¿Qué Son y Como Se Usan Las Lágrimas Artificiales Contra Los Ojos Secos?

La enfermedad del ojo seco (EOS) es una enfermedad multifactorial, que se manifiesta en pacientes con una variedad de síntomas y signos. La terapia principal para la EOS son las lágrimas artificiales (TA), que semejan a las lágrimas en cuanto a su estabilidad y propiedades.

Por ello, su uso generalizado a nivel mundial. No obstante, es muy importante saber cómo se utilizan correctamente.

De acuerdo a las estadísticas, actualmente más de 60 millones de personas utilizan las TA. Una de ellas es Rosalind, una seguidora de Nuevo México. Ella debido a una nueva situación laboral debió emplear por más horas el computador desde su casa. Este cambio le produjo ciertas molestias, como la presencia de ojos rojos y sensibilidad a la luz.

Cuando acudió al oftalmólogo, este le sugirió emplear TA a los fines de mejorar su condición. Ella empezó a utilizarlas, pero mencionó que no fue consecuente en su empleo, y mucho menos en la dosis utilizada. Ella me contactó para solicitar mi recomendación acerca de cómo mejorar la eficiencia al utilizar las lágrimas artificiales.

Conozco la importancia de respetar los tratamientos, especialmente los relacionados con órganos tan vitales como los ojos. Por ello preparé para ella un dosier donde destaqué la importancia de las lágrimas artificiales, y como deben emplearse.

De acuerdo a los expertos, el empleo de las lágrimas artificiales cada día toma más auge debido al uso exagerado de equipos con pantallas. Ello induce la presencia de sequedad y enrojecimiento ocular. Por ello consideré importante compartir esta información en mi página.

Generalidades acerca de las lagrimas

Según la Academia Americana de Oftalmología, las lágrimas favorecen una visión adecuada, y mantienen en equilibrio la salud ocular. Incluso, en muchas ocasiones coadyuvan a mostrar nuestras emociones. De acuerdo a los expertos, existen tres tipos de lágrimas. Ellas son:

Lágrimas basales

Este tipo de lágrimas, están permanentemente en el ojo, y sirven para nutrir y lubricar, además de proteger la córnea. Ellas, recubren nuestros ojos durante todo el día, y cada vez que parpadeamos ellas se distribuyen de forma homogénea.

Esto permite mantener la superficie ocular libre de gérmenes e impurezas, permitiendo una adecuada visión, y evitando los procesos infecciosos.

Lágrimas emocionales

Durante las primeras semanas de vida, los bebés no tienen las glándulas lagrimales completamente desarrolladas. Por ello, no pueden producir lágrimas visibles, sin embargo continúan llorando para ser escuchados y recibir cuidados y ayuda.

Incluso, en la etapa infantil y durante la adolescencia temprana, el dolor físico constituye un desencadenante frecuente de lágrimas emocionales, efecto que tiende a disminuir con la edad.

Se ha observado, que en la adultez las lágrimas emocionales son provocadas por una amplia gama de sentimientos. De acuerdo a diversos especialistas, el llanto es considerado una señal social.

Lágrimas reflejas

Las denominadas lágrimas reflejas, poseen la capacidad de aparecer en un instante, de allí su nombre. Estas lágrimas son las que brotan cuando nos impacta el viento, o cuando cortamos una cebolla. De hecho, aparecen cuando el ojo es impactado por irritantes peligrosos como el humo y partículas extrañas.

Este tipo de lágrimas también pueden generarse por efecto de la tensión muscular sobre las glándulas lagrimales. Por lo general, ellas se producen al bostezar, toser o debido al proceso de contracción de los músculos faciales.

¿Cómo están compuestas las lágrimas?

Según la ciencia, la película lagrimal posee tres capas diferentes:

Capa externa grasosa

Esta capa corresponde a la capa más externa de la película lagrimal. Ella es secretada por las glándulas de meibonio, y mediante esta película aceitosa se crea una barrera protectora que impide que el agua de las lágrimas se seque.

Asimismo, promueve una superficie lisa sobre el globo ocular. Dentro de los compuestos lipídicos presentes en esta capa destacan: ceras, esteroles, triacilglicéridos, diacilglicéridos e hidrocarburos.

Capa intermedia acuosa

Es considerada la capa intermedia de la lágrima. Se ha determinado, que la misma presenta dos fases, una con mayor concentración y otra de menor concentración. Además de ello, coadyuva con la captación de oxígeno, indispensable para el metabolismo de la córnea.

Esta capa constituye el 99,78% del espesor de la lágrima y presenta además de agua, algunas proteínas y ciertos minerales. Dentro de dichas proteínas destacan: la lisozima, albúmina y lactoferrina, con propiedades antiinfecciosas. Ello permite, proteger la superficie ocular de microorganismos patógenos.

A su vez, dentro de los minerales se encuentran el sodio, potasio, cloro, calcio, magnesio y fósforo.

Posee además iones de carbonato y bicarbonato, responsables de mantener un pH entre 6,8 y 7,6. Cabe destacar, que los electrolitos, sodio y cloro son indispensables para el mantenimiento de una adecuada hidratación corneal. De hecho, cuando estos electrolitos se elevan, puede ocurrir una hiperosmolaridad, y se produce la condición de ojo seco.

Capa interna mucosa o mucínica

Se ha establecido, que esta capa constituye tan solo el 0,2% del espesor total de la película lagrimal. Se sabe, que su función principal consiste en modificar la tensión superficial de la lágrima. Por medio de ello, es posible garantizar un correcto anclaje, y distribución de ella sobre la córnea.

Presenta una gran cantidad de mucinas solubles, las cuales se encuentran en forma de gel concentradas cercanas a los epitelios.

Bioquímicamente, las mucinas son glicoproteínas bipolares, lo cual favorece que ellas puedan unirse por ambos extremos. Esto permite, que la córnea pase de ser una superficie hidrofóbica a una hidrofílica. De esta forma se logra, que el epitelio corneal se mantenga humectado.

Conociendo acerca del ojo seco

Según el Instituto Nacional de Ojos, el ojo seco se origina cuando no se producen cantidades suficientes de lágrimas. También puede ocurrir cuando las lágrimas no funcionan adecuadamente.

De acuerdo a los especialistas, la producción basal de lágrimas disminuye con la edad. Ello también puede incidir en la presencia de ojo seco. Incluso, el ojo seco es considerado una afección común en las personas que padecen cambios hormonales. Un claro ejemplo, lo constituyen las mujeres embarazadas y las menopáusicas.

Cabe destacar, que el empleo de lentes de contacto y de ciertos medicamentos puede también ocasionar sequedad ocular. Incluso se ha establecido, que quienes presentan ojo seco son propensos a sufrir de blefaritis. Esta patología, es una causa frecuente de irritación e inflamación a nivel de los párpados.

Dentro de los síntomas más frecuentes ocasionados por el ojo seco destacan:

  • Sensación de sequedad, escozor o quemazón
  • Enrojecimiento y presencia de mucosidad (sensación de ojos pegados después de dormir)
  • Ojos llorosos y sensibles a la luz (por lo general los síntomas se agudizan a última hora del día)
  • Cansancio visual y sensación de molestia en los ojos
  • Visión borrosa.

¿Quiénes poseen mayor riesgo de tener ojo seco?

A pesar de que el ojo seco puede manifestarse en cualquier persona, existen algunas condiciones que propician una mayor probabilidad. Entre ellas destacan:

Ser mujer

De acuerdo a los estudios, el sexo femenino constituye el factor de riesgo más determinante. Ello ha sido corroborado por numerosos estudios. Se ha establecido, que esta elevada prevalencia de EOS entre las mujeres está muy asociada con diversos efectos hormonales

Tener más de cincuenta años

Por lo general, a esta edad las mujeres entran en la etapa de menopausia y sus niveles de andrógenos disminuyen. Esto conlleva a una serie de afecciones, porque esta hormona posee efectos antiinflamatorios.

Por ello, al disminuir sus niveles se producen diversas consecuencias. Entre ellas, la afectación de las glándulas de Meibonio, glándulas lagrimales, densidad de las células caliciformes, y el incremento de la sensibilidad ocular superficial.

Emplear lentes de contacto

De acuerdo a los especialistas, existen ciertas complicaciones relacionadas con el uso de lentes de contacto. Muchas de ellas dependen del tipo de lente de contacto, la forma en que utiliza y adecuado reemplazo del mismo.

Dentro de las complicaciones más frecuentes, destacan: hipoxia (reducción de la cantidad de oxígeno que la córnea recibe), inflamación, reacciones de hipersensibilidad e infecciones corneales

No consumir ciertos micronutrientes como la vitamina A

Según las investigaciones, la vitamina A puede optimizar las propiedades de la película lagrimal. De hecho se ha encontrado, que una dosis de 5.000 UI diarias coadyuva a mejorar los síntomas de ojo seco

Bajos niveles de Omega-3

De acuerdo a estudios realizados se determinó, que el consumo oral de ácidos grasos omega 3 dos veces al día durante un mes mostró efectos positivos.

Entre ellos, el incremento de la secreción de lágrimas, disminución de la evaporación de las mismas y mejoría de los síntomas de ojo seco. Una buena opción es mi formula especial libre de contaminantes MARINE OMEGA-3

Padecer ciertas enfermedades autoinmunes

De acuerdo a la ciencia el síndrome de Sjögren, un trastorno autoinmune, ocasiona la reducción de la cantidad de lágrimas en los ojos y saliva en la boca. Esto ocasiona, que quienes padecen este síndrome presenten sequedad ocular y oral.

Ciertos estudios también han encontrado, que el lupus ocasiona diversos procesos negativos a nivel ocular, además del ojo seco. Dentro de ellos podemos destacar: microaneurismas, conjuntivitis, epiescleritis, degeneración retiniana del epitelio, hemorragias retinianas, exudados algodonosos y síndrome de Sjögren

Lágrimas artificiales como alternativa para el ojo seco

De acuerdo a los especialistas de la Clínica Mayo, las lágrimas artificiales son gotas empleadas con el fin de lubricar los ojos secos. Ello coadyuva a mantener la humedad en la superficie ocular. Se ha determinado, que estas gotas pueden ser empleadas en el tratamiento de la sequedad ocular ocasionada por el envejecimiento.

También por la sequedad que ocasionan ciertos medicamentos, algunas afecciones médicas, cirugías oculares, o el efecto de algunos factores ambientales.

Se sabe, que las lágrimas artificiales se adquieren sin necesidad de récipe médico. De acuerdo a los especialistas, no existe ninguna marca que funcione mejor para las diversas formas de sequedad ocular. Por ello, lo más probable es que tengas que probar diferentes marcas hasta lograr obtener la más adecuada.

Se ha determinado asimismo, que cierto tipo de lágrimas artificiales, además de lubricar los ojos favorecen también su cicatrización. Incluso existen algunos tipos de lágrimas artificiales, que contienen compuestos espesantes que ayudan a disminuir la evaporación de las lágrimas.

Hasta ahora se han establecido dos categorías de lágrimas artificiales. A saber:

  • Gotas para los ojos con conservantes: este tipo de gotas comúnmente posee presentación multidosis. Por ello, contiene ciertos conservantes, que impiden el crecimiento de bacterias una vez abierto el frasco. Sin embargo, se debe destacar, que estos conservantes han sido asociados con procesos irritativos oculares. Especialmente, en quienes presentan sequedad ocular moderada o grave
  • Gotas para los ojos sin conservantes: este tipo de gotas posee menor cantidad de aditivos. Por ello, suele recomendarse cuando se utilizan las lágrimas artificiales más de cuatro veces al día, o frente a problemas de sequedad ocular.

El tratamiento del ojo seco suele depender de la causa de los síntomas. Existen varios tipos de tratamiento, que pueden aliviar los síntomas y ayudar a mantener los ojos sanos.

Eligiendo las lágrimas artificiales adecuadas

Como ya se mencionó, este tipo de producto es el más frecuentemente empleado para tratar ojos secos. Pero es importante, sobre todo si el problema es crónico o pronunciado, tratar de personalizar el tratamiento.

Por ello es importante elegir aquellas presentaciones, que carezcan de fosfatos y conservantes. Además de ello, se deben preferir las lágrimas artificiales que posean una baja osmolaridad. Ello quiere decir, que se deben elegir fórmulas con baja concentración de sustancias disueltas.

Ello permite equilibrar el exceso de sales (hiperosmolaridad), que con mucha frecuencia ocurre en las personas con ojo seco.

Debemos destacar además, que las lágrimas artificiales presentan diferentes tipos de viscosidad. Se ha determinado, que las que presentan menor viscosidad poseen un menor tiempo de actividad. A su vez, las que poseen mayor viscosidad presentan un mayor tiempo de actividad.

No obstante, resultan más incómodas porque ocasionan algunos momentos de visión borrosa. Por ello, los expertos recomiendan su empleo solo en las noches, antes de irse a dormir.

Muchos especialistas coinciden en que las lágrimas artificiales son seguras. Sin embargo, es importante tener precaución con las gotas que poseen conservantes. Por lo general estas vienen en presentaciones multidosis, y en ocasiones provocan procesos irritativos en algunas personas.

A su vez, las lágrimas artificiales sin conservantes vienen en presentaciones de una sola dosis. Esto permite emplear su contenido y desecharlo inmediatamente. Aunque tienden a ser más costosas presentan mayor seguridad, especialmente en quienes deben utilizarlas más de cuatro veces al día.

Debemos resaltar, que todos los tipos de lágrimas artificiales pueden inducir la presencia de visión borrosa. Incluso, pueden favorecer una reacción alérgica. Por ello es importante suspender su empleo al detectar la presencia de inflamación, picor o ardor.

Igualmente, si se observa además dificultad respiratoria, náuseas y mareos es indispensable buscar ayuda médica inmediatamente.

Empleando las lágrimas artificiales para los ojos secos

Precauciones  a tomar 

Según los especialistas, las lágrimas artificiales que poseen conservantes no deben emplearse más de cuatro veces diarias. En el caso de las que no poseen conservantes, pueden emplearse hasta ocho veces al día. Sin embargo, es muy importante ceñirse a las indicaciones que realice el oftalmólogo.

Siempre que vayamos a aplicarnos las gotas, es muy importante lavar las manos adecuadamente. En caso de emplear lentes de contacto, estos deben retirarse y luego agitar el envase. Luego de este preámbulo, se pueden realizar los siguientes pasos:

Cómo utilizar las lágrimas artificiales

  • Mover la cabeza hacia atrás ligeramente
  • Dirigir la vista hacia arriba
  • Asir el envase de lágrimas artificiales empleando los dedos índices, medio y pulgar. No debe tocarse en ningún momento la punta del mismo
  • Separa ligeramente con los dedos el párpado inferior, alejándolo un poco del ojo
  • Verter una gota en la carúncula lagrimal (ángulo del ojo más cercano a la nariz), sin hacer contacto con el párpado
  • Parpadear repetidamente hasta lograr que la gota se esparza dentro del ojo
  • Realizar el mismo procedimiento en el otro ojo
  • Cerrar adecuadamente el envase y guardarlo en un lugar fresco y seco
  • Lavar las manos nuevamente.

Concluyendo

Nuestro sistema visual está dotado naturalmente de una película lagrimal, que cubre todo el globo ocular. Gracias a una serie de compuestos con propiedades antimicrobianas, osmóticas y reguladoras de pH las tres capas que componen esta película permiten mantener el ojo saludable y funcionando adecuadamente.

No obstante ciertos factores como los cambios hormonales, inflamación de ciertas glándulas oculares, y efecto de ciertos medicamentos inciden negativamente sobre este mecanismo. De esta forma, al fallar se produce sequedad ocular ocasionada por una producción insuficiente o de baja calidad de lágrimas.

Afortunadamente se han desarrollado una serie de productos denominados lágrimas artificiales, que imitan las propiedades fisicoquímicas de las lágrimas naturales. Sin embargo, para su empleo deben considerarse una serie de elementos, entre ellos la presencia o no conservantes.

De forma general se recomienda no emplear más de cuatro veces diarias, las que posean conservantes. A su vez, las que no poseen conservantes pueden emplearse hasta ocho veces al día. No obstante, es muy importante obedecer al pie de la letra las indicaciones que realice el oftalmólogo.

Para Rosalind la información que le suministré, y que también comparto en el post, fue realmente muy útil. De hecho, ella había omitido decirme que se encontraba en la etapa premenopáusica, por lo que la información le proporcionó mucha ayuda.

De hecho, además de preferir las gotas sin conservantes, incluyó en su dieta diversos alimentos ricos en vitamina A. Entre ellos la leche, huevos, pescado, hígado, zanahoria, batata, brócoli, espinacas y coles. Incluso decidió emplear mi formulación especial de Omega-3 sin contaminantes.

“La mayoría de las lágrimas artificiales contienen conservantes de tipo evanescente como el purito o el perborato sódico y el compuesto cuaternario más seguro policuaternio-1. La mayoría de estas formulaciones de lágrimas artificiales también están disponibles como unidades monodosis sin conservantes”

Avani Kathuria

Universidad Chapman

Irvine, California

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