de la artritis

La artritis es el nombre que se le da a un grupo de enfermedades que ocasionan dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones.  Expertos señalan que es la forma más común de condición crónica existente en los Estados Unidos, ya que su padecimiento afecta a más de 50 millones de personas.

Según los especialistas, existen más de cien tipos de artritis. Dentro de las más comunes destacan, la artrosis y la artritis reumatoide. Es importante señalar que, ambas patologías modifican la estructura y la función articular. Sin embargo, difieren en cuanto a cómo se producen, su sintomatología y la forma de tratarlas.

La artritis es una condición permanente en el tiempo, pero que puede mejorar la funcionalidad de las articulaciones. Por eso es importante realizar los tratamientos indicados por el especialista, quien previamente ha realizado el diagnóstico respectivo.

Un tratamiento a tiempo, puede ayudar a prevenir daños en las articulaciones y mejorar la calidad de vida de las personas.

Artrosis

La artrosis es una condición causada por la degradación del cartílago, provoca la inflamación de los tejidos que cubren las articulaciones.

Así, la osteoartritis (OA) también denominada enfermedad articular autoainmune, degenerativa o artrosis, es considerada la forma más frecuente de artritis. De acuerdo a las investigaciones, es considerada una enfermedad biomecánica e inflamatoria, influenciada por diversos factores.

Entre ellos destacan la edad, obesidad, enfermedades metabólicas y procesos de estrés mecánico y oxidativo. La OA, está caracterizada por la presencia de procesos degenerativos del cartílago de las articulaciones, sinovitis (inflamación de la membrana sinovial) y modificaciones en el hueso subyacente.

Los especialistas coinciden en que, los mediadores proinflamatorios y procatabólicos se localizan en el líquido sinovial y las enzimas hidrolíticas. A su vez, se ha determinado que las metaloproteinasas de matriz (MMP), están asociadas a la degeneración del cartílago.

Se ha observado además, que la degradación de la matriz extracelular puede provocar la acumulación de células inmunitarias innatas. Dicho efecto ocasiona procesos proinflamatorios y degeneración de los tejidos.

No obstante, se ha logrado determinar que la osteoartritis es de aparición lenta. Ello implica, que suele comenzar en edades avanzadas y conduce a la discapacidad. Dentro de los síntomas destacan, la presencia de sensibilidad articular, dolor y rigidez matutina luego de realizar actividad física.

Artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es considerada una enfermedad sistémica. Ello implica la presencia de desequilibrios inmunitarios y procesos inflamatorios a nivel de diversas articulaciones. Dentro de los elementos de riesgo de esta patología destacan el tabaquismo, los factores genéticos y ser mujer.

Es de señalar señalar que la artritis reumatoide puede, a su vez, clasificarse por la presencia o ausencia de determinados anticuerpos. De esta forma, la enfermedad puede manifestarse de forma seropositiva o seronegativa.

Según los especialistas, los pacientes seronegativos presentan mayores niveles de inflamación cuando aparece la enfermedad.

A su vez, los pacientes seronegativos presentan una mayor inflamación y daño articular en el transcurso de la enfermedad.

Es importante señalar, que en la forma seropositiva o de enfermedad grave, pueden observarse manifestaciones extraarticulares.

Los investigadores han encontrado, que este efecto es ocasionado por el anticuerpo contra la proteína citrulinada (ACPA). Ello acarrea que la inflamación se mantenga en el tiempo, ocasionando además procesos erosivos y dolor a nivel del hueso.

La inflamación permanente de esta patología desencadena, a la larga, procesos de deformación y elevados niveles de discapacidad. De hecho se ha podido detectar, que un 60% de quienes padecen esta enfermedad no puede trabajar al menos 10 años después del inicio de la enfermedad.

Dentro de los síntomas más comunes destacan la sensación de calor y sensibilidad en las articulaciones. Además de ello, también se observa la presencia de rigidez matutina y por la falta de actividad.

¿Como se trata la artritis?

Se debe señalar, que aunque existen muchos conocimientos actualizados acerca de esta enfermedad, lograr implementar un tratamiento eficaz para ambas (OA y AR), constituye todo un reto. De acuerdo al American College of Rheumatology/Arthritis Foundation existen algunas opciones.

De acuerdo a estas directrices, las recomendaciones para la AR incluyen analgésicos orales, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) orales y tópicos, inhibidores de la recaptación de serotonina norepinefrina y corticosteroides intraarticulares.

Según los expertos, el objetivo general del tratamiento de la AR es reducir el dolor y la inflamación. De hecho, las recomendaciones para la AR, se vinculan a la fase inicial o establecida de la enfermedad y de los niveles de actividad de la misma.

Vale destacar, que en los casos de artritis reumatoide incipiente y establecida, se sugiere la monoterapia tradicional con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME). Dentro de ellos, los médicos especialistas  destacan el metotrexato (MTX), medicamento recomendado principalmente para pacientes con bajos niveles de actividad de la enfermedad.

Para los pacientes con AR que ya están en monoterapia con fármaco antirreumático modificador de la enfermedad tradicional (DMARD) con actividad de la enfermedad moderada o alta, emplea ciertas combinaciones. Entre ellas destacan, una combinación de DMARD tradicionales, fármacos biológicos o tofacitinib.

Tratamientos naturales para la artritis

Es importante resaltar, que la artritis, es considerada una enfermedad inflamatoria crónica que afecta las articulaciones. Ello provoca dolor, rigidez, hinchazón y movilidad reducida.

Vale destacar, que  existen algunos remedios naturales que pueden favorecer el alivio de los síntomas y mejorar la calidad de vida. Dentro de estos remedios destacan:

Fisioterapia

De acuerdo a los expertos, la fisioterapia ayuda a moverse de forma segura y eficaz. Además de ello, ayuda a diagnosticar, tratar o ayudar a prevenir diversas afecciones que limitan la capacidad del cuerpo para moverse y funcionar en la vida cotidiana.

Vale destacar, que la fisioterapia toma muy en cuenta en la capacidad de movimiento del cuerpo. Dicho movimiento, incluye diversos tipos de ejercicio. Entre ellos destacan subir escaleras, pasear, practicar deportes, realizar actividades recreativas y sentarse y levantarse de una silla.

Asimismo, el estiramiento, ejercicio y aplicación de calor o frío en las articulaciones afectadas pueden ayudar a fortalecer los músculos. Además de ello, permite incrementar la amplitud de movimiento y reducir la inflamación. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa personalizado que se adapte a las necesidades y capacidades del individuo.

De acuerdo a los expertos de la Clínica Mayo, la actividad física puede reducir o aumentar el dolor de la artritis. Por ello sugieren, elegir el tipo adecuado de actividad que fortalezca los músculos que rodean las articulaciones, pero sin ocasionar deterioro.

La fisioterapia busca los siguientes objetivos:

  • Mejorar la movilidad y recuperar el uso de las articulaciones afectadas
  • Incrementar la fuerza para sostener las articulaciones
  • Mantener la forma física
  • Preservar la capacidad de realizar las actividades cotidianas
  • Reducir el dolor
  • Incrementar la movilidad
  • Mejorar el estado de ánimo.

Manejo del estrés

El estrés puede empeorar los síntomas de artritis y desencadenar brotes. Por lo tanto, es importante encontrar formas saludables de afrontar el estrés, como la meditación, los masajes, l la biorretroalimentación, el tai chi o grupos de apoyo.

Estas actividades pueden ayudar a relajar la mente y el cuerpo, reducir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y mejorar el estado de ánimo y el bienestar.

Alimentación adecuada

Es muy importante seguir un régimen equilibrado que incluya alimentos antiinflamatorios. Puede incluir frutas, verduras y vegetales crucíferos,  frutos secos, semillas, pescado y aceite de oliva virgen extra. Estos alimentos pueden ayudar a reducir la inflamación, y proporcionar nutrientes esenciales para las articulaciones.

Algunos alimentos que pueden desencadenar o empeorar la inflamación son las carnes procesadas, alimentos fritos, carbohidratos refinados, azúcar, productos lácteos, gluten y el alcohol. Un nutricionista puede ayudar a crear un plan de alimentación adecuado que satisfaga sus necesidades y preferencias.

Suplementos nutricionales 

Algunos suplementos naturales pueden tener efectos antiinflamatorios y analgésicos para las personas con Artritis. Entre ellos se incluyen los probióticos, aceite de pescado y aceites de semillas de borraja o el aceite de onagra.

No obstante, ciertos suplementos pueden interactuar con los medicamentos o causar efectos secundarios, por lo que es aconsejable consultar a un médico antes de tomar cualquiera de ellos.

Tratamientos tópicos

La aplicación de cremas, geles, lociones o aceites esenciales en las articulaciones afectadas puede proporcionar un alivio temporal del dolor y la inflamación.

Algunos ejemplos de tratamientos tópicos son la capsaicina, mentol, alcanfor, aceite de eucalipto o el aceite de hierba limón. Estas sustancias estimulan las terminaciones nerviosas y bloquean las señales de dolor, además de ello también exhiben propiedades antiinflamatorias.

Concluyendo

De acuerdo a lo que se presentó, se puede señalar que muchas veces  se puede mejorar algunos aspectos que de entrada nos parecen infranqueables. En este caso me refiero a la artritis, una enfermedad que ocasiona incapacidad y mucho dolor a muchas personas.

Según los especialistas, existen más de cien tipos de artritis. Dentro de las más comunes destacan la artrosis y la artritis reumatoide. De acuerdo a las investigaciones, la artrosis es considerada una enfermedad biomecánica e inflamatoria. Ello acarrea que la inflamación se mantenga en el tiempo, ocasionando además procesos erosivos y dolor a nivel del hueso.

A su vez, la artritis reumatoide es considerada una enfermedad sistémica. Ello implica la presencia de desequilibrios inmunitarios y procesos inflamatorios a nivel de diversas articulaciones.

Esta enfermedad, en sus múltiples variantes, emplea una serie de fármacos que incluyen ciertos analgésicos orales, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) orales y tópicos. Además de ello, emplea inhibidores de la recaptación de serotonina, norepinefrina y corticosteroides intraarticulares, entre otros.

No obstante, los efectos de estos fármacos a largo plazo producen diversos procesos negativos y afecciones indeseables.

Afortunadamente, existen algunas terapias alternativas que permiten preservar la salud y no acrecentar otros problemas. Dentro de ellas destacan fisioterapia, buena alimentación, manejo del estrés y tratamientos tópicos.

Para Chantelle la información recibida, la cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. Ella se mostró muy complacida con las alternativas presentadas y dentro de ellas se mostró muy receptiva con la fisioterapia.

“La dieta puede desempeñar un papel importante en el control de los síntomas de la artritis. Una dieta equilibrada que incluya abundantes frutas, verduras y cereales integrales puede ayudar a reducir la inflamación, fortalecer los huesos y favorecer la salud general. Además, se ha demostrado que ciertos alimentos, como los pescados grasos como el salmón, ayudan a reducir el dolor articular.”

Dr. Mark Hyman

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