En la medida que transcurren los días, se van desvelando una serie de elementos que vinculan el COVID-19, con ciertas patologías. En muchos países, se han fijado posiciones con respecto a cierta información que vinculaba datos epidemiológicos, sin estudios de causalidad.
Me estoy refiriendo al erróneo hecho de establecer directrices erróneas en pacientes con tratamiento para la tensión arterial y la diabetes. De hecho, a lo largo de algunas semanas, se ha difundido a través de las redes sociales, ciertas recomendaciones contradictorias. Ellas cuestionaban la conveniencia de no de utilizar inhibidores del Sistema Renina-Angiotensina, en los actuales momentos de la pandemia desatada por COVID-19.
Dicho contexto de incertidumbre, puede generar en ocasiones muchos niveles de estrés, en pacientes que deben ingerir medicamentos antihipertensivos. Esto lo menciono, porque he recibido muchas solicitudes de información por parte de una gran cantidad de seguidores. Algunos de ellos, son hipertensos o bien poseen algún familiar que lo padece, como el caso de una joven de Chile, cuya madre es hipertensa. Ella me comenta, que a raíz de estar más tiempo en casa y disponer de mucho tiempo para leer, se sienten como en una encrucijada. Es decir, un bombardeo de información, que a veces puede conducir a caminos erróneos.
Pues bien, en este momento especial de nuestra existencia, es muy importante ser solidarios. En aras de ello, compilé información acerca de las generalidades sobre la tensión arterial y la diabetes. También mencioné algunos estudios, que han propiciado esta gran cantidad de información, considerando el COVID-19. Y por supuesto mi recomendación como profesional de la medicina natural.
Se muy bien, que muchas lectoras valoran la información realizada de forma consciente. Por ello, partiendo de lo enviado a la joven, elaboré un sencillo artículo que considero debe ser compartido con las personas más cercanas.
Recordando algunas generalidades acerca de la tensión arterial
Para efectos de realizar un repaso breve, acerca de la tensión arterial, recordaremos un poco acerca de ciertos valores referenciales. Debemos recordar, que la presión sistólica, el número superior, cuando realizamos la toma de tensión, mide la fuerza con que el corazón bombea la sangre hacia las arterias. La lectura inferior a su vez, corresponde a la presión diastólica, es decir la presión sobre las arterias, entre latidos.
¿Cómo saber si la presión está controlada?
- Si la presión sistólica es menor de 120 mmHg (milímetros de mercurio) y la presión diastólica menor a 80 mmHg, se considera normal
- Entre 120 y 129 mmHg de presión sistólica y por debajo de 80 mmHg, la diastólica, se considera elevada
- Entre 130 y 139 mmHg y la presión diastólica de 80 a 89 mmHg, se considera hipertensión etapa 1
- Si la presión sistólica es de 140 mmHg o mayor y la diastólica de 90 mmHg o mayor, se considera hipertensión etapa 2
Por lo general, cuando la tensión arterial, se encuentra por debajo de la etapa 1, no se recomiendan fármacos. Comúnmente, los cardiólogos estabilizan la tensión a un rango normal, mediante un cambio en el estilo de vida. Frecuentemente las personas con rango de lecturas en etapa 2, son las que mayormente son prescritas con medicamentos antihipertensivos. Básicamente, se puede decir que los hipertensivos, son formulaciones farmacológicas que ayudan a mantener la tensión arterial en niveles adecuados. Se ha establecido, que cuando se trata apropiadamente la hipertensión arterial, se logran prevenir ciertas patologías. Entre ellas destacan, enfermedades cardiovasculares, pérdida de la visión, patologías renales crónicas y accidentes cerebrovasculares, entre otros.
Como expuse anteriormente un cambio en el estilo de vida es fundamental para tener una presión arterial regular. Aqui los procesos inflamatorios, la obesidad, el sedentarismo entre otros se controlarían. Esto se traduce en que una buen régimen alimenticio, acompañado de una vida activa con rutina de ejercicios son claves para un corazón saludable y aunado a pensamientos positivos.
Algunos hechos y cifras acerca de la diabetes
De acuerdo a la Federación Internacional de Diabetes, para el año 2019, se contabilizaron a nivel mundial, unos 463 millones de personas con diabetes. Todos ellos, adultos en edades comprendidas entre los 20 y 79 años. De acuerdo a las proyecciones, se estima que para el año para 2045, esta cifra aumentará a 700 millones. Se ha observado que, en los últimos años, el número de personas con diabetes tipo 2 está aumentando en la mayoría de los países. Incluso, el número de personas fallecidas durante el año 2019, se incrementó a unos 4,2 millones de personas. Esto, en comparación con las personas fallecidas a nivel mundial, a causa de la diabetes durante el año 2017.
El Informe Nacional de estadísticas de diabetes, muestra ciertos datos que llaman la atención. Así, se estimó que, al cierre de 2018, la prevalencia de diabetes fue de 34,2 millones de personas de todas las edades. Lo cual representa, el 10,5% de la población total de los Estados Unidos. Y esto llevado a costos económicos para el año 2019, representó un gasto de salud en adultos, de unos USD 760 mil millones de dólares.
A nivel de niños y adolescentes, las cifras mundiales son preocupantes. Contabilizándose, más de 1,1 millones de niños y adolescentes para el cierre del año 2019. Observándose, que más de 20 millones de niños (uno de cada seis de los nacidos vivos), se vieron afectados por la diabetes durante el embarazo.
Diabetes e hipertensión en la mira de los científicos
De acuerdo a médicos e investigadores, que han estado cercanos a muchos pacientes durante esta pandemia, hay mucho por confirmar. Es decir, no es casualidad, lo ocurrido con los pacientes enfermos de COVID-19 y ciertas comorbilidades asociadas. Es decir, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Se ha observado, que la diabetes, representa un factor de riesgo para quienes deben hospitalizarse por COVID-19. Se ha encontrado una asociación clara entre esta patología y la mortalidad por efecto de la infección del nuevo coronavirus. En un estudio, donde se incluyeron 173 pacientes gravemente enfermos, el 16,2% tenía diabetes. Incluso se han realizado comparaciones de pacientes de cuidados intensivos y de cuidados no intensivos con COVID-19. Observándose que el número de pacientes con diabetes, en cuidados intensivos, es el doble. En seguimientos realizados en China, se ha logrado verificar que la mortalidad es tres veces mayor en personas con diabetes en comparación con la mortalidad general por COVID-19.
Los científicos, están empleando actualmente, el número de comorbilidades o enfermedades preexistentes como un predictor de mortalidad para COVID-19. Además de la diabetes, se estudiaron otras comorbilidades comunes. Dentro de ellas destacan la hipertensión, en aproximadamente el 20% de los casos y enfermedades cardiovasculares en el 16%. Se incluyeron además las enfermedades del tracto respiratorio, cuya frecuencia es aproximadamente un 6%. Es importante resaltar, que la diabetes también fue un factor de riesgo de enfermedad grave y mortalidad en otras infecciones por coronavirus. Entre ella se mencionan el SARS, del año 2002 y MERS del año 2012. Además de ello, la diabetes fue también un factor de riesgo durante la pandemia de influenza A H1N1 de 2009.
¿A qué se debe el aumento del riesgo de diabetes frente a COVID-19?
Está muy bien caracterizado, que las personas con diabetes poseen un mayor riesgo frente a las infecciones. Ello incluye ciertas infecciones virales como la gripe, además de ciertas complicaciones relacionadas, como la neumonía bacteriana secundaria. Se debe aclarar, que los pacientes con diabetes poseen una respuesta inmune deteriorada frente a las infecciones. Además de ello, un control de los niveles de glucemia inadecuados, causa mayor vulnerabilidad. Sobre todo, en las respuestas inmunes del organismo frente a los virus y las potenciales infecciones bacterianas secundarias.
Se cree, que muchos pacientes diabéticos en China, que se infectaron con el nuevo coronavirus, tuvieron un control deficiente de la diabetes. Por último, las complicaciones diabéticas tardías, como la enfermedad renal diabética y la cardiopatía isquémica, pueden complicar la situación de las personas con diabetes, haciéndolas más débiles y aumentando aún más la gravedad de la enfermedad COVID-19 y la necesidad de atención como la diálisis aguda. Algunos hallazgos indican que COVID-19 podría causar daño cardíaco agudo con insuficiencia cardíaca, lo que podría deteriorar la circulación.
¿A qué se debe el aumento del riesgo por hipertensión frente a COVID-19?
Es importante aclarar, que todas las personas deben cuidarse, aunque no tengan enfermedades preexistentes como la hipertensión. Sin embargo, se ha logrado establecer, que los pacientes con enfermedades cardiovasculares, poseen alto riesgo. Esto implica que las personas hipertensas, tienen una mayor propensión de padecer complicaciones graves por coronavirus. Es por ello, que se debe insistir hoy más que nunca, frente a la pandemia, en realizar un adecuado control de la hipertensión. Incluso, se ha demostrado que a mayor edad, el paciente hipertenso puede comenzar a sufrir simultáneamente de otras patologías. Entre ellas, diabetes, cardiopatías, enfermedades a nivel pulmonar, de los riñones y un sistema inmunológico deficiente. Y esto se agrava aún más si la persona es mayor de sesenta años.
¿Es importante seguir utilizando los medicamentos para la hipertensión?
Posiblemente, muchos de mis seguidores hayan leído a lo largo de las últimas semanas, una serie de recomendaciones contradictorias. Muchas de ellas, hablan acerca de la conveniencia o no de utilizar ciertos medicamentos. Sobre todo, en el contexto de la actual pandemia por coronavirus (COVID-19).
Por todos es sabido, que en la actualidad, no existe un tratamiento efectivo, validado de una forma definitiva para el COVID-19. Por ello, es preciso, en este marco de tanta incertidumbre, que la comunidad científica evalúe de una forma muy rigurosa, las estrategias para su tratamiento. Esto lo menciono, debido a que recientemente, han surgido, ciertos artículos publicados en China. Estas publicaciones, han dado a entender ciertos riesgos asociados con el empleo de antihipertensivos tales como IECA y/o ARA-II. De acuerdo a las publicaciones, se cataloga a estos antihipertensivos, como factores de riesgo grave.
Sin embargo, hasta la fecha, no se han generado datos clínicos que avalen tales afirmaciones. Es decir, que los pacientes infectados por COVID-19 y tratados con estos fármacos antihipertensivos, se agraven. Sencillamente, dichas recomendaciones, se basan principalmente en hallazgos experimentales, sin ninguna evidencia verificable de un efecto clínico en seres humanos. Puedo señalar, que se trató de una confusión inicial de la comunidad científica, pero afortunadamente a la fecha, la recomendación médica es que los pacientes no abandonen sus tratamientos por cuenta propia. Por ello, hoy más que nunca, se debe insistir en la importancia del control de la hipertensión.
¿Qué tan importante es cuidar la condición de diabético?
Se ha establecido, que los pacientes diabéticos hospitalizado por coronavirus, acumulan ciertos indicadores de riesgo, por los cambios bruscos en su glucemia. Por ello, es muy importante no descuidar los controles y extremar las precauciones. Sobre todo, porque se ha establecido que la diabetes es una de las enfermedades preexistentes, más frecuentemente encontrada en los pacientes hospitalizados con COVID-19. Lamentablemente, esto supone un factor de riesgo, que incluye muchos peligros por efecto de mayor cantidad de complicaciones. Las cuales incluyen mayor probabilidad de ingreso en cuidados intensivos y de fallecimiento. Por ello, se emplean tratamientos intravenosos con insulina para minimizar los riesgos.
Aparte de ello, es importante estar alerta, pues de acuerdo a los CDC, los diabéticos que enferman de COVID-19, tienen un mayor riesgo de desarrollar neumonía. Esta infección puede llegar a tornarse grave y dificultar la recuperación. Por ello, es muy recomendable, que todas las personas con diabetes mayores de dos años se vacunen. En especial con la vacuna antineumocócica, además de la vacuna anual contra la influenza. Así de esta forma si la persona es diabética, debe hacer todo el esfuerzo para cuidarse adecuadamente, mediante un control glucémico adecuado y una alimentación sana y equilibrada.
Vuelvo a repetir que la diabetes tipo 2 no se hereda, se hereda es la forma de alimentación y costumbres de las personas. Por esa razón un régimen alimenticio con los nutrientes que el organismo requiere es necesario para un organismo saludable.
Concluyendo
De acuerdo a lo observado, los pacientes con diabetes, están sujetos a mayor cantidad de riesgos si llegasen a contraer no solo COVID-19, sino cualquier enfermedad viral. Según de lo que se desprende de las observaciones médicas, los diabéticos son más propensos a contraer infecciones. Por ello, cuando resultan infectados, pueden sufrir mayor severidad de los efectos secundarios e incluso arriesgar su vida.
Es lógico, que las personas se preocupen, dada que esta enfermedad, es crónica. Sin embargo, si no se descuidan los principales elementos, no estarán en peligro. Esto es, mantener nuestro control estricto de glucemia, una alimentación sana y un adecuado nivel de ejercicio diario. Y muy importante, no descuidar las vacunas mencionadas, porque se sabe lo complicado que puede llegar a ser la pneumonía.
En cuanto al cuidado de la hipertensión, no se puede permitir que algunas controversias surgida entre científicos, desbalanceen la vida de cada uno. De hecho, ya la situación ha sido aclarada. Por ello, además de estabilizar el funcionamiento cardiovascular, permitiría que no se produzcan descompensaciones adicionales. Es muy recomendable por lo tanto continuar tomando con toda confianza los medicamentos antihipertensivos prescritos. Y de esta forma, cumplir de forma estricta la medicación. Por otro lado, deben cultivar un adecuado estilo de vida. Se deben evitar comidas ultraprocesadas, ingerir grasas saludables, consumir muchos vegetales y legumbres. Muy importante además no descuidar el ejercicio. Que bien puede ser, unas suaves caminatas en casa o practicar algún baile sencillo.
La joven chilena, me agradeció sobremanera la información que le envié, que es la misma publicada en el post. Para ella, no hay vuelta atrás, su madre hará caso a los expertos, lo que es coincidente con mi sugerencia. De esta forma, ella no correrá riesgos adicionales y se protegerá de las patologías preexistentes.
“La información disponible hasta el momento indica que las personas con diabetes, hospitalizados por coronavirus tienen peor evolución del COVID-19. Los motivos no son conocidos, pero uno de los factores puede ser el grado de control glucémico durante la hospitalización”
Dr. Antonio Pérez Pérez
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