Las enfermedades cerebrovasculares son un grupo de trastornos, patologías y afecciones, que alteran el funcionamiento de los vasos sanguíneos y el suministro de sangre cerebral. Según la OMS, cada año ocurren más muertes por patologías cardiovasculares que por cualquier otra causa.
De allí la importancia de conocer cómo se ocasionan estas enfermedades, sus causas, consecuencias y formas de prevención.
De este grupo de patologías les voy a hablar a solicitud de Eve, una seguidora de Nueva York. Ella es una mujer de mediana edad cuyo padre de setenta años ha tenido la tendencia de presentar valores elevados de colesterol a lo largo de muchos meses.
Ella me comentaba, que a raíz de ello su médico tratante le recomendó un medicamento para normalizarlo.
El empleo de los mismos permitió, que por algún tiempo su padre estabilizara los niveles de lípidos, pero volvió a recaer. Incluso, el médico le cambió el tratamiento pero el nuevo medicamento le causó problemas diarreicos, dolor de cabeza y dolores musculares.
Eve me dijo, que ella considera que el tratamiento de padre tampoco funcionó porque el no cambió por completo su dieta como había sugerido el médico. De hecho, tampoco acató la sugerencia de realizar ejercicio y evitar la vida sedentaria.
Cuando Eve se comunicó conmigo me comentó, que le preocupaba que los problemas de grasas en la sangre le ocasionaran algún problema a nivel cerebral o cardíaco.
Por esta razón, quería que le sugiriera algunas modalidades para prevenirlos. Para responder a la solicitud de Eve, compilé para ella cierta información acerca de las causas, consecuencias y formas de prevenir la aparición de patologías cardiovasculares.
Al tomar en cuenta, que estas enfermedades poseen una alta prevalencia, estimé conveniente compartir esta información en mi página.
¿Cuáles son los tipos de enfermedades cerebrovasculares más frecuentes?
Estas enfermedades se caracterizan por afectar los vasos y flujo sanguíneo a nivel cerebral. Por lo general, los problemas de flujo sanguíneo ocurren a causa de la estenosis o estrechamiento de los vasos sanguíneos.
También se producen por obstrucción arterial (embolia), rotura de vasos sanguíneos (hemorragia), formación de coágulos (trombosis) o insuficiente flujo sanguíneo (isquemia).
Los factores mencionados afectan las células cerebrales, lo cual ocasiona diversos tipos de enfermedades que afectan el sistema cerebrovascular. Dentro de ellas destacan:
Ictus o accidente cerebrovascular (ACV)
Se considera un compromiso agudo a nivel de la vasculatura cerebral. Según los especialistas, un 85% de los ictus son isquémicos y el resto hemorrágicos. El ACV es la principal causa de discapacidad en adultos en todo el mundo.
Por ello, es fundamental reconocerlo a tiempo a los fines de tratarlo rápidamente, logrando así la prevención o la disminución de la morbilidad y mortalidad.
Existen diversas causas de ACV, siendo la hipertensión la principal causa de ictus isquémico. Incluso, a nivel de las personas jóvenes puede también estar ocasionado por efectos de trastornos de la coagulación, empleo de drogas ilícitas y disección carotidea.
Los síntomas de un accidente cerebrovascular dependen de qué parte del cerebro esté dañada. La mayoría de las veces los síntomas se presentan de manera súbita y sin aviso. Pero los síntomas pueden ocurrir intermitentemente durante el primer o segundo día.
Los síntomas por lo general son más graves cuando el accidente cerebrovascular acaba de suceder, pero pueden empeorar lentamente.
Si el accidente cerebrovascular es causado por sangrado en el cerebro, se puede presentar un dolor de cabeza. Dicho dolor de cabeza inicia de forma repentina, empeora al cambiar de posición y puede ser intenso.
Cuando se presenta un ACV se producen ciertas consecuencias. Dentro de las más frecuentes destacan:
- Pérdida de la lucidez mental
- Confusión o pérdida de memoria
- Somnolencia
- Cambios en la audición o en el sentido del gusto
- Pérdida del sentido del tacto y la capacidad de sentir dolor, presión o temperaturas diferentes
- Dificultad para deglutir
- Dificultad para leer o escribir
- Mareos o sensación anormal de movimiento (vértigo)
- En ocasiones puede presentarse la pérdida del conocimiento e incluso puede inducirse un estado de coma
- Pueden ocurrir problemas con el sentido de la vista (disminución de la visión, visión doble o ceguera total).
Signos y síntomas del accidente cerebrovascular (ACV)
La Asociación Americana de Accidentes Cerebrovasculares ha venido propagando el conocimiento público del acrónimo F.A.S.T. por sus siglas en inglés.
Esto ayudaría a reconocer algunos signos de advertencia de un ACV y AIT para actuar prontamente. Dentro de ellos destacan:
- Face(Cara): generalmente se producen algunos efectos sobre la misma. Entre ellos, incapacidad para sonreír normalmente. Esto es ocasionado por un proceso de parálisis o entumecimiento de un lado de la cara
- Arm(Brazo): suele presentarse una incapacidad para levantar ambos brazos y mantenerlos así, ocasionado por una debilidad o el entumecimiento en cualquiera de ellos. Esto también puede involucrar las piernas
- Speak(Hablar): el ACV ocasiona, que las personas tiendan a hablar de forma confusa, pierdan la capacidad de hablar o se les dificulte entender lo que alguien les dice
- Time(Tiempo): se refiere a que no debe perderse tiempo cuando se observan algunos de los síntomas descritos, y marcar el número de emergencias de su país lo mas rápido posible.
Previniendo el ACV
De acuerdo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), muchos accidentes cerebrovasculares pueden prevenirse mediante cambios saludables sobre el estilo de vida, y trabajando con el equipo de atención médica para controlar afecciones de salud que incrementan el riesgo de ACV.
Dentro de estas estrategias destacan:
- Participar en ciertas campañas realizadas por algunos organismos. A saber, “Start Small. Live Big.” Esta campaña está dirigida a mayores de 55 años, mediante ella se invita a las personas a retomar los pequeños pasos. Entre ellos, programar sus citas médicas, realizar actividad y comer sano, incluyendo verduras y frutas frescas. Todo esto busca, que las personas puedan volver a vivir a lo grande
- A su vez, ciertas campañas como “Live to the Beat”, busca entregar herramientas a adultos afroamericanos. La idea, es adoptar un estilo de vida saludable para el corazón, en función de las preferencias personales
- Procurar ingerir alimentos con bajo contenido de grasas saturadas, grasas trans y colesterol
- Incluir dentro de la dieta alimentos con alto contenido de fibra a fin de prevenir el incremento del colesterol malo o LDL
- Limitar la ingesta de sal, a fin de mantener niveles adecuados de la tensión arterial
- Es importante mantener un peso saludable para evitar riesgos de ACV
- Manténgase físicamente activo. Diversos expertos han logrado establecer, que el ejercicio es altamente favorable para una adecuada salud.
- De hecho, los Institutos Nacionales de Salud recomiendan realizar dos horas y media de actividad física aeróbica de intensidad moderada. Ello incluye, caminar a paso rápido, todas las semanas. Incluso, los niños deben realizar una hora de actividad física diariamente
- Evite fumar y limite la ingesta de alcohol
- Mantenga la diabetes controlada.
Trombosis cerebral
La trombosis cerebral hace referencia a la pérdida de oxígeno de una región del cerebro por la obstrucción ocasionada por un trombo (coágulo) a nivel de una determinada arteria.
Este efecto, al generar la interrupción del flujo sanguíneo, no solo impide el aporte de oxígeno, sino además de glucosa y nutrientes al tejido cerebral.
Los principales síntomas de trombosis cerebral, son:
- Disartria (habla enredada)
- Afasia (daño en zonas el cerebro que controlan el lenguaje), esto impide leer, escribir y expresar lo que se quiere comunicar
- Inicio súbito de la desviación de la comisura labial (boca torcida)
- Presencia de hemiparesia o debilidad a nivel de un lado del cuerpo
- Hemihipoestesia (pérdida de sensibilidad o adormecimiento de un lado del cuerpo.
¿Cómo se trata la trombosis cerebral?
Esta patología posee un procedimiento específico, que debe realizarse durante las primeras cuatro horas y media desde el inicio de la sintomatología.
Por lo general, los especialistas emplean un fármaco capaz de diluir los coágulos que obstruyen el vaso sanguíneo. Este procedimiento favorece el retorno de la circulación, y la mejora de los síntomas de la trombosis.
Este procedimiento se denomina como trombolisis. El mismo puede realizarse por vía endovenosa o por vía intrarterial. Posteriormente, el tratamiento consiste en estudiar la causa de la trombosis, y la prevención secundaria del mismo. Es decir, administrar medicamentos que eviten la aparición de una nueva trombosis.
¿Cómo se puede prevenir la trombosis cerebral?
Muchos organismos de salud y especialistas coinciden en que se puede prevenir una trombosis cerebral. Ello implica mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una alimentación balanceada y ejercicio físico regular (pueden bastar tan solo 30 a 45 minutos diarios de caminata).
Asimismo, es importante procurar disminuir las cargas de estrés diario. Y también es muy importante, seguir las indicaciones del médico tratante, relacionadas con los controles y la toma de medicamentos.
Trombosis del seno venoso cerebral
De acuerdo a los especialistas, la trombosis del seno venoso cerebral (CVST) o trombosis sinovenosa, ocurre por la formación de un coágulo de sangre en los senos venosos del cerebro. Estos son espacios venosos, que drenan la sangre del cerebro y huesos del cráneo.
La afección de los mismos impide, que la sangre salga del cerebro, ocasionando muchas veces la ruptura de las células sanguíneas y subsecuente hemorragia en los tejidos cerebrales.
Estos procesos pueden ocasionar la presencia de un ACV. Según los expertos, este proceso negativo podría producirse tanto en adultos como en niños, incluso puede llegar a ocurrir en bebés en gestación.
Esta cadena de acontecimientos forma parte de un accidente cerebrovascular, que puede producirse tanto en adultos como en niños. Puede ocurrir incluso en recién nacidos y bebés en el útero.
Se ha observado, que esta afección es una forma poco frecuente de ACV y afecta unas cinco personas por cada millón.
Síntomas frecuentes de la trombosis venosa cerebral
- Dolor de cabeza
- Visión borrosa
- Desmayo o pérdida de conocimiento
- Pérdida de control del movimiento en parte del cuerpo
- Retraso en el desarrollo en el caso de presentarse la trombosis en niños pequeños
- Presencia de convulsiones y ocasionalmente coma o alteración grave del estado de conciencia.
Tratando la trombosis sinovenosa
Cuando ocurre esta afección, se debe tratar de forma inmediata en un centro hospitalario. Dentro del plan de tratamiento, los expertos recomiendan:
- Suplencia de líquidos
- Deterioro del habla
- Empleo de antibióticos en caso de infección
- Empleo de medicamentos anticonvulsivos en caso de que se haya producido una convulsión
- Monitoreo y control de la presión intracraneal y de la actividad cerebral
- Medición de la agudeza visual
- Realizar procesos de rehabilitación.
Algunas estrategias para prevenir la trombosis del seno venoso cerebral
- Evitar las dietas elevadas en grasas e incluya principalmente verduras y frutas
- Realizar ejercicio a diario
- No fumar y evite inhalar humo de tabaco
- Procurar mantener bajo control las enfermedades crónicas, en especial la diabetes
Otras enfermedades que afectan el desempeño cerebrovascular
A pesar de que el ACV es la enfermedad más conocida de las enfermedades cerebrovasculares, existen además otras patologías que también deben ser consideradas. Dentro de ellas destacan:
- Enfermedad cerebral de pequeños vasos: esta enfermedad se presenta en los capilares, pequeñas arteriolas perforantes y también vénulas cerebrales. Se considera una enfermedad obstructiva, capaz de alterar la microcirculación, además de ello, está muy asociada con la hipertensión arterial y la aterosclerosis
- Demencia vascular: se considera un deterioro cognitivo ocasionado por la presencia de lesiones cerebrales
- Malformación aneurismática: es un defecto de la pared de una arteria. Cuando esta malformación arteriovenosa se produce a nivel cerebral y se rompe, puede causar sangrado en la zona (hemorragia), accidente cerebrovascular o daño cerebral.
Factores de riesgo para padecer enfermedad cerebrovascular
De acuerdo a los expertos, existen factores no modificables como la edad, sexo y raza. Generalmente, estas enfermedades son más frecuentes en personas de edad avanzada, sin embargo, pueden presentarse en personas más jóvenes.
De hecho, los casos de ACV en personas jóvenes se han incrementado debido a que los factores de riesgo (sobrepeso u obesidad) se han incrementado en estas poblaciones.
Efectivamente, a pesar que son poco comunes, existen ciertas enfermedades de los vasos cerebrales que están condicionadas por efecto genético y afectan a personas más jóvenes.
Existen también una serie de factores modificables clasificados por los expertos en tradicionales y emergentes.
Dentro de los tradicionales, el más preponderante es la hipertensión arterial. Le siguen en importancia la obesidad, alcoholismo, diabetes, malos hábitos nutricionales y enfermedades cardiovasculares.
Dentro de los factores de riesgo emergentes, destacan el sueño. Su importancia radica en que ciertas patologías relacionadas con el sueño (apnea obstructiva del sueño), pueden incrementar el riesgo de arritmias cardíacas y trombosis cerebral.
Igualmente, ciertos compuestos contaminantes como el plomo y humo de tabaco pueden generar trombosis cerebrales.
Recomendaciones generales para evitar o retrasar enfermedades cerebrovasculares
- Evitar fumar o emplear otros productos derivados del tabaco contentivos de nicotina
- Realiza ejercicios con regularidad (los adultos deben realizar como mínimo 150 minutos de actividad moderada semanales). Por ejemplo, conducir bicicleta o caminatas a paso ligero
- Procura mantener una alimentación saludable para el corazón. Una dieta equilibrada incluye niveles bajos grasas trans.
- Es importante incluir fuentes de grasa más saludables, como aceite de oliva virgen extra, frutos secos, semillas y pescado azul.
- Incorpora alimentos con fibra y granos integrales. Incorpora al menos cinco raciones diarias de frutas y verduras
- Procure consumir bajos niveles de sal (menos de seis gramos, equivalente a una cucharadita diaria)
- Mantén un peso saludable. El sobrepeso puede combatirse mediante una dieta saludable, realizando ejercicio regularmente
- Procura reducir el consumo de alcohol. Es importante no superar el límite recomendado de 14 unidades de alcohol semanales. En caso de que ingiera esta cantidad, debes repartir su consumo a lo largo de tres o más días. Una unidad de alcohol es equivalente a media pinta de cerveza de grado alcohólico normal o a una medida (25 ml) de licor. En el caso del vino, un vaso pequeño (aproximadamente 125 ml) equivale a 1,5 unidades
- Controla los niveles de lípidos sanguíneos y la tensión arterial
- Controla la glucosa sanguínea
- Procura reducir los niveles de estrés
- Mantén una adecuada higiene del sueño.
Concluyendo
Es difícil hablar de la salud cerebrovascular sin considerar la salud cardíaca. De hecho existen diversos factores de riesgo modificables, que pueden ser manejados por las personas, a los fines de evitar las enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.
De acuerdo a los expertos, ellas representan una de las primeras causas de muerte a nivel de los países industrializados.
Dentro de estos factores tradicionales modificables destacan la hipertensión arterial, obesidad, alcoholismo, diabetes, malos hábitos nutricionales y enfermedades cardiovasculares.
Existen muchos factores, que pueden mantenernos alejados de padecer una enfermedad cerebrovascular. Dentro de ellos destacan: evitar el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y tabaco, realizar ejercicios con regularidad y mantener una dieta saludable para el corazón.
Asimismo, se deben ingerir bajas cantidades de sal y azúcar, controlar los niveles de lípidos sanguíneos y tensión arterial, reducir los niveles de estrés y practicar un sueño de calidad.
Para Eve la información recibida, la cual comparto en el post, tuvo para ella mucho valor. De hecho se la transmitió a su padre, y este pudo percibir que había muchos elementos que podían ser controlados, pues estaban en sus manos.
Ella me comentaba, que uno de ellos era la obsesión de su padre de no renunciar a la carne grasa. En realidad no era una situación sencilla, porque desde joven estuvo acostumbrado a disfrutar de cerveza y carne a la parrilla con sus amigos íntimos.
No obstante, su padre comprendió sus niveles de riesgo, y antepuso su salud y amor a su familia sobre sus preferencias culinarias.
Me alegra haber aportado un pequeño grano de arena para esta hermosa familia.
“Los mismos factores de riesgo asociados a las enfermedades del corazón son también importantes con las enfermedades vasculares e incluyen una mala alimentación, falta de ejercicio, diabetes, hipertensión arterial, colesterol alto y sobre todo, el tabaquismo.”
Dr. Janardhan Srinivasan
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK430927/
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https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/cerebral-venous-sinus-thrombosis