Hoy recibí una llamada de mi amiga Eva María, estaba muy preocupada debido a la información que está circulando sobre un estudio que asegura que el aceite de coco no es saludable. Su preocupación parte del hecho de que desde hace unos meses ha incluido este alimento, así como la pulpa del coco en su alimentación y la de su familia.
Eva no podía creer que un alimento al que le han realizado más de 1700 estudios con grandiosos resultados para determinar sus beneficios para la salud, resultara después de todo tan dañino como la mantequilla.
Ella sabe bien que esas numerosas investigaciones son trabajos llevados a cabo por médicos, nutricionistas, biólogos, bioquímicos y otros especialistas relacionados. Es decir que no se trata de simples campañas publicitarias hechas por grandes empresas para vender sus productos, en este caso, el aceite de coco.
Sin embargo, un sector sigue desprestigiando al coco por su 90% de contenido de grasas saturadas. A pesar de que estas grasas son necesarias en la alimentación humana.
Durante muchos años, y os hablo de varias décadas, se ha creído que las grasas saturadas son el germen de las enfermedades del corazón. Pero resulta que ciertas grasas saturadas son beneficiosas, entre ellas las del aceite de coco.
El uso del aceite de coco para la salud ha evolucionado
Antes de que las investigaciones sobre los beneficios del aceite de coco salieran a luz pública con suficientes argumentos y pruebas, existía una fuerte corriente, más mito urbano, que rechazaba el aceite de coco por su alto contenido de grasas saturadas.
El aceite de coco estaba relegado a ciertos remedios naturales y productos cosméticos de uso externo, como:
- Cremas
- Ungüentos
- Jabones
- Shampoo
- Barras para los labios
- Tratamientos caseros contra picaduras de insectos y quemaduras leves
Utilizarlo en las comidas, agregarlo a batidos o tomarlo a cucharaditas era una locura. Era prohibido en dietas para pacientes con el colesterol alto, problemas cardíacos y otras enfermedades como la obesidad. Este alimento estaba en la lista negra.
Pero esta creencia comenzó a derrumbarse hace una década, cuando un grupo de investigadores relacionados con la nutrición y la salud iniciaron sus experimentos en las islas del Pacífico donde el coco es un alimento básico.
Los nativos de estas regiones poseen una salud de hierro y los decesos por enfermedades cardíacas son mínimos. Entonces, ¿por qué renace la campaña contra el aceite de coco? Tengo dos vertientes sobre esta polémica y os las voy a comentar a continuación.
Enemigos del aceite de coco
El primer adversario del aceite de coco, el más oscuro y poderoso, es la industria de productos alimenticios. Esta industria se ha visto afectada por la tendencia de consumo de aceite de coco, y esto ha hecho retroceder la compra de alimentos procesados.
Quienes adoptaron la corriente de la alimentación sana y natural están dejando de consumir grasas trans, de utilizar aceites vegetales en sus comidas. Esto debido a que los aceites vegetales sí tienen grasas saturadas que dañan nuestro organismo.
Baja la demanda, bajan las ventas, bajan las ganancias. Es lógico entonces que este sector comercial emprenda su batalla por seguir dominando el mercado de los alimentos y su arma más letal es difundir toda información que hable sobre supuestos riesgos de consumir aceite de coco.
Por otro lado, está el esnobismo que ocasiona cualquier nuevo producto que aparece en las redes. Así pasó con la moringa, las bayas de goji, el té verde y la chía. Se desató una locura por estos alimentos y era el tema obligado en reuniones, redes, hogares y oficinas.
Estos ataques de esnobismo no son nuevos, son muy anteriores a la llegada del Internet, recuerdo casos como el del aceite de oliva y la jalea real. Se llevaron sus propiedades a los escenarios, llenaron páginas en diarios y revistas, millones se sumaron a la nueva moda.
Cuando suceden estas situaciones, el público tiende a magnificar las propiedades del nuevo producto otorgándole poderes casi mágicos, entonces pasa de ser un alimento sano a una panacea universal milagrosa que puede curar cualquier cosa.
Este adversario, si bien no tiene el poder monetario y publicitario de la industria de los alimentos, es muy peligroso pues difunde falsas creencias y el público puede cometer imprudencias con resultados lamentables.
La dieta más saludable del mundo incluye aceite de coco
El aceite de coco no es una panacea universal, ni es un alimento milagroso. Debe consumirse con prudencia pues cualquier alimento, por sano que sea, es un factor de riesgo si se abusa de él. Pero el aceite de coco sí es saludable, sí tiene múltiples beneficios para la salud.
El mejor ejemplo de sus propiedades beneficiosas son los nativos de la Polinesia, como Tokelau y Pukapuka, los hawaianos, neozelandeses y antillanos en el mundo occidental. El coco es un alimento básico en sus dietas y un elemento importante en sus manifestaciones folklóricas.
Se trata de poblaciones sanas, con un bajo índice de enfermedades cardiovasculares. Su alimentación incluye:
- Aceite de coco
- Pulpa fresca y pulpa seca de coco
- Leche de coco
- Agua de coco
- Harina de coco
Estos productos son ingredientes en platos cocidos como aderezo, en bebidas y postres. Al coco se le suman;
- Tubérculos
- Frutas frescas
- Pescados
De esta manera se compone una de las dietas más sanas del mundo. El estado de salud y la longevidad de los habitantes de estas regiones lo demuestran.
En comparación con la salud estándar de europeos y norteamericanos, los asiáticos, polinesios y en menor proporción, africanos y caribeños, se llevan el premio de los más sanos gracias a su dieta a base de coco.
La verdad acerca de las grasas saturadas
El director del Centro de Investigaciones del Coco, Dr. Bruce Fife, asegura que mantener una alimentación en la que incluyen aceite de coco, es una de las razones por las que asiáticos y polinesios cuentan con una de las tasas de enfermedades cardíacas más bajas del mundo. Esto debido a que, en su mayoría, reciben incluso 50% de sus calorías diarias en forma de grasas saturadas, siendo su principal fuente el aceite de coco.
Esto contradice completamente la creencia de la medicina occidental, para la cual, el aceite de coco tiene a ser un enemigo de la salud. Esto por su alto contenido de grasas saturadas. Un sector importante de la medicina occidental tiene la firme convicción de que todas las grasas saturadas son dañinas para el cuerpo.
Los detractores del aceite de coco afirman que este aceite no debe consumirse pues ocasiona reacciones negativas. Y claro, si la persona es alérgica al coco le hará daño.
Pero también, existen otros síntomas que puedes experimentar cuando comienzas a consumir aceite de coco, aún sin ser alérgico, lo que no quiere decir que te esté haciendo daño. Algunos de esos síntomas son:
- Náuseas
- Diarreas
- Mareos
Esto se debe a que el organismo comienza a depurarse.
La dieta occidental es una alimentación que engorda y deteriora la salud
Una investigación en mujeres que presentaban obesidad abdominal, en la cual después de 12 semanas consumiendo aceite de coco en su dieta, muestra el poder saludable de este producto natural. Las participantes mostraron una reducción significativa en su cintura.
Este resultado se comparó con un grupo de mujeres que consumió aceite de soya durante el mismo tiempo. Ellas no perdieron grasa abdominal. Esto demuestra que no es el aceite de coco el que pueda causar daños en la salud si lo incluyes en una dieta saludable.
Ten en cuenta que la alimentación en el mundo occidental es alta en:
- Grasas trans
- Carnes procesadas
- Embutidos
- Quesos
- Alimentos empaquetados
- Productos deshidratados
- Comida alta en sodio y aditivos químicos
Los padecimientos cardíacos están relacionados más a estos alimentos dañinos y no al consumo de la grasa saturada proveniente del coco.
Beneficios del aceite de coco para la salud
Los beneficios que aporta el aceite de coco son sobradamente comprobados. Te menciono algunos a continuación:
- No contiene grasas trans.
- No se oxida al ser calentado, por lo que es útil para hornear y guisar.
- Soporta mejor el almacenamiento y tarda en ponerse rancio.
- Sus ácidos grasos ayudan a librar al intestino de bacterias, hongos, parásitos y virus.
- Es útil para combatir hongos en la piel como la tiña y el pie de atleta.
- Aplicado externamente, también elimina piojos y parásitos como los ácaros de la sarna.
- Provee energía para el cerebro.
- Reduce los riesgos de sufrir Alzheimer.
- Fortalece la capacidad de memoria y atención.
- Aumenta el colesterol bueno.
- Fortalece la salud cardíaca.
- Previene enfermedades periodontales y caries.
- Blanquea los dientes de manera natural sin afectar el esmalte.
- Aplicado sobre la piel agrietada o reseca alivia de inmediato las molestias.
- Es excelente como bálsamo labial.
- Es un buen limpiador facial.
- Alivia la sensibilidad de la piel después de rasurarte.
- Sus propiedades antisépticas sanan pequeñas cortadas y rasguños.
- Le devuelve el brillo y la lozanía al cabello seco y sin vida.
- Es un poderoso repelente de insectos combinado con bálsamo de limón, menta, romero o vainilla.
- Mezclado con un poco de bicarbonato de sodio es el mejor desodorante.
Desodorante de aceite de coco
Tal y como te acabo de comentar, entre los beneficios del aceite de coco se encuentra el hecho de que es ideal como desodorante. Por eso quiero enseñarte cómo preparar tu propio desodorante casero con aceite de coco y bicarbonato de sodio. Aquí una receta:
¿Qué necesitas?
- 1 cucharada de fécula de maíz o polvo de arrurruz
- Una cda de aceite de coco
- 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
- 2 gotas de aceite esencial de tu elección o una pizca de clavo en polvo
¿Cómo lo prepararás?
Mezcla los ingredientes en un recipiente hasta conseguir una pasta. Colócalo en un envase tubular con tapa hermética. Sólo tienes que aplicártelo en las axilas directamente.
Una alimentación saludable y ejercicio es la clave
Te puedo decir con toda responsabilidad que el aceite de coco es un alimento poderoso, sano y muy nutritivo. Ya ves que tiene muchos usos y propiedades saludables, pero debes tener en cuenta que sólo por consumirlo sin una dieta sana y actividad física, no vas a lograr una salud de hierro.
Cuando le conté todo esto a Eva María, respiró con tranquilidad y dejó la inseguridad a un lado. Estuvo de acuerdo en que todo alimento debe ser consumido con prudencia, algunos puedes comerlos en mayor cantidad y otros en menor. Lo que no debes hacer es exagerar en su ingesta.
No todos los aceites de coco son iguales, así que para vosotros he formulado ORGANIC COCONUT OIL, el cual está compuesto de grasas naturales extraídas del coco por un método de prensado en frío para conservar los triglicéridos de cadena media (MCT) y los ácidos grasos que se encuentran naturalmente en los cocos. Esto produce un aceite sin refinar que no contienen grasas trans y estalla en bondad y sabor. Puedes obtenerlo en mi TIENDA ONLINE o dáncole clic a la imagen. ➡️
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