Aneurisma Cerebral: Causas, Síntomas Y Factores De Riesgo

Según los expertos, un aneurisma cerebral es un abombamiento o hinchazón anormal de un vaso sanguíneo a nivel del cerebro. Esta anomalía se presenta por efecto de la debilidad de los vasos sanguíneos, provocada por diversos factores.

Aunque esta afección puede ser mortal, existen síntomas tempranos que pueden ser detectados utilizando tecnología avanzada de imágenes. Incluso, cada día se adelanta mucha investigación para su tratamiento de forma no quirúrgica.

De este tema, que generalmente es ignorado o temido, voy a hablar a solicitud de Priscilla, una seguidora de Georgia. Ella es una joven madre de familia, y desde muy joven ha estado vinculado a la ebanistería. Para Priscilla esta empresa familiar es muy importante porque fue fundada por su abuelo paterno.

Ella se comunicó conmigo porque hace aproximadamente un año su padre sufrió un derrame cerebral. Para la familia fue algo sorpresivo, pues solo manifestó un fuerte dolor de cabeza pocos días antes del evento. Afortunadamente, el derrame no fue muy intenso y su padre actualmente continúa trabajando en la carpintería.

No obstante, esta situación le llamó mucho la atención a Priscilla. Precisamente, porque recordó que su abuelo paterno falleció hace veinte años a causa de un derrame cerebral.

Una de las dudas de Priscila era saber si esa condición es heredable y la otra si existían posibilidades de prevenirla. Así, para honrar la solicitud de Priscilla, preparé un material donde destaqué acerca de las causas, sintomatología y factores de riesgo de esta patología. Incluso, le destaqué que la mejor forma de prevención era minimizar algunos factores de riesgo, viviendo sanamente.

Un aneurisma cerebral puede truncar muchos proyectos de vida, por ello consideré importante compartir esta información en mi blog.

Generalidades acerca del aneurisma cerebral

Un aneurisma, constituye una anomalía ocasionada por efecto del ensanchamiento y debilitamiento de una parte de un vaso sanguíneo cerebral.

Es una protuberancia o abombamiento de un vaso sanguíneo en la zona del cerebro.   Pueden producirse en cualquier parte del cerebro, pero son más frecuentes en la base del mismo.

De acuerdo a los Institutos Nacionales de la Salud, existen tres tipos principales de aneurismas cerebrales:

 

  • Aneurisma sacular

Posee la forma de un saco redondeado que contiene sangre y está unido a una arteria principal o a una de sus ramas. Es también denominado como aneurisma en baya (por su parecido a este fruto colgando de una rama). Vale destacar que esta es la forma más común de aneurisma cerebral. Generalmente, se presentan en las arterias de la base del cerebro y tienden a ser más frecuentes en adultos.

  • Aneurisma fusiforme

Este tipo de aneurisma, presenta la característica de sobresalir por todos los lados de la arteria

  • Aneurisma micótico

Los aneurismas de este tipo, son ocasionados por efecto de una infección, que ocasionalmente puede afectar las arterias cerebrales. Se ha observado, que la infección ocasiona el debilitamiento de la pared arterial y provoca la formación de un aneurisma abultado.

Síntomas del aneurisma cerebral

La rotura de un aneurisma puede causar una hemorragia cerebral, lo que puede provocar daño cerebral permanente o la muerte. Los aneurismas cerebrales pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos (formados por ciertos factores de riesgo).

De hecho, algunos aneurismas son asintomáticos y se detectan por casualidad durante un examen médico. Dentro de las pruebas más comúnmente realizadas figuran la tomografía computarizada, resonancia magnética y angiografía cerebral.

Cabe destacar, que el tratamiento de un aneurisma cerebral variará en función del tipo, tamaño, estado y ubicación. También debe considerar la edad, salud y factores de riesgo del paciente. De hecho, el pronóstico de un aneurisma cerebral estará condicionado a una serie de factores.

Dentro de ellos resaltan, su integridad (si se ha roto o no), magnitud de la hemorragia, respuesta del paciente al tratamiento y la presencia de complicaciones. Según los expertos, los aneurismas cerebrales, afectan entre el 3% y el 5% de la población estadounidense.

Muchas veces, los aneurismas cerebrales no provocan sintomatologÍa alguna, logrando pasar desapercibidos hasta que se complican. Este caso es muy común en el aneurismas no rotos en especial si es pequeño. Sin embargo, un aneurisma cerebral no roto de mayor tamaño puede presionar los tejidos y nervios cerebrales.

Este efecto podría ocasionar:

  • Dolor por encima y en la zona posterior del globo ocular
  • Dilatación de la pupila
  • Problemas en el enfoque y visión doble
  • Adormecimiento de un lado del rostro.

A su vez, cuando ocurre la rotura de un aneurisma, se presentan los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza intenso y repentino. Por lo general, las personas suelen describirlo como el peor que han experimentado en su vida
  • Náuseas y vómitos
  • Párpado caído
  • Rigidez a nivel del cuello
  • Sensibilidad a la luz
  • Visión borrosa o doble
  • Pérdida del conocimiento
  • Presencia de convulsiones
  • Confusión.

Factores de riesgo del aneurisma cerebral

De acuerdo al Hospital de la Universidad de Illinois, los aneurismas cerebrales pueden estar causados por diversos factores.

Se ha observado, que el cerebro humano requiere un gran aporte de sangre a través de los vasos sanguíneos principales que suben desde el cuello hasta el cerebro. Dichos vasos, a su vez se ramifican en vasos cada vez más pequeños. Y precisamente, una gran cantidad de aneurismas, se forman en las zonas de ramificación de los vasos sanguíneos.

De acuerdo a los expertos, algunos de estos factores se desarrollan con el tiempo. Sin embargo, algunas afecciones presentes desde el nacimiento pueden incrementar el riesgo de sufrir un aneurisma cerebral. Dentro de dichos factores resaltan:

1. Tabaquismo

De acuerdo a los estudios, el fumar cigarrillos incrementa considerablemente el riesgo de padecer un aneurisma cerebral. Esto fue corroborado, en un estudio publicado en Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry el 2020.

De hecho, diversos estudios han logrado establecer, que la mayoría de las personas diagnosticadas de aneurisma cerebral fuman o lo han hecho en el pasado. Incluso, el riesgo es especialmente alto en personas con antecedentes familiares de aneurisma cerebral.

Hasta ahora no se sabe a profundidad por qué fumar ocasiona riesgo de aneurisma cerebral. Una hipótesis considera, que los componentes nocivos del humo del tabaco, deterioran las paredes de los vasos sanguíneos.

2. Hipertensión arterial

Ha sido muy bien estudiado, que la hipertensión puede incrementar la presión sobre las paredes de los vasos sanguíneos cerebrales. Este efecto favorece el incremento de las probabilidades de desarrollar un aneurisma. De acuerdo a los expertos, ciertas condiciones propician la presencia de padecer esta dolencia. Entre ellas destacan:

  • Sobrepeso
  • Familiares hipertensos
  • Ser de descendencia africana
  • Elevado consumo de sal
  • Baja ingesta de frutas y verduras
  • Vida sedentaria
  • Consumo elevado de café y bebidas contentivas de cafeína
  • Elevado consumo de alcohol
  • Edad por encima de los sesenta y cinco años.

3. Antecedentes familiares

Según los expertos de la Clínica Mayo, a pesar de que aún no se conoce a profundidad la etiología del aneurisma cerebral, su causa podría estar relacionada con factores genéticos.

Por ello, esta institución recomienda realizar de forma periódica, pruebas de resonancia magnética a quienes poseen antecedentes familiares de aneurisma. Estos estudios podrían ayudar en la prevención del desgarre o estallido de un aneurisma e ictus hemorrágico.

De acuerdo a los estudiosos, el cribado puede constituir un enfoque proactivo para los miembros de familias propensas a sufrir aneurismas. Por el hecho de que, aunque un 1% de la población general posee un aneurisma, en algunas familias el riesgo puede elevarse al 30%.

Vale destacar, que a veces los aneurismas cerebrales son producto de ciertos factores de riesgo heredados, que pueden incluir:

  • Trastornos genéticos del tejido conectivo (ocasiona el debilitamiento de las paredes arteriales)
  • Enfermedad renal poliquística
  • Malformaciones arteriovenosas
  • Antecedentes de aneurisma en un miembro de la familia de primer grado (padre madre, hijos o hermanos).

4. Edad

Según los expertos, la edad es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar un aneurisma cerebral. Ello posiblemente se deba, al debilitamiento y pérdida de elasticidad de las paredes arteriales.

Según algunos estudios, la incidencia de los aneurismas cerebrales aumenta a partir de los 40 años. Sin embargo, un estudio publicado el 2016 en American Journal of Neuroradiology constató, que el crecimiento de los aneurismas se produce más frecuentemente, en personas mayores de cincuenta años.

Es importante señalar, que la edad también influye en el pronóstico y el tratamiento del aneurisma cerebral. De hecho, los pacientes mayores suelen tener peores resultados y más complicaciones que los más jóvenes.

5. Sexo

Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir un aneurisma cerebral que los hombres. Esto puede deberse, a la disminución de los niveles de estrógeno  que disminuyen después de la menopausia. Se cree que esta hormona, ayuda a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos.

Este efecto fue corroborado por investigadores de la Universidad de Illinois y publicado el 2022 en la revista científica Stroke. De acuerdo a los científicos, la disminución de estrógenos que acompaña a la menopausia puede ser el principal factor subyacente que ocasiona aneurismas en mujeres de edad avanzada.

Vale destacar, que no solo se ha correlacionado la deficiencia de estrógenos con la formación de aneurismas, sino también con su rotura.

De acuerdo a una revisión sobre los factores de riesgo femeninos de HSA (hemorragia subaracnoidea), se logró determinar que existe un aumento del riesgo de HSA entre las mujeres posmenopáusicas en comparación con las mujeres premenopáusicas de la misma edad.

Según otra revisión amplia de 51 estudios se logró, demostrar que la incidencia de HSA en hombres y mujeres era similar en los grupos de edad más jóvenes. De hecho, se observó que la incidencia fue mayor en los hombres en determinados momentos. Sin embargo, en el rango de 55 a 85 años la incidencia fue significativamente mayor en las mujeres.

6. Traumatismo craneal

Según la ciencia, los aneurismas intracraneales se rompen espontáneamente en ausencia de estímulos exógenos. Cuando se hace ejercicio físico o se viven situaciones de estrés, se produce un incremento de la presión arterial. Por lo general, ello suele asociarse a la rotura de aneurismas.

Existen pocos casos reportados, que correlacionen una presunta rotura, formación de un aneurisma o ambos con un traumatismo craneoencefálico. De acuerdo con los expertos, un aneurisma cerebral puede desarrollarse tras un traumatismo craneoencefálico grave.

La posibilidad de ocurrencia es mayor si los vasos sanguíneos del cerebro presentan daños previos. Esto, por lo general, es muy poco frecuente.Sin embargo, un estudio del 2020, presentado en Forensic Pathology, reveló algunos hallazgos que deben considerarse.

Este estudio fue realizado en un hombre de 36 años con rotura de aneurisma de la arteria cerebelosa posteroinferior izquierda (PICA). Ello ocurrió en el contexto de un traumatismo craneoencefálico, presuntamente por efectos del alcohol.

En este caso, la tomografía computarizada inicial realizada mostró un patrón sanguíneo atípico para la hemorragia subaracnoidea (HSA) traumática. Sin embargo, sí se acoplaba a un patrón típico para la hemorragia subaracnoidea ocasionada por un aneurisma. Luego de practicar un angio-TC, no se obtuvieron resultados concluyentes.

No obstante, mediante una angiografía convencional, se logró diagnosticar un aneurisma de la PICA. Luego de una intervención se logró atrapar y sellar el aneurisma. El paciente fue dado de alta tres semanas después, sin presentar déficits neurológicos.

El equipo científico concluyó, que en casos de traumatismo craneal evidente, los pacientes deben someterse a más pruebas diagnósticas.

7. Empleo de drogas

Diversos estudios han determinado que la fisiopatología de la rotura del aneurisma sacular (en baya) secundaria al consumo de cocaína y metanfetamina, se asocian a sus efectos sobre la cerebrovasculatura.

Según los especialistas, la cocaína altera los canales de sodio y calcio. Ello acarrea una disminución de la actividad neuroinhibidora de las neuronas gabaérgicas, además de la recaptación de serotonina.

Esto ocasiona un incremento del nivel de neurotransmisores excitatorios, acarreando convulsiones y diversas dolencias potencialmente mortales. Entre ellas destacan infartos de miocardio, infecciones, derrames cerebrales y hemorragias intracraneales.

A su vez, la metanfetamina afecta el transporte en las neuronas presinápticas. Ello ocasiona un incremento de la liberación de serotonina, norepinefrina y dopamina en la hendidura sináptica.

Incluso, puede alargar la vida media de los neurotransmisores, ocasionando un incremento de su disponibilidad. Este efecto negativo produce inflamación de las paredes de los vasos, incrementando el riesgo de un aneurisma cerebral.

8. Poliquistosis renal autosómica dominante

La poliquistosis renal autosómica dominante (PQRAD) es una enfermedad que ocasiona la formación de quistes en los riñones. Quienes padecen esta enfermedad tienen más probabilidades de tener aneurismas intracraneales (AIC). Según los expertos, ello se debe a un incremento de la hipertensión arterial.

Se calcula que entre el 8 y el 12% de los pacientes con PQRAD presentan AIC. Para detectarlos se puede hacer una resonancia magnética cerebral (RM).

En caso de que no se pueda realizar esta prueba por alguna razón, se recomienda practicar una angiotomografía computarizada (angio-TAC). Dicha prueba emplea rayos X y un contraste, permitiendo observar las arterias cerebrales.

Si un AIC se rompe, puede ocasionar una hemorragia subaracnoidea (HSA). Esta hemorragia se presenta a nivel del espacio entre el cerebro y las meninges. Esta complicación posee un elevado nivel de gravedad y puede ocasionar la muerte del 10 al 20 % de los pacientes. Incluso, se han reportado secuelas hasta en un 50 % de ellos.

De acuerdo con los especialistas, el riesgo de que un AIC se rompa estará condicionado por su tamaño, forma y ubicación a nivel cerebral.

El tratamiento de los AIC debe ser decidido por un equipo de médicos especializados y se puede considerar en los casos en que el AIC mida más de 7 milímetros, esté en una zona de alto riesgo, tenga forma de saco, el paciente sea joven o tenga familiares que hayan tenido HSA.

9. Trastornos del tejido corporal

Según la ciencia, quienes presentan problemas en el tejido que conecta las partes del cuerpo, pueden sufrir más a menudo de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos del cerebro.

Entre ellos destacan, los aneurismas intracraneales, accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos, desgarros y obstrucciones. Ello incluye el síndrome de Marfan, neurofibromatosis tipo 1, síndrome de Ehlers-Danlos y el síndrome de Loeys-Dietz.

Esto se debe a que estas enfermedades están causadas por cambios en los genes responsables de sintetizar el colágeno y otras sustancias estructurales de las células. Ello ocasiona, que las paredes de los vasos sanguíneos se debiliten.

Concluyendo

Según lo presentado, se pudo apreciar que un aneurisma cerebral es un abombamiento o dilatación de un vaso sanguíneo del cerebro. Cuando este vaso presenta fugas o se rompe, provoca hemorragias cerebrales o ictus hemorrágico.

Dentro de los factores de riesgo más comunes, se puede mencionar el tabaquismo, el abuso de alcohol y drogas, la edad avanzada, el sexo femenino al nacer, la hipertensión y los antecedentes familiares. También destacan la presencia de un aneurisma previo, el traumatismo craneal, la poliquistosis renal y los trastornos del tejido corporal.

Es posible detectar un aneurisma cerebral utilizando tecnología de imágenes, como la resonancia magnética (RM) y la angiotomografía computarizada. Las opciones de tratamiento de un aneurisma cerebral dependen de su tamaño, localización y si se ha roto o no.

Dentro de los tratamientos más frecuentes, destacan el clipaje quirúrgico, la espiral endovascular o la medicación.

Para Priscilla, la información recibida, la cual compartió en el post, fue de gran utilidad. De hecho, me comentó que, dado que posee propensión genética familiar, su padre y hermanos lo consideraron grave. Ello se tradujo en un monitoreo que iniciaron este año y se va a prolongar anualmente, actuando así proactivamente.

Asimismo, decidir incluir alimentos bajos en calorías, grasas trans y sodio. Incluso optaron por eliminar bebidas azucaradas, alcohol y alimentos procesados. Incluso uno de sus hermanos dejó el cigarrillo.

Esto me alegró mucho, porque siempre es importante hacer todo lo que está a nuestro alcance para preservar nuestra invaluable salud.

“Los investigadores están desarrollando un nuevo modelo para desarrollar aneurismas cerebrales basados ​​en la presencia de moléculas que pueden indicar si existe una alta probabilidad de que esté un aneurisma. Este procedimiento puede realizarse mediante imágenes cerebrales sin necesidad de abrir el cráneo. Esta nueva herramienta no sólo sería menos invasiva, sino que también permitiría tratar a las personas antes de que estalle un aneurisma”

Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares 

Bethesda, Maryland

Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó .

Sí la página te da un mensaje de error es porque no ha entrado la dirección bien. Vuélvelo a intentar, asegurando no haber dejado ningún espacio antes, después o entre las letras de tu dirección.

Compartelo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

¡Inspirate!

Publicaciones Relacionadas