Dayana y Bianca me llamaron para contarme la evolución de su padre que padece de diabetes tipo II desde hace varios años. Lo que más le preocupaba era la aparición de las desagradables neuropatías diabéticas tan características de esta enfermedad.
El señor, de 68 años, estaba presentando algunos dolores en las piernas y en los pies. El doctor les comentó que la evolución de las neuropatías era inminente, por esa razón, ambas querían saber cómo ayudar a su papá a enfrentarlas y a retrasar el agravamiento producido por el daño de los nervios.
Estuvimos conversando y les ofrecí unas indicaciones además de explicarles qué son las neuropatías diabéticas y por qué se producen.
El sistema nervioso
Para comprender cómo se producen las neuropatías es necesario conocer el sistema nervioso.
El sistema nervioso es el conjunto de órganos que se constituyen en centro de control del organismo, a través de una red de nervios que transmiten impulsos por todo el cuerpo.
Subdivisión del sistema nervioso
Se divide en dos: el sistema nervioso central conformado por el cerebro y la médula espinal y el periférico formado por los nervios y los órganos sensoriales.
Es precisamente el periférico, el más grande del cuerpo porque se distribuye por todo el organismo.
A la vez, el sistema nervioso periférico se divide en dos: somático y autónomo.
Sistema Nervioso somático
El sistema nervioso somático, que también se conoce como voluntario, está conectado a la piel y a los músculos esqueléticos. También se vincula a los órganos sensoriales como los oídos, ojos, nariz, etc.
Gracias a este sistema, es posible realizar movimientos voluntarios del cuerpo, es decir, mover los brazos, piernas, cabeza, manos, etc. Además, es responsable de la recepción de estímulos sensoriales.
Precisamente, este es el sistema más asociado a las neuropatías periféricas.
Sistema nervioso autónomo
Es el encargado de controlar todas las funciones somáticas no voluntarias ni conscientes. Es decir, es automático.
Se encarga de la respiración, la digestión y los latidos del corazón. También controla los intestinos, la vejiga y los órganos sexuales.
Qué es una neuropatía
Una neuropatía resulta del daño a diversos nervios, especialmente a los que pertenecen al el Sistema Nervioso Periférico.
Con esta patología resultan dañados los nervios motores, sensoriales o autonómicos necesarios para transmitir mensajes voluntarios e involuntarios al cerebro.
La neuropatía puede incidir incluso a nivel celular al dañar partes de las neuronas, células esenciales en el impulso nervioso.
En ese caso, lesiona el axón o también la mielina, que es la cobertura de los nervios que ayuda a las señales de transmisión.
Cuando los nervios del sistema nervioso autónomo resultan afectados por las neuropatías se le conoce como neuropatía autónoma.
Es importante que quede claro que una neuropatía autonómica es una neuropatía periférica, pero no necesariamente al contrario. Es decir, alguien con una neuropatía en los nervios periféricos, no necesariamente resulta con una autonómica.
Causas de las neuropatías
Hay estimaciones que indican que el 2,4 % de la población resulta afectada por una neuropatía y el número aumenta a 8 % cuando se trata de personas mayores de 55 años.
Algunas se heredan y se padecen desde el nacimiento. En otros casos se desarrollan o adquieren a lo largo de la vida.
En algunos casos, los médicos no logran identificar la causa que la produce. A esta se le conoce como neuropatía idiopática.
Sin embargo, en la mayoría de los casos neuropatía es la consecuencia de una enfermedad sistémica, una enfermedad que afecta varios organismos.
Por ejemplo, problemas renales, exposición a metales pesados, daños en el hígado y desórdenes hormonales.
Algunas deficiencias vitamínicas y el abuso de ciertas sustancias pueden desencadenar daños en los nervios. Accidentes, golpes, lesiones, fracturas, inflamación y hasta algunas bacterias o virus también son causa de la neuropatía.
Pero la causa sistémica más común, es la diabetes. Es que niveles crónicamente altos de glucosa dañan los nervios.
Neuropatías diabéticas
Como se deduce, son una serie de daños nerviosos causados por la diabetes. Aquellos que padecen incontrolados niveles de glucosa desarrollan con el tiempo algún tipo de afectación nerviosa.
Entre la población diabética el número de personas diagnosticadas con una neuropatía asciende a 60 – 70 %.
El problema es que el riesgo aumenta con la edad y con muchos años de padecimiento de diabetes. Por esta razón, las tasas más altas de neuropatías ocurren entre aquellos que han padecido problemas con la glucosa por más de 25 años.
Se agrava entre aquellos diabéticos con sobrepeso u obesidad, hipertensión y alto nivel de grasa en sangre.
Se cree que el daño nervioso se produce por una multiplicidad de factores metabólicos, neurovasculares y autoinmunes.
Tipos de neuropatías diabéticas
Como expliqué anteriormente, los tipos de neuropatías dependen de la división del sistema nervioso afectado.
Por esta razón hay neuropatías periférica, autonómica, proximal o focal y cada una daña diversas partes del cuerpo de una manera diferente.
Neuropatía periférica
Es la más común y produce pérdida de sensibilidad o dolor en las extremidades dedos, manos y pies, brazos y piernas.
Neuropatía autonómica
Cuando la diabetes afecta ese sistema, resultan cambios en la respuesta digestiva, intestinal, vesical, sexual y en la transpiración.
También se afectan los nervios del corazón, los pulmones, el tracto urinario y los ojos.
Esta neuropatía puede producir la afectación de los órganos que ayudan a reconocer cuando hay una subida en el nivel de glucosa.
Neuropatía proximal
Produce dolor en muslos, caderas, nalgas y debilidad en las piernas.
Neuropatía focal
Esta afecta un nervio o un grupo de nervios de cualquier parte del cuerpo causando debilidad y dolor.
Pueden ser órganos o extremidades ya nombrados, así como también las orejas, los músculos de la cara, la pelvis y la baja espalda y el pecho.
Cómo Prevenir las neuropatías diabéticas
Lo primero a tener en cuenta es que la mejor forma de enfrentar esta patología es a través de la prevención.
Si no tienes altos niveles crónicos de glucosa o azúcar en la sangre, cuida tu salud con hábitos saludables.
Elimina el azúcar de tu vida o evítala al máximo. Consume vegetales y frutas que te proporcionarán los nutrientes que necesitas con un rico sabor.
Has ejercicios y conserva o vuelve a tu peso. Mantén tus niveles de hidratación. Si previenes la diabetes tipo II, también prevendrás las neuropatías causadas por esta enfermedad.
El en caso de tener un diagnóstico de diabetes, es necesario que te cuides más aún, porque controlar tus niveles de glucosa protegerá tus nervios y evitará que resulten afectados.
¿Qué hacer si ya padeces de neuropatía diabética?
Si recibiste un diagnóstico de diabetes y también el médico detectó, por tus síntomas, que padeces de neuropatías, el cuidado es fundamental para evitar más daños a los nervios.
Quizá cuando empieces a controlar tu glucosa algunos malestares y dolores empeoren. Pero, en la medida en que te esfuerces por cuidar tu salud, los síntomas disminuirán.
La clave está en la alimentación
Es vital que planifiques cuidadosamente tus comidas, realices actividades físicas y cuides tu medicación.
Si te enfocas en alimentos sin procesar y reduces los carbohidratos refinados, podrás mantener bajo control la glucosa en sangre.
Por supuesto, elimina también el azúcar y las bebidas endulzadas. Consume grasas saludables, proteínas magras y, si es posible, prefiere comer en casa.
Así puedes elegir métodos más sanos como asar, hornear y cocer al vapor, antes que freír.
¡No olvides la fibra! Escoge aquellos con bajo contenido de azúcar pero alto en nutrientes y fibras. Limita el consumo de sal y bebe mucha agua, la suficiente para hidratarte.
¿Debes lidiar con neuropatías? ¡Ejercítate!
La manera más sencilla de controlar el azúcar en la sangre es ejercitándote porque la actividad física mantiene a raya los síntomas y ayuda a bajar de peso o mantener el peso idea.
Un estudio evidenció que el ejercicio regular disminuye los dolores por neuropatías diabéticas y, no solo eso, también aumenta la ramificación de la fibra nerviosa intraepidérmica.
El mejor es el ejercicio de bajo impacto: caminatas, ciclismo y natación. Hazlo por unos 30 minutos a una hora, así podrás responder mejor a la insulina y reducir la glucosa en sangre.
El ejercicio también ayuda a proteger los nervios al mejorar la circulación, reducir el colesterol y al desestresarte.
Es posible que necesites fisioterapia. Junto a tu médico, considera tomar algunas sesiones.
Reduce el cigarrillo y otras toxinas
Disminuye tu exposición a sustancias químicas dañinas como pesticidas, productos de belleza, fármacos y antibióticos no recetados por un médico, alcohol, drogas y cigarrillos.
Todas estas sustancias causan algún tipo de daño a los riñones, que ya están en riesgo gracias a la neuropatía.
Reducir el dolor naturalmente
Hay antiinflamatorios naturales que reducen el dolor y ayudan a detener la progresión del daño al nervio.
Es necesario que consultes a tu médico antes de consumir cualquiera de los remedios naturales que te menciono, así podrás evitar interacciones peligrosas con medicamentos que estés tomando que pudieran poner en riesgo tu salud.
Vitamina B12
Al parecer, las personas con diabetes tienden a tener una reducción de vitamina B12.
Hay experiencias que han demostrado que el consumir o inyectarse un complejo de vitamina B ayuda a disminuir el estrés, la inflación y aumenta la energía.
Aceite terapéuticos
Hay algunos ácidos grasos que son bastante útiles para reducir la inflamación, el dolor y estabilizar los niveles de glucosa.
Incluso algunos ayudan a proteger las ramificaciones nerviosas.
Uno de ellos es el aceite de canela. Consume diariamente dos cucharaditas pequeñas, solo debes distribuir esas dos cucharaditas entre todas tus comidas.
También puedes probar aceite de onagra. Normalmente, se recomienda tomar unos 360 miligramos diarios porque ayuda a disminuir las desagradables sensaciones de las neuropatías como hormigueo, ardores y entumecimientos.
El aceite de pescado Omega-3 contribuye a disminuir la inflamación. Se toma unos 1.000 miligramos.
Hay otros aceites esenciales como lavanda, menta e incienso.
Cuidado a tu piel y tus pies
Revísate continuamente para identificar llagas, úlceras y ampollas. Lávate los pies y la piel con cuidado, así como también las uñas.
Córtate las uñas con una tijera sin punta o, mejor, límalas con cuidado después de de bañarte. Luego, sécate bien los pies y las zonas con pliegues donde pudiera acumularse la humedad y las bacterias.
Usa ropa limpia, calcetines limpios y secos, y ten cuidado con las altas temperaturas.
Avísale a tu médico si observas enrojecimientos, infecciones o hinchazón.
Dayana y Bianca tomaron nota de mis recomendaciones. Varias de ellas las consultaron con su médico antes de aplicarlas.
Por ejemplo, el doctor les ofreció opciones de actividades físicas para el papá de las chicas, adaptadas a la edad y condiciones del señor.
Después de un tiempo, conseguí a Bianca en una tienda de abarrotes y le pregunté por su padre. A pesar de las incomodidades propias de la edad y la diabetes, se había recuperado un poco de los dolores de la neuropatía y ahora desarrolla varias actividades con más ánimo y entusiasmo.
Por otra parte, Dayana y Bianca tienen más claro cómo prevenir la diabetes en sí mismas y en su familia.
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Referencias
https://www.webmd.com/diabetes/features/peripheral-neuropathy-and-diabetes
https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diabetic-neuropathy/diagnosis-treatment/drc-20371587
https://draxe.com/diabetic-neuropathy/https://draxe.com/diabetic-neuropathy/