Desde hace mucho tiempo se han investigado ciertos compuestos, que permiten mantener o potenciar la masa muscular. Dentro de ellas destacan los esteroides anabólicos, compuestos empleados para fortalecer los músculos. Sin embargo, se han detectado numerosas consecuencias de estos compuestos sobre la salud.
Durante la década de 1960 se descubrió un compuesto natural denominado Turkesterona, capaz de promover la fortaleza muscular sin los efectos de los esteroides.
El mantenimiento de la masa muscular es un reto en la medida que se envejece y el crecimiento de los músculos es también, una meta para los deportistas. Y esto es una situación, que actualmente vive Marianne, una seguidora de Georgia.
Ella tiene un hijo, que actualmente tiene dieciocho años y se puso de acuerdo con su padre para inscribirse en un gimnasio. Su esposo decidió acudir al gimnasio porque percibía, que estaba perdiendo masa muscular y su hijo quería desarrollar su musculatura.
Ella me comentó, que estando en ese lugar un amigo de su esposo les recomendó un producto denominado Turkesterona. Este amigo les comentó, que tenía menos de un año consumiéndolo y ya veía los efectos positivos sobre su musculatura.
Su esposo y su hijo se animaron mucho al ver los resultados de este producto y le comentaron a Marianne. Sin embargo, ella les recomendó no adquirirlo hasta comprobar si era beneficioso.
De esta forma, ella decidió comunicarse conmigo a fin de solicitarme mayor información para aclarar acerca de los posibles efectos dañinos de la Turkesterona sobre la salud.
Al comprender su inquietud preparé para ella un material donde le hablé de las generalidades de este compuesto. Incluí cierta información acerca de sus características, beneficios, modo de empleo y experiencias registradas sobre sus efectos. Dado lo novedoso de este compuesto, consideré importante compartirlo con vosotros.
Los músculos, un sistema importante para la salud
De acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud nuestro cuerpo posee más de seiscientos músculos. Gracias a ellos somos capaces de levantar objetos, movernos, hablar, respirar y bombear sangre a nuestro sistema circulatorio.
Mucha gente, posiblemente tenga más presentes aquellos músculos que puede controlar. Este conjunto de músculos denominados voluntarios se hallan formando parte del sistema musculoesquelético, pues se encuentran unidos a determinados huesos.
Este importante conjunto permite que podamos caminar, correr, bailar, asir, tocar un instrumento, cocinar, manejar e incluso abrazar. En la medida que nuestros músculos estén sanos podremos seguir realizando normalmente todas las actividades, que exigen de su participación.
De acuerdo a los expertos, cuando realizamos ejercicio, mantenemos una dieta equilibrada y descansamos adecuadamente, favorecemos el desempeño muscular.
Un sistema musculoesquelético sano hace posible, que nos movamos libremente y mantiene la fortaleza del cuerpo. Además de ello permite, que las articulaciones se mantengan en buen estado y funcionen adecuadamente.
Por ejemplo, cuando envejecemos los músculos se debilitan, esto puede acarrear lesiones a nivel de la rodilla e incluso comprometer un adecuado equilibrio al estar de pie o desplazarnos. De allí la importancia de mantenerlos sanos a lo largo del tiempo.
Un sistema musculoesquelético saludable, sobre todo al envejecer, hace que seamos menos dependientes de otras personas. Ello permitiría disfrutar de una adecuada calidad de vida.
Es importante destacar, que todas las actividades que fortalecen el sistema musculoesquelético también ayudan a mantener fuerte el músculo del corazón. Cabe destacar, que los músculos se unen a los huesos mediante tendones y entre un hueso y otro, mediante ligamentos. Todo este tejido, coadyuva a mantener el esqueleto unido.
Existe otro grupo de músculos denominados involuntarios o lisos. Dentro de ellos destacan los del sistema digestivo, esfínteres, vejiga, corazón y músculos intraoculares.
Cuando el sistema musculoesquelético declina
De acuerdo a las investigaciones se ha observado, que en los adultos jóvenes sanos la masa musculoesquelética constituye un 60% de la masa corporal total. Dicha masa, comienza a disminuir a partir de los 40 años. Así se ha observado, que cuando la persona alcanza los 70 años dicha masa ha disminuido alrededor del 40%.
Este conjunto de eventos vinculados con la disminución de masa musculoesquelética y la disminución de la fuerza, se denomina sarcopenia. Este síndrome posee poco tiempo de haber sido identificado, pudiendo afectar la calidad de vida de hombres y mujeres.
Se ha establecido, que la sarcopenia puede provocar discapacidad física, anomalías sobre el desplazamiento y caídas. Estos efectos negativos, privan a las personas de su independencia funcional.
A pesar de que la sarcopenia afecta a muchas personas a nivel mundial, su fisiopatología no se conoce a profundidad. Posiblemente, esto ocurre debido a la dificultad de aislar los eventos individuales responsables de los desequilibrios musculoesqueléticos y las comorbilidades determinadas por la edad avanzada.
Según algunos expertos, la mayoría de los cambios musculares sistémicos producidos por efectos de la edad, están conectados con el desarrollo de la sarcopenia.
Debido a los inconvenientes para profundizar sobre la sarcopenia se ha dificultado establecer tratamientos adecuados para quienes lo padecen. Hasta ahora los especialistas han realizado diversos enfoques terapéuticos, que incluyen terapia nutricional, ejercicio, y empleo de hormonas.
Según los estudios de laboratorio y clínicos sobre el mejor enfoque, ninguno destaca sobre los demás. Sin embargo, existe un enfoque que recientemente ha despertado el interés de los investigadores. Se trata de la suplementación con andrógenos, un grupo de hormonas con propiedades anabólicas.
Ellas se caracterizan por disminuir naturalmente con la edad. Estudios clínicos actuales han incluido la suplementación de andrógenos sobre enfermedades relacionadas con la edad y desgaste muscular.
La testosterona y sus riesgos para la salud
Según los expertos, el sistema musculoesquelético es un tejido objetivo para los esteroides anabólicos. Se ha observado, que los niveles de testosterona sanguíneo inducen enfermedades musculares. Así, niveles elevados promueven hipertrofia muscular (crecimiento de las células musculares).
A su vez, los niveles bajos se asocian epidemiológicamente con el síndrome metabólico y diabetes. Todo ello incide negativamente sobre el desempeño muscular.
Cabe destacar, que muchas de las pruebas asociadas con los efectos de la testosterona y sistema musculoesquelético son observacionales.
Por ahora solo se conocen los riesgos asociados con la terapia de testosterona en hombres mayores. Dentro de ellos destacan: complicaciones trombóticas, apnea de sueño, conductas agresivas, edema periférico, ginecomastia (incremento del tejido en glándulas mamarias) e incremento en el padecimiento de cáncer de próstata.
La búsqueda de suplementos con menos efectos adversos sobre la salud
Diversos científicos han investigado últimamente sobre sustitutos de esteroides con efecto positivo sobre el sistema musculoesquelético. Dentro de ellos, destaca la raíz de la planta de Rhaponticum cuyo nombre científico es Rhaponticum carthamoides. Esta planta endémica crece de forma natural en el sur de Siberia (montañas de Altai y Saian).
Se sabe, que esta planta es conocida por los seres humanos desde la antigüedad y se ha descrito en la medicina popular oriental. Ha sido empleada para tratar enfermedades cardiovasculares, fiebre, fatiga, enfermedades renales, además de disfunciones reproductivas y sexuales.
Se trata de una planta herbácea perenne de las montañas de Altai y Saian, zona sur de Siberia. Es conocido, que en las últimas décadas esta planta ha sido introducida en varias regiones de Europa central y oriental. Actualmente esta planta se emplea en la elaboración de suplementos dietéticos.
Ello se debe a sus propiedades adaptógenas y tónicas, que promueven el crecimiento muscular. Asimismo, incrementa la resistencia corporal al estrés, tales como los traumatismos y la fatiga.
En el siglo XX diversas propiedades de esta planta relacionadas con la fortaleza, y el desarrollo muscular fueron investigados en Rusia.
Según lo que se conoce, un grupo de atletas de élite soviéticos y rusos empleaban diversos preparados de esta planta. Esto lo empleaban para incrementar el rendimiento físico y psicológico que suponía su agotador entrenamiento.
De acuerdo a los estudios esta planta posee diversas clases de sustancias bioactivas, tales como esteroides (ecdisteroides) y compuestos fenólicos. De acuerdo a los expertos se ha determinado, que los ecdisteroides inciden sobre vías metabólicas importantes en los mamíferos.
Dentro de ellas destacan el metabolismo de los lípidos, carbohidratos y síntesis de proteínas. Dentro de las sustancias encontradas en esta planta destacan los fitocisteroides, con diversas propiedades farmacológicas, medicinales y biológicas.
Hablemos sobre la Turkesterona
La planta de Rhaponticum, al igual que otras como Cyanotis vaga y Ajuga turkestanica poseen los mismos ecdisteroides. En este caso, la Turkesterona toma el nombre de la última planta mencionada, sin embargo, los mayores contenidos de estos compuestos se presentan en la planta de Rhaponticum.
Los ecdisteroides pueden ser comparados con la testosterona gracias a su efecto inductor del crecimiento. Afortunadamente, a diferencia de la testosterona, los ecdisteroides no se unen a los receptores de andrógenos.
Debido a ello, estos compuestos no causan los efectos secundarios que ocasionan los esteroides (ginecomastia y caída del cabello).
El efecto inductor de la Turkesterona, produce los siguientes beneficios:
- Incrementa la masa muscular
- Activa la pérdida de grasa
- Impide la degradación muscular
- Mejora la resistencia
- Disminuye la fatiga.
Vale destacar, que los suplementos de Turkesterona favorecen el crecimiento muscular, pero sin unirse a los receptores de andrógenos. Por ello se consideran más seguros, que los esteroides anabólicos. Además de ello, la Turkesterona mejora el efecto reparador y el crecimiento muscular al incrementar la síntesis de proteínas musculares.
Según los investigadores, esto se logra al optimizar el proceso de traducción del ARN. Igualmente, puede promover la absorción de leucina en las células musculares. Esto permite obtener un balance positivo del nitrógeno a nivel muscular, previniendo la degradación muscular.
También se ha verificado que la Turkesterona incrementa los niveles de ATP a nivel muscular. Esto se traduce en un incremento de la energía y la resistencia muscular al momento de realizar ejercicio.
Indagando sobre el metabolismo de la Turkesterona
Según los estudios realizados hasta ahora, la Turkesterona actúa “hackeando” las respuestas del cuerpo al estrés. Esto lo consigue al regular el equilibrio, que existe entre ciertas glándulas clave. Entre ellas destacan, las glándulas suprarrenales, hipotálamo y pituitaria.
Las hormonas producidas por ellas influyen individualmente sobre la tensión arterial, sistema inmunológico, crecimiento y visión, entre otros efectos.
El efecto logrado al equilibrar el funcionamiento de estas glándulas hace posible, que quienes la consumen incrementen su masa muscular. Además, acelera la recuperación corporal, estimula la ganancia de masa muscular y permite incrementar la carga de trabajo al ejercitar. Esto podría indicar, que la Turkesterona podría ser un potencial súper anabólico.
Ciertos estudios también han logrado establecer, que la Turkesterona posee efectos adaptogénicos, logrando así efectos positivos sobre la salud mental. Especialmente sobre la disminución de la ansiedad y cansancio mental.
De acuerdo a los estudios, la Turkesterona posee la capacidad de reducir los niveles de cortisol. Este efecto logra disminuir la sensibilidad al estrés, permitiendo mejorar el estado físico y tasa de crecimiento muscular. Asimismo, se incrementa la tasa de pérdida de grasa, logrando también mejorar su tranquilidad.
Existe también, otra ventaja de la Turkesterona. Se ha determinado, que la misma no requiere una terapia post ciclo. Ello se debe, a que ella no se une a los receptores de andrógenos. Esto hace, que sea considerado un suplemento adecuado para mejorar la síntesis proteica e incrementar la masa muscular.
Adicionalmente, logra elevar el nivel de pérdida de grasa e incrementa el rendimiento durante el entrenamiento.
De acuerdo a los expertos, no se requieren dosis elevadas de Turkesterona para lograr los beneficios descritos.
Cómo tomar la Turkesterona
De acuerdo a ciertas referencias se ha observado, que algunos atletas toman hasta 1.000mg diarios. Sin embargo, los efectos con este elevado nivel no han sido estudiados.
Algunos expertos mencionan, que la dosis ideal para adultos se encuentra entre 30 y 50 mg de Turkesterona al día. (empleando la menor dosis en personas principiantes). Una recomendación importante es que no se ingiera este compuesto con el estómago vacío, porque podría ocasionar náuseas.
Se recomienda tomar este suplemento preferiblemente en la mañana acompañado de comida.
Concluyendo
La pérdida de masa muscular ocurre por efectos naturales vinculados con la edad. Sin embargo, una adecuada nutrición, descanso y realización de ejercicio coadyuvarían a mantener este sistema funcionando a la perfección. Desde hace años, se han estado empleando los esteroides anabólicos, a fin de solventar la pérdida y crecimiento muscular.
No obstante, al unirse a los receptores de andrógenos producen una serie de desequilibrios. A saber complicaciones trombóticas, apnea de sueño, conductas agresivas, edema periférico, ginecomastia (incremento del tejido en glándulas mamarias) e incremento en el padecimiento de cáncer de próstata.
Afortunadamente la ciencia ha investigado sobre un suplemento extraído de una planta utilizada desde antiguo e investigada inicialmente en Rusia. Ello permitió en la década del sesenta, que diversos atletas acapararan muchas medallas de oro en las olimpíadas.
Actualmente este suplemento denominado Turkesterona se ha venido investigando y utilizando en occidente, de hecho, está prohibido en competencias olímpicas por su extraordinario efecto. Sin embargo, a pesar de poseer un potente efecto anabólico (ayuda a aumentar la masa muscular), no se une a los receptores de andrógenos.
Por ello puede incrementar e impide la degradación muscular, activa la pérdida de grasa, mejora la resistencia y disminuye la fatiga. Todo esto sin los efectos adversos de los esteroides como la ginecomastia y caída del cabello, entre otros.
Para Marianne la información que le envié, la cual comparto aquí en el post, fue muy alentadora. Ella me comentó, que les permitió a su hijo y a su esposo empezar a tomar Turkesterona por ocho semanas y observar los resultados.
La última vez que se comunicó conmigo, ellos llevaban tres semanas tomándola. Aunque me comentó, que durante la segunda semana se sentían con mucha energía y poco cansancio. Ello en comparación con el inicio de sus sesiones en el gimnasio.
“Nuestra investigación confirmó claramente la actividad anabólica de la ecdisterona (Turkesterona). La potencia anabólica de la ecdisterona era comparable o incluso superior a la encontrada para los esteroides androgénicos anabólicos.”
Prof. Dr. Maria Kristina Parr
Universidad Libre de Berlín, Alemania
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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31123801/
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https://www.niams.nih.gov/health-topics/kids/healthy-muscles
https://dermatology.mhmedical.com/content.aspx?bookid=2812§ionid=244978778
https://jissn.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12970-020-00390-5