3 Remedios Naturales Para Las Hemorroides

De acuerdo a los especialistas, las hemorroides son consideradas como una de las enfermedades gastrointestinales más comunes.  El uso de remedios naturales para tratarlas se ha hecho muy común, ya que tienen bajo impacto sobre la salud.

Aunque actualmente, existen diversos medicamentos empleados para el tratamiento de las hemorroides, muchos de ellos ocasionan múltiples efectos secundarios. Por ello, la búsqueda incesante de alternativas naturales con bajo impacto sobre la salud.

De este tema, que causa desasosiego en muchas personas, voy a hablar a solicitud de Rebecca. Ella es una seguidora de California recién jubilada, que actualmente se encuentra realizando labores en su hogar. Ella me comentó, que desde que dejó de ir a la escuela se ha dedicado con mayor énfasis al hogar.

Para Rebecca, esto significó un reencuentro con algunos hobbies como la jardinería y repostería. Poco a poco, ella de forma inconsciente modificó su alimentación, abusando de diversas comidas y bebidas con alto niveles de azúcar y productos procesados .

Rebecca me dijo, que  a los pocos meses de  consumir ese tipo de productos, comenzó a padecer de ciertas molestias digestivas y de hemorroides. Ella en ningún momento acudió a un especialista para tratarse y optó por emplear medicamentos de libre venta.

Al principio Rebecca experimentó cierta mejoría, sin embargo, al poco tiempo se presentaron algunos trastornos. Entre ellos, problemas para conciliar el sueño, taquicardias, mareos y dolores estomacales.

Esta situación hizo, que decidiera buscar remedios naturales para evitar daños a su salud. Y decidió hacer contacto conmigo, para conocer algunas alternativas naturales para las hemorroides.

Para honrar su solicitud, preparé un material acerca de sus generalidades . Además de ello,  destaco  como evitar su aparición, así como algunas alternativas naturales comprobadas.

Dado lo notable de este tema, consideré importante compartirlo aquí en mi blog.

Estilo de vida saludable para evitar la aparición de hemorroides

Tener un estilo de vida saludable impacta grandemente en la prevención de condiciones y enfermedades que afectan la calidad de vida de las personas.  Una de ellas son las hemorroides.

Una alimentación con los nutrientes requeridos contribuye a tener un peso adecuado. El sobrepeso y la obesidad no ha sido relacionado directamente relacionada con un mayor riesgo de Hemorroides, pero si con la inflamación crónica de bajo grado y la congestión venosa.  Por eso es importante que la circunferencia abdominal  sea la recomendable de 88 centímetros en las mujeres y 100 centímetros en los hombres.

La realización de actividad física es un aspecto importante puesto que aleja a las personas del sedentarismo, el cual es un factor que favorece la aparición de hemorroides.  En estos tiempos contemporáneos, las personas suelen estar mucho tiempo sentados frente al ordenador o el televisor.  Esta falta de actividad aumenta el riesgo del desarrollo de hemorroides.

El ejercicio ayuda no solo a prevenir las hemorroides, sino a :

  • Estimular la función intestinal:  La buena función intestinal ayuda a evitar el estreñimiento
  • Aumentar el flujo sanguíneo: Un buen flujo sanguíneo facilita la curación de hemorroides
  • Tonificar los  tejidos del área rectal.:  Contribuye a compensar la presión en el área rectal.

Una mirada general acerca de las hemorroides

Los tejidos hemorroidales son una especie de “cojines” formados por vasos sanguíneos, que se abultan ligeramente al defecar. Sin embargo, se ha observado que un exceso de presión sobre el conducto anal ocasiona que dichos tejidos permanezcan recrecidos. Ello ocasiona procesos inflamatorios y las molestias asociadas.

Es importante resaltar, que el recto y canal anal constituyen las porciones finales del colon. De acuerdo a los especialistas, ellos constituyen una unidad funcional, que ejerce el control del proceso de la defecación. Vale destacar, que si se produce un desequilibrio de esta función, se puede producir incontinencia fecal.

De hecho, la continencia fecal se produce por la participación de diversas estructuras anatómicas clave. Ello incluye, las válvulas anales, pliegues rectales, músculo puborrectal, además de los esfínteres anales internos y externos.

A su vez, en la capa muscular rectal se producen ciertas ondas peristálticas dentro de la capa muscular rectal. Dicho efecto, más la relajación involuntaria del esfínter anal interno (controlado por el sistema nervioso autónomo), y la relajación voluntaria del esfínter anal externo, participan en el proceso de defecación.

En los pliegues de la membrana mucosa existen unos “cojines”, que poseen en su interior tejido hemorroidal, rico en vasos sanguíneos. Dichos tejidos juegan un papel importante en el descarte de desechos fecales. De esta forma cuando se evacúa, los tejidos hemorroidales se hinchan con sangre, aumentando ligeramente su tamaño.

Este proceso de dilatación, permite proteger y acolchonar el conducto anal, mientras se expulsan las heces. Finalizada la evacuación, los tejidos se deshinchan y vuelven a la normalidad.

No obstante, tanto presionar como hacer fuerza al defecar ocasiona que los tejidos hemorroidales permanezcan hinchados. Cuando dichos tejidos se encuentran dentro del conducto anal, se denominan hemorroides internas. Y cuando se localizan alrededor de la abertura del ano, se denominan hemorroides externas.

Causas más frecuentes de las hemorroides

Estas son las causas más frecuentes para la aparición de hemorroides

  • Realizar grandes esfuerzos al defecar
  • Poseer familiares con esta patología
  • Ser un adulto mayor
  • Ser una madre gestante
  • Padecer estreñimiento o diarrea crónicos o de larga duración.

Factores de riesgo para el padecimiento de hemorroides

Las hemorroides son muy comunes. Por ello no es de extrañar, que un gran porcentaje de personas las padecerá en algún momento de su vida.

Así, las probabilidades de padecer hemorroides se incrementan si:

  • Posees entre 45 y 65 años
  • Eres obesa
  • Permaneces mucho tiempo sentada en el inodoro
  • Realizas grandes esfuerzos, incluyendo levantar y cargar objetos pesados
  • Tienes antecedentes familiares de hemorroides
  • Padeces estreñimiento o diarrea crónicos o de larga duración.

¿Cuáles son los síntomas de hemorroides?

Dentro de los síntomas más frecuentes que ocasionan las hemorroides destacan:

Sangrado durante la evacuación

Dicho sangrado al ser proveniente del recto o el ano, suele se indoloro. Se ha observado, que quienes padecen de hemorroides, por lo general presentan un sangrado de color rojo brillante.

Por lo general, la sangre aparece cubriendo las heces, como gotas en el inodoro o manchando el papel higiénico. Cuando se produce un sangrado muy profuso se debe realizar una colonoscopia para descartar un cáncer colorectal.

Salida del tejido al exterior del ano

Se sabe, que las hemorroides pueden generar protuberancias de diferentes tamaños de acuerdo al nivel de afectación producida.

Cuando las hemorroides se localizan en la unión anorrectal (encima de la unión entre el ano y el recto) se denominan hemorroides internas. A su vez, las hemorroides formadas debajo de la unión anorrectal o en la zona externa del ano, se denominan hemorroides externas.

De acuerdo a los expertos, ambos tipos de hemorroides pueden permanecer en el interior del ano o protruir (sobresalir). Por lo general, las hemorroides externas pueden inflamarse o trombosarse. Por lo general, son más molestas porque la piel suprayacente se irrita y erosiona. Además, al formarse un coágulo en su interior, el dolor se torna repentino e intenso.

A su vez, las hemorroides internas suelen ser indoloras, pero pueden producir sangrado e incluso pueden prolapsar y extenderse más allá del ano. De acuerdo al tipo de prolapso que ocurra, se distinguen cuatro grados (grado I, de menor tamaño, con sangrado y sin prolapso, al grado IV de mayor tamaño y con prolapso permanente).

Este efecto negativo puede ocasionar diversos problemas potenciales. Por ejemplo, favorecer la presencia de pequeñas cantidades de mucosidad y partículas de heces. Por lo general, esto ocasiona un tipo de irritación y escozor denominada pruritus ani.

Dolor

Cabe destacar, que el dolor ocasionado por las hemorroides no es permanente, sino que ocasionalmente se siente una molestia “palpitante”, además de ardor y escozor anal.

De acuerdo a los expertos, cuando una persona percibe dolor, por lo general, ocurre por una crisis hemorroidal aguda. Incluso, puede ser ocasionada por ciertas patologías tales como un absceso o una fisura anal.

Cabe destacar, que la trombosis producida en las hemorroides externas puede ocasionar dolores fuertes que pueden prolongarse algunos días. Este dolor remite al poco tiempo y se observa una prominencia de aspecto azulado violáceo.

¿Cuáles son los tratamientos y procedimientos empleados para las hemorroides?

De acuerdo a los especialistas, en caso de que las hemorroides solo ocasionen molestias ligeras, se sugiere el empleo de supositorios, compresas, cremas y pomadas de venta libre.

La gran mayoría de ellos presentan ciertos ingredientes activos como lidocaína e hidrocortisona, capaces de aliviar de forma temporal el dolor y el picor. Sin embargo, se sugiere no emplear corticoides por más de una semana porque ocasionan atrofia (adelgazamiento) de la piel. Además de ello, presentan potenciales efectos secundarios sistémicos.

Si los síntomas son graves, o no remiten luego de un par de semanas, los especialistas sugieren realizar ciertos procedimientos en consulta méica. A saber:

  • Ligadura con bandas elásticas: por lo general, este procedimiento suele emplearse en hemorroides prolapsadas o hemorroides internas que sobresalen. La ligadura interrumpe la circulación sanguínea y hace que la hemorroide se deshidrate, se encoja y caiga
  • Inyecciones: mediante ciertas sustancias químicas, como la microespuma esclerosante, es posible combatir la inflamación de las hemorroides. Mediante este  procedimiento se logra resecar la vena inflamada, y eliminar su deformación. De acuerdo a los expertos, este procedimiento permite la mejoría en unas dos semanas
  • Coagulación o cauterización: este procedimiento emplea láser, una sonda eléctrica o luz infrarroja. Según los especialistas, este tipo de procedimientos ambulatorios disminuyen sustancialmente el dolor, y las complicaciones postoperatorias. Por lo general, se emplea cuando existen hemorroides prolapsadas
  • Cirugía con engrapadora circular: mediante esta técnica se consigue extirpar las hemorroides mediante un anillo, que aprieta la hemorroide y causa la muerte celular
  • Cirugía convencional: esta intervención quirúrgica conlleva la extirpación y sutura de la hemorroide. Este tipo de hemorroidectomía es considerada la técnica más eficaz cuando existen hemorroides internas de gran tamaño o hemorroides externas que ocasionan muchas molestias.

Remedios naturales para las hemorroides

Para combatir las hemorroides es importante realizar ciertos cambios en cuanto al sedentarismo y dieta. Ello incluye, mantener una alimentación con alto contenido de fibra (unos 14 gramos por cada 1.000 calorías ingeridas).

También se sugiere ingerir de seis a ocho vasos de agua diarios, y evitar las especias, picantes y bebidas alcohólicas. Además de ello, es importante practicar ejercicio con regularidad, que incluya 150 minutos de actividad moderada a intensa semanales.

Baños de asiento

Los especialistas recomiendan además, frente a los episodios agudos hemorroidales, la realización de baños de asiento. Por lo general se emplean sales Epsom, que gracias a su elevado contenido de magnesio poseen efecto antiinflamatorio y relajante. Se utiliza igualmente Hamamelis, por su efecto astringente, venotónico y vasodilatador.

¿Cómo realizar los baños de asiento?

  • Agrega agua filtrada tibia en un recipiente bajo y ancho (palangana), una bañera pequeña, o un bidé
  • Agrega al agua sales Epson (de acuerdo a las sugerencias del fabricante) o puedes optar por emplear Hamamelis. Para ello debes dejar infusionar una cucharada de Hamamelis por cada taza de agua caliente
  • Si optas por emplear esta planta, debes utilizar la dosis de una taza de infusión por cada tres litros de agua del baño de asiento
  • Realiza el baño de asiento durante unos diez minutos
  • Al finalizar, seca muy bien la zona afectada con una toalla limpia y suave. Se sugiere realizar pequeños toques con la toalla, evitando frotar. Es importante asegurarte que no queden vestigios de humedad antes de colocarte las prendas íntimas. En ocasiones un secador de cabello a baja temperatura es una alternativa inteligente.

Nota

No se debe agregar jabón al agua porque el jabón con perfume, pueden causar mayor irritación. Se recomienda realizar los baños de asiento después de defecar, a objeto de aplacar la inflamación de las hemorroides. Incluso se pueden realizar un par de veces más al día, en función de las necesidades.

Es importante emplear agua tibia, a fin de coadyuvar a la circulación sanguínea y favorecer la hidratación. Vale destacar, que en la medida que el agua se enfríe puedes agregar agua caliente a fin de mantener la temperatura estable.

Debemos resaltar, que los baños de asiento son muy útiles, sin embargo, son complementarios al tratamiento tradicional. Por ello, si estás empleando una crema antihemorroidal, debes emplearla posterior al baño de asiento.

Aloe

El gel de aloe ha sido reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, regeneradoras y calmantes.

¿Cómo lo realizo?

Básicamente el gel puede emplearse de dos formas:

Aplicación directa

  • Toma una pequeña porción de gel en tus dedos o en un disco de algodón estéril
  • Deja que el gel actúe sobre las hemorroides unos quince minutos
  • Enjuaga con agua tibia (preferiblemente a manera de baño de asiento)
  • Seca suavemente dando palmaditas suaves con una toalla limpia, evitando frotar el área afectada.

Nota

Antes de emplear el gel de aloe, es recomendable realizar una prueba de parche. El gel a emplear puede ser obtenido de una hoja de aloe orgánico o de aloe 100% puro de aloe orgánico comercial prensado en frio. No debe emplearse en niños menores de doce años ni en mujeres embarazadas.

Uso interno

Se ha comprobado que el gel de aloe consumido como zumo solo o con otros complementos, favorece el estreñimiento y cicatrización intestinal interna.

Se puede emplear el gel de una hoja orgánica de aloe, asegurándote que no queden residuos de acíbar (líquido amarillento que luego se torna de color marrón). Ello se debe a que posee un elevado poder laxante. Puedes también optar por comprar una marca comercial reconocida de jugo refrigerados de aloe.

Puedes ingerir diariamente unas ocho onzas del zumo solo. Incluso si el sabor del zumo no es de tu completo agrado, puedes mezclarlo con yogurt natural o preparar un batido con frutas. Incluso, es factible mezclar el jugo de aloe con limonada en partes iguales.

Psilio

El psilio es un tipo de fibra, que se obtiene de una planta cuyo nombre botánico es Plantago ovata. Se denomina también psilio rubio, y es empleado de forma generalizada en diversos laxantes.

De allí, que se encuentre disponible en tabletas cápsula y en polvo. Es muy efectivo para evitar el estreñimiento y el dolor hemorroidal, al facilitar una defecación suave y sin esfuerzo.

¿Cómo se consume?

En forma general los adultos pueden tomar de tres a seis gramos (una a dos cucharaditas) de psilio en una taza de agua filtrada. Esto debe realizarse dos a tres veces al día. Además de ello, debe complementarse la cantidad de agua ingerida para completar unos ocho vasos de agua, a lo largo del día.

En el caso de los niños, se sugiere emplear de uno y medio a tres gramos de psilio (media a una cucharadita) en una taza de agua filtrada de dos a tres veces al día. No olvidar complementar la ingesta de agua hasta completar unos dos litros al día.

Nota

No debe emplearse por más de una semana sin consultar primero al médico. Es importante no emplear esta fibra si se están utilizando antidiarreicos. No debe utilizarse en niños menores de seis años. Si el psilio provoca gases o hinchazón, puedes emplear un suplemento con dextrina de trigo o metilcelulosa.

Concluyendo

Como se pudo observar, las hemorroides son ocasionadas por diversas causas. Dentro de ellas destacan, poseer familiares que presenten esta afección, realizar mucha presión al intentar defecar, padecer estreñimiento o diarreas crónicas, ser un adulto mayor o estar embarazada.

Esta dolencia, que ha acompañado al hombre a lo largo de su existencia, no es un mal de la era moderna. Sin embargo, los especialistas coinciden en que una forma eficiente de combatir las hemorroides es realizando ciertos cambios. Entre ellos destacan, la de promover la actividad física y mejorar la dieta.

Ello incluye, mantener una alimentación con alto contenido de fibra (unos 14 gramos por cada 1.000 calorías ingeridas). Además de ello, es importante practicar ejercicio con regularidad, que incluya 150 minutos de actividad moderada a intensa semanales.

Existen además algunos procedimientos farmacológicos, clínicos y quirúrgicos (invasivos y no invasivos) utilizados para tratar las hemorroides. No obstante, muchas personas han optado por emplear algunos remedios naturales, que no ocasionan o poseen muy poco efecto negativo sobre la salud. Entre ellos destacan, el psilio, aloe y baños de asiento.

Para Rebecca la información recibida, la cual comparto en el post, fue de enorme utilidad. Ella me comentó, que al leer el material comprendió, que un porcentaje de las hemorroides que presentaba pudo haberlas evitado.

Aunque se alegró mucho de poder acceder a alternativas tan sanas como las presentadas, las cuales empleó de forma rotativa, logrando la remisión de las hemorroides. Incluso, le ayudó mucho cambiar su estilo de alimentación, logrando eliminar los carbohidratos y azúcares añadidos a su dieta.

La mayoría de los pacientes pueden tratarse eficazmente con suplementos de fibra y pomadas locales. La intervención quirúrgica es ahora menos frecuente que en el pasado, pero puede considerarse en pacientes con complicaciones agudas de la enfermedad hemorroidal o en aquellos en los que ha fracasado el tratamiento conservador”

Dr. Herman A Villalba, MD

Centro Médico de Los Ángeles

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