Los problemas circulatorios son muy comunes en casi el 80% de las personas mayores de 60 años. Sin embargo este no es un problema exclusivo de personas mayores. Por ejemplo hace algunos años conocí a Viviana. Ella es una mujer joven quien vivenciaba la aparición de varices, situación que a su vez estaba afectando su autoestima.
Viviana tenía las llamadas venas varicosas, causándole un aspecto poco agradable y haciéndola sentir insegura. No solo era el aspecto físico sino la molestia que le producía los calambres y sobre todo las piernas inflamadas. Esto le ocasionaba angustia y malestar.
Así podemos ver que tanto personas jóvenes como adultos deben conocer las alertas ante los indicios de mala circulación. De igual manera, reconocer de qué se tratan los problemas circulatorios y cómo diferenciarlos para así evitar males mayores.
¿Por qué estar alerta ante los indicios de mala circulación?
La acumulación de placa y otros factores pueden llegar a limitar e incluso a frenar la buena circulación . Esto hace que la persona afectada reciba niveles insuficientes de sangre en ciertas partes del cuerpo, en especial en las extremidades (brazos, piernas, manos y pies).
Este problema puede llegar causar graves daños al cerebro, corazón, hígado, riñones y las extremidades.
Factores de riesgo para problemas circulatorios
Existen distintos hábitos, condiciones médicas, y comportamientos que hacen que un individuo sea más susceptible que otro a padecer este problema, entre los más relevantes están:
- Antecedentes familiares de enfermedades vasculares o cardíacas.
- Embarazo
- Enfermedades o traumatismos.
- Largos períodos de estar de pie o sentado.
- Cualquier cuadro que afecte el corazón y los vasos sanguíneos, como la diabetes o el aumento de colesterol.
- Fumar
- Obesidad
Señales de advertencia de una mala circulación que a veces ignoramos
A continuación hablaremos de algunos indicios que pueden estar indicando la presencia de un problema circulatorio y que de poseerlos puedes tomar acción para lograr contrarrestar su agudeza.
1. Entumecimiento y debilidad en brazos y piernas
Cuando existen problemas circulatorios las extremidades suelen ser las primeras afectadas, por ello hay que estar alertas ante adormecimientos o debilidad de brazos o piernas.
2. Manchas en la piel
La piel muchas veces da evidencia del bienestar interno de la persona. Es por ello que en caso de existir mala circulación suelen aparecer manchas, cambios de color o incluso una epidermis más seca.
Unas de las primeras muestras de mala irrigación sanguínea es la aparición de manchas rojas o moradas en los pies o en la parte baja de las piernas.
3. Pies hinchados
Los pies son las extremidades más distantes al corazón y las más afectadas cuando existen problemas circulatorios. En estos casos la sangre no llega en la misma cantidad y por ende el aporte de oxígeno y nutrientes es bajo.
Por estas razones el organismo intenta reducir esta descompensación mediante la acumulación de líquidos. Esta acumulación da la apariencia de una hinchazón blanda, mejor conocida como edema. Esta falta de sangre también llega a producir cianosis, es decir que la piel de los pies presenta una coloración pálida o azul.
Si llegas a evidenciar una tonalidad amoratada en tus pies que viene acompañada de hinchazón regular, es muy probable que estés vivenciando un indicativo claro de que tu circulación no anda bien.
4. Manos y pies fríos
Cuando las vías circulatorias permiten un flujo adecuado de sangre la temperatura corporal se mantiene optima, situación que se ve alterada si el fluido sanguíneo se enlentece haciendo que principalmente manos y pies se tornen más fríos. Es por ello que este síntoma es uno de los más comunes cuando existe un problema circulatorio.
Sin embargo, que las manos y pies se tornen fríos también pueden deberse a otras condiciones médicas como hipotiroidismo, síndrome de Raynaud o incluso anemia, por ello lo mejor será acudir al médico para poder determinar la causa.
5. Caída del cabello y presencia de uñas débiles
Al igual que las manos y pies fríos la pérdida del cabello y la presencia de uñas débiles pueden deberse a otro problema diferente a la mala circulación, como por ejemplo una alimentación inadecuada o incluso estrés.
Cuando la sangre no fluye adecuadamente, muchas partes del cuerpo no reciben la cantidad adecuada de nutrientes, entre ellas el cuero cabelludo y los dedos. Esto trae como consecuencia uñas frágiles y un cabello seco y débil que tiende a caerse.
6. Deficiencia en el sistema inmune
La persona que padece de problemas circulatorios tiende a poseer un sistema inmune menos eficiente haciéndolos más propensos a enfermedades. Por esa razón, tiende a contraer virus e infecciones continuamente.
7. Digestión lenta
La digestión lenta es otra evidencia de mala circulación y las personas afectadas tienden a sentirse pesadas, llenos de gases, con acidez y estreñidos.
Es sumamente importante que mantengas una alimentación balanceada, consumas por lo menos 8 vasos de agua al día. De esta manera puedes contribuir a que la sangre fluya mejor en tu organismo y evitar así la inflamación en las diferentes extremidades de tu cuerpo.
Después de conocer a Viviana y que me contará su problemática con las varices le expliqué claramente cada una de estas señales para que ella pudiera ser porta voz de esta información y así ayudar a otros. Me complací mucho al reencontrarme con ella y que me contara que había podido orientar a muchos miembros de su familia y con ello los problemas circulatorios no siguen siendo parte de la historia familiar.
Cuida tu salud ya que tu cuerpo será tu acompañante durante toda tu vida.
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