4 Remedios Caseros Para Tratar La Foliculitis

La foliculitis es una afección cutánea frecuente, que provoca una inflamación de los folículos pilosos. La misma es ocasionada mayormente por infecciones de origen fúngico o bacteriano. Esta infección puede esparcirse y transformarse en úlceras escamosas.

Afortunadamente se han descubierto algunos tratamientos naturales, que pueden reducir los síntomas de esta patología.

De esta anomalía que afecta a hombres y mujeres, hablaré a solicitud de Diane, una seguidora de Vermont. Ella es una mujer de mediana edad, que labora en la gerencia corporativa de una empresa de ingeniería.

Diane valora en gran medida su rol estratégico dentro de su grupo de trabajo. Incluso para ella, el aspecto es fundamental dentro de los factores de equilibrio del prestigio empresarial.

Por esta razón Diane siempre ha procurado cuidar su apariencia personal, y le encanta vestirse sobriamente. Ella me comentaba, que siempre le encantaron las faldas corporativas y por esta razón mantenía perfectamente depiladas sus piernas.

No obstante, a mediados de verano comenzó a mostrar ciertas molestias ocasionadas por la presencia de vellos encarnados. Al acudir al dermatólogo, este le sugirió emplear ciertas cremas con efecto antibiótico, aunque su empleo le ocasionó náuseas y vómitos.

Debido a este problema, se vio obligada muy a su pesar de emplear pantalones para asistir a sus labores profesionales. Sin embargo pensó, que era mejor sanar sus piernas que seguir ocultándolas. Por esta razón decidió hacer contacto conmigo a los fines de solicitarme algunas alternativas naturales, que le permitieran remediar esta situación.

A fin de cumplir con la solicitud de Diane, preparé una información donde incorporé una serie de alternativas naturales para remediar su foliculitis. Esta dolencia es más frecuente de lo que se puede imaginar, por esta razón decidí compartir esta información aquí en mi blog.

Algunas generalidades acerca de la foliculitis

De acuerdo a la ciencia, la foliculitis es una afección cutánea común. Es considerada mayormente benigna y se caracteriza por una infección o inflamación de un folículo piloso. El folículo es el lugar donde se inserta el vello y además de ayudarlo a mantenerlo anclado, posee glándulas sebáceas.

Por ello, se debe destacar, que el vello posee una finalidad que va más allá de la apariencia, siendo considerado parte del sistema de protección corporal.

De acuerdo a la ciencia, pueden proporcionar una superficie aislante que ayuda a mantener el calor corporal. Sin embargo, los folículos en ciertas ocasiones pueden acumular microorganismos y otros materiales provenientes del exterior, que pueden ocasionar procesos inflamatorios e infecciosos.

Por lo general, la foliculitis puede ser de origen bacteriano, afectando el folículo piloso a nivel superficial o profundo. No obstante, esta patología puede ser también ocasionada por diversos tipos de hongos y virus. Incluso se ha observado, que puede ser de naturaleza no infecciosa.

Síntomas más frecuentes de la foliculitis

La foliculitis es una afección cutánea común, que suele estar provocada por un folículo piloso infectado o inflamado. De hecho, podría presentar un aspecto semejante al del acné, ocasionando ciertas molestias y escozor.

Esta patología podría ocasionar un fuerte impacto psicosocial por efecto de su desagradable aspecto. Según los expertos, la foliculitis puede presentar diversas variantes, cada una con sus singularidades respectivas. Por lo general, asociadas a la realización de actividades cotidianas, organismo causante y efectos sobre la piel.

De hecho, la foliculitis puede presentarse en cualquier parte del cuerpo que tenga vellosidad. Dentro de los lugares más comunes destacan: rostro, brazos, axilas, parte superior de la espalda, región inguinal y muslos.

Tipos más frecuentes de foliculitis

De acuerdo a la Clínica Mayo, existen diversas formas de foliculitis. Entre ellas destaca la foliculitis superficial y foliculitis profunda.

Tipos más frecuentes de foliculitis

Foliculitis superficial

Este tipo de foliculitis suele afectar solo una parte del folículo. Dentro de ellas destacan:

Foliculitis bacteriana

Se considera la forma más común de foliculitis y su agente causal más frecuente es la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo). Esta patología se caracteriza por la presencia de bultos pruriginosos (causan escozor) de color blanco y cargados de pus.

Estas bacterias habitan en la superficie de la piel, pero cuando existe un punto de entrada como un corte o herida, penetran provocando la infección. Según los expertos, todas las formas de esta bacteria (sensibles y no sensibles al antibiótico meticilina) pueden causar foliculitis.

Foliculitis del jacuzzi

Es ocasionada por bacterias Gram negativas, dentro de las que destacan Pseudomonas, Escherichia coli y Proteus. Se ha determinado, que la aparición de foliculitis por Pseudomonas generalmente se asocia al contacto con aguas contaminadas.

Ello incluye piscinas climatizadas, que poseen una deficiente regulación de las concentraciones de cloro y pH. Además de ello, destacan también las áreas termales y saunas.

Los especialistas han detectado, que estas bacterias también se pueden encontrar en nuestro cuerpo en la microbiota intestinal. Asimismo, también se ubican en ciertos lugares de la piel como las axilas, conducto auditivo externo y región anogenital.

Se ha observado, que muchas veces este mismo reservorio bacteriano corporal, también puede colonizar los folículos y acarrear foliculitis.

Existen otros focos de contaminación para este tipo de foliculitis, entre ellos esponjas para el baño, depilaciones, trajes de baño e infecciones a nivel de cuidados intensivos. Destaca también el empleo de antibióticos por periodos prolongados. Se ha determinado, que el periodo de incubación es de ocho a cuarenta y ocho horas luego de la exposición.

Por lo general se observan pápulas y pústulas foliculares en glúteos, tronco y base de los miembros. Ocasionalmente pueden presentarse ciertos síntomas inespecíficos (náuseas y vómitos, fiebre, dolor ocular o faríngeo, malestar general, mastitis y adenopatías).

De hecho, según los especialistas se pueden llegar a presentar cuadros de otitis externa maligna. Esto se ha observado principalmente en personas inmunodeprimidas o en quienes presentan múltiples patologías subyacentes.

Vello encarnado

Denominado también pseudofoliculitis de la barba. Esta afección consiste en una irritación de la piel ocasionada por efecto de los vellos encarnados. Se ha determinado, que afecta principalmente a los hombres, sobre todo a los que poseen el cabello rizado y tienden a afeitarse con mucha frecuencia.

Asimismo, se produce con más notoriedad en el rostro y cuello. Este tipo de foliculitis también afecta a las mujeres en la ingle, especialmente las que se depilan con cera. De hecho, esta afección ocasiona ciertas cicatrices oscuras denominadas queloides.

Foliculitis por Pityrosporum

Esta es considerada una forma particular de foliculitis fúngica. La misma es ocasionado una especie de especie de hongos o levadura denominada Malassezia furfur. Este hongo se encuentra normalmente en la piel, y cuando se introduce en el folículo piloso ocasiona un escozor semejante al causado por el acné.  

Por lo general, aparece en la etapa de la adolescencia mostrando mayor presencia a nivel de cuello, espalda y hombros. Se ha observado, que esta forma de foliculitis tiende a intensificarse cuando existe mucha sudoración. De acuerdo a los especialistas, el lavado diario con un champú anticaspa de las zonas afectadas de la piel, puede favorecer su alivio.

Foliculitis profunda

Este tipo de foliculitis, afecta la totalidad del folículo y suele ser más grave que la superficial.

Dentro de ellas destacan:

  • Sicosis de la barba (Sicosis barbae): esta afección es una forma grave de la foliculitis, potencialmente formadora de cicatrices, asociada con el afeitado. Se observa además, una infección en el folículo que ocasiona pústulas rojas de gran tamaño. Es frecuente en los hombres que recién comienzan a afeitarse.
  • Foliculitis gramnegativa: este tipo de foliculitis se produce cuando se emplean antibióticos para tratar el acné por un tiempo prolongado. Desafortunadamente, muchas bacterias resistentes logran crecer y multiplicarse, ocasionando una mayor gravedad del acné. Se recomienda acudir a un dermatólogo a fin de establecer el tratamiento adecuado.
  • Forúnculos: los forúnculos, son el resultado de una inflamación profunda del folículo piloso. Cuando se presenta una agrupación de ellos, los expertos lo denominan ántrax. Por lo general, suele ser de color rojo y produce mucho dolor debido a su sensibilidad. Por lo general, remite a los pocos días y en ocasiones provoca una cicatriz.
  • Foliculitis eosinofílica: se presenta mayormente en pacientes cuyo sistema inmunitario no funciona adecuadamente. También hay una forma que se observa en los bebés. La misma no es infecciosa, y se caracteriza por la aparición de pústulas que ocasionan picor, sobre todo en los hombros, parte superior de los brazos, cuello y frente.

Remedios naturales para combatir la foliculitis

1. Compresa de agua salada caliente

Reducir la sal en la dieta fue una de las recomendaciones emanadas de una cumbre de la ONU, a fin de prevenir la presencia de enfermedades no transmisibles. Sin embargo, el efecto de la sal sobre la piel es muy diferente a su ingesta.

Remedios naturales para combatir la foliculitis

De hecho, la sal puede modificar ciertas situaciones adversas sobre la piel, bien accediendo a ella en un baño en el mar o una solución preparada en tu hogar.

La sal es una fuente muy importante de determinados minerales con efectos comprobados sobre la piel. Dentro de ellos destacan el sodio, magnesio, calcio, potasio y cloro. Estos minerales pueden combatir las bacterias causantes de la foliculitis, incluso permiten acelerar la curación del proceso de infección.

Se sabe, que el calor húmedo (38 a 40°C) aplicado entre 15 a 20 minutos incrementa el flujo sanguíneo local. Esto a su vez favorece el drenaje y se ha verificado su utilidad en el tratamiento de la foliculitis de reciente aparición. De hecho no se han observado efectos indeseables producidos por este método.

¿Cómo realizarlo?

  • Verter dos tazas de agua filtrada en un recipiente mediano
  • Llevarla al fuego hasta que hierva, y luego deja reposar hasta que esté tibia
  • Añadir una cucharadita de sal y remover hasta su completa dilución
  • Sumergir una gasa estéril en la solución salina y exprimir para retirar la solución sobrante
  • Presionar suavemente sobre la piel afectada y permitir que el agua salada tibia permanezca sobre el área a tratar
  • Realizar este procedimiento varias veces al día hasta notar resultados satisfactorios empleando siempre una gasa estéril nueva.

2. Jabón neutro en barra

Muchos dermatólogos coinciden en que una de las formas de combatir la foliculitis es mediante una adecuada higiene de la piel. Por ello, estos profesionales recomiendan incluir dentro de la rutina de higiene realizada en casa el empleo de jabón para eliminar las impurezas.

De hecho, un tratamiento sencillo para solucionar la foliculitis consiste en eliminar las bacterias y hongos que ocasionan esta patología.

¿Cómo realizarlo?

  • Lavar el rostro con agua caliente y jabón natural de pH neutro
  • Secar muy bien empleando una toalla limpia
  • Realizar este procedimiento dos veces al día hasta notar resultados favorables.

Nota

Las toallas y la ropa de la persona con foliculitis se deben lavar separadamente del resto de la ropa de las demás personas. Si la afección incluye porciones del cuerpo como pecho, ingle y piernas, se recomienda ducharse con un jabón que contenga peróxido de benzoílo al 5% durante 7 días.

3. Aloe

Diversos estudios han demostrado, que el aloe posee más de 75 compuestos bioactivos. Muchos de ellos poseen efectos antiinflamatorios, antimicrobianos, antisépticos, antioxidantes e incluso antifúngicos.

De acuerdo a un estudio publicado el 2018 en Annals of Military and Health Sciences Research, se logró observar que el gel de aloe posee efectos inhibitorios sobre uno de los hongos causantes de la foliculitis. Se trata del Malassezia furfur, de hecho, en el estudio se empleó una cepa resistente al conocido antifúngico clotrimazol.

¿Cómo realizarlo?

  • Extraer el gel de una hoja perfectamente limpia de aloe orgánico
  • Reservarlo en un envase de vidrio esterilizado con tapa en el refrigerador (puede emplearse sin problemas hasta por cinco días)
  • Tomar una pequeña porción y aplicarla directamente sobre el área afectada (previa limpieza con agua y jabón antibacteriano)
  • Dejarlo actuar unos treinta minutos
  • Enjuagar la zona afectada con agua tibia y secar la piel suavemente con una toalla perfectamente limpia.

Nota

Se debe realizar una prueba de parche antes de emplear este tratamiento. No debe utilizarse en mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. Tampoco es conveniente emplearlo en niños menores de doce años.

4. Aceite esencial de orégano y aceite de oliva

El aceite esencial de orégano ha sido un apoyo terapéutico desde hace siglos para el tratamiento de diversas infecciones cutáneas. Dentro de sus compuestos bioactivos figuran el timol y carvacrol, sustancias pertenecientes a los terpenos.

Aceite esencial de orégano y aceite de oliva

De acuerdo a un estudio publicado en abril de 2022 en la revista científica Antibiotics, se determinó que estos compuestos controlan una serie de bacterias resistentes a los antibióticos. Se ha establecido, que incrementan la permeabilidad de la membrana de la bacteria, provocando su destrucción.

Los compuestos fenólicos le confieren a este aceite propiedades antioxidantes, analgésicas, antiinflamatorias y antibacterianas. Este efecto es reforzado por las propiedades antibacterianas del aceite de oliva y sus altos niveles antioxidantes. De hecho, es muy valioso su aporte de vitaminas liposolubles A, D, E y K.

¿Cómo realizarlo?

  • Verter una cucharada de aceite de oliva virgen extra en un envase pequeño
  • Agregar tres gotas de aceite esencial de orégano
  • Aplicar esta mezcla sobre la zona afectada con un bastoncito de algodón estéril
  • Dejarlo actuar unas dos horas
  • Retirar con agua tibia y un jabón neutro
  • Secar muy bien la piel
  • Repetir este procedimiento dos veces al día para obtener los beneficios deseados.

Nota

No es conveniente utilizar este tratamiento en mujeres embarazadas o que se encuentren en periodo de lactancia materna. Debe evitarse su empleo en niños menores de doce años.

Concluyendo

De acuerdo a lo mostrado existe una patología, que puede recordar al acné, pero que ocurre en cualquier otra parte del cuerpo que posea vellos. Esta afección denominada foliculitis no es más que un proceso infeccioso a nivel del folículo piloso.

Los especialistas reconocen, que hay una serie de factores que propician el padecimiento de la foliculitis. Entre ellas podemos destacar el padecimiento de ciertas enfermedades crónicas como obesidad y diabetes, además del empleo continuo de antibióticos orales.

Asimismo, las personas inmunodeprimidas, o aquellas que se afeitan con mucha frecuencia, son susceptibles de padecer foliculitis.

Esta enfermedad puede clasificarse de forma general en foliculitis superficial y foliculitis profunda. Ello considerando ciertas condiciones, que predisponen al padecimiento de la misma. Por lo general la foliculitis profunda amerita consultas con el dermatólogo, a fin de establecer los tratamientos necesarios. En muchas ocasiones se prescriben antibióticos.

Afortunadamente se cuenta con algunos tratamientos, que pueden ser realizados en casa. De hecho, su realización de forma diligente puede evitarnos muchas molestias y complicaciones. Dentro de estas alternativas destacan el aloe, aceite esencial de orégano, aceite de oliva, jabón neutro y compresas de agua caliente salada.

Para Diane el material recibido, el cual comparto en el post, fue realmente útil. Ella estaba muy contenta cuando se comunicó conmigo hace poco. Se sentía feliz porque logró combatir la foliculitis empleando compresas de agua salada caliente y aloe. De hecho descubrió, que el aloe la ayudaba incluso a mantener la hidratación y tersura en sus piernas.

“El calor húmedo entre 38 °C y 40 °C aplicado durante 15 a 20 minutos puede aumentar el flujo sanguíneo local, restableciendo el drenaje y ha demostrado ser útil en el tratamiento de foliculitis o forúnculos de reciente aparición. No se conocen efectos adversos del calor húmedo aplicado localmente”

Huang-Shen Lin, MD

Chang Gung Memorial Hospital

Chiayi, Taiwán

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