Triglicéridos Altos y Cáncer: ¿Cómo se Relacionan?

En el mundo moderno resulta muy sencillo padecer de trastornos del metabolismo de los lípidos. Muchos alimentos procesados y expendidos en diversos lugares, así como una dieta inadecuada, propician la aparición de hiperlipidemia. De hecho, de acuerdo a diversas investigaciones, hoy en día se sabe que el desbalance de lípidos sanguíneos, en especial los triglicéridos podrían ocasionar cáncer.

De este tema tan controversial les voy a hablar a solicitud de Hattie, una seguidora de Oregón. Ella es una mujer, que se encuentra actualmente en la etapa premenopáusica y ha sufrido de ciertos desequilibrios. Entre ellos, niveles elevados de colesterol y triglicéridos.

No obstante, esto no tiene que ver directamente con su estado hormonal actual, pues de acuerdo a lo conversado con ella, durante los últimos meses ha tenido momentos de estrés.

Esto le ha despertado un apetito voraz por carbohidratos y bebidas endulzadas. Este desorden alimenticio le llevó a ganar peso, además de desequilibrar su perfil lipídico sanguíneo. Hattie me comentaba, que su esposo había leído que cuando los lípidos sanguíneos se elevan las personas son más propensas a padecer cáncer.

Por ello, decidió solicitar mi opinión como experta en nutrición y medicina integral y saber que tan cierto era eso. Siempre he tenido la virtud de ser muy sincera con las personas, por ello, le preparé a Hattie un dossier. En el mismo, le ahondé acerca de la relación entre los niveles elevados de lípidos sanguíneos y el cáncer.

Esto además lo complementé con información científica calificada a fin de honrar su inquietud. Dada la importancia y actualidad de este tema, decidí compartir esta información en mi página.

Los lípidos en el cuerpo humano

Se ha logrado establecer, que el exceso de energía proveniente de los alimentos se almacena en el tejido graso. Por lo general, el mayor porcentaje de energía requerido por nuestro cuerpo se obtiene de los carbohidratos y lípidos.

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Es importante recordar,  que el organismo está capacitado para obtener energía de varias fuentes. Una de ellas es la energía inmediata, que se obtiene del glucógeno a partir de la glucosa. Sin embargo, los lípidos funcionan como reserva de energía no inmediata.

A nivel molecular, el glucógeno posee mucho volumen y un alto contenido de agua, por ello nuestro cuerpo no puede almacenar mucha cantidad del mismo. A su vez, las grasas están muy compactadas y no poseen agua. Por esta razón, ellas pueden almacenar mucha energía en poco espacio. A manera de ejemplo, sabemos que un gramo de grasa posee el doble de energía que un gramo de carbohidratos.

Vale destacar, que a diferencia de otras células del cuerpo que poseen la capacidad de almacenar grasa en cantidades limitadas, las células adiposas (adipocitos), presentan un alto nivel de especialización. Esto les permite ampliar su tamaño casi indefinidamente, con el objetivo de almacenar grasas.

De esta forma se ha logrado comprobar, que el exceso de tejido adiposo acarrea una seriede consecuencias negativas. Una de ellas, es la acumulación de altos niveles de colesterol en las paredes de las arterias. Dicha acumulación produce el engrosamiento de las mismas, favoreciendo la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Así, aunque la grasa puede representar un factor fundamental para una adecuada salud, su exceso es nocivo para la misma.

El papel de ciertos compuestos lipídicos en el metabolismo

Diversos estudios realizados sobre nuestro metabolismo indican, que los triglicéridos poseen efectos importantes sobre el equilibrio de la temperatura corporal. De acuerdo a las observaciones realizadas por especialistas se ha observado, que quienes no poseen suficiente grasa corporal tienden a ser susceptibles al frío.

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Asimismo, se fatigan fácilmente y son susceptibles de producir úlceras o llagas por presión en la piel. Se ha establecido además, que los triglicéridos juegan un rol importante en la producción y regulación hormonal. Se sabe también, que el tejido adiposo es el responsable de producir una hormona reguladora del apetito denominada leptina.

Asimismo, los ácidos grasos son indispensables para una adecuada salud reproductiva. De hecho, cantidades inadecuadas de los mismos podrían desencadenar infertilidad en la mujer.

Actualmente se sabe, que los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 favorecen la regulación del colesterol. De igual forma, participan en el control de la inflamación de tejidos, articulaciones y adecuada coagulación sanguínea.

Es importante puntualizar, que las grasas favorecen la transmisión de los impulsos nerviosos y la estructura de los tejidos. A nivel cerebral facilitan el proceso de señalización de los impulsos eléctricos y aíslan las neuronas. Según los expertos, el cerebro posee 60% de grasa y la misma se encuentra rodeando el corazón, riñones e hígado.

También desempeñan importantes papeles funcionales en el mantenimiento de la transmisión de los impulsos nerviosos, almacenamiento de la memoria y estructura de los tejidos. Más concretamente en el cerebro, los lípidos son fundamentales para la actividad cerebral en su estructura y función.

¿Existe interrelación entre el tejido adiposo y los tumores?

Se ha logrado establecer, que la obesidad está vinculada al incremento del riesgo y agresividad de diversos tipos de carcinoma. Incluso se ha observado, que los procesos inflamatorios crónicos provocan cierto estrés denominado genotóxico (ocasionan toxicidad en el ADN).

Este efecto puede conducir a procesos de carcinogénesis. Para los expertos actualmente existen muchas pruebas de que el tejido adiposo está asociado con la agresividad del cáncer.

Durante la progresión del cáncer, las células tumorales entran en una simbiosis metabólica con el tejido adiposo adyacente. Asimismo, las células de sostén (estromales) y las inmunitarias del tejido adiposo logran infiltrarse en los carcinomas, lo que puede favorecer el crecimiento del tumor y procesos de metástasis.

De acuerdo a ciertos estudios realizados en Universidades estadounidenses (Dallas y Duke), se observó la presencia de un compuesto derivado del colesterol, en tejidos de cáncer mamario. Este compuesto denominado 27HC, puede imitar la acción de los estrógenos e incluso incrementar el desarrollo de cáncer de mama.

Incluyendo las mujeres postmenopáusicas, cuyos niveles de estrógenos se encuentran disminuidos. Es decir, el tumor desarrolla nuevos mecanismos para alimentarse. Incluso, al estudiar los tejidos mamarios cancerosos, se detectó que los tumores más agresivos presentaban niveles más elevados de 27HC.

Cuando los lípidos se convierten en enemigos

No cabe duda del importante papel que desempeñan los lípidos en nuestro organismo. No obstante, además de suministrar energía, los lípidos también pueden promover el crecimiento y proliferación celular. El 2011 algunos científicos propusieron, que el trastorno del metabolismo energético podría inducir la presencia de tumores malignos.

Más recientemente, la indagación más profunda sobre el cáncer ha demostrado, que el metabolismo energético, en especial el lipídico, se incrementa sustancialmente cuando se inicia el cáncer. Incluso, las alteraciones que se producen a nivel del metabolismo de los lípidos pueden promover el desarrollo del cáncer.

Asimismo, pueden facilitar la invasión y metástasis de células cancerosas, mediante diversas vías de señalización. De esta forma, al considerar el metabolismo de los lípidos sobre la salud, se podrían implementar estrategias novedosas para prevenir y combatir el cáncer.

Según la ciencia, el metabolismo de los lípidos es un proceso fisiológico complejo. Esto incluye los mecanismos involucrados desde el momento de su ingesta (principalmente desde las fuentes alimentarias), síntesis y transporte.

Se sabe, que los lípidos provienen básicamente de dos fuentes: los alimentos y la síntesis de acetil coenzima A. Se ha determinado, que los ácidos grasos son una fuente de energía importante y eficaz para muchas células.

Por ejemplo, en la dieta promedio de los estadounidenses se puede decir que entre el 30 al 40% de las calorías ingeridas, provienen de las grasas. Esto se conoce como la vía exógena. La otra, conocida como vía endógena, incluyen la participación de la acetil coenzima A. Este compuesto es el sustrato en la síntesis de ácidos grasos, terpenos y esteroides (por ejemplo, el colesterol).

El trastorno del metabolismo de los lípidos está relacionado patológicamente con la hiperlipidemia, enfermedad de almacenamiento de lípidos, obesidad y otras enfermedades relacionadas.

Triglicéridos y su asociación con el cáncer

El año 2011 fue publicado en Cancer Causes & Control, un interesante estudio. El objetivo del mismo consistió en evaluar la asociación entre los niveles de triglicéridos y el riesgo de cáncer. En el mismo estaban representados 257 mil hombres y 256 mil mujeres de Noruega, Austria y Suecia.

El tiempo medio de seguimiento de los hombres fue de 13,4 años y de 11,9 años para las mujeres. Asimismo, la edad promedio al inicio del estudio fue de 43 años para los hombres y 44 para las mujeres. A lo largo del seguimiento de este estudio se observó, que 23 mil hombres y 15 mil mujeres presentaron cáncer.

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Empleando modelos estadísticos se observó, que los participantes con niveles elevados de triglicéridos presentaron un mayor riesgo relativo de cáncer, con respecto a quienes mostraron menores niveles.

Los tipos de cáncer más frecuentes encontrados para los hombres fueron los de colon, sistema respiratorio, tiroides, riñón y melanoma. A su vez en las mujeres los tipos de cáncer más frecuentes fueron cáncer de piel no melanoma (no afecta las células de la piel que producen melanina). Además de ello, también presentaron frecuencias elevadas de cáncer cervical y de vías respiratorias.

Así, de acuerdo a la información recabada se pudo determinar una asociación entre los niveles de triglicéridos sanguíneos y el desarrollo potencial de diversos tipos de cáncer. Algunos estudios de laboratorio realizados el 2013, mostraron nuevas evidencias acerca de la relación entre los niveles elevados de lípidos sanguíneos y el cáncer.

Los triglicéridos y otros factores relevantes asociados a pacientes con cáncer

Un estudio muy interesante publicado el 2021 en Lipids in Health and Disease, logró demostrar hallazgos muy fascinantes. Por medio de estos resultados se logró confirmar el efecto de los triglicéridos y del metabolismo de los lípidos, sobre el desarrollo del cáncer.

El estudio incluyó pacientes con cáncer de pulmón, por medio del mismo se logró demostrar que las anomalías del metabolismo de los lípidos, además de las lipoproteínas se asocian con la supervivencia de pacientes con este tipo de cáncer.

De acuerdo a los investigadores mediante este estudio se logró demostrar, que el colesterol bueno (HDL) y los triglicéridos(TG) son biomarcadores preoperatorios potenciales. Así, por medio de ellos, se podría predecir la supervivencia global (SG) y la supervivencia libre de enfermedad (SLE), de pacientes con cáncer de pulmón.

De esta forma, los pacientes con altos niveles de TG y bajos niveles de HDL preoperatorios, poseen bajos niveles de SG y SLE. De hecho, la disminución de los niveles de TG preoperatorios y el incremento de los niveles de HDL preoperatorios se relacionaron significativamente con un pronóstico favorable en los pacientes.

Según los investigadores, los resultados encontrados ayudarían a los especialistas a reconocer a los pacientes con mayor riesgo. Esto permitiría el establecimiento de las estrategias apropiadas para una futura terapia individualizada de pacientes con cáncer de pulmón.

Estos resultados se compaginan con los obtenidos mediante un metaanálisis predictivo del colesterol total sanguíneo (CT), triglicéridos y colesterol LDL (malo) y HDL (bueno) en supervivientes de cáncer, realizado el 2017.

Los mismos fueron publicados en Clinica Chimica Acta y su análisis conjunto. Donde los resultados demostraron por primera vez, que el CT y HDL fueron identificados como factores protectores de supervivencia global. En especial quienes tenían valores más elevados de HDL.

Concluyendo

Según lo mostrado, se observó la importancia de mantener un adecuado perfil lipídico para minimizar la propensión al cáncer. Así, en la actualidad, existe un elevado interés por dilucidar las características metabólicas de esta enfermedad y la forma en que los ácidos grasos influyen sobre su desarrollo.

De hecho estudios recientes establecieron, que las células tumorales malignas emplean compuestos diferentes a los estrógenos para nutrirse y crecer. Entre ellos, algunos derivados del colesterol y triglicéridos.

De acuerdo a un estudio amplio, empleando bases de datos de miles de participantes del proyecto síndrome metabólico y cáncer, se detectó la importancia de los bajos niveles de triglicéridos. Es decir, cuando el perfil lipídico sanguíneo es elevado, se presentan con mayor frecuencia ciertos tipos de cáncer.

Dentro de los más frecuentemente observados en hombres, destacan los de colon, sistema respiratorio, tiroides, riñón y melanoma. A su vez en las mujeres, los tipos de cáncer más frecuentes fueron los de piel, cervical y de las vías respiratorias.

Asimismo, de acuerdo a estudios muy recientes se pudo comprobar, que se puede alcanzar un nivel adecuado de factor de protección de supervivencia global, si el HDL es elevado. Incluso, aunque los triglicéridos estén elevados

Para Hattie el material recibido, el cual comparto en el post, fue realmente aleccionador. Ella me comentaba, que nunca habría imaginado que las grasas del cuerpo estuvieran tan asociadas con tantos efectos del organismo. Ella lo imaginó como una montaña rusa, donde los desequilibrios conllevan a la cara negativa de los mismos.

De hecho, nunca había prestado tanta atención como ahora a los triglicéridos. Afortunadamente logró estabilizar los niveles de éstos, mediante un giro positivo hacia hábitos de alimentación saludable.

“Dado que la actual epidemia de obesidad sigue creciendo, es necesario no sólo definir el metabolismo del cáncer, sino también investigar cómo influye en él, el microentorno obeso. Está claro que el metabolismo de los ácidos grasos del cáncer desempeña un papel importante en la biología del mismo y que existen oportunidades para seguir definiendo este papel”

Seher Balaban, PhD

Universidad de Sydney, Australia

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