El ejercicio físico es cualquier movimiento realizado para hacer trabajar los músculos y obligar al cuerpo a quemar calorías.
De acuerdo a la ciencia, el ejercicio proporciona muchos beneficios para la salud y el bienestar. Sin embargo, muchas personas hasta ahora no han logrado justipreciar su importancia.
De este tema, que desde hace años ha venido siendo estudiado, les voy a hablar a solicitud de Anna. Ella es una seguidora de Puerto Rico, madre de dos niñas.
Anna me comentaba, que desde que era muy joven siempre acostumbró a mantenerse activa. De hecho, siempre le gustó mantener una figura bien tonificada practicando voleibol de playa.
Para Anna no hubo problemas en cambiar de actividad luego de haberse casado, lo importante era seguir manteniéndose en forma. Sin embargo, ella me dijo que había una situación que le tenía preocupada.
Se trataba de su esposo, quien cumplió cincuenta años hace unos meses, y al parecer se sintió un poco viejo para seguir acompañándola a realizar sus ejercicios rutinarios. Anna es diez años menor que él, sin embargo, hasta ese momento, su esposo no había manifestado tal comportamiento.
Ella me comentó, que él ahora se queda en la oficina de su restaurant y permanece largas horas sentado frente al computador. La preocupación de Anna, es lo rápido que su esposo ha ganado peso y su dejadez con el ejercicio.
Y precisamente, ella me contactó para que le profundizara acerca de los efectos del ejercicio sobre nuestro organismo.
Para responder su solicitud, le envié un informe con los efectos comprobados que se tienen hasta ahora del ejercicio. Dada la importancia del ejercicio para la salud en general, consideré importante compartir esta información en mi página.
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Generalidades acerca del ejercicio
El ejercicio físico es cualquier movimiento corporal producido por el sistema musculoesquelético, que implica un gasto energético. Tiene importantes beneficios para la salud del corazón, cuerpo y mente.
También puede realizarse de diversas formas, como caminar, montar en bicicleta, practicar deportes, actividades recreativas y juegos. La OMS recomienda diferentes cantidades de actividad física para distintos grupos de edad y grupos de población específicos.
Según la Asociación Americana del Corazón, los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana.
Deben hacer ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana. Los niños y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física, principalmente aeróbica.
La actividad física puede consistir en cualquier cosa que mueva el cuerpo y queme calorías. Ello incluye, trabajar en el jardín, montar en bicicleta, caminar, nadar o bailar. La clave está en encontrar algo que te guste y hacerlo de forma regular.
Es fundamental realizar ejercicio físico de forma regular y segura para conseguir los beneficios óptimos para la salud. Por ello, se debe consultar a un profesional de la salud antes de iniciar un nuevo programa de actividad física. Especialmente, si se padece alguna enfermedad o se tiene alguna preocupación.
Dentro de los beneficios del ejercicio físico destacan:
Modulación de las respuestas hormonales
Según los especialistas, el ejercicio físico no sólo es beneficioso para la salud física, sino también para el bienestar mental. Una de las formas en que el ejercicio impacta al cerebro, es influyendo en la producción de ciertos neuroquímicos.
Entre ellos podemos señalar, las endorfinas, serotonina y norepinefrina. Estos neurotransmisores intervienen en la regulación del estado de ánimo, estrés, cognición y percepción del dolor.
Las endorfinas son péptidos que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. Se producen en la hipófisis e hipotálamo, en respuesta al estrés físico o emocional, como el ejercicio, dolor o miedo.
Estos compuestos se unen a los receptores opioides cerebrales y de la médula espinal. Ello permite bloquear la transmisión de señales de dolor, produciendo una sensación de euforia, relajación y analgesia.
Otras neuroquímicos que se estimulan con el ejercicio son:
Serotonina
Este neurotransmisor modula el estado de ánimo, apetito, sueño, memoria y aprendizaje.
Norepinefrina
Es un neurotransmisor y una hormona que interviene en la respuesta de lucha o huida. Interviene activamente en el aumento de la frecuencia cardiaca, la presión arterial, glucosa en sangre y el aporte de oxígeno a los músculos durante el estrés o el ejercicio.
Cortisol
Denominada también hormona del estrés, sus niveles se incrementan durante el ejercicio, especialmente los de alta intensidad. Ello favorece la movilización de las fuentes de energía, manteniendo adecuados niveles de glucosa sanguínea.
Adrenalina y noradrenalina
Ellas son liberadas por las glándulas suprarrenales en respuesta al ejercicio. Intervienen en el incremento de la frecuencia cardiaca, presión arterial, flujo sanguíneo muscular y lipólisis (descomposición de la grasa). Sus niveles vuelven a su nivel basal después del ejercicio.
Dopamina
Se trata de un neurotransmisor que interviene en la recompensa, motivación y el movimiento. El ejercicio aumenta los niveles de dopamina cerebrales.
Ello explicaría por qué el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo, reducir la depresión y mejorar la función cognitiva. La dopamina también interviene en el aprendizaje motor y la coordinación, que pueden mejorar con el entrenamiento.
Hormona del crecimiento
Esta es una hormona peptídica segregada por la hipófisis. Posee la capacidad de estimular el crecimiento y la reparación de los tejidos, especialmente los músculos y huesos. El ejercicio aumenta los niveles de la hormona del crecimiento.
Especialmente durante los entrenamientos de resistencia y por intervalos de alta intensidad. La hormona del crecimiento también aumenta la lipólisis y captación de glucosa por los músculos. Los niveles de hormona del crecimiento disminuyen con la edad, pero el ejercicio puede ayudar a mantenerlos.
Insulina
Esta hormona es producida por el páncreas, es responsable de regular los niveles de glucosa en sangre, facilitando su captación por las células, especialmente las musculares.
El ejercicio incrementa la sensibilidad a la insulina. Ello supone una menor necesidad de insulina para reducir los niveles de glucosa sanguíneos. Esto puede ayudar a prevenir o controlar la diabetes de tipo 2 y el síndrome metabólico.
El ejercicio también reduce la secreción de insulina durante el ejercicio, lo que previene la hipoglucemia en personas sanas.
Testosterona
Se trata de una hormona esteroide que producen los testículos en los hombres y los ovarios en las mujeres. Es responsable de las características sexuales, la libido y el estado de ánimo.
El ejercicio aumenta los niveles de testosterona, especialmente durante el entrenamiento de resistencia y el de intervalos de alta intensidad. La testosterona también favorece el crecimiento muscular, fuerza y potencia.
Los niveles de testosterona van en decremento con el transcurrir de los años, pero el ejercicio puede ayudar a conservarlos.
Control del peso
El ejercicio físico puede ayudar a controlar el peso, al incrementar la tasa metabólica. Es decir, la velocidad con la que tu cuerpo convierte los alimentos en energía y elimina los desechos, que es la cantidad de calorías que quemamos en reposo.
También puede ayudar a mantener o aumentar la masa muscular, que es metabólicamente más activa que la grasa. Además, el ejercicio físico puede reducir el apetito y aumentar el gasto energético.
La tasa metabólica depende de muchos factores, como la edad, sexo, peso, masa muscular y nivel de actividad. El ejercicio puede aumentar la tasa metabólica al mejorar la comunicación entre el sistema musculoesquelético y el tejido adiposo.
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Según los expertos, cuando se hace ejercicio de alta intensidad, los músculos demandan más glucosa, que es el principal combustible para la respiración celular.
Esto desencadena la liberación de moléculas de señalización llamadas microARN de las células adiposas, que ayudan a liberar más glucosa y ácidos grasos para que los músculos los utilicen.
VITAVERDE GREEN, puede ser un gran aliado para lograr mantener una dieta con suficiente fibra, minerales y vitaminas.
Reducción de enfermedades cardiovasculares
El ejercicio físico puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, como la enfermedad coronaria, el ictus y la insuficiencia cardiaca. Esto es posible gracias a la disminución de la tensión arterial y mejora de los niveles de colesterol bueno (HDL).
Asimismo, puede prevenir la acumulación de placa en las arterias y fortalecer el músculo cardiaco. Incluso se ha comprobado, que puede reducir el riesgo de diabetes al mejorar la glucemia y sensibilidad a la insulina.
Diversas investigaciones muestran, que la salud y el bienestar dependen, en gran medida de los ácidos grasos omega-3.
Aparte de apoyar la función cerebral y cardiovascular saludable, los omega-3 también contribuyen a una respuesta inmunológica saludable. Por ello, te recomiendo emplear mi fórmula especial MARINE OMEGA-3. Lo puedes adquirir en VitaTienda.com.
Fortalecimiento del sistema musculoesquelético
El ejercicio físico puede fortalecer los huesos y los músculos estimulando la formación ósea, previniendo la pérdida de masa ósea, aumentando la masa muscular y mejorando la función muscular. Dicho efecto es posible, gracias a la estimulación de la producción de nuevas células óseas y musculares.
Esto puede ayudarte a prevenir o retrasar la osteoporosis, sarcopenia, caídas, fracturas y lesiones. También puede mejorar el equilibrio, la coordinación, la flexibilidad y la movilidad.
Diversos estudios han comprobado que, la vitamina D3 favorece el transporte y la absorción de calcio. A su vez, la vitamina K2 es necesaria para formar una matriz ósea fuerte. Por ello, te invito a fortalecer tu sistema musculoesquelético empleando VITAMIN D3 + K2.
Optimización de la salud cerebral
De acuerdo a los especialistas, el ejercicio físico puede mejorar la salud del cerebro y la memoria. Ello se debe a una serie de efectos positivos que han sido corroborados. Entre ellos, incremento del flujo sanguíneo cerebral y potenciación de la neurogénesis (creación de nuevas células cerebrales).
Asimismo, se produce un incremento de la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar).
Incluso se logra protección contra el deterioro cognitivo, demencia y enfermedad de Alzheimer. También puede mejorar el aprendizaje, pensamiento, razonamiento, atención y creatividad.
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El ejercicio físico incrementa el tamaño del hipocampo y estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y células cerebrales.
Se ha observado además, la reducción de la resistencia a la insulina y la inflamación. Ello sin mencionar, que el ejercicio también puede mejorar el estado de ánimo y sueño, y reducir la ansiedad que puede afectar a la función cognitiva.
Mejora de la salud de la piel
El ejercicio físico puede tener varios beneficios para la salud de la piel, como mejorar el flujo de oxígeno, reducir los niveles de estrés, aumentar la producción de colágeno, mejorar el tono de la piel, promover el crecimiento celular y dar un brillo después del entrenamiento.
El flujo de oxígeno es importante para la elasticidad y vitalidad de la piel. Se sabe que esto es importante para nutrir las células cutáneas, eliminar los productos de desecho y los radicales libres.
A su vez, el ejercicio incrementa el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno a la piel. Dicho efecto favorece la prevención y reparación de los daños y el envejecimiento cutáneo.
El ejercicio físico puede mejorar la salud de la piel al aumentar el flujo sanguíneo a la piel, aportando oxígeno y nutrientes, eliminando productos de desecho y estimulando la producción de colágeno.
También puede proteger contra el envejecimiento de la piel al reducir el estrés oxidativo y la inflamación. Este efecto se logra al aumentar los niveles de la hormona del crecimiento y reducir la inflamación.
Incrementa la calidad y duración del sueño
El ejercicio físico puede mejorar la calidad del sueño, especialmente en las personas que padecen insomnio o apnea del sueño. De acuerdo a los estudios, esto es posible gracias a diversos factores. Entre ellos se señalan:
- Liberación de endorfinas: estos compuestos naturales reducen el estrés y el dolor. El estrés y el dolor son causas comunes de problemas de sueño. Sobre todo, porque pueden dificultar conciliar el sueño o permanecer dormido.
- Reducción de la somnolencia diurna: esta condición ocasiona que las personas se sientan excesivamente cansadas o somnolientas durante el día. La somnolencia diurna puede interferir en las actividades diarias y afectar al estado de ánimo y la concentración. También puede hacer que sea más propenso a dormir la siesta, lo que puede alterar su ciclo de sueño y reducir la calidad del sueño nocturno. El ejercicio físico puede ayudarte a mantenerte alerta y con energía durante el día. Dicho efecto, puede mejorar la eficacia y la duración del sueño por la noche.
- Estimulación del sueño de ondas lentas: esta es la fase más profunda y reparadora del sueño. El sueño de ondas lentas es importante para la consolidación de la memoria, función inmunitaria y reparación de los tejidos.
Te recomiendo probar STRESS RELIEF. Esta fórmula equilibrada te permitirá reducir la fatiga ocasional y promover mejores patrones de sueño.
Reduce el dolor crónico
El ejercicio físico es uno de los tratamientos recomendados para el dolor crónico, ya que puede tener múltiples beneficios para el cuerpo y la mente. El ejercicio físico puede ayudar a reducir el dolor crónico por los siguientes efectos:
- Mejora del flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno a los músculos y tejidos. Ello puede favorecer la curación y reducir la inflamación.
- Fortalece los músculos, huesos y articulaciones. Este efecto, puede mejorar la postura, el equilibrio y la movilidad, y prevenir lesiones o deterioros posteriores.
- Libera endorfinas y otros analgésicos naturales en el cerebro. Ello coadyuva en la mejora del estado de ánimo, reducción del estrés y el bloqueo de las señales de dolor.
- Incrementa la autoeficacia y la confianza, lo que puede mejorar las habilidades de afrontamiento y la resistencia al dolor.
Existen diferentes tipos de ejercicio físico que pueden ayudar con el dolor crónico, dependiendo de las preferencias, capacidades y objetivos del individuo. Dentro de ellos os señalo: estiramientos y auto-liberación miofascial, yoga, entrenamiento de resistencia, aerobic acuático, caminar y montar en bicicleta.
Es importante señalar que, en general, el ejercicio físico es seguro y beneficioso para las personas con dolor crónico. Sin embargo, debe ser realizado de forma gradual y progresiva y con la orientación adecuada de un profesional sanitario.
Asimismo, debe emplearse como terapia complementaria, junto a otros tratamientos como la medicación, intervenciones psicológicas y fisioterapia.
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Concluyendo
De acuerdo a lo mostrado, el ejercicio físico ofrece muchos efectos positivos en nuestro organismo. Estos beneficios, pueden mejorar la salud general y la calidad de vida.
Dentro de los efectos positivos del ejercicio sobre nuestro cuerpo destacan, la reducción de enfermedades cardiovasculares y control del peso. Se logra además, la modulación de las respuestas hormonales, fortalecimiento del sistema musculoesquelético y la optimización de la salud cerebral.
Incluso, el ejercicio físico puede mejorar la salud de la piel, incrementar la calidad y duración del sueño y reducir el dolor crónico. SILK COLLAGEN POWDER, con 20 gramos de proteína, puede ayudarte a incrementar tu energía y mejorar tu rendimiento. Es importante elegir un ejercicio que se adapte a sus preferencias, objetivos, capacidades y limitaciones.
La recomendación general para los adultos es realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad vigorosa a la semana. Ello debe realizarse junto con actividades de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana.
No obstante, es importante consultar con su médico antes de empezar un nuevo programa de ejercicios o de aumentar la intensidad o duración del actual.
Es también fundamental intentar reducir el sedentarismo. Ello se logra interrumpiendo los periodos prolongados en los que se permanece sentado, con breves periodos de actividad física.
Para Anna la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. De hecho me comentó, que la fue compartiendo con su esposo en varios momentos.
Ello logró despertar su atención, sobre todo en los puntos concernientes a los efectos del ejercicio sobre la salud de la piel y el control del peso. Para Anna, esto fue una gran noticia, que cambió su vida y la de su familia.
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