Diversos estudios muestran cómo la piel y las mucosas nos protegen de los factores externos nocivos formando una barrera compleja. De acuerdo a la ciencia, dicha barrera presenta cuatro niveles: físico, químico, inmunitario y microbiano.
El nivel microbiano, muchas veces se ve afectado por diversos factores que generan disbiosis. Dicho efecto negativo en muchas ocasiones estimula la producción de ciertas enfermedades cutáneas que debemos conocer, para poder afrontarlas adecuadamente.
De este tema que afecta a muchas personas, les voy a hablar a solicitud de Roxy, una seguidora de Maine. Ella es una mujer de mediana edad, madre de familia y propietaria de una empresa familiar de mobiliario y decoración.
Para ella, este trabajo es como una terapia que logra brindarle mucha alegría. De hecho, disfruta al máximo cuando observa que una familia se siente a gusto con la nueva apariencia de su hogar.
No obstante, esto supone que en muchas ocasiones Roxy debe acudir a restaurantes de comida rápida. Y esto posiblemente haya ocasionado que, en su rostro, tiendan a aparecer granos y puntos negros.
Ella me comentó, que su esposo era siempre el primero en notar este problema. De hecho, él tenía la certeza de que se trataba de un problema de inadecuada alimentación.
A consecuencia de las observaciones de su esposo, ella decidió contactarme para solicitar mi opinión acerca de ello. Lo primero que le destaqué, fue que su esposo estaba en lo cierto. Así, para reforzar mi opinión, le envié información sobre la importancia de mantener la microbiota en equilibrio.
Igualmente, le incluí las consecuencias de las disbiosis tanto cutáneas como intestinales, sobre diversas patologías que afectan la piel.
Dado lo recurrente de ese problema, estimé conveniente compartir esta información en mi página.
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Generalidades acerca de la disbiosis de la microbiota
Por disbiosis de la microbiota cutánea e intestinal se entiende un desequilibrio o alteración de las comunidades microbianas normales que viven en la piel y en el intestino.
Esta microbiota desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud y funcionamiento cutáneo y digestivo. Además de ello, influye sustancialmente en el sistema inmunitario y otros aspectos de la salud humana.
La disbiosis puede estar causada por diversos factores. A saber, la genética, exposición ambiental, dieta, estilo de vida, consumo de medicamentos, infecciones, estrés o el envejecimiento.
La disbiosis puede tener consecuencias negativas para la piel y el intestino, así como para otros órganos y sistemas. Algunas enfermedades cutáneas, como el acné, dermatitis atópica, psoriasis y rosácea, están asociadas a la disbiosis cutánea.
Dichas enfermedades se caracterizan por la presencia de procesos inflamatorios, enrojecimiento, picor, sequedad o lesiones en la piel. La disbiosis cutánea también puede afectar la función barrera de la piel, y hacerla más susceptible a infecciones o irritaciones.
Asimismo, algunas enfermedades intestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), síndrome del intestino irritable (SII) o el cáncer colorrectal, están relacionadas con la disbiosis intestinal. Ello conlleva un cambio, o pérdida de diversidad de la microbiota presente a nivel de los intestinos.
Estas enfermedades pueden causar síntomas como dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, hinchazón o hemorragias.
La disbiosis intestinal también puede afectar a la función de barrera del intestino y aumentar el riesgo de inflamación o infección en otras partes del cuerpo. Vale destacar que se consideran la primera línea de defensa contra los invasores del medio ambiente.
¿Cómo se relacionan el sistema digestivo y la piel?
Diversos estudios han logrado establecer, que la piel y el intestino están conectados por una compleja red de células inmunitarias. Dichas células, responden a los microorganismos que viven en ambos órganos.
Se denominan colectivamente microbiota y favorecen la regulación de diversos aspectos de la salud.
Entre ellos podemos señalar, la inflamación, metabolismo e inmunidad. Sin embargo, cuando dicho equilibrio se ve alterado, por ejemplo, por la dieta, antibióticos o una enfermedad, puede tener consecuencias negativas para la piel.
Vale destacar, que algunas afecciones cutáneas como el eccema, psoriasis y acné, se han relacionado con cambios en la microbiota intestinal.
Los mecanismos exactos por los que la microbiota intestinal influye en la piel no se conocen del todo. Sin embargo, se cree que están asociados a la producción de metabolitos, modulación de las respuestas inmunitarias y comunicación con el sistema nervioso.
Por lo tanto, estudiar las interacciones entre la piel y el microbioma intestinal es importante para encontrar nuevas formas de prevenir y tratar las enfermedades cutáneas.
La ciencia ha descubierto, que diversas enfermedades de la piel van acompañadas de una alteración de la microbiota intestinal.
Se ha observado, que la microbiota es un regulador clave del sistema inmunitario. Ello se debe a que su objetivo es mantener la homeostasis comunicándose con tejidos y órganos de forma bidireccional.
De ahí que la disbiosis en la microbiota cutánea y/o intestinal se asocie a una respuesta inmunitaria alterada. Este desequilibrio favorece el desarrollo de diversas enfermedades cutáneas.
Debemos resaltar, que nuestra salud depende en gran medida del equilibrio de los microorganismos que viven en el intestino. Estos microorganismos afectan muchos aspectos de nuestra fisiología, incluida la salud de nuestra piel.
Se ha logrado observar, que la disbiosis puede contribuir al desarrollo o la exacerbación de diversas enfermedades cutáneas.
¿Cuáles son las enfermedades cutáneas más frecuentes?
Según el estudio Burden of Skin Disease, publicado en The Journal of the American Academy of Dermatology, existen 24 categorías de enfermedades. Entre ellas podemos señalar:
- Acné (quístico y vulgar).
- Infecciones cutáneas (incluidos impétigos, celulitis, abscesos y otras infecciones bacterianas o micobacterianas).
- Psoriasis.
- Daño actínico.
- Linfoma cutáneo.
- Rosácea.
- Dermatitis atópica, eczema.
- Erupciones medicamentosas.
- Dermatitis seborreica.
- Neoplasias benignas, queloides, cicatrices, quistes.
- Trastornos del cabello y las uñas.
- Úlceras.
- Enfermedades bullosas o ampollosas.
- Infecciones/verrugas por el virus del papiloma humano (VPH) y mollusca contagiosa.
- Urticaria.
- Anomalías congénitas (incluidos hemangiomas).
- Melanoma.
- Enfermedades víricas (herpes simple y herpes zóster) y fúngicas.
- Enfermedades del tejido conjuntivo.
- Cáncer de piel no melanoma.
- Vitiligo.
- Dermatitis de contacto (incluida la ocupacional).
- Prurito.
- Heridas y quemaduras.
¿Cuáles enfermedades son causadas por desequilibrios de la microbiota?
Según algunos estudios, la microbiota cutánea está compuesta por diversos organismos, como bacterias, arqueas, hongos e incluso pequeños artrópodos.
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Ellos interactúan entre sí y podrían estar implicados en nuestro estado de salud.
La composición de la microbiota cutánea depende de muchos factores. Entre ellos destacan, la topografía de la piel, genética, edad, dieta, higiene y exposición ambiental.
El porcentaje de afecciones cutáneas relacionadas con desequilibrios de la microbiota no es fácil de estimar.
Ello se debe, a que los distintos estudios pueden utilizar métodos y criterios diferentes para definir la disbiosis y su asociación con enfermedades cutáneas. Sin embargo, algunas revisiones han sugerido que la disbiosis puede estar implicada en más del 50% de las afecciones dermatológicas comunes.
Podría afirmarse que el microbioma cutáneo, desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la homeostasis de la piel. Este efecto positivo, otorga protección frente a posibles patógenos o condiciones ambientales.
No obstante, cuando el microbioma cutáneo se altera o desequilibra, puede dar lugar a diversas enfermedades o trastornos de la piel. Este desequilibrio se denomina disbiosis y no está claro por qué se produce. Algunas de las afecciones cutáneas que se asocian a desequilibrios de la microbiota son:
Impétigo
Esta infección cutánea es frecuente en niños y es causada por un aumento de las especies de Staphylococcus y/o Streptococcus.
Dermatitis atópica
Esta afección cutánea inflamatoria, se caracteriza por la presencia de lesiones rojas, pruriginosas y eccematosas (parches de piel seca). Se asocia a una menor diversidad y una mayor abundancia de especies de Staphylococcus en la microbiota cutánea.
Acné vulgar
Este trastorno inflamatorio crónico de la unidad pilosebácea (folículo piloso y glándula sebácea), afecta principalmente a los adolescentes.
Aunque no es exclusivo de ellos, está relacionado con un crecimiento excesivo de Cutibacterium acnes en las zonas con elevado contenido de sebo de la cara y el tronco.
De acuerdo a la ciencia, esto significa que algunas bacterias beneficiosas, como Bifidobacterium, Actinobacteria, Coprobacillus, Butyricicoccus y Lactobacillus, están reducidas. A su vez, ciertas bacterias perjudiciales, como Proteobacteria, están aumentadas.
Esta disbiosis puede causar inflamación, disfunción inmunitaria y crecimiento celular anormal en la piel. Uno de los tratamientos para el acné vulgar es la isotretinoína, un fármaco que reduce la producción de sebo y encoge las glándulas sebáceas.
No obstante, este medicamento también puede tener efectos negativos en la microbiota intestinal. Un posible enfoque alternativo o complementario consiste en modular la microbiota intestinal mediante el uso de probióticos, prebióticos o intervenciones dietéticas.
Esto puede ayudar a restablecer el equilibrio de los microorganismos del intestino y mejorar el estado de la piel. COLON CLEANSE, puede ser tu apoyo para un adecuado metabolismo y salud digestiva. Lo puedes adquirir en VitaTienda.com.
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Psoriasis
Constituye una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta al 2-3% de la población mundial. Se caracteriza por placas engrosadas y escamosas en la piel.
Se asocia con una diversidad reducida y una composición alterada del microbioma cutáneo, especialmente un aumento de las especies de Streptococcus.
Rosácea
Este trastorno inflamatorio crónico de la piel, afecta principalmente la parte central de la cara. Se caracteriza por rubor, eritema, telangiectasia, pápulas y pústulas. Se relaciona con una mayor abundancia de ácaros Demodex y Bacillus oleronius en la microbiota cutánea.
Leishmaniasis cutánea
Esta es una infección parasitaria, ocasionada por especies de Leishmania transmitidas por flebótomos. Se manifiesta en forma de úlceras o nódulos en las partes expuestas del cuerpo.
En ella influye la composición de la microbiota cutánea, que puede modular nuestra respuesta inmunitaria y afectar a la supervivencia del parásito.
Cáncer de piel
Esta transformación maligna de las células cutáneas, podría estar ocasionada por diversos factores. A saber, la radiación ultravioleta, carcinógenos químicos o mutaciones genéticas.
También se asocia a cambios en la composición y función del microbioma cutáneo, que pueden afectar al sistema inmunitario del huésped y al microambiente tumoral.
Infecciones cutáneas fúngicas
Por lo general, son ocasionadas por diversos hongos que pueden afectar a distintas partes de la piel. Ello incluye el cuero cabelludo, uñas o pies. En ellas influye la composición del microbioma cutáneo, que puede competir con el crecimiento fúngico o facilitarlo.
Sugerencias para prevenir la disbiosis
- Llevar una dieta equilibrada que aporte prebióticos y probióticos, que son beneficiosos para la microbiota intestinal y cutánea. Algunos ejemplos de alimentos prebióticos son el ajo, la cebolla, los espárragos, la avena y los plátanos. Algunos ejemplos de alimentos probióticos son el yogur, el kéfir, el chucrut, el kimchi y la kombucha. Puedes también probar PROBIOTICS 100 BILLION.
- Evitar el uso excesivo de antibióticos, antisépticos o limpiadores agresivos que puedan alterar el equilibrio natural de la microbiota cutánea. Los antibióticos pueden matar tanto las bacterias dañinas como las beneficiosas, reduciendo la diversidad y aumentando la susceptibilidad a las infecciones. Los antisépticos y los limpiadores agresivos pueden alterar el pH y los niveles de humedad de la piel, creando un entorno desfavorable para las bacterias comensales. Mi fórmula especial CANDIDA, fue especialmente creada para equilibrar diversas levaduras y hongos en nuestro organismo.
- Proteger la piel de la exposición excesiva al sol, los contaminantes ambientales o los daños mecánicos que pueden causar estrés oxidativo e inflamación en la piel. El estrés oxidativo y la inflamación pueden dañar la función de barrera de la piel y afectar a la composición y actividad de la microbiota cutánea. La microbiota cutánea también puede ayudar a proteger la piel de la radiación UV mediante la producción de antioxidantes y sustancias antiinflamatorias. Te recomiendo mi fórmula mineral sin aditivos dañinos ELIXIR MINERAL SUNSCREEN SPRAY SPF30.
Tratamientos naturales para ciertas afecciones de la piel
Los tratamientos naturales para las afecciones cutáneas pueden ayudar a mejorar el aspecto y la salud de la piel. Dentro de ellos podemos sugerir:
Gel de aloe vera
El gel de aloe posee propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias, inmunoduladoras, antivirales, antitumorales, antiulcerosas, hipoglucemiante e hipolipemiante.
El aloe puede ayudar a reducir la inflamación, el picor y el enrojecimiento causados por eccemas o acné. Incluso, puede regular el sebo cutáneo, aclarar la piel hiperpigmentada y reducir el aspecto de las cicatrices.
Aceite del árbol del té
Este compuesto posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. El aceite del árbol del té puede ayudar a eliminar el C. acnes, reducir la hinchazón y el enrojecimiento de los granos.
Los productos con aceite del árbol del té también pueden reducir el número de lesiones acneicas en personas con acné leve o moderado. Sin embargo, el aceite del árbol del té puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas.
Por ello, es aconsejable utilizar productos con una concentración inferior al 5% y realizar una prueba del parche antes de aplicarlo sobre la piel.
Vinagre de sidra de manzana
El vinagre de sidra de manzana contiene ácido láctico, que puede favorecer la exfoliación y tratar la hiperpigmentación. También puede ayudar a equilibrar el nivel de pH de la piel y prevenir el crecimiento bacteriano.
El vinagre de manzana puede diluirse en agua y aplicarse sobre la piel con un algodón o pulverizarse como tónico.
Avena coloidal
La avena coloidal es harina de avena finamente molida. Este polvo puede añadirse al agua del baño o aplicarse en forma de pasta sobre la piel.
La avena coloidal tiene efectos antiinflamatorios, antioxidantes e hidratantes que pueden ayudar a aliviar la piel seca, irritada o con picor causada por eccemas, psoriasis o dermatitis. La misma también puede proteger la barrera cutánea y evitar la pérdida de agua.
Miel
Este edulcorante natural posee propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y cicatrizantes. La miel puede ayudar a prevenir infecciones, reducir la inflamación y favorecer la cicatrización del acné. Además, puede ayudar a sanar las quemaduras, heridas y úlceras.
La miel también puede hidratar la piel y mejorar su textura y aspecto. La miel puede aplicarse directamente sobre la piel o mezclarse con otros ingredientes como yogur, zumo de limón o canela.
Estos son algunos de los tratamientos naturales para las afecciones cutáneas que pueden ayudar a mejorar la salud y el aspecto de la piel. Sin embargo, estos remedios no pretenden sustituir la atención o el asesoramiento médico profesional.
Por supuesto, debemos partir de mantener un adecuado equilibrio nutricional a fin de evitar la disbiosis. Debemos recordar que estos tratamientos pueden apoyarnos si mantenemos la microbiota intestinal y cutánea en equilibrio.
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Concluyendo
De acuerdo a lo presentado, la microbiota desempeña un papel importante en una gran variedad de trastornos cutáneos.
Vale destacar, que no solo ocurre un desbalance del microbioma cutáneo, sino que, sorprendentemente, muchas enfermedades de la piel van acompañadas de una alteración del microbiota intestinal.
La microbiota es considerada un regulador clave del sistema inmunitario. Ello implica que su objetivo es mantener la homeostasis comunicándose con tejidos y órganos de forma bidireccional.
Por ello, la disbiosis de la microbiota cutáneo y/o intestinal se asocia a una respuesta inmunitaria alterada. Dicho efecto negativo, favorece el desarrollo de diversas enfermedades cutáneas. Entre ellas destacan, la dermatitis atópica, psoriasis, el acné vulgar, rosácea e incluso cáncer de piel.
Muchas de estas enfermedades pueden ser calmadas empleando algunas estrategias naturales. A saber, aloe, aceite de árbol de té, avena coloidal, vinagre de sidra de manzana y miel. Sin embargo, es importante consultar a su dermatólogo antes de utilizar cualquiera de estos remedios.
Sobre todo, si se tienen problemas cutáneos graves o si sé presentan alergias.
Para Roxy, la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran ayuda. Ella me comentó muy emocionada, que realmente le encantó que su esposo haya sido la clave de su proceso de recuperación.
De hecho, optó por tomar las tareas y proyectos a un ritmo menos desaforado. Ello le permitió corregir los desequilibrios nutricionales, y por ende la disbiosis de su microbiota.
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- Skin and gut microbiota dysbiosis in autoimmune and inflammatory skin diseases.
- Impact of gut microbiome on skin health: gut-skin axis observed through the lenses of therapeutics and skin diseases.
- Gut–Skin Axis: Current Knowledge of the Interrelationship between Microbial Dysbiosis and Skin Conditions.
- Gut–Skin Axis: Unravelling the Connection between the Gut Microbiome and Psoriasis.
- Rosacea, microbiome and probiotics: the gut-skin axis.
- Psoriasis and gut microbiota: A Mendelian randomization study.
- The efficacy and safety of oral microecological agents as add‐on therapy for atopic dermatitis: A systematic review and meta‐analysis of randomized clinical trials.
- Lactobacillus plantarum MH-301 as an effective adjuvant to isotretinoin in the treatment of acne vulgaris: a randomized and open-label trail.
- Burden of skin disease.
- The burden of skin disease in the United States.
- The Skin Microbiome in Inflammatory Skin Diseases.
