Muchas personas poseen en sus cuerpos algunas cicatrices, que tienden a lucir más grandes de lo normal por el recrecimiento exagerado del tejido fibroso. Esto para muchas personas, en especial para las mujeres, representa un problema estético.
Existen algunas medidas para atenuar su apariencia, pero generalmente resultan bastante costosas. Sin embargo, gracias a diversas investigaciones se ha determinado, que existen algunas alternativas naturales que permiten tratar las cicatrices queloides.
De este tema, que causa muchas preocupaciones les hablaré a solicitud de Daphne, una seguidora de Florida. Ella es una joven muy dinámica, que cuando no está atendiendo su trabajo o en la universidad, practica el ciclismo.
Daphne me comentaba, que hace unos años circulaba frente al océano y sufrió una herida en un pie. Esto fue a raíz de una caída por una colisión con otra bicicleta que conducía una amiga que le acompañaba.
Ella me dijo que su cicatriz curó muy bien, sin embargo, con el tiempo fue generando una cierta cantidad de tejido sobre ella. Esto le causaba mucha preocupación a Daphne, porque el aspecto era realmente antiestético, pero no contaba con los recursos para someterse a costosos procedimientos.
Por ello decidió comunicarse conmigo, a fin de que le sugiriera algunas alternativas que permitieran mejorar la apariencia de su cicatriz.
Para honrar su solicitud preparé cierta información donde le mostré algunas alternativas naturales para mejorar la apariencia de su herida. Este tipo de cicatrices, al formar una protuberancia muy visible, tiende a causar problemas de autoestima. Por ello, consideré importante compartir este artículo en mi página.
Según los especialistas, la cicatrización de la piel es considerado un proceso de reparación complejo. Por medio del mismo nuestro cuerpo puede sanar las heridas mediante la regeneración del epitelio, además del reemplazo de la dermis por un tipo de colágeno con características diferentes del normal.
Se ha observado, que las nuevas fibras formadas son más cortas, desorganizadas y menos solubles. Esto conlleva a que su fuerza tensora es menor que la de la piel sana.
Las cicatrices queloides se reconocen porque producen tejido fibroso en exceso o presentan fibras de colágeno con características atípicas. Se ha establecido, que la palabra queloide proviene de la raíz griega “chele”. Ello traduce cangrejo o tenaza de cangrejo, que es la similitud que presenta la cicatriz que se forma alrededor del tejido normal.
Actualmente se sabe, que la cicatriz queloide se produce por procesos anormales posteriores a una lesión quirúrgica, quemaduras, tatuajes, picaduras, vacunas, traumatismo contuso, piercing o procesos inflamatorios.
La cicatrización queloide presenta un crecimiento anormal de sus bordes, que abarcan más allá de la herida original. Incluso, puede continuar creciendo por más de dos años (se ha detectado un tiempo promedio de 30,4 meses).
En cambio, una cicatriz hipertrófica se mantiene dentro de los límites de la herida original. Asimismo, podría desaparecer espontáneamente sin necesidad de tratamiento unas cuatro semanas posteriores a la lesión.
Los queloides y cicatrices hipertróficas están causados por lesiones e irritaciones cutáneas como traumatismos, picaduras de insectos, quemaduras, cirugías, vacunas, perforaciones cutáneas, acné, foliculitis, varicela e infección por herpes zóster.
En particular, las lesiones superficiales que no alcanzan la dermis reticular nunca causan cicatrices queloides e hipertróficas. Esto sugiere, que estas cicatrices patológicas se deben a la lesión de esta capa de la piel y posterior cicatrización aberrante de las heridas en ella.
Esta última se caracteriza por una inflamación continua y localizada. Como resultado la capa reticular de los queloides y cicatrices hipertróficas contiene células inflamatorias, un mayor número de fibroblastos, vasos sanguíneos recién formados y depósitos de colágeno.
Según los expertos de la Clínica Mayo, estos son algunos de los signos y síntomas frecuentes de las cicatrices queloides:
Existen diversos tratamientos disponibles para tratar las cicatrices queloides. Sin embargo, ninguno de ellos ha demostrado mayor eficacia que los demás.
Asimismo, muchas veces el tratamiento es difícil de poner en práctica y no siempre tienen éxito. Dentro de los tratamientos empleados para aplanar la cicatriz queloide destacan:
El empleo del vinagre en la medicina tradicional se remonta alrededor de unos 5.000 años a.C. De hecho, según los registros, inicialmente se fabricada a partir de las uvas y posteriormente de ciertas frutas fermentables como la manzana.
Según los expertos, las propiedades VSMO las confieren el ácido acético, polifenoles y bacterias benéficas o probióticos. Los expertos aseguran, que su empleo constante impide que los queloides incrementen su volumen, además de lograr una notable reducción del escozor.
Este compuesto de uso antiguo se considera un exfoliante químico, cicatrizante, antimicrobiano y astringente. Esto coadyuva a disminuir el enrojecimiento, además del tamaño de la cicatriz.
De hecho se ha observado, que luego de algunas semanas de utilizar el VSMO, el queloide se va aplanando e incluso puede llegar a formar costras.
Se sugiere, que cuando esto ocurra no elimine la costra, pues puede causar irritación e incrementar la inflamación. Por lo general, debajo de la costra se forma un tejido nuevo, permitiendo que se disminuya el tamaño de la cicatriz.
Antes de iniciar este tratamiento es importante realizar una prueba de parche. Su empleo no es conveniente en niños menores de doce años.
El gel de aloe ha sido también una opción natural empleada para disminuir el tamaño de la cicatriz queloide. Además de ello, ayuda a calmar el dolor e inflamación. Incluso, promueve la sanación adecuada de las heridas.
El gel de aloe ha sido muy bien estudiado, y se ha detectado que posee un gran efecto antiinflamatorio. Presenta además, actividades antibacterianas y regeneradoras de las heridas.
Por ello, su empleo en diversos productos dermatológicos. Posee más de 75 compuestos bioactivos estudiados, dentro de los que destacan aloesina, aloe-emodina, aloína, emodina y acemanano.
Es importante realizar una prueba de parche antes de empezar este tratamiento. Se debe evitar su empleo en mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. Tampoco es conveniente su empleo en niños menores de doce años.
Diversos estudios de laboratorio han determinado, que el extracto de cebolla gracias a su elevado contenido de quercetina, puede disminuir la función de los fibroblastos durante el proceso de la formación de tejidos.
A su vez, también se detectó que puede estimular la función de la metaloproteinasa-1 de la matriz extracelular, un tipo de enzima que reduce la producción de colágeno.
Igualmente, gracias a ciertos compuestos como los flavonoides, posee efectos antiinflamatorios, antimicrobianos, analgésicos y regeneradores. Gracias a estas propiedades ha sido empleado en el tratamiento de marcas y cicatrices desde hace siglos.
Diversos informes han mostrado, que el extracto de cebolla es muy eficaz para reducir las cicatrices queloides y también las hipertróficas. Incluso se ha reportado, que posee la capacidad de reducir el dolor y estimular el proceso de curación.
Esta mezcla ha sido utilizada dese hace siglos en algunos países orientales. Dichos componentes presentan una elevada actividad antiinflamatoria, tonificante y regeneradora de la piel. Su empleo tópico logra disminuir el tamaño del queloide, desinflamar la zona afectada, regenerar la piel y reducir el escozor.
No debe utilizarse en mujeres embarazadas o en período de lactancia. Tampoco debe emplearse en niños menores de doce años.
De acuerdo a lo observado, nuestra piel posee un delicado mecanismo de cicatrización. Hoy en día se sabe, que la cicatriz queloide es ocasionada por procesos anormales ocurridos a consecuencia de una lesión quirúrgica, quemaduras, tatuajes, picaduras, vacunas, traumatismo contuso, piercing o procesos inflamatorios.
Este tipo de cicatriz luce desproporcionada, abarcando parte de la piel sana y se caracteriza porque crece lentamente a lo largo de algunos años. Su aspecto antiestético produce muchas preocupaciones e incluso minimiza la autoestima personal.
Afortunadamente existen una serie de alternativas naturales ,que han sido empleadas desde antiguo para el tratamiento de diversas patologías cutáneas. Dentro de ellas destacan: el sándalo en polvo, agua de rosas, aloe, cebolla y vinagre de sidra de manzana.
Para Daphne el material recibido, el cual comparto en el post, fue muy alentador. Ella me comentó, que gran parte del problema de su cicatrización inadecuada, se debió a una imprudencia de su parte. El error según Daphne, fue haber expuesto su herida al agua salada del océano por lo menos en dos ocasiones, antes de que cicatrizara normalmente.
No obstante, luego de emplear el agua de rosas y sándalo, alternándolo con el aloe, logró al mes comenzar a visualizar una disminución del tamaño de la cicatriz.
De hecho, su alegría fue mayor al observar que comenzaba a tomar una coloración más tenue, haciéndose menos visible. Me alegré mucho por ella, y también que parte de la solución lograra alcanzarla con una de mis plantas preferidas.
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5372622/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7158916/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7144722/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8048999/
https://www.nhs.uk/conditions/keloid-scars/
https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/keloid-scar/diagnosis-treatment/drc-20520902
https://www.stylecraze.com/articles/effective-home-remedies-to-treat-keloids/
https://www.healthline.com/health/how-to-get-rid-of-keloids#takeaway