¿Por Qué Después De Tantos Intentos No Pierdo Peso?

Algunos días atrás, coincidí con unas chicas en el parque durante una caminata. Ellas han tratado de seguir una rutina para adelgazar, tomando acciones como: caminar un poco, comer menos, hacer algunas rutinas de ejercicio. Entre ellas se encontraba Maggy, quien se mostraba algo decepcionada, pues no veía ningún avance, aunque lo intentaba no lograba bajar de peso.

Varias de las chicas trababan de animarle, pero Maggy les respondía que este no era su primer intento. En otras oportunidades había tratado adelgazar de diferentes maneras, pero no lo lograba. La miré, la abracé y la invité a conversar para, entre las dos, descubrir ¿Por qué, a pesar de tantos intentos, no lograba su objetivo?

Con seguridad te puedo decir que Maggy no es la única chica que se ha decepcionado de esta forma, pues son muchas las personas que intentan perder peso y no lo logran. Al escuchar su relato le pregunte:

  • ¿Cuánta agua tomaba al día?
  • ¿Cuántos alimentos consumía por día?
  • ¿Qué cantidad de calorías ingería?
  • ¿Qué tipo de ejercicios realizaba?
  • ¿Cómo era su sueño?
  • ¿Cuánto deseaba adelgazar y en que lapso de tiempo?
  • ¿Presentaba algún tipo de enfermedad?

Ante mi interrogatorio, casi policial, Maggy me miro con escepticismo y me dijo pero ¿Por qué tantas preguntas? Le respondí a través de una larga y agradable conversación en la que primero la invité a asumir el Reto #Yo Puedo, y luego le expliqué la importancia de aspectos como los que te presento a continuación. Y es que, cuando decides perder peso, existen factores que determinarán tu éxito en la meta propuesta.

¿Por qué no puedo perder peso?

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1. ¿Estás consumiendo suficiente agua?

Cuando iniciamos alguna rutina para perder peso, en ocasiones olvidamos la gran importancia que tiene beber agua para el buen funcionamiento de tu organismo. Beber suficiente agua al día te beneficia de diferentes formas:

  • Te mantienes hidratado
  • Mejorando el aspecto de tu piel
  • Ayuda al buen funcionamiento de riñones e hígado
  • Aumenta tu energía
  • Regula tu temperatura corporal
  • Acelerar tu metabolismo
  • Te ayudará a no sentir hambre, pues te genera sensación de llenura

Algunas veces puedes cometer el grave error de evitar el agua, pero resulta que así, estás obligando a tu cuerpo a retener líquido en zonas que no te beneficiarán como tus tobillos o cintura. La retención de líquidos te hace lucir inflamado, todo lo contrario a lo que deseas.

Beber agua te ayudará a eliminar toxinas pues facilita el tránsito digestivo, ayudándote a evacuar con regularidad, lo que favorece la pérdida de peso y grasa.

Cuando deseas realizar algún tipo de ejercicio y no estás bien hidratado, no solo afectas tu salud sino que además afecta tu rendimiento. Ten en cuenta que, si deseas adelgazar, deberás esforzarte al ejercitarte, pero si no estás hidratado, tu organismo no responderá de forma correcta.

Inicia tu día con un rico vaso de agua, bébela despacio y escucha a tu cuerpo. La sed te dirá el momento en que tu cuerpo necesita agua.

2. ¿Llevas un seguimiento a lo que consumes diariamente?

Cuando estás decidido a perder peso, en lo primero que piensas seguramente es en comer menos. Pero ¿Lo haces de la forma correcta? O solo disminuyes un poco la cantidad de alimentos que colocas en tu plato, sin estudiar qué consumes en cada ocasión. Tener conciencia de lo que estás consumiendo es sumamente importante al momento de perder peso.

Cuando realizas un plan de lo que vas a comer, no solo durante el día sino cada semana, tendrás el control necesario para no consumir solo un tipo de alimentos y evitar aquellos que te perjudican.

Sí, puede que estés realizando una excelente rutina de ejercicios. Pero no verás resultados si no tienes un plan de alimentación saludable.

Recuerda que no es solo la cantidad, también influye lo que comes. Con un buen plan, basado en alimentos orgánicos, vegetales en abundancia, evitando los alimentos procesados y comidas rápidas, notarás pronto los resultados positivos.

3. ¿Te das atracones de comida?

Es muy posible que estés esforzándote por controlar tu peso y todo va bien. Pero, de pronto, algo sucede, tu estomago comienza a rugir como un león, tu mente no piensa más que en comer y, tratando de esconderte de ti misma, llegas a la cocina. Sin ningún tipo de control, comes todo lo que consigues a tu paso.

Esta reacción es causada por la ansiedad. Puedes distinguir el hambre verdadera de la ansiedad porque al tener hambre, podrás controlarte y decidir lo que vas a consumir con más calma. Comer grandes cantidades de alimentos por ansiedad será muy contraproducente para tu cuerpo. Esto, principalmente porque de seguro te inclinarás por los dulces, grasas, y productos nada saludables. En ese momento los vegetales no te serán nada apetitosos.

Cuando te suceda esto, DETENTE, tu puedes dominar a tu cuerpo. Toma decisiones basándote en las consecuencias, aférrate a tu objetivo y ten claro que, si te dejas llevar, te estás desviando y de nada valdrán los demás esfuerzos. Tienes en tus manos el poder de elegir.

Para esto, te ayudará seguir un plan alimenticio al momento de realizar tus compras, pues cuando sufras un ataque de ansiedad y corras a la despensa, solo conseguirás alimentos saludables.

4. ¿Realizas ejercicios cardiovasculares?

Si ya estás en la vía para perder peso, cuidando lo que comes y cuanto comes e hidratándote como es debido. Ahora bien, otro factor de importancia es el ejercicio, en este caso el cardiovascular, que no solo ayuda a tu corazón, sino que contribuye a quemar calorías.

Si deseas tener éxito en la pérdida de peso, será necesario que te muevas. Puedes realizarlos de intensidad baja o media, eligiendo entre una gran variada como:

  • Caminar
  • Correr
  • Nadar
  • Andar en bicicleta
  • Realizar aeróbicos
  • Saltar la cuerda
  • Bailar
  • Patinar

Estas actividades te ayudarán a quemar grasa, especialmente si las realizas en las mañanas, aumentando su efectividad en 15%. Para mantener una buena salud, no solo por perder peso, es necesario hacer todo lo posible por tener periodos de movimiento de por lo menos 30 minutos tres veces a la semana.

Ten presente que el 80 % de los resultados de los ejercicios está directamente relacionado con cómo te alimentas. El otro 20 %, con el trabajo realizado en el ejercicio. Realizar ejercicios cardiovasculares, acompañados de una buena alimentación, te ayudará a fortalecer tu corazón, incrementar tu capacidad pulmonar, disminuir tu estrés y eliminar unas cuantas libras de más.

El ejercicio cardiovascular es el que más ayuda a bajar de peso pues con él quemas grasa. Pero recuerda no abusar de este tipo de actividad física, pues no querrás desgastarte. Elije el ejercicio cardiovascular que más disfrutes, así no te costará hacerlo y estarás deseoso de que llegue el momento de ejercitarte. Esa sensación de agrado contribuirá en todo tu proceso para perder peso.

5. ¿Consumes bebidas gaseosas, azucaradas y con fructosa?

Las bebidas azucaradas como las gaseosas y jugos de frutas procesados le dan a tu cuerpo grandes dosis de azúcar. Esto obliga a tu organismo a aumentar los niveles de insulina, incrementando así la posibilidad de subir de peso y aumentando el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes.

Algunas bebidas gaseosas contienen hasta 10 cucharadas de azúcar por cada 250 mililitros. La verdad es que, aunque consumas vegetales y otros alimentos saludables, si los acompañas de sodas y bebidas ricas en azúcares, no lograrás beneficios. Por el contrario, aumentarás de peso.

Si bien es cierto que el azúcar se convierte en energía, también es verdad que la mayoría de esa azúcar no podrá ser procesada por tu organismo y terminará siendo almacenada como grasa. Si tu objetivo es bajar de peso y mantenerte saludable, las bebidas azucaradas y procesadas serán un obstáculo para lograrlo.

6. ¿Estás durmiendo bien?

Aunque no lo creas, para perder peso es necesario descansar lo suficiente. No quiere decir esto que vayas a dormir durante todo el día, sino que debes hacer lo posible por dormir bien durante las noches. Ese descanso es necesario para mantener tu buena salud y mantener tu peso.

Descansar te ayuda a regenerar tus células. Después de un día activo, tus músculos y cuerpo en general, necesitan por lo menos 7 horas de descanso para poder regenerarse y activarse adecuadamente al siguiente día.

Si no le das el tiempo suficiente de descanso a tu organismo para recuperarse y recobrar energías, éste la buscará en donde no debe, afectando así la producción de las hormonas que intervienen en la pérdida de peso como lo son grelina y la leptina.

Cuando no duermes lo suficiente, los niveles de grelina aumentan. Esta hormona se encarga de estimular el apetito, así que, al no descansar adecuadamente, tendrás más hambre.

Además, debido al poco descanso, se disminuye la producción de leptina, hormona que se encarga de enviarle la señal a nuestro cerebro de llenura. Mientras menos leptina produzcamos, menos información para nuestro cerebro de saciedad. Por lo tanto, tendremos hambre y nos desviaremos de nuestro objetivo, perder peso.

Sumado a esto, te comento que dormir poco también puede impulsar la producción de cortisol, una hormona que animará a tu cuerpo a almacenar grasa abdominal. Así lo confirma un estudio realizado por el Centro de Estudios de Psicobiología y Ejercicio de la Universidad de Sao Paulo Brasil. La investigación demostró que existe una relación entre el dormir poco y la producción de las hormonas del crecimiento, melatonina, cortisol y leptina.

7. ¿Estas realizando ejercicios de resistencia?

Las rutinas de ejercicio de resistencia, mejoran tu capacidad física. Esto gracias a que te proporcionan una mejor oxigenación y mayor tolerancia al cansancio. Para iniciar con una rutina de este tipo, es importante contar con la aprobación de tu médico, pues tu cuerpo estará bajo esfuerzos mayores. Lo mejor es que inicies con rutinas suaves.

En pocos meses, verás los cambios en tu organismo. Pero llegará el momento en que sentirás que no avanzas en la pérdida de peso. Te recomiendo los entrenamientos con intervalos de alta intensidad, combinados con ciclos cortos de descanso, pues con ellos verás resultados positivos sobre tu peso.

Existen muchos tipos de entrenamiento de este tipo, llamados ejercicios Sprint 8. No es recomendable hacerlos más de dos veces a la semana. Con ellos ahorrarás tiempo, pues lograrás en 20 minutos lo que alcanzas con una hora de ejercicios cardiovasculares. Al realizarlos, deberías hacer un máximo esfuerzo durante 20 o 30 segundos, descansar 90 segundos y continuar.

Con este tipo de ejercicios lograrás ver rápidamente como pierdes peso. Si este estilo no te convence, puedes combinar los ejercicios cardiovasculares con los de resistencia, tendrás buenos resultados en la pérdida de peso.

8. ¿Te has fijado metas casi inalcanzables?

Es importante establecer metas realistas. Si has decidido que perderás 60 libras en 3 meses, es una meta algo ambiciosa, pues sería perder alrededor de 20 libras por mes. Bueno, vayamos a la realidad, lo recomendable para perder peso y no recuperarlo como efecto rebote es entre 4 y 8 libras por mes. Siempre acompañándote de una dieta saludable y ejercicio.

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Ahora, si te propones algo como bajar 20 libras al mes, lo que realmente estarás haciendo es exponiendo tu salud y enfrentarte a la frustración de no lograrlo. Además, recuerda que cada organismo es diferente, evita comparar tu proceso y avance con el de tus amigos.

Si deseas fijarte una buena meta, te recomiendo proponerte pequeñas metas. Divide tu meta principal en sub-metas, esto te ayudará a avanzar sin decaer. Si deseas bajar de peso, por ejemplo, alrededor de 20 libras en tres meses, divide este proceso en una cantidad de libras semanales.

Cada vez que alcances una de estas pequeñas metas, te sentirás animado y, poco a poco ,alcanzarás tu cometido.

9. ¿Tienes un diagnóstico médico que hace que no puedas bajar fácilmente?

Antes de empezar a frustrarte acude al médico. Resulta que algunas personas, aunque hagan los esfuerzos correctos para perder peso, no lo consiguen y esto se debe a que presentan algún padecimiento que se los impide y no lo sabían. ¿Podría ser tu caso? Enfermedades como el hipotiroidismo, síndrome de ovario poliquístico o estrés, afectan la pérdida de peso.

En el caso del hipotiroidismo, esta afección se relaciona con la glándula de la tiroides, la cual se encarga de regular el metabolismo del cuerpo, mediante la hormona tiroxina. Esta glándula le indica a los órganos la velocidad a la que deben trabajar, si la tiroides disminuye la producción de tiroxina, el metabolismo se enlentece y, por lo tanto, ganas peso.

Un control médico y buena alimentación si  tienes hipotiroidismo, son necesarios, pues si lo padeces  no solo perjudicará tu pérdida de peso, sino que tu salud se verá afectada.

Si al visitar a tu medico compruebas que presentas ovarios poliquísticos, te encuentras entre el 5 y 10 % de las mujeres en el mundo que tienen esta afección. Es un problema endocrino que, entre sus consecuencias, crea trastornos metabólicos que te llevan a aumentar de peso.

Con esta afección, tu cuerpo tiene dificultades para procesar la insulina, hormona necesaria para convertir el azúcar y almidón de los alimentos en energía. Esto genera sensación de hambre, por lo que comerás mucho más de lo que deberías.

Otra enfermedad que puede afectar la pérdida de peso es el estrés. Esto se debe a que altera la forma en que se deposita la grasa en tu cuerpo. Cuando estás estresado,  se afecta la producción de algunas sustancias químicas como la betatrofina, la cual bloquea a la enzima encargada de desintegrar la grasa.

10. ¿Consumes mucho alcohol?

Si buscas perder peso y no te has preocupado por tu consumo de alcohol, estas cometiendo un grave error. Además de afectarte en otros aspectos de tu vida, también influirá en tu anhelada pérdida de peso. El alcohol es azúcar que, al no poder ser metabolizada, es almacenada como grasa en tu cuerpo.

El alcohol tiene 7 calorías por gramo, energía demás para el organismo. Así que tu cuerpo deja de quemar grasa y comienza a almacenar. Este alcohol se convierte dentro de tu organismo en azúcar que luego se transforma en grasa, porque es así como se almacenará dentro de tu organismo.

Así que, si en realidad deseas bajar de peso, reduce al mínimo tu consumo de alcohol. Una copa no te dañará, pero el consumo excesivo sí lo hará.

Después de conversar sobre todos estos aspectos con Maggy, ella noto que su fallida pérdida de peso no se debía a uno solo de estos factores, sino a varios. Los identificó, conversamos sobre estos y como enfrentarlos.

Con ayuda de un buen plan de alimentación y ejercicios, Maggy  ha alcanzado sus sub-metas, acercándose rápidamente a su objetivo principal. Así como ella tú lo puedes hacer, tomando en cuenta todos estos aspectos que te he comentado y que pueden estar afectando tu pérdida de peso.

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