Las enfermedades silenciosas son aquellas que progresan sin mostrar síntomas evidentes. Esto dificulta su detección temprana, incrementando los riesgos que pueden conducir al padecimiento de complicaciones graves.
Por ello, es importante conocer acerca de estas enfermedades y la forma de prevenirlas empleando nutrientes naturales.
De este tema que mucha gente pasa por alto, les voy a hablar a solicitud de Barbra, una seguidora de Wisconsin. Ella es una mujer de mediana edad, que actualmente les brinda atención y alivio a las necesidades insatisfechas de sus padres ancianos.
Barbra me dijo qué, afortunadamente su madre siempre ha sido muy sana, sin embargo, su padre padece de hipertensión desde hace más de 40 años. Él al seguir al pie de la letra las indicaciones médicas, ha logrado mantenerse estable.
No obstante, Barbra comenzó a preocuparse por su madre y su esposo, quienes son grandes amigos y muchas veces entre sus conversaciones ingieren muchas tazas de café. Ella se dio cuenta de esta situación, tres semanas después que sus padres se habían instalado definitivamente en su casa.
Y al indagar acerca de los excesos de cafeína, descubrió que podría generar efectos nocivos sobre la tensión arterial cuando se consumía en exceso.
Por tanto, solicitó mi asesoría, en cuanto a conocer cómo se podría prevenir de forma natural, la hipertensión y otras enfermedades que suelen aparecer sin avisar como la osteoporosis.
Al responder la solicitud, le destaqué que estas enfermedades son denominadas precisamente por su forma de presentarse, como enfermedades silenciosas.
Así, a fin de mostrarle algunos puntos educativos relacionados con su solicitud, le envié un dossier mostrándole las generalidades acerca de algunas enfermedades silenciosas y ciertas estrategias nutricionales para prevenir y controlarlas.
Al tomar en cuenta el desconocimiento que existe con relación a estas enfermedades, consideré importante compartir este artículo en mi página.
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Generalidades acerca de las enfermedades silenciosas
De acuerdo a los especialistas, las enfermedades silenciosas, son aquellas que se desarrollan de forma asintomática o con síntomas muy leves al principio, dificultando su detección temprana.
Estas dolencias suelen avanzar en silencio, logrando alcanzar un punto en el que los daños son significativos o incluso irreversibles.
Dentro de las enfermedades silenciosas más comunes destacan:
Hipertensión arterial
Los expertos la denominan “el asesino silencioso”, porque generalmente no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, pueden ocasionar daños graves en el corazón, riñones y cerebro, causando enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal o accidentes cerebrovasculares.
En etapas avanzadas puede causar dolores de cabeza, visión borrosa, fatiga o dificultad para respirar.
Diabetes tipo 2
Se ha logrado observar, que muchas personas no saben que padecen diabetes hasta que los niveles altos de azúcar sanguínea, ocasionan ciertas complicaciones. Entre ellas podemos señalar, problemas en los nervios, visión, o enfermedades cardiovasculares.
Hígado graso no alcohólico (esteatosis hepática)
Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación de grasa a nivel hepático. Si no es tratada, puede evolucionar hacia una inflamación crónica o incluso cirrosis. Todo ello, podría ocurrir, sin dar señales claras en sus etapas iniciales.
Cáncer
Los expertos afirman, que ciertos tipos de cáncer, como el de colon, ovario o pulmón, suelen avanzar sin síntomas perceptibles en las primeras etapas. Por ello, es crucial realizar exámenes preventivos y chequeos médicos periódicos.
Osteoporosis
Esta enfermedad debilita los huesos e incrementa el riesgo de fracturas. De hecho, podría pasar desapercibida hasta la ocurrencia de una fractura inesperada.
Enfermedad renal crónica
Se ha observado que, esta patología, suele desarrollarse de manera asintomática hasta que el daño en los riñones es avanzado. Su presencia puede ser debida a consecuencia de otras enfermedades silenciosas, como la diabetes e hipertensión.
Colesterol alto (hipercolesterolemia)
Por lo general, esta enfermedad no ocasiona síntomas. Sin embargo, incrementa el riesgo de aterosclerosis, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Glaucoma
Por lo general, este daño al nervio óptico, se relaciona muy frecuentemente con la presión ocular elevada, puede progresar silenciosamente hasta causar pérdida de la visión.
Fibrilación Auricular Silenciosa
La fibrilación auricular es una arritmia cardíaca que puede ser asintomática, y aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
¿Es posible evitar el desarrollo o prevenir las enfermedades silenciosas?
Afortunadamente, la naturaleza nos brinda un arsenal generoso de nutrientes que pueden ser aliados en la prevención y manejo de muchas enfermedades silenciosas.
Estos nutrientes actúan como protectores y reparadores de nuestras células, logrando mantener nuestro cuerpo en equilibrio.
A continuación, os muestro ciertos nutrientes clave que pueden contribuir a nuestro bienestar:
Para la hipertensión arterial
- Potasio: regula la tensión arterial al contrarrestar los efectos del sodio. Fuentes naturales: plátanos, aguacates, espinacas, papas, y frijoles.
- Magnesio: relaja los vasos sanguíneos y mejora la circulación. Fuentes naturales: nueces, semillas de calabaza, espinacas y chocolate oscuro.
- Omega-3: reduce la inflamación y protege el corazón. Fuentes naturales: Pescados grasos, linaza y chía.
- Polifenoles: estos compuestos favorecen la reducción de la tensión arterial, previniendo así la hipertensión. Fuentes naturales: aceite de oliva, frutos rojos, cacao, té verde, té negro, té de hibisco, almendras, pistachos y productos de soja.
Para la diabetes tipo 2
- Fibra dietética: reduce los picos de azúcar en sangre y mejora la sensibilidad a la insulina. Fuentes naturales: avena, legumbres, frutas con cáscara comestible (manzanas, peras, uvas, kiwis, melocotones, higos, albaricoques), y verduras de hoja verde.
- Magnesio: contribuye al metabolismo de la glucosa y puede mejorar la sensibilidad a la insulina. Fuentes naturales: semillas de calabaza, almendras, espinacas, aguacates y legumbres.
- Cromo: coadyuva en el metabolismo de la glucosa. Fuentes naturales: brócoli, nueces y cereales integrales.
- Vitamina D: puede mejorar la función de las células beta del páncreas. Fuentes naturales: pescados grasos, huevos y exposición moderada al sol.
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Contra el hígado graso
- Antioxidantes como la vitamina E y la C: ayudan a proteger el hígado del daño oxidativo. Fuentes naturales de vitamina E: Almendras, avellanas, semillas de girasol, espinacas y brócoli. Fuentes naturales de vitamina C: naranjas, pomelos, toronjas, fresas, moras, arándanos, kiwi, mango, papaya, piña, grosellas, melón, acerola, pimientos, brócoli, coles de Bruselas, espinacas y repollo.
- Ácido fólico (vitamina B9): reduce los niveles de homocisteína, un marcador de daño hepático. Fuentes naturales: espárragos, espinacas, hojas de mostaza, lentejas, frijoles, guisantes, nueces, plátanos, naranjas, coles de Bruselas, brócoli, germen y salvado de trigo, hígado de res, perejil, menta y albahaca.
- Polifenoles: reducen la inflamación en el hígado. Fuentes naturales: té verde, cacao, y frutos rojos.
Para la osteoporosis
- Calcio: es fundamental para mantener la densidad ósea en equilibrio. Fuentes naturales: queso, yogurt, vainas de soya inmaduras (edamame), sardinas en aceite, langostinos, almendras, avellanas, acelgas, espinacas y col rizada.
- Vitamina K2: ayuda a dirigir el calcio hacia los huesos y no hacia las arterias. Fuentes naturales: natto (soja fermentada), quesos curados y yema de huevo.
- Vitamina D: se ha comprobado, que facilita la absorción de calcio. Fuentes naturales: salmón, setas expuestas al sol y aceite de hígado de bacalao.
Para el colesterol alto
- Alimentos bajos en sodio y proteínas de alta calidad: Reducen la carga sobre los riñones. Fuentes naturales: clara de huevo, pescado y carnes magras.
- Vitamina C: ayuda a prevenir infecciones del tracto urinario, relacionadas con problemas renales. Fuentes naturales: cítricos, arándanos, fresas y pimientos.
Contra el glaucoma (y salud ocular en general)
- Vitamina A: mantiene la salud de la retina. Fuentes naturales: zanahorias, batatas y espinacas.
- Luteína y zeaxantina: protegen contra el daño oxidativo en los ojos. Fuentes naturales: maíz, col rizada, pimiento amarillo, aguacate y yemas de huevo.
- Ácidos grasos Omega-3: ayudan en la producción de lágrimas y mejoran la salud ocular. Fuentes naturales: Pescados grasos, nueces y linaza.
Para la fibrilación auricular silenciosa
- Omega-3: mejora la salud del corazón y regula los ritmos cardíacos. Fuentes: Salmón, nueces, linaza, chía.
- Magnesio: apoya la función cardíaca. Fuentes: semillas de calabaza, almendras, espinacas. Os recomiendo esta fuente de magnesio: PINK MAGNESIUM.
- Coenzima Q10: este potente antioxidante protege las células del corazón. Fuentes: Carnes magras, pescados, nueces, espinacas. También puedes emplear ACTIVATED CO-Q10, que puedes conseguir al visitar VitaTienda.com.
VITAMIN D3 + K2
Concluyendo
Dado que las enfermedades silenciosas pueden permanecer ocultas por años, es importante realizar ciertas pautas preventivas. Dentro de ellas destacan, las revisiones médicas regulares, análisis de sangre y otros exámenes diagnósticos.
Igualmente, es importante mantener un estilo de vida saludable (dieta equilibrada, ejercicio regular, no fumar y mantener un peso estable). Estas pautas, cuando se cumplen a cabalidad, pueden ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar muchas de estas condiciones.
Además de ello, existen muchos nutrientes naturales que se encuentran en determinados alimentos y en ciertos suplementos alimenticios, que podrían ayudar a prevenir las enfermedades silenciosas.
Dentro de ellos destacan diversas vitaminas, minerales, compuestos bioactivos (polifenoles), ácidos grasos esenciales y fibra dietética entre otros. Todos ellos, se pueden obtener implementando una dieta adecuada.
Igualmente, es conveniente mantenerse adecuadamente hidratado. Esto favorece el adecuado desempeño de órganos clave como los riñones y el corazón.
Esto puede lograrse preferiblemente mediante la ingesta de agua filtrada y tés naturales, evitando bebidas carbonatadas, exceso de cafeína y alcohol.
Es fundamental consumir alimentos frescos, sin procesar, ricos en micronutrientes esenciales. Por supuesto, sin olvidar la práctica del ejercicio regular, a objeto de mejorar la circulación, regular el metabolismo y reducir el estrés.
Para Barbra la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. De hecho, se alegró mucho por la reacción favorable que tuvieron su esposo y su madre, al mostrárselas.
Decidieron sin mucha presión optar por cambiar sus bebidas, incluyendo con mayor frecuencia los tés. De igual forma, comprobaron las bondades de ciertas bebidas nutricionales y energizantes completamente naturales: VITA PROTEINA y VITAVERDE GREEN.
Universidad de Hong Kong
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- https://www.cun.es/chequeos-salud/vida-sana/nutricion/alimentos-ricos-calcio
