Anís Estrellado Y Orégano: Un Remedio Natural Contra Los Gases

Una de las molestias más generalizadas del sistema digestivo lo constituyen los gases. Esto suele ocurrir a cualquier edad, sin embargo, existen algunas conductas erróneas, que provocan su presencia. Existen una serie de fármacos, que se emplean para disminuir sus efectos, no obstante, todos en mayor o menor grado siempre producen ciertos efectos indeseables.

Gracias a ciertas tradiciones arraigadas por generaciones,  podemos contar con alternativas naturales para esta anomalía. Se trata del anís estrellado y orégano.

De este tema tan común en nuestra sociedad hablaré a solicitud de Winnie, una seguidora de Montana. Ella es una joven muy dinámica, que alterna los estudios universitarios con el trabajo y senderismo, su hobbie preferido.

Para Winnie, prácticamente no existe el ocio y pasa casi todo el día fuera de casa. Ella me comentaba, que su madre le recordaba que viviera de una forma menos agitada. Sin embargo, este es el estilo de vida que actualmente a ella le hace feliz.

A pesar de ello, Winnie decidió comunicarse conmigo para solicitar mi asesoría profesional. Ella me planteaba, que suele presentar gases con mucha frecuencia. De hecho, me dijo que había sentido que durante las últimas semanas de abril, los medicamentos no hacían efecto. Incluso, algunos de ellos llegaron a producirle estreñimiento.

Yo le mencioné, que muchos factores podrían estar influyendo sobre este problema. Le manifesté, que la vida agitada y el estrés conducen a la presencia de problemas gastrointestinales. A fin de ayudarle a calmar su problema de gases, le envié información acerca del anís estrellado y orégano. Ingredientes clave para un remedio natural, que funciona para evitar los gases.

Dado que este problema es muy generalizado, decidí compartir esta información en mi página.

Generalidades acerca de los gases

Todos los días cada persona elimina gases a través de la boca y del ano. Según los expertos, esta cantidad en promedio sería alrededor de unos 2,5 litros diarios. Este gas se produce principalmente por el aire que se traga al comer y beber. Influyen además, la descomposición de ciertos alimentos en el tracto digestivo y por efecto de las bacterias intestinales.

Cuando ocurre una acumulación excesiva de los mismos, se ocasionan ciertos procesos de distensión del sistema digestivo. Esto se conoce a nivel clínico como flatulencia y puede ser de origen gástrico o intestinal.

Se ha determinado, que entre el 5 al 15% del aire deglutido (en especial la fracción de oxígeno) es absorbida por la sangre en el intestino delgado. A su vez la sangre libera dióxido de carbono, que junto al oxígeno no absorbido se desplaza al colon.

Este gas se suma al que producen las bacterias por efecto de la descomposición de los restos alimentarios. Dentro de ellos podemos resaltar los alimentos con alto contenido de fibra, celulosa, proteínas, grasas y carbohidratos.

Vale destacar, que las bebidas gaseosas también actúan como agentes que estimulan la producción de gases estomacales e intestinales. Asimismo, el tipo de alimentos consumidos y la diferencia en la microbiota intestinal, marcan una diferencia. Es decir, promueven una mayor producción de gases en algunas personas.

Incluso, algunos alimentos pueden inducir mayor producción de gases en algunas personas y menos en otras. De hecho, existen algunos fármacos y ciertas enfermedades digestivas, que pueden ocasionar procesos de producción de gases. Entre ellas podemos resaltar, dispepsia intestinal y úlceras gástrica y duodenal.

Igualmente existen ciertos factores que afectan la calidad de vida, como el estrés, ansiedad o nerviosismo que aceleran el ritmo intestinal y provocan una mayor deglución de aire.

Otros factores causantes de gases

De acuerdo a los especialistas, el estreñimiento es un factor importante sobre la producción de gases. Ello se debe principalmente a que las heces que permanecen en el colon tienden a generar gases, favoreciendo su acumulación. De acuerdo a los expertos, las proteínas y grasas generan menos gases que los carbohidratos.

gases

Se ha establecido, que la gran mayoría de los carbohidratos presentes en los cereales liberan gases cuando son digeridos. De hecho, el cereal que menos produce gases es el arroz.

Cada vez que ingerimos alimentos sólidos o líquidos, tragamos aire. Sin embargo, la cantidad de aire ingerida es mayor  al:

  • Ingerir los alimentos y bebidas muy rápido
  • Tomar bebidas gaseosas o carbonatadas
  • Masticar chicle
  • Fumar
  • Emplear dentaduras postizas flojas o mal ajustadas.

Es importante resaltar, que el aire que se traga y no sale del estómago cuando se eructa, se desplaza hacia el colon y se expulsa por el ano. Es conocido, que algunos carbohidratos (fibra, azúcares y almidones) no se digieren completamente en el estómago e intestino delgado, pasando al colon. Una vez allí, las bacterias intestinales descomponen estos carbohidratos y generan gases.

Vale destacar, que la fibra insoluble presente en muchos alimentos permanece intacta y ejerce un efecto prebiótico y mejora la consistencia de las heces. Por otro lado, la fibra soluble es digerida y produce gases.

A su vez, la lactosa (el azúcar de la leche) es digerida mediante la participación de una enzima denominada lactasa. Por ello, cuando un niño posee deficiencia de lactasa en su aparato digestivo, la lactosa no digerida se fermenta en el colon, generando gases.

Suele ocurrir también en el 65% de la población adulta, debido al efecto denominado no persistencia de la lactasa. Cabe destacar, que otros azúcares, entre ellos la rafinosa, fructosa y sorbitol también pueden producir gases.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de los gases?

Los gases en nuestro cuerpo generan síntomas comunes, como la expulsión de gases intestinales, eructos y dolores o malestares abdominales. Es muy normal, que durante las comidas y posterior a ellas se eructe. Así, quienes tienden a eructar demasiado posiblemente tragan mucho aire al ingerir los alimentos, expulsándolo antes de ingresar al estómago.

Por lo general, la acumulación de gases produce un malestar denominado distensión abdominal, manifestado principalmente como sensación de llenura. Los gases también suelen producir dolor abdominal.

¿Cuáles patologías suelen causar exceso de gas o incrementar los síntomas?

De acuerdo a los expertos existen ciertas condiciones, que provocan el incremento de gases en nuestro sistema digestivo. Dentro de ellas podemos destacar:

El síndrome de proliferación bacteriana

Este es un trastorno, que ocurre por procesos de malabsorción. Esto acarrea una proliferación anómala o la modificación del tipo de bacterias presentes en el intestino delgado. Esta población bacteriana adicional puede acarrear la producción de gases adicionales, procesos diarreicos y pérdida de peso.

Generalmente, la proliferación bacteriana a nivel del intestino delgado es ocasionada por ciertas condiciones o complicaciones con otras enfermedades. Por ejemplo, las alteraciones anatómicas del estómago o del intestino delgado generan la estasis del contenido intestinal, induciendo proliferación bacteriana.

Se ha observado además, que ciertos trastornos de motilidad intestinal producen también proliferación bacteriana a nivel del intestino delgado. Dichos trastornos pueden estar asociados con amiloidosis, seudoobstrucción intestinal idiopática, hipotiroidismo, neuropatía diabética y esclerosis sistémica.

En adultos mayores, la aclorhidria (ausencia de ácido clorhídrico en el jugo digestivo) y las alteraciones idiopáticas de la motilidad intestinal pueden causar proliferación bacteriana.

Síndrome de intestino irritable (SII)

El SII por lo general se clasifica como una afección funcional. Esta anomalía provoca la alteración del funcionamiento de las actividades normales del organismo. Entre ellas podemos destacar la sensibilidad de los nervios a nivel intestinal, motilidad o la forma en la cual son controladas dichas funciones por el cerebro.

Este síndrome es frecuente y es el trastorno más recurrente, que es diagnosticado por los gastroenterólogos. Dentro de los síntomas más frecuentes se mencionan el estreñimiento, diarrea, inflamación, gases y dolor abdominal en la zona baja.

Enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE)

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es considerada una condición crónica ocasionada por efecto de la devolución del contenido estomacal hacia el esófago. Esto puede ocasionar acidez estomacal, además de irritación o daño esofágico por efecto de los jugos gástricos. Dentro de los factores de riesgo del ERGE, destacan:

  • Hernia de hiato: es una anomalía en el hiato diafragmático, una pequeña abertura ubicada por donde pasa el esófago por el diafragma (músculo que separa el tórax del abdomen)
  • Consumo excesivo de alcohol y tabaco
  • Esclerodermia (enfermedad autoinmune que induce producción excesiva de colágeno)
  • Embarazo
  • Obesidad
  • Recostarse después de comer sin esperar un lapso prudente (menos de tres horas).

Intolerancia a los carbohidratos

Según los expertos, esta intolerancia se refiere a la incapacidad de digerir determinados tipos de carbohidratos. Esto se produce a consecuencia de la falta de algunas enzimas intestinales. Aquí se incluye la intolerancia a la lactosa y fructosa.

Esta carencia enzimática ocasiona distensión abdominal, procesos diarreicos y gases. Por lo general, se puede controlar al eliminar el carbohidrato que lo causa.

Enfermedad celíaca

La enfermedad celíaca se considera un trastorno inmunológico. Esta enfermedad impide tolerar el gluten, una proteína presente en el trigo, centeno y cebada, deteriorando el revestimiento del intestino delgado. Ello impide una adecuada absorción de los nutrientes.

Cabe destacar, que este daño sobre el intestino delgado produce frecuentemente una serie de síntomas molestos. Entre ellos destacan: diarrea crónica, distensión y dolor abdominal, estreñimiento, heces blandas y grasosas, náuseas, vómitos y gases.

Patologías que afectan el movimiento de los gases a nivel intestinal

Es importante mencionar también, que algunas condiciones pueden impedir el adecuado desplazamiento de los gases a través del intestino. Dentro de ellas podemos mencionar las adherencias abdominales, que son bandas de tejido cicatricial contentivos de vasos sanguíneos y nervios. Por lo general se encuentran dentro de dos superficies, provocando la adherencia entre ellas, afectando la movilidad.

Esto suele ocurrir tras un evento traumático, una cirugía abierta o un proceso inflamatorio, impulsando la activación de mecanismos de reparación del tejido dañado. Ello produce que se genere tejido cicatricial.

Además de ello, otras condiciones como el síndrome de evacuación gástrica rápida, hernias abdominales, cáncer de colon y de ovarios, también afectan la movilidad intestinal de los gases.

Controlando naturalmente los gases

A fin de lograr estabilizar el funcionamiento del sistema digestivo y evitar los gases. Existen dos formas a nuestro alcance, que te permitirán lograrlo. Una es evitando ingerir o consumir pequeñas porciones de ciertos alimentos, y la otra empleando plantas medicinales con efectos comprobados.

alimentos-que-producen-gases

Esto son algunos de los alimentos, que debemos manejar con cuidado:

  • Frijoles
  • Coliflor
  • Brócoli
  • Champiñones
  • Coles de Bruselas
  • Cebollas
  • Espárragos
  • Alcachofas
  • Repollo
  • Duraznos
  • Peras
  • Manzanas
  • Salvado de trigo
  • Trigo integral
  • Pan
  • Cereal de desayuno
  • Leche completa
  • Queso
  • Yogur
  • Helados
  • Jugo de manzana y pera
  • Refrescos y bebidas carbonatadas
  • Bebidas elaboradas con jarabe de maíz de alta fructosa
  • Goma de mascar
  • Caramelos
  • Productos elaborados con sustitutos del azúcar (xilitol, manitol y sorbitol)
  • Alimentos procesados contentivos de fibra soluble como la inulina y fructooligosacáridos.

Cabe destacar, que existen dos plantas que han sido empleadas desde hace mucho tiempo en el tratamiento de los trastornos digestivos. Entre ellas destacan el anís estrellado y el orégano.

Generalidades acerca del anís estrellado

El nombre botánico de esta planta es Illicium verum, mientras que su nombre común se debe a que su fruto recuerda la forma de una estrella. Crece de forma natural en el sureste de China y en Vietnam. Actualmente se cultiva comercialmente en varios países, considerándose los de mayor producción India, Turquía, México y Siria.

El fruto de esta planta contiene ciertos principios bioactivos, resaltando entre ellos los fenilpropanoides, monoterpenoides, flavonoides, neolignanos y sesquiterpenoides.

De acuerdo a los estudios realizados el compuesto con mayor predominio en el aceite esencial del fruto es el trans-anetol. Además de ello, contiene otros compuestos en menor proporción. Dentro de ellos destacan el estragol, limoneno, linalol, canfeno, beta-mirceno, trans-ocimeno y terpinoleno.

Gracias a sus compuestos bioactivos, el anís estrellado exhibe propiedades tónicas (estimula jugos gástricos), antiespasmódicas (previene las contracciones dolorosas de los músculos intestinales) y carminativas (favorece expulsión de los gases). Posee igualmente efectos antimicrobianos. Según estudios de laboratorio puede controlar Candida albicans, Brotytis cinerea y Colletotrichum gloeosporioides.

Generalidades acerca del orégano

Esta planta es conocida botánicamente como Origanum vulgare, perteneciente a la familia Lamiácea al igual que la albahaca y salvia. Se considera una de las especies aromáticas más reconocidas, siendo originaria del norte de África, cuenca del Mediterráneo y parte de Asia. Esta planta ha sido también introducida en los Estados Unidos. A nivel mundial, destaca Turquía por su elevada producción.

El orégano ha sido empleado debido a sus propiedades carminativas, expectorantes y emenagogas (estimula flujo sanguíneo de la menstruación). Su tintura e infusión se ha utilizado en diversos trastornos respiratorios y digestivos. Dentro de los más frecuentes, destacan los procesos diarreicos, indigestión, tos y bronquitis.

De hecho, dentro de las recomendaciones farmacológicas de esta planta destaca su empleo en dolencias dermatológicas, respiratorias y digestivas, incluyendo el síndrome metabólico.

Las partes aéreas de esta planta presentan una serie de aceites esenciales de composición variable. Entre ellos destacan ciertos glucósidos fenólicos, flavonoides, taninos y terpenoides.

A su vez, el ácido rosmarínico es el principal ácido fenólico presente en esta planta. Contiene también, ácido cafeico, ácido vanílico y ácido protocatéquico, además de aceite esencial. El aceite esencial del orégano contiene cantidades importantes de carvacrol y timol, lo que potencia un importante efecto antibacteriano.

Hagamos nuestra decocción para combatir los gases

Ingredientes

  • 15g de frutos deshidratados de anís estrellado (unos quince frutos)
  • 15g de orégano (unas cinco cucharaditas rasas)
  • 1 litro de agua filtrada.

¿Cómo realizarlo?

  • Verter el agua en un recipiente mediano
  • Agregar el anís y el orégano
  • Llevarlo al fuego y ponlo a hervir
  • Cuando comience a hervir, bajar el fuego
  • Continuar hirviendo por cinco minutos
  • Separar del fuego y dejar reposar unos quince minutos
  • Colar y beber una taza de esta decocción después de cada comida.

Nota

Tomar un máximo de tres tazas diarias. No administrar en niños menores de doce años, mujeres embarazadas o en proceso de lactancia. Tampoco debe administrarse en pacientes alcohólicos o personas con enfermedades hepáticas, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, epilepsia y sensibilidad hormonal.

Es importante evitar consumir esta decocción con medicamentos anticoagulantes, antidiabéticos, además de suplementos minerales (zinc y hierro). Se debe evitar su uso en mujeres con cáncer de mamario, ovárico y uterino.

Concluyendo

Nuevamente las investigaciones logran desentrañar la ciencia detrás del empleo de ciertas plantas, que han sido tradicionalmente utilizadas por la humanidad. En este caso, se exalta el empleo del anís estrellado y orégano.

Gracias a sus múltiples propiedades, en especial la carminativa presente en ambas plantas, se favorece la expulsión de gases. Así al combinar ambas plantas, además de su efecto antiflatulento se promueve la desinflamación, mejora sustancialmente la digestión y se combaten algunas bacterias patógenas. Ello sin mencionar que esta decocción otorga un excelente efecto antiespasmódico.

Para Winnie la información recibida, que también comparto con vosotros en el post, fue muy oportuna. Ella, además de emplear la decocción de anís estrellado y orégano, decidió escuchar a su madre y vivir planificadamente. Ella me comentó muy contenta, que esto le ha permitido disminuir el nivel de estrés en su vida.

Y por cierto, la decocción de anís y orégano ha sido para ella la alternativa perfecta sin efectos secundarios. De hecho, le ha permitido evitar la presencia de gases en los momentos más importantes de su apretada agenda.

“Esta especia con sabor a regaliz procedente de China, es un increíble antioxidante con propiedades antifúngicas, que ayudan a aliviar la cándida y la indigestión. El té de anís estrellado se toma mejor después de las comidas para aliviar la hinchazón y el malestar estomacal”

Nicole Mahabir

Fundadora y Directora de JAI Wellness

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