Desde los inicios de la civilización se han buscado con ahínco ciertos remedios indispensables para aliviar dolencias y enfermedades. Esto permitió identificar, registrar y difundir el legado sobre las propiedades de singulares plantas medicinales. Y con el transcurrir del tiempo, este valioso conocimiento se transmitió a través de las generaciones.
Actualmente, gracias a la ciencia se ha logrado descubrir la enorme potencialidad de estas plantas. De allí, que sea indispensable que contemos con ellas en nuestros hogares.
De este tema tan trascendental les voy a hablar a solicitud de Irmgard, una seguidora de Pennsylvania. Ella es una adorable abuela de 78 años, que a finales del verano de 2021 se mudó con su esposo a otra localidad dentro del mismo estado.
Ella me comentaba, que desde siempre ha querido estar muy cerca de su familia y por fin después de muchos intentos consiguieron una casa cerca de donde vive su única hija.
Cuando Irmgard se comunicó conmigo realmente se sentía muy feliz de poder estar más cerca de sus hijas y sus cinco nietos. Además de ello, estaba muy a gusto porque la casa que logró adquirir tenía un invernadero. Ella me comentaba, que sus bisabuelos cuando llegaron a los Estados Unidos provenientes de Europa, nunca perdieron la costumbre de cultivar sus propios vegetales.
Aunque nunca los conoció, su abuela y su madre le inculcaron el amor por la naturaleza. Ella decidió comunicarse conmigo porque requería asesoría en cuanto a las plantas medicinales fundamentales a cultivar en su nueva casa. Realmente disfruté mucho conversar con Irmgard e intercambiamos algunas anécdotas de jardinería.
Así, preparé para ella un dossier donde le mencioné las características, propiedades y beneficios de ciertas plantas que considero especiales. Un tema tan útil no puede quedarse engavetado, por ello decidí compartirlo en mi página.
Según los registros históricos se sabe, que las plantas medicinales han sido un recurso invaluable en las comunidades locales de todo el mundo a lo largo de milenios. De acuerdo a la OMS una planta medicinal es cualquier especie vegetal, que posee compuestos que pueden emplearse con fines terapéuticos o sirven para sintetizar nuevos medicamentos.
La presencia de las plantas medicinales en nuestro entorno cercano, principalmente en el hogar, posee un rol destacado. Lamentablemente hoy en día se antepone como excusa para evitar cultivar plantas medicinales en casa, la falta de espacio. Sin embargo, existen muchos ejemplos positivos urbanos donde en pequeños espacios se cultivan especies con alto valor terapéutico.
Muchos aspectos relacionados con los sistemas tradicionales en el uso de la medicina son tomados en cuenta. Se da el caso de suministro inadecuado de medicamentos, los efectos secundarios de los mismos, ha llevado a hacer un énfasis mas directo en el uso de plantas medicinales como fuente de medicamentos para aliviar malestares y enfermedades.
Estudios científicos afirman que las plantas medicinales están usándose alrededor del mundo. Su calidad medicinal apoya los tratamientos de muchas enfermedades, que quizás de otra manera, sería de más dificultad su cura.
De hecho, además de sus potenciales efectos físicos, plantar y cuidar un huerto medicinal conlleva también beneficios psicológicos y educativos.
Su nombre botánico es Aloe barbadensis y de acuerdo a los últimos estudios genéticos se determinó, que es originaria de la península arábiga. Hoy en día se cultiva en muchas regiones tropicales alrededor del mundo y se emplea en infinidad de productos farmacéuticos, alimenticios y cosméticos.
Según los estudios, posee propiedades antialérgicas, antimicrobianas, antiinflamatorias, hepatoprotectoras, antiulcerogénicas, analgésicas, antisépticas, digestivas, antioxidantes, antihiperlipidémicas, inmunomoduladoras, antivirales, laxantes y antidiabéticas. Muchas de estas propiedades se deben a la presencia de los más de 200 compuestos que posee.
Dentro de sus principales compuestos destacan:
Esta planta puede sembrarse en las zonas 8 al 11 del USDA para Estados Unidos en recipientes al aire libre en las estaciones cálidas. No tolera frio ni heladas, en estaciones frías debes protegerla en invernaderos. En países de clima tropical puede sembrarse al aire libre.
El cultivo de esta planta se realiza principalmente por los beneficios farmacológicos obtenidos a partir de sus aceites esenciales. Esta planta posee diversas especies, pero la más empleada es conocida botánicamente como Cymbopogon citratus. Dentro de los compuestos más relevantes destacan el citral, acetato de geranilo, citronelal, y elemol.
Gracias a estos compuestos bioactivos esta planta exhibe diversos efectos farmacológicos. Dentro de ellos destacan: antiprotozoarios, antibacterianos, antifúngicos, antidiabéticos, antieméticos, antipiréticos, antioxidantes, antiinflamatorios, antiespasmódicos e insecticidas. Muchos de estos beneficios son aprovechados en la industria de conservación de alimentos, farmacéutica y cosmética.
Actualmente se están realizando estudios de laboratorio en células humanas y se ha verificado, que esta planta es prometedora en el control de ciertos tipos de cáncer, por ello se cree que puede coadyuvar en tratamientos con quimioterapia. Se ha empleado tradicionalmente para: adelgazar, desintoxicarse, control de náuseas y vómitos, fiebre, laringitis, dolor de cabeza y garganta.
El limoncillo se puede cultivar en las zonas 9 al 12 del USDA. Cuando se planta en exteriores puede desarrollarse muy bien como planta perenne en lugares libres de heladas. Es compatible con sitios soleados y bien drenados con riegos adecuados. En lugares más fríos, se puede plantar en contenedores y trasladarlos a sitios protegidos durante el invierno.
Esta planta cuyo nombre botánico es Rosmarinus officinalis, ha sido empleada desde hace siglos en la medicina popular. Además, muestra efectos clínicos positivos en: cefaleas, neuralgia intercostal, migrañas, insomnio, problemas emocionales, ansiedad, problemas de memoria y depresión. Dentro de sus principales propiedades destacan:
Estos efectos se deben a la presencia de ciertos compuestos como: terpenoides, aceites esenciales, alcaloides y flavonoides.
El romero es una planta de hojas perennes, sin embargo, le hacen daños los inviernos fríos y húmedos. Por ello se recomienda, que en Zonas USDA 7 o menores, se cultive en macetas bien drenadas y trasladarlas a un lugar protegido durante el invierno.
Esta planta es cultivada actualmente en todo el mundo. Sus semillas y hojas poseen usos culinarios, especialmente en ciertas regiones de Asia. De hecho, se emplea en la gastronomía de India desde hace unos 3.000 años, formando parte del curry.
Esta planta posee reconocidas cualidades medicinales, entre ellas: hipocolesterolemiantes, antidiabéticas, anticancerígenas, antiinflamatorias, inmunoprotectoras y antioxidantes. Se ha determinado, que contiene una serie de compuestos bioactivos, destacando entre ellos, la diosgenina, hederagina y trigonelina.
Se ha empleado para tratar la indigestión, ulceras gástricas, halitosis y dolores menstruales. Además de ello, se emplea externamente en el tratamiento del acné, eccemas, abscesos, urticarias, forúnculos y conjuntivitis.
Esta planta requiere al menos 4 a 5 horas de sol directo diarias, no obstante puede producirse en sombra parcial en climas cálidos. Sin embargo, en lugares más fríos es preferible cultivarla en un lugar soleado. Puede cultivarse todo el año en las zonas 9 al 11 del USDA.
La menta piperita es una conocida planta aromática, siendo un hibrido formado por el cruce de menta de agua y menta verde o hierbabuena. Esta planta originaria de Europa se cultiva ahora a nivel mundial, dentro de sus beneficios destacan:
Ello se debe a sus principales principios activos: mentol, citronelol, carotenos, tocoferoles mentona y limoneno. Los cuales le confieren propiedades antialérgicas, antiespasmódicas, antitumorigénicas, antioxidantes, antimicrobianas, antivirales, antiinflamatorias y anticarcinogénicas.
En las zonas 3 al 8 del USDA se pueden cultivar sin problema alguno y continuaran creciendo y desarrollándose año tras año.
Esta planta centenaria se denomina botánicamente Thymus vulgaris. Se menciona, que es originaria de la zona sur de Europa y ha estado vinculada durante generaciones a la gastronomía y usos medicinales. Según las reseñas históricas, se empleaba en el antiguo Egipto principalmente por sus propiedades gastroprotectoras, cardioprotectoras, antiinflamatorias, antisépticas e inmunomoduladoras.
A nivel del hogar puede beneficiarnos de diversas formas:
Malestares gastrointestinales: procesos diarreicos, vómitos, cólicos, flatulencia, dispepsia y parásitos
Problemas respiratorios: catarro, tos, amigdalitis, laringitis, bronquitis y resfriados
Esta planta es muy adaptable, pudiendo cultivarse en las zonas de rusticidad del 5 al 9 del USDA. No presentan necesidades especiales en cuanto a temperatura y humedad, pudiendo prosperar durante casi todos los meses del año. Sin embargo, su mayor periodo de crecimiento es durante los meses cálidos porque en invierno entra en reposo.
Esta planta pertenece al género Lavandula, siendo originaria del sur de Europa, noreste de África, Oriente Medio y sur de Asia. El aceite esencial de lavanda, obtenido a partir de las flores, está compuesta principalmente por de acetato de linalilo, linalol, acetato de lavandulilo y alcanfor.
En diversos estudios clínicos se ha comprobado el beneficio de esta planta principalmente por administración oral, aromaterapia o masaje. Los compuestos de esta planta ejercen efectos beneficiosos sobre el sistema nervioso, bien por inhalación como aplicado en la piel. Posee asimismo propiedades antidepresivas suaves, antiinflamatorias, antioxidantes y antibacteriales.
Se ha observado, que puede curar procesos infecciosos en la piel causados por hongos, además de aliviar quemaduras solares y repeler los insectos.
Puede prosperar y resistir en las zonas 5a a 9a del USDA. El invierno severo o un verano húmedo y muy lluvioso puede dañarla.
Esta planta es originaria de la India y es muy apreciada dentro de la medicina ayurvédica. Posee compuestos bioactivos destacados, tales como el ácido ursólico, betacariofileno, eugenol y linalol. Posee propiedades hipoglucemiantes, antiinflamatorias, antihipertensivas, neuroprotectoras, antimicrobianas, analgésicas y antihiperlipidémicas.
De allí, que se emplee en el control de glucosa sanguínea, presión elevada y niveles de lípidos. Además, posee efectos muy positivos en los procesos de estrés psicológico e inmunológico, dolores menstruales, indigestión y procesos ulcerativos. Asimismo, alivia las infecciones del tracto respiratorio, coadyuvando en la bronquitis, dolor de garganta, fiebre y congestión.
Esta planta es resistente en las zonas 10 y 11 del USDA. De hecho, puede cultivarse en cualquier época del año en las zonas más cálidas de los Estados Unidos, principalmente las que no padecen heladas.
El jengibre se denomina botánicamente Zingiber officinale. Su empleo como planta aromatizante y medicinal lleva siglos. El órgano donde se encuentran la mayor cantidad de principios bioactivos es el rizoma de la planta. Ellos son: los shogaoles, gingerol, zingerona y zingibereno. Posee además vitaminas, minerales, aminoácidos, fibras, proteínas, fitosteroles, vitamina A y ácido nicotínico.
Beneficios más relevantes del jengibre:
Estos efectos se deben a las propiedades de esta planta, dentro de las que destacan:
De acuerdo a los expertos, se sabe que las plantas de jengibre tardan unos diez meses en crecer. Quienes viven en la zona 7 del USDA o superior, pueden cultivar el rizoma de jengibre en el suelo. Sin embargo, en invierno el tallo y hojas morirán, excepto en la zona 10.
Por ello, quienes vivan en zonas inferiores a la 6 deben tomar las previsiones y sembrar el rizoma en una maceta para trasladarla en invierno a un sitio protegido.
Esta planta de hermosas flores llegó a América con los primeros colonos europeos. Sus pétalos se empleaban en la gastronomía como colorante y también en sopas, guisos, albóndigas, budines y vino.
Contiene elevados niveles de glucósidos, carotenoides, polisacáridos y aceites esenciales. Por ello, posee propiedades antinflamatorias, antisépticas, antieméticas, antibacterianas, cicatrizantes, emolientes, analgésicas y antifungicas. Ha sido empleado en el tratamiento de tumores dérmicos, lesiones en la piel, infecciones de boca y faringe, inflamación intestinal y trastornos del sistema nervioso.
Quienes vivan en las Zonas USDA por debajo de 6, pueden trasplantar desde la maceta al jardín, en primavera, después de las últimas heladas. En cambio, quienes vivan en las zonas 7 al 11 pueden sembrar las semillas directamente en el jardín en otoño.
Se puede afirmar, que poseer un huerto medicinal puede brindarnos la certeza de contar en casa con medicamentos naturales. De hecho, permite vivir momentos especiales de tranquilidad y recogimiento, brindándonos inspiración, además de salud mental y espiritual. Incluso, se ha comprobado su efecto en la descontaminación del aire circundante, pudiendo remover toxinas y gases tóxicos.
Son muchas las plantas, que pudieran haber formado parte de este reconocimiento como necesarias en el hogar. Sin embargo, no es casualidad que todas la que se han escogido, han formado parte de la gastronomía y del arsenal infaltable de los hogares a través de los siglos.
Así, la caléndula, aloe, romero, menta, fenogreco, jengibre, albahaca, lavanda, tomillo y hierba de limón, son consideradas indispensables.
Esto se debe a una serie de propiedades, dentro de las que destacan: antioxidantes, antiinflamatorias, cicatrizantes, antisépticas, analgésicas, emolientes, antidepresivas, antitumorogénicas, ansiolíticas, regeneradoras, hepaprotectoras, antihiperlipidémicas, antiespasmódicas, antialérgicas y neuroprotectoras.
La adorable abuelita Irmgard realmente quedó muy agradecida con la información que le envié, la cual comparto en el post. Ella me comenta, que el material además de útil fue para ella un poco conmovedor, pues le recordó mucho a sus bisabuelos. Ellos al igual que muchos inmigrantes europeos, no perdieron la oportunidad de mantener sus tradiciones introduciendo plantas comestibles y medicinales.
Ella me comentaba muy alegre, que ya tiene muchas macetas con semillas en su flamante invernadero. La mayoría son las plantas medicinales que les recomendé. Ahora ella está esperando con ansias la llegada de la primavera para plantarlas en un lugar especial de su jardín.
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