Hablar de depresión en la actualidad es un lugar común. Se podría señalar, que se ha transformado en el mal de este nuevo siglo. De acuerdo a la OMS, el año 2015 unos 300 millones de personas, es decir un 4,4% de la población mundial sufrió de depresión. Se ha observado que este tipo de trastorno, se produce más comúnmente en las mujeres que en los hombres.
Este tema sale a relucir, debido a la inquietud manifestada por una seguidora de Colorado. Su nombre es Steffany, quien hizo contacto conmigo hace unas tres semanas, para solicitarme asesoría con relación al manejo de una situación familiar. Ella desde un inicio fue muy sincera, así que abiertamente me comentó que su esposo estaba presentando ciertas conductas inusuales. Por ejemplo, sentarse a solas, siempre en el mismo lugar y comunicándose muy poco con ella y sus hijos. Steffany comenzó a notar esta conducta, desde el fallecimiento de un amigo muy cercano, ocurrida el mes pasado. Esto le preocupaba demasiado, pues ella siempre consideró a su esposo como un hombre muy equilibrado. Por ello me consultó, si era adecuado acudir a un especialista para valorarlo. Estuve de acuerdo en el planteamiento, alertándole que de ser posible, debía evitar el empleo de antidepresivos en su esposo.
Ya que conozco desde hace tiempo, los efectos negativos producidos por estos medicamentos, le envié a Steffany un sencillo recuento acerca de ellos. Incluyendo ciertas investigaciones que exponen las consecuencias de los antidepresivos, incluyendo la reaparición de procesos depresivos. Quise también mencionarle, sobre algunas terapias alternativas sencillas, que permiten evitar el uso de antidepresivos.
Adentrándonse un poco en el conocimiento acerca de la depresión
La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pudiendo llegar a convertirse en un problema de salud generalizado. De acuerdo a la OMS, esta patología es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial.
La Asociación Americana de Psiquiatría, define la depresión o trastorno depresivo mayor, como una afección médica común y grave que incide negativamente en la forma de sentir, pensar y actuar.
Puede ser considerada, un trastorno mental, que por lo general induce a las personas a experimentar sentimientos de baja autoestima y desesperanza.
Existen ciertos tratamientos conocidos y de eficacia comprobada para los trastornos mentales. A pesar de ello, una gran proporción de personas en países de medianos y bajos ingresos no tienen acceso. Esto ocurre debido a una serie de impedimentos, destacando la falta de recursos, el rechazo social por quienes poseen trastornos mentales y la falta de especialistas. Además de ello, el diagnóstico incorrecto y prescripción frecuente de antidepresivos, es una situación recurrente, presente también en países de altos ingresos.
Principales tipos de la depresión
De acuerdo a la OMS, la gravedad sintomatológica de la depresión se clasifica como leve, moderada o grave.
- Leve: las personas con episodios depresivos leves, probablemente experimentarán alguna dificultad para seguir con sus actividades laborales y sociales habituales. Sin embargo, muy probablemente no necesiten suspenderlas por completo.
- Grave: No es este el caso de la depresión grave, pues lo más probable es que el paciente pierda la capacidad de mantener sus actividades sociales, laborales o domésticas.
Además de esta clasificación, se realiza una distinción fundamental entre la depresión sufrida por las personas, con o sin antecedentes de episodios maníacos. Ambos tipos de depresión se consideran crónicos (es decir, se mantienen durante un período prolongado) pudiendo experimentar recaídas en ausencia de tratamiento.
Se puede también mencionar, un tipo de depresión denominada trastorno depresivo recurrente. El mismo se caracteriza por la presencia de episodios depresivos repetitivos.
Existe también, cierta categoría de procesos depresivos conocida como trastorno afectivo bipolar. Corresponde a un tipo de depresión, que incluye episodios maníacos y depresivos, pero separados por estados de ánimo aparentemente normales. Los episodios maníacos pueden incluir estados de ánimo irritables, disminución del sueño, pronunciación atropellada y niveles de autoestima anormalmente elevadas.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de la depresión?
- Anhedonia (incapacidad de disfrutar de los placeres de la vida)
- Ganancia o pérdida significativa de peso
- Disminución o aumento del apetito
- Insomnio
- Hipersomnia (somnolencia diurna excesiva)
- Ansiedad
- Trastornos sexuales
- Trastornos psicomotores:
- Agitación: incapacidad para permanecer sentado, caminar, frotarse las manos y pellizcar o arrugar la piel, ropa u otro objeto
- Enlentecimiento: lenguaje, pensamiento y movimientos corporales ralentizados o lentos, respuestas tardías, bajo volumen de la voz con pocas inflexiones, expresar pocos pensamientos, mutismo (suspensión del habla).
- Síntomas cognitivos: disminución de la capacidad para concentrarse, estar distraído, incapacidad para llevar a cabo las tareas habituales y olvidos
- Quejas somáticas: fatiga o pérdida de energía, dificultad respiratoria y dolores
- Sentimientos de inutilidad o culpa
- Retraimiento o aislamiento social
- Pensamientos recurrentes de muerte: además del miedo a morir, incluye también pensamientos o acciones suicidas.
Principales factores de riesgo de la depresión
Es importante resaltar que la depresión puede afectar a cualquier persona, bajo cualquier circunstancia. Aquí se incluyen, las personas que aparentemente viven en condiciones relativamente equilibradas.
Dentro de los factores generales asociados a la depresión tenemos:
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Factores biológicos
Están muy vinculados a los efectos bioquímicos de ciertas sustancias a nivel cerebral. Dentro de estos compuestos destacan las aminas biógenas, las cuales son imprescindibles para un adecuado desenvolvimiento neurológico. Entre ellos destacan: ácido gamma amino butírico (GABA), dopamina, noradrenalina y serotonina
-
Factores genéticos
Se ha establecido que la depresión puede ser hereditaria. Postulándose que, si un gemelo idéntico padece depresión, el otro posee 75% de probabilidad de expresar esta enfermedad, a lo largo de su vida. En el caso de los mellizos, esta probabilidad se reduce al 50%. Se ha establecido, que los parientes en 1º grado de pacientes con trastornos de estado de ánimo, poseen de 1 a 1,5 veces probabilidad de sufrir trastornos de estado de ánimo
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Factores psicosociales
No disponer de una red de apoyo social, además de poseer una condición de divorciado, separado o viudo, impacta en el padecimiento de depresión. Se ha observado que un bajo nivel socioeconómico, incide en la presencia de depresiones leves. Además de ello, se ha observado que la vivencia de un acontecimiento grave causante de estrés, incrementa seis veces el riesgo de padecer depresión. Cabe destacar, que el antecedente de trastornos psiquiátricos, es también un factor de riesgo para la depresión. Se mencionan también: el trastorno límite de personalidad, ansiedad, agorafobia, trastorno de pánico y consumo de sustancias, especialmente alcohol.
Procedimientos comúnmente empleados para el tratamiento de la depresión
De forma general, existen dos opciones para tratar la depresión: tratamiento farmacológico y tratamiento psicoterapéutico.
Tratamiento psicoterapéutico
Ha sido concebido como una técnica para ayudar a las personas a sentirse mejor consigo mismas. Este tipo de tratamiento, presenta una serie de ventajas:
- Puede ayudar a mejorar los síntomas depresivos
- Favorece la comprensión del origen de la depresión
- Promueve el análisis objetivo los factores que han contribuido a producir la patología
- Permite la comprensión del significado de la sintomatología
- Impulsa a desarrollar actitudes y patrones de comportamiento que permiten la prevención de nuevos episodios de depresión.
Tratamiento farmacológico
- Antidepresivos ISRS (Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina): son los más empleados en la actualidad y actúan sobre la serotonina. Este neurotransmisor facilita la interacción entre las neuronas y el resto del sistema nervioso. Dentro de sus funciones destacan: regulación del sueño, temperatura corporal, estado de ánimo, apetito, percepción, sexualidad, ira y agresividad. Dentro de los más conocidos se mencionan, Fluoxetina, Sertralina y Paroxetina. Empleados comúnmente, en los siguientes procesos depresivos: ansiedad, desesperanza e ideas de muerte, tristeza, llanto, irritabilidad, inapetencia e insomnio.
- Antidepresivos duales: se denominan de esta forma, dado que su modo de acción abarca dos sistemas de neurotransmisión diferentes. Clasificándose en IRNS ((Inhibidores de la Recaptación de Noradrenalina y Serotonina) e IRND (Inhibidores de la Recaptación de Noradrenalina y Dopamina). Pueden ser efectivos en el tratamiento de algunos síntomas relacionados con la apatía, dificultad para experimentar placer o sentir interés y motivación. Dentro de estos antidepresivos destacan: Venlafaxina, Desvenlafaxina y Bupropion
- Otros antidepresivos: aquí se incluyen algunos multimodales como la Vortioxetina. Una de sus características principales, es la mejoría de los síntomas cognitivos de la depresión. Hasta los momentos, ha sido el único que brinda este beneficio. Lo que facilita la reincorporación de las personas que forzosamente debieron separarse de sus responsabilidades laborales. También se mencionan Mirtazapina y Agromelatina, utilizados para mejorar la falta de apetito, motivación y falta de energía.
¿Pueden los antidepresivos profundizar los efectos depresivos?
El año 2004 la FDA, estableció una alerta sobre el aumento de las conductas suicidas en niños y adolescentes. Principalmente aquellos que habían sido tratados con antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Además de ello, incluyó una advertencia en los prospectos de estos medicamentos (black box warning). Esta institución estableció muy bien dicha estrategia, considerando su impacto sobre los médicos de atención primaria, tomándose en cuenta, que el 60% de las depresiones son tratadas por médicos no especialistas.
El año 2006, la FDA realizó una ampliación del black box warning o advertencia en el prospecto de antidepresivos. Esta vez, se amplió hasta un rango de edad de 24 años. Decisión que asume este organismo considerando que, en este grupo de edad la depresión y el suicidio poseen una alta prevalencia. En especial, sobre la población masculina. Esta advertencia fue ampliada para todos los antidepresivos en 2015.
Un estudio de series de tiempo, 2004 a 2016, publicado el 2019 en Epidemiology and Psychiatric, mostró un hallazgo importante. El mismo permitió establecer una relación significativa entre el aumento de las tasas de prescripción de antidepresivos y el incremento de intentos de suicidio entre adolescentes estadounidenses. Otros estudios, de índole observacional y de control, han evidenciado un mayor riesgo de intentos de suicidio y suicidios consumados. En especial, entre jóvenes tratados con ISRS en comparación con otros, que no recibieron dicho tratamiento. Las investigaciones realizadas permiten afirmar, que las advertencias reglamentarias de la FDA, con respecto al suicidio vinculado a los antidepresivos están claramente justificadas.
Algunos estudios que indican los efectos negativos de los antidepresivos
- Un estudio publicado en la revista Frontiers of Psychology, logró mostrar que los antidepresivos generan muchos efectos adversos. Entre ellos destaca, una alta probabilidad de sufrir una recaída mayor a la que pretendía evitarse. Se encontró, además, que los riesgos son menores en quienes no utilizan este tipo de medicamentos.
- Mediante este estudio, Paul Andrews, psicólogo evolutivo, determinó que los pacientes que usan antidepresivos, poseen mayores probabilidades de sufrir recaídas. Esto en comparación con aquellos que no están utilizando dichos fármacos. De esta forma, el Dr. Andrews concluye, que los pacientes que han utilizado medicamentos antidepresivos, podrían ser casi dos veces más susceptibles a futuros episodios de depresión mayor.
- Este estudio, fue realizado por investigadores de la Universidad de McMaster, Canadá. En el mismo, el Dr. Paul Andrews y sus colegas realizaron un minucioso análisis de una gran cantidad de estudios. Donde se recogían diversos resultados de pacientes que emplearon antidepresivos, comparándolos con quienes utilizaron placebos. Estimándose a raíz de estos resultados, que quienes toman antidepresivos, poseen el doble de probabilidad de padecer a futuro de procesos depresivos.
Para muchos estudiosos, aún no existe una clara comprensión de lo que ocurre a nivel cerebral. Sin embargo, se plantea la hipótesis de que la exposición prolongada a antidepresivos provoca la pérdida de los receptores de las terminaciones nerviosas. Se observa, que cuando se realiza la suspensión del medicamento, dichos receptores no logran retornar a su estado inicial. Vale destacar que, para el Dr. Andrew, los antidepresivos realizan una interferencia a nivel de dos neurotransmisores muy importantes: la norepinefrina y la serotonina. Y cuando la persona suspende el empleo de antidepresivos, se realiza una “sobrecorrección” a nivel cerebral, desencadenando nuevos procesos depresivos.
¿Es posible superar la depresión sin los fármacos?
La depresión pudiera tratarse sin el consumo de medicamentos, si se siguen estos consejos relacionados con el estilo de vida que se debe seguir.
- Un adecuado tratamiento psicoterapéutico, acompañado de una alimentación que no produzca procesos oxidativos, podría ayudar a superar los procesos depresivos.
- El consumo de hortalizas y frutos, preferiblemente frescos y de origen orgánico es un complemento importante en la alimentación
- Ingerir fuentes proteicas sanas como pescados azules y aves de granja
- Consumir grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra y el aguacate.
- Evitar la ingesta de azúcar refinado y alcohol, pues inciden muchas veces en estados de ánimo al estilo montaña rusa emocional.
- Ciertos suplementos naturales, como REAL FOOD PURE MARINE OMEGA-3, proveen una excelente suplencia de ácidos grasos omega-3. Se ha observado, por ejemplo, que quienes padecen de depresión, presentan bajos niveles en sangre de sustancias químicas cerebrales denominadas ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), las cuales pueden ser suplidas mediante el consumo de esta propuesta natural de omega-3.
- Un adecuado nivel de ejercicios de forma diaria y disciplinada te liberará de toxinas, y mantendrá adecuados niveles de funcionamiento del sistema inmunológico. Al igual que llenar el cuerpo de Fitoncidios, iones negativos y bacterias benéficas, con una simple caminata por el bosque.
Concluyendo
Es importante resaltar, que cuando la FDA aparece ante la sociedad, lo hace con la intención de proteger la salud de millones de personas. Tal es el caso de la advertencia (Black Box) en los fármacos antidepresivos. Que para despecho de muchos fabricantes de medicamentos, está basada en datos científico sólidos. Vale destacar, que esto fue corroborado el año 2019 y publicado a inicios de 2020 en la revista Frontiers in Psychiatry. Donde se recoge un interesante trabajo de científicos del Reino Unido, Suiza, Estados Unidos, Australia e Italia.
Mediante una serie de estudios muy importantes, se ha ido desmontando la “necesidad” de emplear antidepresivos a ultranza. Esto ha permitido proteger a las generaciones de relevo, que a nivel mundial, han sido muy expuestas a los efectos deteriorantes de los fármacos antidepresivos. Un efecto generalizado y muy conocido es el deseo de suicidarse, pues la depresión es un coctel de sentimientos desestabilizantes. Donde predominan una serie de síntomas afectivos, que incluyen desde tristeza hasta impotencia frente a las exigencias de la vida. Por otro lado, algunos estudios han permitido esclarecer que se producen una serie de interferencias a nivel de los neurotransmisores.
Estilo de vida, la mejor forma de estar saludable
Mi seguidora, recibió con mucho cariño el material que le envié, tal como aparece en el post. Esto que compartí con ella, permitió que su esposo recobrara el equilibrio psicológico, sin depender de pastillas. Como siempre digo, no existen las casualidades y su esposo afortunadamente ya superó el trance de la muerte de su amigo. Y esto lo logró, sin necesidad de consumir medicamentos antidepresivos. De hecho, Steffany me comentó hace una semana que su esposo hizo a un lado las comidas chatarras, así como las gaseosas y bebidas azucaradas. Y ahora, no solo él, sino ella y sus hijos, son grandes fanáticos de los paseos por hermosos bosques de pinos al lado de riachuelos.
Mantener un estilo de vida es esencial para conservarse saludable. Esto iniciando con un buen régimen alimenticio con los nutrientes que el organismo necesita, acompañado de actividades físicas para mantener el cuerpo en movimiento. Y un aspecto sumamente importante es la calidad de pensamientos con actitud positiva y de optimismo. Estos tres elementos son fundamentales para que la persona esté sana pero sobre todo feliz. Es sencillo siendo real, no ideal.
“Son un cuento de hadas tentador … un milagro en una cápsula que mágicamente te transportará a ti mismo. Pero no hay un solo estudio que apoye este mito, que es posible que la mente esté efectivamente reconfigurada por un brebaje químico sintético, de talla única. Y en vista de sus riesgos, merece probar primero todas las alternativas más seguras”
Dra. Kelly Brogan
Psiquiatra holístico, Nueva York
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK361016/
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https://www.nhs.uk/conditions/antidepressants/
https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/depression
https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/what-are-the-real-risks-of-antidepressants