De acuerdo a los datos estadísticos se puede afirmar, que en la actualidad más de un tercio de los adultos estadounidenses padecen obesidad. Todos conocemos al menos una persona que lucha por mantener la pérdida de peso.
Sin embargo, no siempre este deseo va unido a la voluntad y menos a objetivos realistas. Esto crea en muchas personas graves situaciones de peligro para la salud.
De este tema he conversado en reiteradas oportunidades, y vuelvo a tratarlo a solicitud de Olivia, una seguidora de New Jersey. Ella es una secretaria, madre de dos jóvenes de 23 y 26 años de edad. Cuando ella se comunicó conmigo me comentó, que estaba preocupada por su hijo menor, pues a él no le importaba cuidar su peso.
Ella me decía, que siempre ha estado pendiente de enseñarles el valor de una alimentación sana y balanceada. Pero desde que su hijo comenzó en la universidad su alimentación se desbalanceó, perdió calidad y no siguió horarios. Esto, lo llevó a aumentar mucho de peso, cosa que a ella le inquietaba porque conocía los problemas de salud que acarrea la obesidad.
La obesidad, un problema de salud pública
La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial, pues es predictora de enfermedades crónicas como diabetes tipo2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Es muy importante que tu estilo de vida sea saludable, no solo la alimentación con los nutrientes que el organismo requiere, sino actividades físicas para que el cuerpo se mantenga en movimiento. Todo esto debe estar acompañado de pensamientos de optimismo. Es la mejor forma de combatir el sobrepeso y la obesidad.
Olivia deseaba, que le suministrara información sobre los problemas que puede ocasionar la obesidad, para hacérsela llegar a su hijo. Ya que ella estima muchos los conocimientos que imparto en mis artículos.
Con todo gusto y de inmediato comencé a preparar la información para Olivia. Dada su importancia, la comparto con todos en mi página.
Hablando un poco acerca de la obesidad
La obesidad es una enfermedad compleja, que afecta a todo el organismo puesto que es el almacenamiento del tejido adiposo o la grasa producto de la malabsorción de alimentos entre otras cosas. Durante las últimas 5 décadas, esta epidemia se ha agravado, convirtiéndose en una enfermedad sumamente compleja, siendo la segunda causa de muerte evitable después del tabaquismo.
Investigaciones realizadas afirman, que una reducción de tan solo 5 al 10% del peso produce mejorías. De hecho, este modesto porcentaje podría actuar como un estímulo para incentivar la realización de un cambio mayor. Es decir, alcanzar una pérdida de peso sostenible, a partir de pequeños pasos donde se vayan incrementando las metas.
Un estilo de vida saludable, el apoyo de organismos sanitarios y la educación necesaria constituirían un gran logro. Es una compleja acción que compete a los especialistas en salud y nutrición, quienes han comprobado que tanto la obesidad como el sobrepeso constituyen un gran problema sanitario.
Juegan un papel fundamental allí, la genética, los hábitos, así como el comportamiento. Vale destacar, que posee una enorme influencia de la actividad física, aptitudes personales, educación y las estrategias actualmente empleadas en el marketing de los alimentos.
La obesidad tiene efectos tanto en la salud mental como en la calidad de vida, ya que ambos sufren una degeneración progresiva. Esto representa causa de mortalidad, en los Estados Unidos y mundialmente.
Los investigadores y expertos consideran que un estilo de vida saludable está constituido tanto por un buen régimen alimenticio como la realización de actividades físicas. Un sencilla metodología consistente en equilibrar el número de calorías que se consumen, con las que el cuerpo utiliza.
Causas de la obesidad
El consumo de alimentos y el gasto de energía son los que determinan el peso de una persona. Si ingieres más calorías de las que quemas, vas a aumentar de peso, ya que el organismo almacena el exceso de energía . Si ingieres menos calorías de las que quemas, perderás peso entonces.
Las causas más comunes de la obesidad son:
1. Inactividad física
Cuando las personas son sedentarias tienden a quemar menos calorías que las que están en pleno movimiento. Según La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) , existe una correlación entre la inactividad física y el aumento mostró una fuerte correlación entre la inactividad física y el aumento de peso en las personas tanto hombres, como mujeres.
2. Alimentación inadecuada
La obesidad se va desarrollando poco a poco, siendo el resultado de una alimentación inadecuada y un pobre estilo de vida. Dentro de esa pobre alimentación se destacan:
- Comidas procesadas que contienen alto contenido de grasas no saludables y azúcar.
- Comer fuera de la casa: son comidas no saludables puesto que son preparadas con aceites hidrogenados, de igual forma los postres contienen demasiada azúcar. Es recomendable no hacer hábito de comer fuera.
- Consumir bebidas azucaradas en exceso: Son dañinas al organismo, lo máximo que se debe utilizar al día son 28 gramos de azúcar.
- Estar deprimida: Los momentos de depresión y angustia generan ganas de comer en cantidad para sentirse un poco mejor..
- Malos hábitos familiares: Esos hábitos no saludables a nivel familiar pueden conducir a una pronta obesidad.
Cuando las personas consumen comidas ultraprocesadas, comidas rápidas, harinas, grasas no saludables, bebidas azucaradas, dulces , frituras corren el riesgo de aumentar rápidamente de peso. Por eso, es necesario tener un estilo de vida saludable con un buen régimen alimenticio para evitar el aumento desmedido de peso.
3. Genética
Se ha estudiado por muchos años que la genética es una probable causa del desarrollo de la obesidad. De acuerdo al resultado de diversas investigaciones genéticas se ha logrado verificar, que la obesidad posee mucha influencia genética. De hecho, han sido identificados una serie de genes vinculados fuertemente con la adiposidad y el incremento de peso. No obstante, un estilo de vida saludable controlado desde la infancia conduce a una persona sana con un peso adecuado y controlado.
4. Problemas hormonales
Existen problemas hormonales que pueden generar situaciones de obesidad como:
- Hipotiroidismo: la glándula tiroidea no produce suficientes hormonas.
- Síndrome de Cushing: es un trastorno poco frecuente que provoca una producción excesiva de hormonas esteroides.
Estas condiciones al tratarlas de una forma adecuada pueden ser menos limitantes en los casos de obesidad.
¿Cuáles son las consecuencias de la obesidad?
Según la Universidad de Harvard, aparte del tabaco, no existe un daño mayor para la salud colectiva que la obesidad. Solamente en los Estados Unidos, entre adultos menores de 70 años se ha determinado, que la obesidad representa la segunda causa de muerte a nivel anual, después del tabaco.
Vale destacar, que a nivel mundial los efectos de la obesidad sobre la salud poseen un impacto real y duradero. Ello se refleja a nivel de comunidades, naciones e individuos. Lamentablemente es un hecho palpable actualmente, que compromete a las generaciones futuras por la alta prevalencia de esta enfermedad a nivel infantil y juvenil.
Aunque suene un poco paradójico, el consumo del tabaco continúa en descenso. Sin embargo, las tasas de obesidad siguen incrementándose, signo de queel número de muertes por obesidad podría superar a las del tabaco.
El sobrepeso afecta el cuerpo y la mente
En la vieja canción espiritual estadounidense “Dem Bones” se hacía referencia a la conexión de los diversos huesos entre sí. De esta forma, el hueso del muslo con el hueso de la rodilla, el hueso de la rodilla con el hueso de la pierna y así sucesivamente. Sin embargo, una “parte” importante del cuerpo humano que allí aparece (el peso), se encuentra relacionado con el resto.
Lo que se quiere significar es, que si tienes un peso saludable estás favoreciendo que tu organismo, incluyendo los huesos y los sistemas musculoesquelético, nervioso, muscular y cardiovascular se desempeñen adecuadamente
Sin ánimo de causar nerviosismo y tomando la opinión de los expertos de la Universidad de Harvard, se puede afirmar que la obesidad merma muchos aspectos de la salud. Ello incluye las funciones respiratorias y reproductivas, además de problemas cognitivos y del estado de ánimo.
Muchos estudios han permitido corroborar, que la obesidad incrementa el riesgo de padecer patologías que debilitan y ocasionan riesgos mortales. Entre ellos podemos mencionar la diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Vale destacar, que la obesidad influye negativamente también a nivel de otras vías, tales como el estrés vinculado al peso excesivo que debe cargar el cuerpo. Esto produce una serie de cambios hormonales y a nivel del metabolismo. Todo este impacto posee un efecto directo sobre la disminución de la vida útil y la calidad de la misma.
Efectos de la obesidad sobre la diabetes
Según la ciencia, la diabetes tipo 2 (DT2) constituye la enfermedad, que es mayormente influenciada por el peso corporal. Estudios de alto prestigio internacional como el Nurses’ Health Study, así lo confirmó. En este importante estudio participaron 114.000 mujeres de mediana edad durante un periodo de 14 años.
Se observó, que el riesgo de desarrollar DT2 era 93 veces mayor entre mujeres que tenían un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más al inicio del estudio. Ello, en comparación con las mujeres que presentaban un IMC inferior a 22.
Otro de los efectos observados, fue que el incremento de peso durante la edad adulta, elevó el riesgo de DT2. Incluso entre mujeres con un IMC dentro del rango saludable. Cabe destacar que, en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud realizado en hombres, se encontraron resultados similares.
Se ha establecido, que las células grasas, en especial las que se ubican alrededor de la cintura, producen una serie de hormonas y otras sustancias que incrementan la inflamación.
La inflamación es un componente esencial del sistema inmunológico y es una condición necesaria para el proceso de curación, sin embargo, procesos inflamatorios descontrolados acarrean distintos problemas de salud.
De hecho, el proceso inflamatorio es capaz de provocar una respuesta inadecuada del organismo a la insulina. Esto acarrearía, una transformación sobre la forma en la cual el organismo metaboliza los carbohidratos y grasas. Este desequilibrio, podría conllevar a una acumulación de niveles de azúcar más elevados en sangre, desencadenando diabetes.
De acuerdo a ciertos estudios, perdidas de peso moderadas, retrasan o previenen la Diabetes tipo 2.
Efecto de la obesidad sobre las enfermedades cardiovasculares
Muchos investigadores han encontrado una vinculación entre el peso corporal y diversos factores de riesgo cardiovascular. Se ha logrado detectar que en la medida que el índice de Masa Corporal (IMC) se incrementa, otros factores también lo hacen. Es decir, se elevan además la tensión arterial, colesterol malo o LDL, glucosa y procesos proinflamatorios.
Según los expertos, estos niveles fuera de su rango normal se asocian a peligrosos riesgos. Entre ellos resaltan las enfermedades arteriales coronarias (EAC), derrame cerebral o ACV e infarto al miocardio (IM).
De acuerdo a un metaanálisis de 21 estudios realizados sobre una población de 300.000 personas a lo largo de 16 años, se encontraron ciertos hallazgos interesantes.
Uno de ellos fue que, los participantes que presentaban sobrepeso mostraron un 32% más de probabilidad de desarrollar Enfermedades arteriales coronarias. Esto comparado con quienes tenían un peso normal.
Efecto de la obesidad sobre el cáncer
Es importante destacar, que dado que el cáncer esta constituido por diversas enfermedades, la relación no se observa tan directamente como en las Enfermedades cardiovasculares y Diabetes tipo 2.
Sin embargo, de acuerdo a una revisión exhaustiva realizada el 2007 por un panel de expertos en el área. Se estableció, que existían diversas pruebas que correlacionaban la asociación entre la obesidad y varios tipos de cáncer. Entre ellos destacan: de colon, esófago, páncreas, mama, riñón y de endometrio.
Se observó además, que la presencia de obesidad abdominal y el incremento de peso durante la edad adulta, se correlacionaron con el desarrollo de diversos tipos de cáncer.
De acuerdo al Nurses’ Health Study, las mujeres con sobrepeso que nunca recurrieron a terapia hormonal sustitutiva, poseen una ventaja. Si pierden peso luego de la menopausia y no lo vuelven a recuperar, pueden reducir el riesgo posmenopáusico al 50%.
Efectos de la obesidad sobre la salud mental
En los últimos años se han realizado muchos estudios relacionados con la obesidad y depresión. Además de ello, se han logrado establecer una serie de vínculos individuales con las enfermedades cardiovasculares.
De acuerdo a los análisis de diversos estudios transversales, se logró establecer que las personas obesas presentan una mayor probabilidad de padecer estados depresivos, que las personas con peso saludable.
Sin embargo, dado que el estudio solo se realizó de forma puntual es difícil establecer quien influye sobre quien. Es decir, si la obesidad influye sobre la depresión o viceversa.
No obstante, estudios recientes permitieron confirmar, que la relación entre obesidad y depresión posee un comportamiento bidireccional.
Concluyendo
La obesidad representa uno de los problemas de salud pública más importantes de la actualidad. Esto acarrea una cantidad de costos sociales, económicos, personales y de salud muy elevados. Ello sin mencionar sus efectos detrimentales sobre la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.
Muchos expertos cada día se convencen, que esta enfermedad es multifactorial. Es la resultante de complejas interacciones entre los genes, cultura, conducta y nivel educativo. Estos elementos, giran en torno a los desequilibrios producidos por las diferencias entre las calorías ingeridas y las utilizadas.
Son muchas las enfermedades, que se desarrollan por efecto de la obesidad. Dentro de algunas que vale la pena destacar figuran: hígado graso, reflujo gastroesofágico, osteoartritis e infertilidad. Sin embargo, las más importantes son: cáncer, Diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y enfermedades mentales.
Muchas instituciones a nivel mundial reconocen el efecto de una dieta saludable para evitar la obesidad.
Pero además de ello, algunas como el Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva recomienda de 150 a 250 minutos semanales de ejercicio cardiorrespiratorio de intensidad moderada. Ello junto a un descanso adecuado y evitando el alcohol y el tabaco permitirían mantener una salud y peso adecuado.
Para Olivia, la información recibida, que también comparto en el post, fue de mucho valor. Sobre todo, porque muchos estudiantes universitarios valoran la opinión de los expertos, por encima de las de sus familiares. Esto para Olivia fue de mucha ayuda, pues cuando compartió esta información con su hijo, el afortunadamente recapacitó.
Así gracias a los descubrimientos de la ciencia, se retornó la felicidad a una madre. Además de ello, la esperanza de vida para un joven dispuesto a valorar su salud y la de su familia.
“Grandes estudios de alta calidad han confirmado que la obesidad es un importante factor de riesgo y contribuye a aumentar la morbilidad y la mortalidad, principalmente por enfermedad cardiovascular y diabetes, pero también por cáncer y otras enfermedades agudas y crónicas”
Dr. Xavier Pi-Sunyer
St. Luke’s-Roosevelt Hospital Center, Universidad de Columbia, Nueva York
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2879283/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6088226/
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6380210/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2675189/
https://www.cdc.gov/obesity/adult/causes.html
https://www.medicinenet.com/obesity_weight_loss/article.htm
https://www.hsph.harvard.edu/obesity-prevention-source/obesity-consequences/health-effects/