Recomendaciones Para Tratar Parásitos Intestinales y SIBO

Los parásitos intestinales han llamadola atención de los especialistas e investigadores. Ahora existe mucho esfuerzo centrado en el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO). Sin embargo, ambos trastornos deben ser considerados, especialmente si padecen ciertas condiciones crónicas, procesos inflamatorios y disbiosis.

La ciencia actualmente, sigue profundizando a los fines de obtener nuevas perspectivas terapéuticas.

Para muchas personas la presencia de estas dolencias constituye una molesta carga que muchas veces trastoca la vida cotidiana. Este es el caso de Jude, una seguidora de Utah, quien desde inicios de este año comenzó a presentar un proceso de SIBO.

Ella me comentó, que inicialmente las molestias presentadas eran parecidas a un retortijón ocasionado por ingerir ciertos alimentos en exceso. Sin embargo, al acudir al médico y realizar algunos análisis, se encontró que padecía de un parásito denominado Giardia.

Su médico tratante le prescribió algunos medicamentos antiparasitarios, que le ayudaron a controlarlo. No obstante, a los pocos meses volvió a presentarse el problema, y por ello decidió contactarme.

Jude realmente quería, que le aconsejara acerca de algunas alternativas naturales para el control de parásitos. Para honrar su solicitud, le envié información sobre los parásitos intestinales, incluyendo además el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO).

A su vez, dado el incremento de este tipo de afecciones a nivel mundial, consideré importante compartirlo en mi blog.

Una mirada sobre los habitantes imperceptibles del sistema digestivo y los parásitos intestinales 

El nacimiento marca un momento importante, porque el organismo se expone de forma acelerada a una cantidad elevada de bacterias. Ellas se encuentran presentes en las instalaciones hospitalarias, piel y leche materna.

De acuerdo a los estudios se ha logrado determinar, que al poco tiempo la cantidad de estos “inmigrantes pioneros” superan en número a las células del cuerpo humano.

En él, se encuentran diversas colonias de microorganismos, englobados bajo el término de microbiota. Ellos forman parte de la piel, cavidad oral, tracto respiratorio, tracto gastrointestinal, tracto genitourinario y ducto nasofaríngeo, entre otros.

Todos estos microbios, suman billones de microorganismos. Entre ellos destacan miles de especies diferentes, donde se encuentran bacterias, hongos, virus y parásitos.

Según los especialistas, en las personas sanas, estos microorganismos coexisten pacíficamente y se encuentran en mayor proporción en el intestino delgado y el colon. Para algunos estudiosos, la microbiota es considerada, como un “órgano” de apoyo, porque posee diversas funciones estratégicas en el organismo.

En la microbiota coexisten microorganismos útiles y otros potencialmente patogénicos. No obstante, la mayoría de ellos se consideran simbióticos (se benefician ellos y nosotros).

No obstante, ciertos factores desequilibran las poblaciones de los microorganismos benéficos, produciéndose procesos de disbiosis. Algunos de los más frecuentes son: las enfermedades infecciosas, alimentos no saludables, el estrés y empleo prolongado de antibióticos.

Generalidades acerca de los parásitos intestinales

De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un parásito es todo organismo que vive a expensas de un organismo huésped. Los parásitos que afectan al sistema digestivo, y otros órganos internos se denominan endoparásitos. Dentro de ellos resaltan los parásitos intestinales, en especial los protozoos y los helmintos.

Protozoos

Estos microorganismos unicelulares, se desarrollan a nivel intestinal y por lo general se transmiten por la vía fecal-oral. Es decir, se adquieren mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados, además del contacto de persona a persona.

Dentro de estos microorganismos, destacan la Entamoeba histolytica (causante de la amebiasis) y Giardia lamblia (causante de la giardiasis)

Estos parásitos poseen la habilidad de multiplicarse en el sistema digestivo empleando el mecanismo de división celular. Ello, puede llegar a producir infecciones graves, partiendo de tan solo un organismo. Por ejemplo, la Giardia es capaz de variar sus proteínas de superficie, produciendo una inhibición de nuestro sistema inmunológico.

Helmintos

Este tipo de organismos multicelulares, permite que sean observables a simple vista en su estado adulto. Ellos producen huevos o larvas, fuera del organismo antes de ser capaces de parasitar.

Este desarrollo en el entorno, muchas veces implica la necesidad de un huésped intermediario, como algunos animales, porque ellos no pueden multiplicarse en el interior del cuerpo humano.

Dentro de estos parásitos los más frecuentes en el intestino son los gusanos planos o platelmintos. Unos de los más comunes de este grupo, son los cestodos o tenias.

Destacan además, los gusanos de cabeza espinosa (acantocéfalos), sus formas adultas parasitan el tracto gastrointestinal. Muchos expertos coinciden en que los acantocéfalos son una forma intermedia entre los cestodos y los nematodos.

Otros parásitos comunes son los denominados gusanos cilíndricos o nematodos. Las formas adultas de este parásito además de parasitar el sistema digestivo, también lo hacen a nivel del sistema circulatorio. Incluso también pueden parasitar el sistema linfático y tejido subcutáneo.

¿Existe alguna relación entre los parásitos intestinales y las bacterias?

Diversos estudios han encontrado una asociación estrecha entre diversos parásitos intestinales y bacterias. De hecho, estas formas de vida han coevolucionado con el sistema inmunitario gastrointestinal.

Por ello, presenten una red de interacción bastante compleja a nivel de la mucosa intestinal. Cabe destacar, que casi la totalidad de los parásitos presentan características inmunomoduladoras muy potentes. Ello les permite colonizar y tolerar las condiciones intestinales.

A su vez, las bacterias intestinales también pueden desempeñar un papel en la modulación de la patogenicidad de un parásito. De hecho, se ha llegado a pensar que la virulencia de Entamoeba histolytica depende en gran medida de su interacción con las bacterias intestinales. De hecho, E. histolytica es capaz de cambiar la microbiota intestinal bacteriana hacia un perfil patógeno.

Ello lo logra, al fagocitar (ciertas células capturan y digieren partículas nocivas o alimento) selectivamente ciertas bacterias benéficas como los lactobacilos.  A consecuencia de ello, dichas alteraciones podrían empeorar la colitis bacteriana, una afectación inflamatoria de la mucosa del colon.

Recomendaciones para mantener a raya los parásitos intestinales

Estas son algunas recomendaciones válidas para detener la aparición constante de los parásitos

 

 

  • Evitar endulzar los alimentos y bebidas con carbohidratos simples como azúcares obtenidas de la caña, remolacha, frutas y productos lácteos.
  • Procurar ingerir mayor cantidad de ajo crudo o emplea ODORLESS GARLIC, si no toleras el sabor del ajo. Incluye también en tu dieta semillas de calabaza, granadas, remolachas y zanahorias. Todos estos alimentos se han empleado, de forma tradicional para controlar los parásitos.
  • Emplear alternativas naturales sin efectos secundarios. una de ellas es mi fórmula exclusiva TERMINATOR – LIQUID PLANT HERBAL BLEND con ajenjo. Otra alternativa muy sencilla es emplear semillas de papaya deshidratada y miel. De hecho, un estudio publicado el 2007 en Journal of Medicinal Foods, determinó el su efecto beneficioso sobre el control de los helmintos (gusanos) como los parásitos microscópicos
  • Mantener una adecuada hidratación a lo largo del día e incorpora mayor cantidad de fibra en tu dieta. Sus efectos prebióticos favorecen el incremento de las bacterias intestinales benéficas
  • Incluir probiótiocs en la alimentación.  Sin embargo, ciertos suplementos como PROBIOTICS 100 BILLION, que incluye diez cepas bacterianas también proporcionará amplios beneficios para lograr alcanzar el equilibrio adecuado de la microbiota intestinal. Ellas  ayudarán a tener una salud digestiva e inmunológica adecuada.
  • Incluir  enzimas digestivas en la alimentación, ellas restaurarán el normal funcionamiento del sistema digestivo, impidiendo la proliferación de parásitos. Una formula  excelente es mi  BROAD SPECTRUM ENZYMES.
  • Desparasitarse por lo menos una vez al año.  Se puede realizar el Reto Yo Puedo, con el consumo de jugos verdes por 21 días o efectuar el protocolo de 28 días con  plantas medicinales del KIT TERMINATOR, el cual contiene cuatro fórmulas de las cuales han sido señaladas TERMINATOR-LIQUID PLANT HERBAL BLEND y ODORLESS GARLIC, además de OREGANO OIL y  GALL BLADDER.

Generalidades acerca del SIBO

El SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth) o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, es actualmente uno de los trastornos más recurrentes. Se caracteriza por una proliferación excesiva de bacterias a nivel del intestino delgado.

Existen una serie de factores, que ocasionan la alteración del equilibrio de la microbiota a nivel del colon. Dentro de ellos destacan: empleo de antibióticos y corticoides, procesos infecciosos, incremento de la permeabilidad intestinal y presencia de parásitos.

Estos factores negativos estimulan la colonización de otros órganos, como el intestino delgado por parte de las bacterias del colon.

Vale destacar además, que el traslado del contenido alimenticio del intestino delgado al intestino grueso es considerado, un importante mecanismo de limpieza. Si esta falla, se hace más lento o se deteriora, las bacterias del intestino delgado comienzan a multiplicarse aceleradamente, y las del colon empiezan a moverse hacia el intestino delgado.

Cuando estos microorganismos aumentan su población, se incrementa el daño sobre la pared del intestino delgado. Además de ello, obstaculizan el proceso digestivo, fermentando una parte de los alimentos ingeridos, generando gas a nivel intestinal.

Dicha acumulación de gas, ocasiona ciertos síntomas característicos, como flatulencia, procesos diarreicos, estreñimiento, distensión y ruidos a nivel intestinal. Dentro de las bacterias  frecuentes en el SIBO destacan, Klebsiella, Escherichia, Estreptococos, Lactobacillus, Bacteroides y Aeromonas.

¿Cuáles son los síntomas del SIBO?

Según los especialistas, los síntomas del SIBO pueden parecerse a los de otras afecciones gastrointestinales, y a menudo otra afección ha contribuido al SIBO. Es posible que experimente algunos o muchos de estos síntomas, dependiendo de la gravedad de su afección:

  • Dolor abdominal
  • Náuseas
  • Distensión abdominal
  • Indigestión
  • Gases
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Pérdida de peso involuntaria
  • Cansancio.

Factores de riesgo para desarrollar sobrecrecimiento bacteriano de intestino delgado (SIBO)

Dismotilidad primaria

A manera de ejemplo, la gastroparesia o retraso del vaciamiento gástrico.

Adherencias

Son bandas de tejido cicatricial que se forman dentro del abdomen. Ellas pueden torcer o comprimir los intestinos, ocasionando obstrucción o bloqueo.

Fístula

Es una abertura anormal a nivel estomacal o intestinal que ocasiona la filtración de los contenidos a otra parte de nuestro organismo.

Obstrucción del intestino delgado

Esa puede ser completa o parcial y existen diversas causas. Dentro de las más comunes figuran las hernias, cánceres, adherencias, o el efecto secundario de algunos fármacos. Estos factores, impiden que los alimentos o las heces fecales pueden movilizarse desde el intestino

Presencia de divertículos en el intestino delgado

Se trata de pequeñas bolsas o sáculos, que sobresalen desde la luz del intestino hacia el exterior de éste. Esta anormalidad anatómica ocasiona una reducción del diámetro interno del intestino delgado, condicionando la ralentización de la digestión. Ello favorece el sobrecrecimiento de diversas bacterias.

Alteración anatómica posquirúrgica

En condiciones normales, el periodo posoperatorio conlleva el establecimiento de controles y tratamiento. Ellos se modifican gradualmente, mientras se restablecen los reflejos y las respuestas homeostáticas normales.

No obstante, algunos cambios estructurales post-quirúrgicos como la resección de la válvula ileocecal (extirpación del ciego y una parte del íleon), bypass gástrico o Y-de-Roux en ocasiones ocasionan procesos que predisponen al SIBO.

Esclerodermia

Esto ocurre a consecuencia de la sobreproducción y acumulación de colágeno en los tejidos corporales. Por lo general, estimula ciertos problemas a nivel del sistema digestivo, como acidez y dificultad para deglutir.

Asimismo, genera procesos diarreicos, calambres, hinchazón y estreñimiento. Incluso, podrían presentarse problemas para la absorción de los nutrientes, por efecto del crecimiento excesivo de las bacterias intestinales.

Hipotiroidismo

De acuerdo a los expertos, de siete a ocho personas de diez diagnosticadas de hipotiroidismo padecen desórdenes digestivos. Ello indica, la existencia de una alta correlación entre estas dos anomalías. Se ha observado, que la enfermedad de Hashimoto puede transformar el sistema inmunológico en un enemigo potencial.

Ello provoca que la glándula tiroides disminuya su producción de hormonas T3 y T4. Es importante resaltar, que esto ocasiona una retroalimentación positiva, ocasionando trastornos gastrointestinales que a su vez perjudican el adecuado funcionamiento de la tiroides.

Presencia de ciertas enfermedades

De acuerdo a los expertos, existe una predisposición genética a la Enfermedad de Parkinson. Sin embargo, ciertas condiciones ambientales como la presencia de H. pylori y SIBO han sido relacionadas con esta patología. De hecho se ha observado, que al tratar estas dolencias se mejora la condición clínica del afectado con Parkinson.

A su vez, ciertas enfermedades como la diabetes, virus de la inmunodeficiencia humana, cirrosis hepática, pancreatitis y  síndrome de intestino irritable, han sido asociadas con la presencia de SIBO.

Incluso, las personas que padecen obesidad mórbida, tienden a padecer SIBO. De hecho, un estudio reciente logró establecer, que los pacientes con obesidad mórbida asintomática presentaron un 17% de SIBO. Ello, en comparación con personas sanas sin obesidad, quienes apenas presentaron un 2,5 % de SIBO.

Alteraciones del pH

De acuerdo a los estudios, la hipoclorhidria o aclorhidria (déficit o ausencia de ácido gástrico) es ocasionada a consecuencia de diversos factores. Entro ellos destacan, ciertas intervenciones quirúrgicas, gastritis autoinmune o el empleo de antiácidos inhibidores de la bomba de protones.

De acuerdo a los expertos, el 99% de las bacterias presentes a nivel estomacal, mueren en 5 minutos bajo un ambiente fisiológico de pH gástrico. Por ello, la pérdida de la barrera protectora del ácido gástrico por cualquier causa, puede ocasionar SIBO.

En ocasiones, los bajos niveles de ácido gástrico, pueden presentarse como consecuencia del envejecimiento. Un claro ejemplo de ello, es la gastritis atrófica. De hecho, cuando existen bajos niveles de ácido gástrico puede ocasionar, que existan bacterias de las mismas especies a nivel estomacal, y en la primera porción del intestino delgado.

Asimismo, la hipoclorhidria puede también presentarse por efecto de un hipotiroidismo mal controlado. Incluso, la infección por H. pylori a nivel estomacal puede desencadenar una gastritis atrófica. Este efecto negativo ocasiona una reducción de la producción de ácido gástrico.

A su vez, los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol) empleados para la acidez estomacal, logran elevar el pH en dos unidades. Este efecto, en personas H. pylori negativa, ocasiona que esta bacteria eleve sus poblaciones en 50 a 100 veces más.

Tratamiento Natural para el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO)

El tratamiento natural para el SIBO permite reparar el revestimiento intestinal, contribuyendo así a detener el crecimiento excesivo de bacterias y aliviar la inflamación.  Es importante evitar determinados alimentos que lesionan la pared intestinal y en consecuencia, el organismo no los absorbe.  Así mismo es primordial seguir una alimentación rica en nutrientes requeridos  que pueda absorber el cuerpo.

Estos son algunas recomendaciones sencillas para  el SIBO:

1. Reducir los carbohidratos que fomentan el crecimiento bacteriano

La Literatura médica y Especialistas plantean que estos carbohidratos tienden a incrementar el SIBO

  • Cereales procesados, jarabe de maíz  alto en fructosa, jarabe de arce, trigo.
  • Azúcares procesados:  Contenidos mayoritamiento en caramelos de menta, chicles sin azúcar, medicamentos, edulcorantes artificiales.
  • Lácteos: Queso, leche
  • Granos

2. Utilizar plantas medicinales

De acuerdo a Investigaciones de Expertos, hay pruebas que demuestran las propiedades antimicrobianas de plantas medicinales, como el ajo, ajenjo, clavo, canela, orégano, especias, té de manzanilla para mejorar los problemas de SIBO.  Otras plantas medicinales que son utilizadas sus partes:  La cáscara e granada, el aceite de tomillo, el extracto de neem, propóleos, extracto de semilla de pomelo.

3.  Consumir probióticos

Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a mejorar la salud intestinal y pueden alviar los síntomas de SIBO al ser bien administrados.  Actúan en la modulación de la microbiota intestinal, así mismo ayudan a mantener la integridad del epitelio intestinal.  Es importante determinar cuales cepas son las necesarias y producen mejor resultado para las diferentes dolencias.

Aún cuando los probióticos mejoran la salud intestinal, Especialistas sugieren el no consumir probióticos en la primera etapa del tratamiento para el SIBO. ya puede provocar síntomas  como gases, hinchazón y confusión mental.

4.  Consumir el Aceite MCT

El aceite MCT proviene de  triglicéridos de cadena media, los cuales son extraídos del aceite de coco.  Este aceite promueve el crecimiento de bacterias intestinales saludables, permitiendo el fortalecimiento de la barrera intestinal, lo que evita que los microorganismos y antígenos invadan el tracto gastrointestinal.

5. Consumir Enzimas Digestivas

Las enzimas digestivas actúan como catalizadores con el fin de acelerar las reacciones químicas del organismo.  Se encuentran de forma natural en el hígado, páncreas, revestimiento intestinal, saliva. Su acción comienza en la boca al masticar los alimentos.

Al haber deficiencia de enzimas digestivas, la producción natural puede reducir y el cuerpo busca la manera más adecuada de digerir los alimentos, provocando dolor e inflamación estomacal.  Por eso se hace beneficioso el consumo de suplementos de enzimas digestivas, ya que ayudan a reducir los síntomas de SIBO.

Mi fórmula BROAD SPECTRUM ENZYMES ha sido diseñada para apoyar una digestión óptima.

 

PROBIOTICS 100 BILLION,  una excelente opción

Concluyendo

De acuerdo a lo que se sabe hasta ahora, el equilibrio intestinal es favorecido por ciertos factores clave. A saber, las contracciones musculares del tubo digestivo (peristaltismo), y la presencia de niveles adecuados de ácido clorhídrico estomacal.

Asimismo, también se suma el efecto protector de las bacterias benéficas de la microbiota y el adecuado desempeño de la válvula ileocecal. Ella constituye la principal barrera al reflujo de material proveniente del colon, además permite la regulación de fluidos y nutrientes entre el intestino delgado y colon.

Dichos mecanismos logran proteger la integridad anatómica y funcional del intestino delgado, impidiendo la proliferación excesiva de microorganismos. De acuerdo a los expertos, el sistema inmune del intestino representa la parte más extensa y compleja del sistema inmunitario.

Este tejido es capaz de detectar eficientemente, entre patógenos invasivos y antígenos inocuos. Sin embargo, cualquier tipo de desequilibrio de estos mecanismos, inciden sobre la modificación de la microbiota, particularmente sobre la del intestino delgado.

De allí la importancia de implementar estrategias holísticas, que permitan apoyar el adecuado desempeño intestinal. Dentro de esas estrategias destacan, incluir ciertos alimentos con efectos inhibidores de los parásitos, evitar los azúcares simples, emplear alternativas naturales, incluir probióticos naturales y en suplementos, además de enzimas digestivas.

Jude realmente se alegró mucho de haber recibido la información que comparto en el post. Ella me comentó, que realmente fue aleccionador darse cuenta que muchos de los problemas de su intestino delgado fueron provocados.

Es decir, su empeño en endulzar con mucha azúcar la mayoría de sus bebidas, ingerir poca fibra y pocos probióticos. Ella se comunicó conmigo luego de dos meses de haber iniciado algunos cambios, y sus resultados eran muy prometedores. De hecho, estos cambios los acompañó con mi fórmula especial de diez cepas de bacterias benéficas.

“Los probióticos actúan mediante múltiples mecanismos, como la modulación de la microbiota intestinal, el mantenimiento de la integridad del epitelio intestinal, el aumento de las citocinas antiinflamatorias y los factores de crecimiento, la producción de ácidos grasos de cadena corta y ramificada, así como la interacción con el eje cerebro-intestino mediante la regulación de las funciones endocrinas y neurológicas.”

Dr. Ted George Ody Achufusi

Universidad Estatal de Nueva York, Siracusa, Estados Unidos

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