Posiblemente te hayas dado cuenta, que en una consulta médica el primer procedimiento que se realiza es la medición de la tensión arterial. Gracias a este chequeo el médico puede obtener información de tu estado de salud actual y lograr predecir posibles riesgos. Uno de los más peligrosos es precisamente la hipertensión arterial.
De este tema, que causa muchas preocupaciones les voy a hablar a solicitud de Sylvia, una seguidora de Arkansas. Ella se comunicó conmigo porque necesitaba conocer algunos elementos, que le permitieran abordar una situación preocupante con su padre. Un paciente hipertenso, que generalmente no presta toda la atención necesaria al cardiólogo.
Sylvia me comentaba, que su padre se comportaba en ocasiones como un niño. Y para ella esto no es justificable, porque él apenas tiene 68 años y su estado mental es inigualable. Su principal preocupación se fundamentaba en la falta de disciplina por parte de su padre para tomar su medicina.
Su madre, fue la que le notificó que desde hacía unas tres semanas él había comenzado a tomar su medicamento de forma irregular.
Ellos le informaron de esta irregularidad a su cardiólogo, y gracias a la confianza entre ellos accedió compartir con él, por vía telefónica durante un largo rato. Sin embargo, esto no valió de nada y su padre continuó su comportamiento indisciplinado.
Ante esta situación, ella me solicitó que le suministrara información acerca de la hipertensión. Ella consideraba, que de esta forma podría abordar más eficientemente la situación con su padre.
Para que Sylvia manejara la información clave, le envié generalidades acerca de la hipertensión y sus efectos sobre el organismo. Incluso le hice hincapié en las secuelas, que se pueden producir cuando no es atendida adecuadamente.
Dada la relevancia de este tema, decidí compartirlo en mi página.
Actualmente se considera, que una persona posee hipertensión arterial (HTA) cuando su valor de presión arterial sistólica (PAS) es igual o superior a 130 milímetros de mercurio (mmHg). A su vez, esto debe ir acompañado de un valor de presión arterial diastólica (PAD) superior a 80 mmHg.
Para los especialistas, la HTA es una de las enfermedades crónicas más comunes y su rasgo esencial es la elevación persistente de la presión arterial.
Esta patología, ha sido una de las más estudiadas desde el siglo XX. La ciencia consideram, que esta es una de las comorbilidades de mayor peso para el padecimiento de insuficiencia renal y cardíaca, accidente cerebrovasculares e infarto al miocardio.
Vale destacar, que la definición y categorías de la hipertensión han ido modificándose a lo largo del tiempo. Sin embargo, los expertos coinciden en que la presencia de valores recurrentes de presión arterial de 140/90 mmHg o más deben someterse a tratamiento a fin de lograr el objetivo terapéutico de 130/80 mmHg o menos.
Cabe destacar, que la gran mayoría de los casos de hipertensión son idiopáticos. Es decir, se denomina hipertensión esencial o primaria. Caracterizada por ser multifactorial y no poseer una causa definida. Muchos expertos han sugerido desde hace tiempo, que un incremento de la ingesta de sal, eleva el riesgo de padecer hipertensión.
Se ha determinado, que dentro de los factores reconocidos como condicionantes para el desarrollo de la hipertensión esencial, se encuentra la capacidad genética del paciente para responder a la sal. Se sabe, que del 50 al 60% de las personas presentan sensibilidad a la sal, pudiendo llegar a desarrollar hipertensión.
De acuerdo a las estadísticas, más de mil millones de adultos a nivel mundial padecen hipertensión. De hecho se ha establecido, que un 45% de la población adulta está afectada por esta enfermedad. Se ha observado, que los niveles elevados de hipertensión no poseen diferencias en cuanto a nivel socioeconómico o ingresos.
Asimismo, la prevalencia de esta patología tiende a incrementarse con la edad. Se estima, que el 60% de quienes padecen esta enfermedad poseen más de 60 años.
El año 2010 se publicó la encuesta mundial de salud en la revista especializada Lancet. En ella se tomaron en cuenta los datos de pacientes pertenecientes a sesenta y siete países. De acuerdo al análisis la HTA representó a nivel mundial la principal causa de muerte, y de años de vida ajustados por discapacidad desde 1990.
En los Estados Unidos esta patología es responsable individualmente de más muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares, que cualquiera de los otros factores de riesgo modificables que existen. Se ha determinado, que incluso es la segunda causa de muerte que puede ser prevenida luego del tabaquismo.
De hecho, según un estudio realizado por expertos mundiales, cerca del 30% de la prevalencia de la hipertensión se atribuye a los elevados contenidos de sodio en la dieta.
De acuerdo a estimaciones realizadas recientemente, el número de pacientes hipertensos podría incrementarse del 15 a 20%. Esto quiere decir, que probablemente para el 2025 podría haber a nivel mundial unos 1.500 millones de personas hipertensas.
Es importante mencionar, que la hipertensión está asociada de forma directa con la propensión al padecimiento de enfermedades cardiovasculares.
Según los especialistas, cuando la hipertensión es tratada es posible lograr prevenir diversos procesos negativos asociados. Entre ellos destacan, infartos de miocardio, daños renales, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
Incluso se resalta, que bajar la presión arterial por debajo de 120/80 mmHg disminuye la presencia de patologías potencialmente mortales.
Es importante recordar, que la presión arterial es la fuerza producida por la sangre sobre el interior de las arterias. Su lectura se expresa en milímetros de mercurio (mmHg). Este valor se obtiene empleando un tensiómetro aneroide que utiliza un manómetro o mediante un tensiómetro digital.
De acuerdo a los especialistas, la tensión arterial óptima se encuentra por debajo de los 120/80 mmHg. Esto significa, que cada vez que el corazón se contrae o realiza el movimiento de sístole, la sangre se bombea con una fuerza de 120 mmHg.
A su vez, cuando el corazón se relaja y realiza el movimiento de diástole, para volver a llenarse de sangre, la fuerza desciende a 80 mmHg.
Cuando la presión arterial se mantiene por mucho tiempo con valores elevados, es denominada hipertensión. Esta patología genera una serie de efectos negativos en diversos tejidos y órganos de nuestro cuerpo. De allí la importancia de realizar un cambio de vida y controlar la hipertensión.
De acuerdo a los expertos, cuando las arterias se encuentran sanas se caracterizan por ser fuertes, elásticas y flexibles. Además de ello, su revestimiento interno se encuentra completamente liso, a fin de permitir el movimiento adecuado de la sangre.
Gracias a ello el flujo sanguíneo logra desplazarse libremente, permitiendo la adecuada nutrición y oxigenación a órganos y tejidos. Sin embargo, cuando una persona posee hipertensión durante un tiempo prolongado, se producen una serie de efectos arteriales negativos. Dentro de los más frecuentes podemos mencionar:
La HTA, causa diversas patologías a nivel cardíaco. Dentro de las más comunes se mencionan:
La ciencia ha comprobado desde hace tiempo, que el adecuado funcionamiento del cerebro, depende del suministro adecuado de sangre. De acuerdo a los especialistas, la HTA puede acarrear el padecimiento de:
Un ACV se produce cuando una zona del cerebro no recibe oxígeno y nutrientes en cantidades adecuadas. Otra causa del ACV es la presencia de vasos sanguíneos dañados por efecto de la HTA. Esto produce el estrechamiento o la ruptura de los mismos, pudiendo incluso conllevar a la formación de coágulos.
La HTA asociada con daños renales ha sido muy bien estudiada. En cuanto a la hipertensión ligada a daño renal se han realizado diversos estudios, que han permitido establecer que cuanto más elevada es la presión sistólica, mayor el daño renal.
Es decir, la presión diastólica elevada puede conducir a la presencia de nefropatía renal terminal. Por el contrario, la presión diastólica sólo causa deterioro del riñón cuando la misma se ubica sobre 100 a 109 mmHg, o cuando las lesiones renales son mayores.
Es importante recordar, que los riñones filtran el exceso de líquido y desechos sanguíneos. Pero este proceso no se produce adecuadamente cuando los vasos sanguíneos están deteriorados. La HTA causa el deterioro de los vasos sanguíneos presentes en los riñones.
Dentro de los daños más comunes por efecto de HTA, destacan:
La HTA también produce efectos negativos sobre los ojos. Ya que dentro de ellos, existen unos vasos sanguíneos muy pequeños y delicados, que se encargan de suministrarles la sangre. Dentro de los daños más comunes provocados por la HTA destacan:
La presión arterial o impulso de la sangre bombeada por el corazón permite que sus nutrientes, incluyendo el oxígeno, alcancen todos los sistemas corporales. Sin embargo, ciertas anomalías ocasionan que la presión arterial se eleve, acarreando una serie de procesos peligrosos.
Según los especialistas, la forma más generalizada de hipertensión se denomina hipertensión primaria. Revelado por las investigaciones, esta enfermedad se origina principalmente por la vejez y genética. Por ello, es común que a los ochenta años, cerca del 90% de los adultos presenten hipertensión primaria.
La misma se caracteriza por el estrechamiento de las arterias, ocasionado por la aterosclerosis. Así, los expertos afirman que a pesar de su prevalencia, este tipo de hipertensión no es ni deseable ni inevitable. Es decir, sin importar nuestra edad debemos tratarla.
Cabe destacar, que existe otro tipo de hipertensión denominada secundaria. La misma suele provocarse por otras causas, tales como el estrechamiento de la arteria aorta o de otras arterias, que irrigan los riñones.
Lo importante es que la HTA debe ser tratada, empezando con un estilo de vida adecuado evitando excesos de carbohidratos y grasas no saludables. Además, descartar el tabaco y alcohol, pero sobre todo si somos hipertensos, mantener una adecuada disciplina con los medicamentos.
En caso contrario, pondremos en riesgo diversos sistemas corporales fundamentales como el cardiovascular, renal, visual y nervioso.
Para Sylvia la información recibida, la cual comparto con vosotros en el post, fue de gran apoyo. Me comenta, que se atrevió a compartir esta información con su padre y realmente se asombró por su reacción.
Me comentó en tono jocoso, que su padre decidió cumplir adecuadamente con el tratamiento, motivado al cuidado de los ojos y el cerebro. Para ella fue algo lógico, pues su padre es un ávido lector y no quería renunciar a ello.
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9110933/
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https://www.healthdirect.gov.au/what-is-a-healthy-blood-pressure