Jarabe Expectorante De Cebolla Para Calmar La Tos


Actualmente se encuentran diversos medicamentos para la tos, que son administrados a los niños. Comúnmente, estos medicamentos no suelen ser eficaces y conllevan a la presencia de ciertos efectos adversos.

Desde hace mucho tiempo existe un jarabe capaz de expulsar la flema y aliviar la tos, sin efectos adversos. Esta antigua formula, se ha transferido por generaciones y con ella se elabora el conocido jarabe de cebolla.

De este tema tan recurrente, sobre todo en los niños, voy a hablar a solicitud de Michelle, una seguidora de Pensilvania. Ella es una joven madre de familia, que decidió solicitar información sobre alternativa no farmacológica para aliviar procesos de tos. Esto debido a que su hijo de ocho años, presentó durante algunos días eventos de tos con flema.

Ella y su esposo trasladaron a su hijo al pediatra y este le sugirió emplear algunos medicamentos analgésicos muy comunes. Sin embargo, ellos decidieron no administrarle dichos medicamentos, porque le habían ocasionado ciertos efectos indeseables cuando los empleó anteriormente.

Ante esta necesidad apremiante planteada por Michelle, le envié rápidamente información acerca de las propiedades y beneficios del jarabe de cebolla. Incluso se hizo hincapié sobre algunos estudios realizados sobre la cebolla y la miel. A sabiendas que la tos es muy frecuente en los niños, decidí compartir esta información en mi página.

Algunas generalidades acerca de la tos

De acuerdo a los expertos, la tos es una manifestación común e inespecífica del tracto respiratorio. Se ha establecido, que su función primordial es la de proteger las vías aéreas favoreciendo la expulsión de cuerpos extraños y secreciones respiratorias. La tos promueve una espiración explosiva, cuyo origen puede ser voluntario o favorecido por mecanismos reflejos.

Básicamente el mecanismo reflejo, presenta dos vías. Una denominada aferente, que comprende la participación de ciertos nervios ubicados en la laringe, tráquea y bronquios. Se ha observado, que los receptores superiores (tráquea y laringe) se comportan de forma más eficiente ante estímulos mecánicos, a su vez los receptores bronquiales, responden básicamente frente a estímulos químicos.

Se ha logrado establecer, que los receptores superiores presentan una menor adaptabilidad cuando ocurren estímulos repetidos. En cambio, los receptores de los bronquios pueden llegar a desarrollar tolerancia al estímulo.

Se debe destacar, que la vía aferente incluye al nervio vago y ramas del nervio glosofaríngeo. Se ha establecido que este nervio, promueve el movimiento de los músculos de la garganta. Además de ello, transmite la información de la garganta, amígdalas y lengua al cerebro. Esta información llega al centro de la tos, el cual se aloja en el sistema nervioso central.

A su vez, la otra vía denominada eferente, incluye los laríngeo y espinales motores. Estos se conectan con la faringe, músculos de las paredes del tórax y del abdomen, piso pélvico y diafragma.

La tos un mecanismo eficiente de defensa

La secuencia de la tos es un proceso muy interesante, que la ciencia mediante diversos estudios ha logrado desentrañar. Así, se ha encontrado que la tos inicia mediante un proceso de estimulación inflamatoria, térmica, química o mecánica.

Dicha estimulación ocasiona la realización de una inspiración profunda, cierre de la glotis, relajación del diafragma y una contracción muscular. Todo este evento secuencial produce una alta presión positiva a nivel del tórax, produciéndose un estrechamiento de la tráquea.

Seguidamente, cuando se produce la apertura de la glotis, la diferencia de presión entre las vías respiratorias y el exterior del cuerpo, produce velocidades similares a las del sonido. Ello favorece la expulsión de moco y cuerpos extraños.

La tos y el empleo de fármacos

Es muy común que los pediatras prescriban antitusígenos, mucolíticos y expectorantes cuando determinan, que la tos del paciente no es un mecanismo de defensa (tos productiva húmeda) sino simplemente una incomodidad. Esto se debe a la inexistencia de un tratamiento antiviral eficaz para las infecciones del tracto respiratorio.

Según los especialistas, más de la mitad de los niños menores de doce años emplean uno o más medicamentos. Se sabe, que principalmente se emplean productos de venta libre que incluyen fármacos para la tos y resfriado. Ente ellos destacan los antihistamínicos, antitusígenos, descongestionantes, expectorantes y antipiréticos.

Dentro de los medicamentos de venta libre más utilizados para la tos en los niños, destacan el dextrometorfano y la difenhidramina. Este último es un antihistamínico de primera generación, que posee efectos antitusivos, anticolinérgicos, antieméticos y sedantes.

De acuerdo a múltiples estudios, ambos fármacos no superan al placebo en el alivio de los síntomas nocturnos de los niños con tos y dificultad para conciliar el sueño.

Es importante resaltar además, que durante mucho tiempo la codeína fue considerada como un tratamiento muy común. Ello debido a que podría suprimir la tos mediante sus efectos sobre el sistema nervioso central. Pero no existen pruebas, que confirmen que ella se comporte mejor que el placebo para la tos aguda en niños.

Asimismo, el perfil de seguridad de este medicamento ha incidido en la prohibición de su empleo para la tos infantil. Por ello, muchas investigaciones actuales han movido su norte hacia la búsqueda de alternativas más naturales y sin efectos secundarios. Dentro de ellas destacan ciertos productos como la cebolla y miel.

Conociendo acerca de la cebolla

La cebolla, conocida botánicamente como Allium cepa, es una planta perteneciente a la familia liliácea al igual que el ajo, cebollín y puerro. Se produce en diversas altitudes y latitudes de diversos continentes, siendo considerado el cultivo hortícola de mayor importancia después del tomate.

Gracias a la versatilidad de las cebollas, son empleadas frecuentemente para preparar platos muy variados de diversas tradiciones y culturas.

Las cebollas poseen altos niveles de compuestos fenólicos (flavonoides), organosulfurados, polisacáridos y saponinas. Todos estos compuestos se relacionan en gran medida con las propiedades beneficiosas para la salud. Vale destacar, que en la cebolla se encuentran dos grupos de flavonoides: las antocianinas y flavanoles.

Las antocianinas confieren colores rojo o morado a ciertas variedades y los flavanoles como la quercetina, colores amarillo y marrón. Se sabe además, que se relacionan con el sabor y cuando son liberados por la enzima aliinasa, producen el olor y sabor característicos de este bulbo.

De acuerdo a lo estudiado se ha logrado desvelar, que dichos compuestos poseen diversas propiedades. Dentro de las más importantes destacan: antimicrobianas, antiplaquetarias, antibióticas, antiasmáticas, antioxidantes, antiinflamatorias, antiobesidad, antidiabéticas, anticancerígenas, antitrombóticas e inmunomoduladoras.

Asimismo, puede proteger las funciones de ciertos sistemas como el cardiovascular, hepatorrenal, reproductivo y respiratorio. Todos estos compuestos actuando en conjunto le confieren a la cebolla diversos beneficios para la salud.

Los estudios señalan efectos positivos de la cebolla sobre el sistema respiratorio

De acuerdo a estudios realizados en diversas bases de datos se pudo corroborar, que los diversos extractos de la cebolla poseen efectos muy importantes sobre los trastornos del sistema respiratorio.

Asimismo, se encontró que presentan efectos relajantes del músculo liso traqueal. Ello podría indicar un posible efecto broncodilatador, favoreciendo de esta forma la recuperación frente a diversas enfermedades respiratorias obstructivas.

Dentro de ellas destacan ciertos trastornos pulmonares inducidos por la exposición a agentes nocivos. Entre ellos  infecciones pulmonares, trastornos alérgicos e inmunológicos y cáncer pulmonar. De acuerdo a los expertos, este efecto preventivo se correlaciona con sus propiedades antioxidantes, inmunomoduladoras y antiinflamatorias.

A su vez, gran parte de dicha actividad se debe a la presencia de cantidades importantes de vitaminas A, del complejo B, C y E. Además de ello, influye en su efecto positivo los importantes niveles de fósforo selenio, hierro, calcio y cromo.

Posee igualmente fructooligosacáridos, compuestos que poseen elevados efectos prebióticos. Ellos pueden restablecer el adecuado funcionamiento de la microbiota intestinal benéfica y mejorar el funcionamiento del sistema inmune. Dentro de estos compuestos presentes en las cebollas, destacan principalmente la kestosa, nistosa, fructofuranosil nistosa e inulina.

Profundizando acerca de la miel

Las infecciones respiratorias víricas agudas (IRA) son una de las razones más frecuentes de visita médica a nivel mundial. De hecho, el 50% de alrededor de los cien millones de prescripciones de antibióticos anuales para las IRA, son prescritos inadecuadamente. Esto supone una grave amenaza debido a la resistencia, que logran desarrollar ciertos microorganismos frente a los antibióticos de empleo frecuente.

La miel es referida como medicina popular en muchos manuscritos antiguos de diversas partes del mundo. Sin embargo, su empleo a nivel de la medicina profesional, se encuentra infrautilizado. De hecho, su uso permitiría aprovechar su potencial antioxidante, en favor de la medicina tradicional actual.

Efectivamente, algunos estudios establecen que la miel supera a los antibióticos en el tratamiento de tos y resfriados. De acuerdo a la ciencia, la miel también es más eficaz que muchos medicamentos de venta libre.

Se ha sugerido incluso, que esta singular sustancia podría ser mejor que muchos de los tratamientos convencionales empleados actualmente. Especialmente para el combate de la congestión nasal, dolor de garganta, tos y congestión nasal. Es un alimento de fácil adquisición y además posee muy pocos efectos secundarios.

De acuerdo a diversas revisiones de bases de datos de diversos ensayos clínicos, con un universo de 1.761 personas de diversas edades, se encontraron hallazgos interesantes. En estos estudios se comparó el empleo de la miel con respeto a una serie de fármacos habituales. Entre ellos analgésicos, antihistamínicos, expectorantes y antitusígenos.

Al analizar los datos se observó, que la miel era más eficaz que los medicamentos usualmente empleados para combatir la gravedad y frecuencia de la tos. Incluso se debe resaltar, que se determinó que el tratamiento con miel acortaba la duración de los síntomas de la tos en uno o dos días.

Cebolla y miel: un jarabe expectorante ancestral con sello científico

Existen diversas evidencias del empleo de la miel por personas de todas las edades sin peligro de riesgos secundarios. Sin embargo, de acuerdo al NHS es importante no administrar la miel en niños menores de un año, por el riesgo de contraer botulismo.

Existen algunas fórmulas tradicionales, que emplean la miel y cebolla para elaborar el tradicional jarabe expectorante. .De acuerdo a ciertas investigaciones, la cebolla morada A efectos de evitar peligros, sobre todo en niños menores de un año, se emplea además una forma alternativa que en vez de miel utiliza azúcar moreno.

Jarabe para bebés a partir de seis meses

Ingredientes

  • Una cebolla morada o roja grande orgánica
  • Tres cucharadas de azúcar moreno.

¿Cómo lo realizo?

  • Corta la cebolla en rodajas grandes
  • Coloca las rodajas en un plato hondo y espolvorea el azúcar
  • Déjalo reposar durante algunas horas y colecta el jugo de cebolla que se acumula
  • Administra una cucharada cada hora al niño para ayudar a aliviar la tos
  • Lo ideal es realizar este jarabe a diario antes de emplearlo a fin de que mantenga todos sus principios activos.

Nota

No debe administrarse en niños menores de seis meses.

Jarabe tradicional expectorante de cebolla

  • Coloca una cebolla morada grande orgánica troceada en un frasco de vidrio de 250g
  • Añade tres cucharadas de miel orgánica y mezclar bien
  • Deja reposar ocho horas
  • Utiliza el jarabe resultante de la mezcla de la miel y el extracto de cebolla (irlo tomando por cucharaditas)
  • Prepara el jarabe a diario y tomalo durante una semana máximo.

Nota

Según los expertos, para la mayoría de adultos sanos y niños mayores de dos años, el jarabe expectorante de cebolla se considera seguro. Es importante no exceder su ingesta y tampoco administrarse en menores de un año debido al riesgo de botulismo.

No es aconsejable su consumo en personas diabéticas, intolerantes a la cebolla o hipoglucémicas. Dado el alto riesgo de procesos de interacción, no debe administrarse de forma simultánea con fármacos anticoagulantes.

Concluyendo

Los efectos negativos de los fármacos han hecho que, los investigadores se dediquen a profundizar sobre ciertas alternativas naturales. Una de ellas provino del empleo ancestral de componentes encontrados en la mayoría de los hogares, como cebolla y miel.

Se ha cuantificado, que el empleo exacerbado de antibióticos, además de los fármacos que se venden libremente, han causado muchos desequilibrios en los patógenos. Uno de los grandes errores, que ocurre frecuentemente es el empleo de productos con efectos antibióticos, bien para evitar la tos productiva o para aliviar el dolor de garganta.

Este error cuesta anualmente muchas vidas por efecto de la resistencia a los medicamentos que se induce sobre nuevas cepas microbianas. Afortunadamente muchos investigadores han empezado a reconocer la ventaja de su empleo. De hecho, el jarabe de cebolla y miel ha sido catalogado como una alternativa viable al alcance de la mayoría.

Su utilización es altamente segura y no produce resistencia sobre los patógenos, que causan afecciones a nivel del sistema respiratorio. De hecho, investigaciones recientes han logrado promover el empleo de esta alternativa en función de las investigaciones realizadas individualmente sobre la cebolla y miel.

Para Michelle la información recibida, la cual comparto con vosotros en el post, le ayudó a tomar decisiones. De esta forma, ella me comentó que se animó a elaborar el jarabe para dárselo a su hijo.

Ella misma considera, que ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado como madre. Principalmente porque le ofrece alternativas naturales a su hijo. De esta forma, evita contaminar su cuerpo con fármacos que a la larga causarían múltiples inconvenientes de salud.

“La miel es un remedio de uso frecuente y bien conocido por los pacientes. Además, es barata, de fácil acceso y tiene daños limitados. Cuando los médicos deseen prescribir para las infecciones respiratorias agudas, recomendaremos la miel como alternativa a los antibióticos. La miel es más efectiva y menos dañina que las alternativas de atención habituales y evita causar daños a través de la resistencia antimicrobiana.”

Hibatullah Abuelgasim

Oficinas de la División de Ciencias Médicas, Universidad de Oxford, Reino Unido

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