Los Pistachos y Sus Mecanismos De Protección En Enfermedades Crónicas, Según Estudios

Hoy en día, la prevención primaria de algunas patologías asociadas al ritmo de vida actual, se puede lograr consumiendo ciertos frutos secos con elevados niveles de grasas insaturadas.

Aparte de las nueces y almendras, últimamente se han descubierto ciertos efectos protectores del pistacho sobre diversas enfermedades crónicas.

De este tema, que ha despertado últimamente la curiosidad de muchas personas, les voy a hablar a solicitud de Connie, una seguidora de Washington. Ella es una joven ejecutiva de marketing en una empresa de juguetes.

Connie me comentaba, que debido a la gran actividad en su lugar de trabajo, en muchas ocasiones opta por almorzar comida rápida junto con sus compañeros de trabajo.

Ella decidió comunicarse conmigo, a los fines de solicitarme información sobre la veracidad de algunas reseñas que leyó acerca de las bondades del pistacho.

La solicitud de Connie no estaba fuera de lugar, porque precisamente el pistacho ha sido muy investigado los últimos años. Así, honrando el compromiso de su solicitud, preparé para ella un dossier destacando las bondades de este singular fruto seco.

Dada la importancia de conocer acerca de las alternativas naturales que existen actualmente, consideré importante compartir este artículo acerca del pistacho en mi página.

Conociendo acerca del pistacho

El pistacho es producido por el árbol del pistacho o pistachero. Su nombre botánico es Pistacia vera, y pertenece a la familia Anacardiácea al igual que el mango y anacardo o nuez de la India.

El pistacho es originario de Asia central, Pakistán e India, donde se cultivó hace 3.000 años. Se introdujo hace siglos en la cuenca del Mediterráneo, y en los Estados Unidos a mediados del siglo XIX, comenzando la producción comercial en la década de 1970.

En la actualidad California, Arizona y Nuevo México concentran toda la producción comercial de pistachos de Estados Unidos.

Actualmente es posible adquirir pistachos con o sin cáscara, tostados o salados. Vale destacar, que se encuentran disponibles en la mayoría de las tiendas de comestibles. Además de ello, también se pueden adquirir a granel directamente con los productores de pistachos.

El fruto del pistacho es similar a un melocotón, la cáscara exterior encierra una cáscara dura y fina de color blanquecino. Lo que se conoce como pistacho es en realidad la semilla del fruto del pistachero.

Esta se abre un poco antes de que el fruto madure, y deja ver en su interior el embrión comestible. El mismo se constituye principalmente por dos cotiledones verdes cubiertos por una fina túnica.

Esto precisamente es lo que se consume de este fruto tan apreciado, siendo consumido principalmente asados y salados.

Asimismo, en Oriente Medio forman parte de diversos platos de su gastronomía. Vale destacar, que aunque las personas se refieran a ellos como frutos secos, botánicamente los pistachos son semillas.

De acuerdo a los expertos, se han realizado una serie de investigaciones sobre la salud durante los últimos veinte años.

Beneficios más reconocidos del pistacho para la salud

De acuerdo a los estudios realizados hasta ahora, se sabe que los pistachos poseen una serie de beneficios. Entre ellos destacan:

Beneficios más reconocidos del pistacho para la salud

  • Coadyuvan en la reducción del peso corporal

A pesar de que se han realizado pocos estudios de los efectos del pistacho sobre el peso, los que se han realizado hasta ahora son bastante prometedores.

Así, de acuerdo a un estudio publicado en Nutrients el 2020, se mostró que el pistacho al ser rico en nutrientes puede contribuir con un patrón dietético saludable.

Se ha demostrado, que cuando se adquieren este tipo de conductas alimentarias es posible lograr una reducción de peso, además de lograr beneficios adicionales relacionados con el sistema cardiovascular.

Ello incluye la reducción de la presión arterial tanto diastólica como sistólica. Igualmente se ha observado, que el consumo regular de pistachos favorece la adopción de cambios alimentarios saludables.

Es decir, estimula el consumo de fibra dietética, disminuye el consumo de dulces y brinda una proporción favorable de ácidos grasos poli y monoinsaturados respecto a los ácidos grasos saturados.

De acuerdo a las investigaciones se ha determinado, que los pistachos presentan elevados niveles de fibra y proteínas. Ello permite el incremento de la sensación de saciedad, logrando así que se ingiera una menor cantidad de alimentos.

Se ha corroborado, que la ingesta de pistachos en vez de postres tradicionales logra reducir el índice de masa corporal.

  • Favorecen el desarrollo de la microbiota intestinal benéfica

Un estudio realizado el 2020 y publicado en International Journal of Molecular Science demostró, que la ingesta crónica de pistacho logra aliviar la inflamación en tejidos adiposos e hígado.

Ello se debe a su efecto sobre el incremento de diversos géneros de bacterias beneficiosas. Entre ellas destacan Lactobacillus y Dorea. Además de ello, inhibe el crecimiento de bacterias que ocasionan procesos inflamatorios o infecciosos como Bilophila y Desulfovibrio.

Muchos de estos efectos se deben al elevado contenido de fibra de los pistachos. De acuerdo a los análisis realizados, una porción contiene tres gramos de fibra. Se sabe, que la fibra puede ser digerida por las bacterias benéficas, sirviendo como prebiótico.

Mediante este proceso, la fermentación de la fibra produce ácidos grasos de cadena corta. Según los especialistas, estos compuestos disminuyen los riesgos de trastornos digestivos, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Dentro de los ácidos grasos de cadena corta resalta el butirato. De hecho se ha demostrado, que la ingesta de pistachos estimula el incremento de la población de bacterias productoras de butirato, en mayor proporción que las almendras.

  • Reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares

Un estudio publicado en New England Journal of Medicine, demostró el potencial de los pistachos para la salud. En este estudio, los participantes mantuvieron diariamente una dieta mediterránea, mediante la ingesta de 28 gramos (una ración de 49 pistachos) o 50 gramos de aceite de oliva.

Esto permitió una reducción del 30% de riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.

De acuerdo a revisiones de estudios realizadas por la organización americana de cultivadores de pistacho, el consumo de pistachos incrementa diversos antioxidantes en sangre. Dentro de ellos destacan, la luteína y gamma-tocoferol.

Esto permite reducir los niveles de colesterol malo (LDL), un reconocido inductor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, el manganeso, selenio, cobre, zinc, riboflavina y vitamina E son antioxidantes presentes en el pistacho.

Cabe destacar, que también los pistachos poseen elevados contenidos de fitosteroles. De hecho poseen los niveles más elevados de fitosteroles de todos los frutos secos

Los pistachos también poseen cantidades importantes del aminoácido L-arginina. De acuerdo a los investigadores este compuesto puede convertirse en óxido nítrico en nuestro organismo.

Desde hace tiempo se sabe, que este compuesto desempeña una función muy importante sobre la vasodilatación. De esta forma, los pistachos también se consideran promotores de la salud de los vasos sanguíneos.

Asimismo, dos de los grupos de antioxidantes más abundantes presentes en los pistachos (polifenoles y tocoferoles) protegen nuestro organismo del padecimiento de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

A diferencia de otras fuentes, los antioxidantes presentes en los pistachos poseen una alta digestibilidad.

  • Mejoran los niveles de glucosa sanguínea

Se debe resaltar, que a pesar que los pistachos presentan un mayor contenido de carbohidratos que la mayoría de los frutos secos, ellos poseen un bajo índice glucémico.

Esto implica, que no ocasionan elevados picos de glucosa sanguínea. Por esta razón, muchos investigadores no se asombran al encontrar, que los pistachos promueven niveles saludables de glucosa.

Algunos estudios han logrado establecer, que cuando se añaden pistachos a dietas ricas en carbohidratos se logran reducciones de glucosa por el orden del 20 al 30%.

De hecho se ha demostrado, que cuando se consumen pistachos de forma regular, además de las reducciones de glucosa sanguínea, también se logra mejorar la resistencia la insulina y se disminuye el riesgo de diabetes tipo 2.

Dado el elevado contenido de carotenoides y compuestos fenólicos, además de grasas saludables y fibra, el pistacho es considerado un alimento que favorece el control de glucosa sanguínea.

Efecto protector de los pistachos sobre las enfermedades crónicas

A los fines de comprender los posibles mecanismos que poseen los pistachos para proteger nuestro organismo de enfermedades crónicas, se realizó una interesante investigación en la Universidad de Cornell.

Para ello, los científicos emplearon dos métodos diferentes para lograr medir el potencial antioxidante de los pistachos. A saber, la capacidad de absorción de radicales de oxígeno (ORAC) y la actividad antioxidante celular (CAA).

Gracias a estas mediciones se logró determinar, que los pistachos poseen una actividad antioxidante muy elevada.

De acuerdo a los resultados, los pistachos tienen una elevada actividad antioxidante medida por el ORAC y CAA. Este estudio es muy relevante desde el punto de vista fisiológico.

Los investigadores descubrieron que, la capacidad antioxidante de los pistachos era mayor que la de otros alimentos considerados potentes antioxidantes. A saber, la remolacha, cerezas y arándanos.

Según los investigadores, la enorme capacidad antioxidante de los pistachos posiblemente se debe a sus singulares compuestos bioactivos. Entre ellos destacan, los carotenoides, compuestos fenólicos, flavonoides y vitamina E.

La interacción de estos compuestos antioxidantes junto a otros nutrientes, permiten obtener los diversos beneficios para la salud que se han determinado a lo largo de los últimos años.

Dentro de los fitoquímicos de mayor bioactividad presentes en los pistachos destacan los de la vitamina E (tocoferoles). También sobresalen ciertos carotenoides (luteína, zeaxantina y beta-caroteno), además de compuestos fenólicos y flavonoides.

El pistacho como agente protector contra el cáncer

De acuerdo a los estudios realizados en la Universidad de Cornell, los extractos fitoquímicos del pistacho presentan elevada actividad antiproliferativa. Especialmente, contra las células cancerosas humanas (colon, hígado y mama) en condiciones de laboratorio.

El pistacho como agente protector contra el cáncer

Según el estudio, los componentes del pistacho inhibieron el crecimiento del cáncer en las células cancerosas empleadas por los investigadores (mama, hígado y colon) sin ocasionar efecto de citotoxicidad.

Según los científicos, esta interesante área de estudio amerita ser investigada a futuro. Ello permitiría establecer, la forma en la cual los extractos de pistacho bloquean el crecimiento de las células cancerosas, tal como se ha como se descubierto en este nuevo estudio.

De hecho, los estudios de población realizados hasta ahora han permitido demostrar la relación directa entre el elevado consumo de frutos secos y reducción del riesgo de cáncer.

De acuerdo a los expertos de American Pistachio Growers, este estudio logró confirmar el elevado potencial antioxidante de los pistachos. Esto constituiría una excelente noticia para las personas, que desean incorporar ciertos alimentos integrales antioxidantes en su dieta.

Los pistachos evaluados por los científicos de Cornell fueron cultivados en California, y presentan ciertas características diferentes a la de los cultivados en otros países.

Vale destacar, que el grupo de científicos estudió el perfil fenólico de los pistachos tanto crudos como tostados.

Asimismo, determinaron sus capacidades antioxidantes e inhibidoras de la proliferación de células tumorales de cáncer de mama, hígado y colon.

Estos hallazgos ofrecen nuevos conocimientos de los mecanismos protectores de los pistachos sobre las principales enfermedades crónicas. En especial, sobre algunos tipos de cáncer.

Concluyendo

El metabolismo de los procesos realizados cotidianamente, tales como respirar, comer y caminar, generan una serie de radicales libres.

Se sabe, que dichos compuestos afectan las células sanas de nuestro organismo, ocasionando procesos inflamatorios, envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas. Dentro de ellas destacan diversas enfermedades cardiovasculares, además del cáncer.

Muchos estudios realizados a lo largo de las últimas décadas han establecido la importancia de proteger nuestro organismo con diversos antioxidantes procedentes de los alimentos.

Dentro de ellos destacan los pistachos, con un fuerte efecto antioxidante corroborado por la Universidad de Cornell.

Por medio de esta investigación se determinó, que el pistacho presenta ciertos compuestos bioactivos responsables de su elevado potencial antioxidante.

Dentro de ellos destacan, diferentes moléculas de la familia de la vitamina E, además de carotenoides, compuestos fenólicos y flavonoides.

Incluso se determinaron las capacidades antioxidantes a nivel plasmático y celular, incluyendo su capacidad antiproliferativa sobre células tumorales de diversos tipos de cáncer (hígado, colon y mama).

De acuerdo a este interesante estudio se logró confirmar el elevado potencial antioxidante de los pistachos.

Esto representa una excelente noticia para aquellas personas, que desean incorporar una mayor cantidad de alimentos antioxidantes naturales en su dieta a fin de proteger su organismo de ciertas enfermedades crónicas.

Para Connie la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. Ella se sintió muy emocionada porque los beneficios del pistacho no son posturas publicitarias, sino una realidad que ha sido corroborada por científicos de reconocidas instituciones.

Hace poco se comunicó conmigo, y me comentó que había incorporado el pistacho en su dieta. Pero además de ello decidió enrumbar su salud, prescindiendo de todo tipo de comida rápida.

“La actividad antioxidante de los pistachos es mayor que la de otros alimentos considerados a menudo como potentes antioxidantes, como los arándanos, cerezas y remolachas. Creemos que ello se debe a sus compuestos exclusivos como la vitamina E, carotenoides, fenólicos y flavonoides.”

Dr. Rui Hai Liu

Universidad de Cornell

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