¿Tienen Los Mismos Síntomas De Infarto Los Hombres y Las Mujeres?

Actualmente las enfermedades cardiovasculares (ECV) en las mujeres están infradiagnosticadas. Esta gran desventaja se debe a la dificultad de su diagnóstico, además del paradigma dominante de que las ECV afectan en mayor medida a los hombres.

De allí la importancia de estar conscientes de que las mujeres presentan síntomas atípicos durante un infarto.

De este tema, que muchas veces suele resultar incómodo voy a hablar a solicitud de Kristen, una seguidora de Georgia. Ella es una maestra jubilada desde hace unos diez años, sin embargo, no se encuentra fuera de forma porque siempre ejercita sus habilidades con los nietos.

Ella se comunicó conmigo, debido a ciertos desencuentros con su esposo e hijas, debido a que los considera un poco exagerados para abordar los problemas de salud.

Kristen me comentó, que a mediados de la primavera ella presentó problemas para respirar y debilidad general. A pesar de no presentar estos síntomas frecuentemente, ella no se alarmó y simplemente ese día reposó largamente.

No obstante, su esposo e hijas le insistieron que debía ir al médico para un chequeo general. Ella nunca accedió y estos síntomas no volvieron a aparecer, aunque en otra ocasión presentó náuseas y vómitos.

Kristen nuevamente hizo caso omiso de las recomendaciones de su familia, sin embargo, ella ha sentido algo de dudas y también un poco de remordimiento por no acatar la sugerencia.

Precisamente ella me contactó, para saber mi apreciación. Le respondí inmediatamente y le sugerí visitar al cardiólogo, insistiéndole que las mujeres presentan sintomatologías atípicas del sistema cardiovascular.

A fin de brindarle una mejor orientación, le preparé un dossier contentivo sobre los problemas cardiovasculares propios de las mujeres. Ya que las enfermedades cardiovasculares, representan una de las principales causas de muerte en las mujeres. Por ello, consideré importante compartir este artículo en mi página.

Una realidad que no se percibe en toda su magnitud

Las investigaciones clínicas existentes hasta ahora han logrado detectar los factores de riesgo de las ECV relacionadas con el género. Sin embargo, aún falta por implementar su aplicación a nivel clínico. Esto en muchas ocasiones suele conducir a diagnósticos erróneos y a tratamientos inadecuados en muchas mujeres con ECV.

A fin de seguir evitando estas conductas erróneas se deben implementar los factores, y la sintomatología propia de las mujeres. Ello permitiría lograr una influencia positiva sobre ellos, logrando así mejorar sustancialmente el tratamiento. De esta forma se podría disminuir la morbilidad y mortalidad de las ECV en mujeres con esta patología.

Por lo general, cuando las personas hablan acerca de las consecuencias de las enfermedades coronarias suelen pensar en un hombre. Sobre todo, en uno que posee hábitos de vida poco saludables. Por supuesto, que este hombre pose una alta probabilidad de sufrir un infarto al miocardio o un accidente cerebrovascular (ACV).

No obstante, debemos resaltar que esto también puede ocurrir en una mujer con malos hábitos de vida. Incluso, muchas personas cuando ventilan los problemas de salud de las mujeres, generalmente piensan en cáncer mamario.

Debemos subrayar, que las cardiopatías y ACV son la principal causa de muerte de las mujeres a nivel mundial. En el caso de los países de bajos ingresos, las ECV solo se encuentran por debajo de las infecciones de las vías respiratorias inferiores, trastornos neonatales malaria y diarrea.

A su vez, los ACV se encuentran muy cercanas a las cardiopatías, considerándose la segunda causa de muerte de las mujeres a nivel mundial. En los países de altos ingresos, representarían la tercera causa de muerte y la sexta en países de bajos ingresos.

Factores de riesgo comunes de Enfermedades Cardiovasculares en hombres y mujeres

Dentro de los factores de riesgo tradicionales, comunes a mujeres y hombres destacan:

  • Obesidad
  • Tabaquismo
  • Diabetes
  • Colesterol
  • Hipertensión
  • Antecedentes familiares
  • Síndrome metabólico (presencia simultánea de obesidad, hipertensión, diabetes e hiperlipidemia)
  • Niveles elevados de proteína C reactiva (esto constituye un signo de enfermedad inflamatoria, que podría estar asociada con otros factores de riesgo cardiovascular).

A pesar de que las mujeres y hombres comparten muchos de los factores de riesgo clásicos, la importancia relativa de los mismos es diferente. De acuerdo a ciertos expertos se ha establecido, que la hipertensión, edad, colesterol total y el colesterol malo o de baja densidad (LDL) influyen más en los hombres.

A su vez, los niveles de triglicéridos, lipoproteínas de alta densidad o colesterol bueno (LDL) diabetes y tabaquismo influyen principalmente en las mujeres.

Influencia del envejecimiento sobre las enfermedades cardiovasculares

De acuerdo a los especialistas, las ECV se correlacionan de manera significativa con la edad, pero varían en función del sexo. Así, en los hombres el perfil de riesgo de ECV se incrementa linealmente con el tiempo. Además de ello, el proceso de aterosclerosis permanece en constante crecimiento.

A su vez, las mujeres durante la edad fértil se encuentran protegidas de la aterosclerosis, por el efecto benéfico de los estrógenos. Sin embargo, se debe resaltar que la incidencia de ACV entre las mujeres menopáusicas, se incrementa significativamente.

Según las estadísticas, la prevalencia de la hipertensión en mujeres mayores de 75 años supera a la de los hombres.

Influencia de la hipertensión sobre las ECV

Muchos estudios han logrado detectar, que la hipertensión posee una estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares. Además de ello, se poseen pruebas de que ocasiona ACV, hipertrofia ventricular izquierda e insuficiencia cardiaca (diastólica).

También existen diferencias entre hombres y mujeres en la presión arterial (PA) sistólica y diastólica. Así se ha observado, que la PA sistólica es mayor en los hombres jóvenes que en las mujeres jóvenes. Incluso se ha establecido, que en hombres jóvenes es más frecuente la hipertensión sistólica aislada.

Influencia del colesterol sobre la ECV

El colesterol total es un factor de riesgo cardiovascular importante en hombres y mujeres. Sin embargo, los niveles elevados de LDL tienden a incrementar el riesgo cardiovascular en los hombres. A su vez, los niveles de HDL tienden a elevar el riesgo cardiovascular en las mujeres.

A edades tempranas (menos de cincuenta años) las mujeres tienen menos riesgo de padecer hipercolesterolemia, que los hombres. Sin embargo, los niveles de LDL se incrementan un 14% durante la menopausia. Esto implica, que las mujeres mayores de 65 años poseen un promedio mayor de LDL que los hombres.

La ciencia ha logrado establecer, que la reducción del HDL está asociada con la cardiopatía isquémica. Ello incluye mujeres jóvenes y mujeres adultas mayores, además puede ser un predictor de mortalidad por cardiopatía isquémica.

Este efecto es mayor en mujeres, que en hombres. Incluso se corroboró en estudios reconocidos como el Framingham, que un HDL bajo en mujeres, implica mayores riesgos de cardiopatía isquémica.

A su vez se ha establecido, que la prevalencia del colesterol total elevado es similar entre mujeres y hombres. Según un metaanálisis, la reducción de cada mmol/L de colesterol total puede disminuir el riesgo de mortalidad por cardiopatía isquémica.

Este efecto es similar en hombres y mujeres, incluso es posible lograr reducciones del 50% en la mediana edad temprana (40-49 años). A su vez, cerca de un tercio en la mediana edad tardía (50-69 años) y alrededor de una sexta parte en la tercera edad (70-89 años).

Influencia del tabaquismo sobre la ECV

Muchas investigaciones realizadas hasta ahora han demostrado de forma fehaciente, que el tabaquismo impulsa el padecimiento de ECV. Según los expertos, esto produce unos seis millones de decesos anualmente.

A edades más tempranas (menos de 50 años) el tabaquismo perjudica más a las mujeres que a los hombres. De hecho, aunque ambos fumen el mismo número de cigarrillos al día, el efecto negativo es más evidente en las mujeres.

La relación entre el tabaquismo y el mayor riesgo de ECV en mujeres que en hombres, fue establecido por vez primera en un importante estudio realizado por científicos daneses.

De acuerdo a este estudio se demostró, que las mujeres fumadoras presentan un riesgo de ECV 50% más elevado que los hombres fumadores. Incluso, las mujeres poseen mayor riesgo que los hombres, de sufrir un primer infarto agudo de miocardio.

Según los especialistas, esto ocurre por la disminución de la vasodilatación de la pared endotelial dependiente de los estrógenos.

Influencia del peso sobre la ECV

Una gran cantidad de estudios han logrado establecer, que existe una relación estrecha entre el peso corporal y la ECV. Además de ello, diversos análisis a gran escala han demostrado que la relación entre el índice de masa corporal (IMC) y las ECV son casi idénticas entre hombres y mujeres.

No obstante se ha encontrado, que los riesgos de padecer un ACV son mayores en los hombres cuando se producen incrementos del IMC. Un estudio publicado el 2009 en The Lancet (Prospective Studies Collaboration) mostró, que a mayor IMC mayor es el riesgo de cardiopatía isquémica.

Así en el caso de las mujeres se obtuvo un incremento de 1,35 y de 1,42 en los hombres. A su vez, el incremento de riesgo de ictus mortal fue de 1,30 en mujeres y 1,50 en hombres.

Influencia de la diabetes sobre la ECV

Según los expertos, la diabetes puede incrementar el riesgo de cardiopatía coronaria de tres a siete veces en las mujeres y de dos a tres veces en los hombres. De acuerdo con un metaanálisis, las mujeres diabéticas presentan 50% más de riesgos, que los hombres diabéticos de padecer cardiopatía coronaria mortal.

Para los investigadores esto se debe, a que en las mujeres se producen diversos efectos multifactoriales. Por lo general, estos efectos podrían estar relacionadas con una mayor presencia de factores de riesgo. Es decir, elevados niveles de inflamación, menor tamaño de los vasos coronarios y una respuesta menos favorable al tratamiento de la diabetes.

Según algunos estudios se ha logrado constatar, que la insuficiencia cardiaca también se ve influida grandemente por la diabetes. De hecho, la presencia de diabetes puede incrementar el riesgo de insuficiencia cardiaca (IC) en un 40%.

Las mujeres presentan factores de riesgo atípicos

El diagnóstico preciso de las ECV en las mujeres no se realiza de forma adecuada debido a la falta de reconocimiento de los síntomas. Es decir, muchas veces no se relacionan con patologías cardíacas o bien no “encajan” dentro de las definiciones clásicas.

Cabe destacar, que por lo general las mujeres tienden a desarrollar síntomas más sutiles cuando ocurre un ataque al corazón. Por esta razón, es difícil de diagnosticar, principalmente si el médico solo pretende guiarse por los síntomas habituales de un infarto.

Según los especialistas, las mujeres son mucho más propensas a presentar síntomas que no son propios del infarto. Por lo general, un síntoma clásico de dolor en el pecho se aplica tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, las mujeres suelen presentar ciertos síntomas atípicos como dolor de espalda, falta de aire e indigestión.

De hecho, a veces solo presentan estos síntomas y nunca expresan molestias a nivel del pecho.

Dentro de los factores de riesgo relacionados específicamente con las mujeres, o que las afectan en mayor medida destacan:

  • Valores elevados de testosterona antes de la menopausia
  • Incremento de los niveles de tensión arterial durante la menopausia
  • Padecimiento de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide
  • Presencia de estrés y depresión
  • Bajo nivel de concienciación sobre los factores de riesgo.

Según los especialistas, la falta de reconocimiento de las afecciones mencionadas anteriormente constituyen un factor de riesgo en sí mismo.

Manifestaciones de un infarto en mujeres

Existe un síntoma en común con el infarto en los hombres. Se trata de un dolor a nivel torácico o a nivel a nivel del pecho. Por lo general, este dolor irradia hacia irradia hacia el brazo izquierdo, sin embargo, el brazo derecho también puede doler.

No obstante, existen una serie de síntomas que ocurren frecuentemente en presencia de un infarto en las mujeres. Así de acuerdo a la Asociación Americana del Corazón (AAC), y la fundación española del Corazón, resaltan:

  • Presión incómoda, además de opresión y dolor en el centro del pecho. Según los expertos, este efecto podría durar algunos minutos. También, puede desaparecer y volver a aparecer
  • Presencia de dolor o molestia en uno o ambos brazos, puede además la mandíbula, estómago, espalda y cuello
  • Falta de aire, que puede ir acompañada o no de dolor a nivel del pecho
  • Cansancio y debilidad a nivel de todo el cuerpo
  • Presencia de náuseas, mareos y sudoración fría.

Según los especialistas de AAC, al igual que en el caso de los hombres, el síntoma de infarto más frecuente en las mujeres es el dolor a nivel del pecho. Sin embargo, las mujeres presentan mayor propensión que los hombres a experimentar otros síntomas. Entre ellos, la falta de aire, dolor a nivel de la espalda o la mandíbula, náuseas y vómitos.

Concluyendo

Como se pudo observar, el infarto al miocardio no es una patología exclusiva de los hombres. De hecho, la diabetes y estrés emocional suelen afectar en mayor medida a las mujeres que a los hombres. Asimismo, la diabetes puede incrementar los riesgos de padecer un ataque cardíaco silencioso, al cambiar la forma en que se percibe el dolor.

El estrés emocional y la depresión son factores, que afectan en fuertemente el corazón de las mujeres.

Vale destacar, que la inactividad, tabaquismo y menopausia representan factores de riesgo que afectan más a las mujeres que a los hombres.

Es importante resaltar, que según la AAC, las mujeres además del típico dolor a nivel del pecho presentan otros síntomas, que no se observan en los hombres. Entre ellos destacan: dolor a nivel de la mandíbula, estómago, espalda y uno o ambos brazos. Puede también ocurrir falta de aire, cansancio, debilidad generalizada, mareos, náuseas y sudoración fría.

Para Kristen la información recibida, la cual comparto en el post, fue muy aleccionadora. Ella se sintió muy agradecida, y de hecho consideró inmediatamente asistir al cardiólogo. Afortunadamente las pruebas arrojaron, que su corazón funcionaba perfectamente, en efecto sus niveles lipídicos, tensión y glicemia se encontraban impecables.

No obstante, lo ocurrido le hizo reflexionar. Actualmente ella no baja la guardia, y procura mantener un sano régimen alimenticio, a la vez que realiza actividad física a diario con sus nietos e hijas.

De hecho, procura mantener los niveles de estrés muy bajos. También le comentó a su cardiólogo, que ahora conocía con mayor precisión las diferencias entre hombres y mujeres relacionadas con ECV. Esto para mí fue el mejor agradecimiento que pude recibir durante las últimas semanas.

“En la actualidad se han identificado los factores de riesgo relacionados con el género, pero falta su aplicación clínica, lo que conduce a un diagnóstico erróneo y a un tratamiento deficiente de las mujeres con ECV. Es necesario abordar la sintomatología y los factores de riesgo específicos del género para optimizar el tratamiento”

Tracey Keteepe-Arachi

St George’s University of London

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