☑️ La Vitamina D Puede Reducir El Riesgo de Tratamiento Contra El Cáncer

Para muchas personas tomar el sol resulta una verdadera odisea. Si para mucha gente, esto es algo cotidiano, no todas las personas poseen la capacidad de exponerse a la luz solar sin correr riesgos.

Hoy en día, diversas investigaciones han logrado determinar la importancia de la vitamina D, denominada por algunos la vitamina del sol. De hecho, investigaciones recientes han logrado corroborar, que puede reducir el riesgo del tratamiento contra cáncer avanzado.

De este interesante y controversial tema les hablaré a solicitud de Mildred, una seguidora de California. Ella es una joven madre de un niño de cinco años, y me mencionaba su alto compromiso por la salud de su familia. Me dijo además, que desde hace años se encarga del cuidado de sus padres, quienes viven cercanos a su casa.

Mildred me comentaba, que hace tres años su madre fue operada de cáncer de mama y actualmente realiza terapia hormonal. Así, considerando cierta información sobre los efectos de la vitamina D que leyó en una revista, decidió comunicarse conmigo.

Ella mencionaba que el articulo expresaba, que la vitamina D ayuda a reducir el riesgo del tratamiento contra el cáncer. Por ello acude a mí, a fin de que le corroborara esta afirmación.

Desde hace años, además de asesorar en salud natural y nutrición, realizo investigación en diversos productos naturales en mi laboratorio. Y dentro de algunos productos que he logrado desarrollar se encuentra la  Vitamin D3 + K2 10000 IU.

Esto me permitió elaborar para Mildred, un dossier contentivo de algunas generalidades acerca de la vitamina D. Incluí además, sus propiedades y ciertos comentarios documentados acerca de las últimas investigaciones realizadas.

Como os he mencionado muchas veces los conocimientos no son una carga, más bien permiten nos desenvolvamos más eficientemente. Por ello, decidí compartir esta información con vosotros.

Recordemos algunas generalidades acerca de la vitamina D

Según los Institutos Nacionales de Salud, la vitamina D (denominada “calciferol”) es una vitamina liposoluble. La misma se encuentra de forma natural en determinados alimentos, se añade enriqueciendo otros y se encuentra además como suplemento dietético.

Vale destacar, que nuestro cuerpo produce esta vitamina cuando los rayos ultravioleta (UV) hacen contacto con nuestra piel. Posiblemente recordarán, que la vitamina D obtenida de la exposición a la luz solar, alimentos y suplementos es biológicamente inactiva. Por ello, debe sufrir un proceso de transformación para poder ser empleada en nuestro organismo (hidroxilaciones).

De esta forma, en la primera hidroxilación, el hígado convierte la vitamina D en “calcidiol”. A su vez, la segunda hidroxilación se realiza principalmente en los riñones y forma el “calcitriol”, esta forma es considerada fisiológicamente activa.

De acuerdo a la ciencia, se ha establecido que la vitamina D, facilita la absorción del calcio a nivel intestinal, para mantener concentraciones sanguíneas adecuadas de calcio y fosfato, permitiendo de esta forma la mineralización normal de los huesos.

Esto favorece además, la prevención de la tetania hipocalcémica o contracción involuntaria de los músculos, que produce calambres y espasmos.

Esta importante vitamina es imprescindible en el crecimiento y remodelación ósea. Se ha verificado, que si no se encuentra en cantidades suficientes, los huesos se vuelven delgados, frágiles o deformes.

Cantidades adecuadas de vitamina D logran prevenir el raquitismo en los niños y la osteomalacia en adultos. Se ha comprobado además, que la vitamina D en interacción con el calcio protege a los adultos mayores del padecimiento de osteopenia y osteoporosis.

Debemos destacar que, en los alimentos y suplementos dietéticos la vitamina D tiene dos formas principales: D2 (ergocalciferol) de origen vegetal y D3 (colecalciferol) de origen animal.

La vitamina D cumple otras funciones en el metabolismo corporal

De acuerdo a lo estudiado hasta ahora, se sabe que la vitamina D desempeña otras funciones en nuestro organismo. Dentro de ellas destacan la reducción de procesos inflamatorios, funciones neuromusculares e inmunitarias, metabolismo de la glucosa y regulación de procesos del crecimiento de las células.

Investigaciones actuales han logrado establecer, que la vitamina D es corresponsable de modular algunos genes. Muchos de ellos, son responsables de inducir ciertos procesos a nivel de ciertas proteínas.

Se sabe que, las mismas regulan la proliferación, diferenciación y apoptosis de las células. Esto se debe a que muchos tejidos corporales poseen receptores de esta vitamina.

Es importante señalar, que en ocasiones los síntomas de dolor a nivel musculoesquelético, además de debilidad muscular, pueden ser indicio de deficiencias de vitamina D.

En ocasiones los síntomas pueden ser casi imperceptibles, sin embargo, aunque no se presenten síntomas, cantidades insuficientes de vitamina D acarrean una serie de problemas para la salud.

De acuerdo a la experiencia, bajos niveles de esta vitamina en la sangre se han asociado con lo siguiente:

• Riesgos de muerte por enfermedad cardiovascular
• Procesos de deterioro cognitivo en adultos mayores
• Presencia de procesos de asma grave en niños
• Diversas formas de cáncer.

Ciertas investigaciones han detectado que, la vitamina D podría ser una opción viable para prevenir y tratar diversas patologías. Entre ellas destacan, la intolerancia a la glucosa, hipertensión, esclerosis múltiple y diabetes tipo 1 y 2.

¿Por qué se producen las deficiencias de vitamina D?

Existen una serie de razones, que pueden conllevar al padecimiento de esta importante vitamina. Dentro de estas razones podemos mencionar:

Consumo deficiente de los niveles recomendados

Por lo general, esto suele ocurrir en quienes siguen dietas vegetarianas estrictas. Ello se produce, porque la gran mayoría de las fuentes dietéticas naturales, son de origen animal.

Dentro de las mejores fuentes naturales de esta vitamina, destacan los pescados grasos (salmón, caballa, trucha, el salmón y atún). Además de ello, se encuentra en proporciones importantes en los aceites de pescado, yemas de huevo e hígado de res. Se consigue además en diversos tipos de leche vegetal, como la leche de soja, almendras y avena.

Exposición insuficiente a la luz solar

Salir poco de casa o vivir en latitudes septentrionales expone muy poco la piel a la luz solar, lo cual puede acarrear deficiencias de vitamina D. Por ejemplo, los habitantes del norte de Estados Unidos reciben menores cantidades de radiación solar ultravioleta B (UVB) que los del sur.

Ello es ocasionado por la mayor duración y severidad de los inviernos del norte. Es decir, allí de noviembre a marzo, no existe suficiente luz solar para producir vitamina D en la piel.

Se ha logrado detectar, que el empleo de los bloqueadores solares empleados de forma generalizada, impiden sintetizar la vitamina D. Según las estadísticas, más de la mitad de los habitantes de los Estados Unidos emplean bloqueadores solares.

Deficiencias en el funcionamiento renal

Es importante resaltar, que los riñones desempeñan un papel fundamental en la síntesis de vitamina D. Este órgano, como hemos mencionado, participa en el último paso para convertir la vitamina D, proveniente del hígado bajo la forma de calcidiol, en su forma más activa denominada calcitriol.

Sin embargo, cuando envejecemos, los riñones son menos capaces de convertir la vitamina D en su forma activa. Ello incrementa el riesgo de deficiencia de vitamina D. Este proceso puede también observarse en personas de cualquier edad que presentan enfermedad renal crónica.

Patologías a nivel del sistema digestivo

La práctica clínica ha establecido, que cuando el tracto digestivo posee complicaciones, es incapaz de absorber adecuadamente la vitamina D. Dentro de estas patologías frecuentes, se encuentran algunas enfermedades generalizadas como la fibrosis quística, enfermedad Celíaca y enfermedad de Crohn.

Además de ello, se ha observado también una deficiencia de esta vitamina en personas que han sido sometidas a ciertos tipos de cirugías, como el bypass gástrico.

Presencia de obesidad

Diversos estudios han logrado establecer, que la obesidad está muy relacionada con la deficiencia de vitamina D. De acuerdo a los expertos, la carencia de vitamina D en personas obesas se asocia al déficit metabólico y a la alteración en los niveles de lípidos (colesterol y triglicéridos).

Diversos estudios han encontrado que, existe una correlación inversa significativa entre el déficit de vitamina D, sobrepeso y obesidad. Esto había sido detectado con antelación especialmente en casos de obesidad mórbida (índice de masa corporal mayor a 40).

De acuerdo a ello, la vitamina D es extraída de la sangre por las células grasas, alterando de esta forma su liberación en la circulación. Se detectó, que quienes poseen un índice de masa corporal mayor de 30, presentan bajos niveles de vitamina D sanguíneos.

¿Cómo se detecta la deficiencia de vitamina D?

La forma más precisa para cuantificar las cantidades de vitamina D es empleando un análisis de sangre de 25-hidroxi-vitamina D. Valores entre 20 nanogramos/mililitro a 50 ng/mL son considerados adecuados en el caso de personas sanas. La presencia de valores inferiores a 12 ng/mL, indican una deficiencia de esta vitamina.

¿Cómo se trata una carencia de vitamina D?

Por lo general, para solventar los niveles deficitarios de vitamina D se recomienda la ingesta de alimentos naturales o el empleo de suplementos. Como mencionamos, una concentración inferior a 20 nanogramos por mililitro se considera generalmente inadecuada y requiere tratamiento.

Hace un tiempo, el Instituto de Medicina incrementó los niveles de la Ingesta Diaria Recomendada (IDR). El valor actual es de 600 unidades internacionales (UI) para las personas entre 1 a 70 años. A su vez, para personas mayores de 70 años, la IDR, se sitúa en 800 UI. A su vez, el límite máximo de seguridad actual es de 4.000 UI.

Vale destacar, que solo con prescripción médica pueden emplearse cantidades mayores a esta cantidad, cuando exista una causa justificada para corregir una deficiencia

La vitamina D podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer avanzado

Un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard, motivados por indagar acerca de los efectos de la vitamina D3, realizaron un interesante estudio. Según los datos epidemiológicos y ensayos realizados hasta ahora, la suplementación con vitamina D puede reducir el cáncer metastásico.

Además de ello, puede también evitar la mortalidad por cáncer, indicando que existen vías biológicas compartidas. Así, el objetivo de este estudio consistió en realizar un seguimiento de la posible reducción de la muerte por cáncer. Esto se realizó en el Ensayo de Vitamina D y Omega-3 (VITAL).

De esta forma, se evaluó si la vitamina D puede reducir la incidencia de cáncer avanzado (metastásico o mortal). Se incluyó además, un examen de la posible modificación del efecto considerando el índice de masa corporal. El mismo fue publicado en noviembre de 2020 en JAMA Network Open.

Este estudio comparó los beneficios y riesgos de la vitamina D y ácidos grasos marinos omega-3 (aceite de pescado), con un placebo para prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. El ensayo contó con la participación de 25.871 pacientes, con una edad promedio de 67 años y un 51% de mujeres.

Entre los participantes había hombres de 50 años o más y mujeres de 55 años o más. Al inicio del estudio, ninguno de los participantes presentaba antecedentes de cáncer o enfermedades cardiovasculares.

En este ensayo controlado aleatorio, los participantes fueron asignados al azar a diversos tratamientos. Ellos incluían suplementos de vitamina D, ácidos grasos omega-3, ambos suplementos o placebo.

En el periodo medio de tratamiento (5,3 años), más de 1.600 pacientes desarrollaron un cáncer invasivo. Por medio de este estudio, los científicos determinaron, que los participantes a los que se asignó vitamina D, presentaron reducciones significativamente mayores de los cánceres avanzados.

Trascendencia del estudio realizado en la Universidad de Harvard

En este análisis secundario de un ensayo clínico aleatorio con 25.871 pacientes, la administración de suplementos de vitamina D3 redujo la incidencia de cáncer avanzado (metastásico o mortal) en la cohorte general, con una mayor reducción del riesgo en los individuos con peso normal y ninguna reducción entre los individuos con sobrepeso u obesidad.

Este ensayo clínico aleatorio, de suplementos diarios de vitamina D en dosis altas durante 5 años mostró cierta información relevante. Entre ellas, la reducción de la incidencia de cáncer avanzado a nivel general, sin diagnóstico de cáncer al inicio. Observándose una mayor reducción del riesgo en los participantes con peso normal.

Los científicos corresponsables de este estudio, sugieren que deberían considerarse ensayos aleatorios adicionales centrados en pacientes con cáncer. Además de ello, considerar, investigaciones sobre el beneficio diferencial obtenido, en función del índice de masa corporal (IMC).

De hecho, también resaltan que los suplementos de vitamina D, son mucho menos tóxicos y de menor costo que la mayoría de las terapias actuales contra el cáncer.

Según los resultados obtenidos, se sugiere que los suplementos de vitamina D3 pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer avanzado. Sobre todo, en los adultos sin un diagnóstico de cáncer inicial y con un índice de masa corporal normal. Es decir, en quienes no presentaban sobrepeso u obesidad. 

Concluyendo

Como se pudo apreciar, la vitamina D no deja de ser siempre un tema noticioso. Desde hace tiempo, se conoce su participación activa en el metabolismo de la calcificación del tejido óseo. Sin embargo, su deficiencia se ha vinculado también con el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, deterioro cognitivo y asma infantil.

Gracias a la ciencia se desveló hace poco, que esta singular vitamina puede también reducir la incidencia de cáncer avanzado. Este hallazgo fue capitalizado por un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Ellos lograron comprobar, que los suplementos de vitamina D, se correlacionan con una menor incidencia de cáncer avanzado.

Según los investigadores, hasta los momentos no se ha encontrado ningún otro tratamiento o suplemento, que se asocie con una reducción superior al 15% del riesgo de cáncer total avanzado. De acuerdo a ellos la vitamina D es un suplemento de fácil acceso, barato y además ha sido empleado y estudiado durante décadas, mostrando un gran nivel de seguridad.

Para Mildred el material recibido, que es el mismo que comparto en el post, constituyó para ella una buena noticia. Principalmente, porque le permitió mostrarles a sus padres, la importancia de la suplencia de vitamina D en las cantidades apropiadas.

Y además, porque le entregó herramientas para sugerirle a su madre, el empleo regular de suplementos de vitamina D. de hecho, ellos aceptaron emplear suplementos de vitamina D. La última vez que Mildred me contactó, estaba feliz porque sus padres decidieron también caminar para recibir “baños de sol”.

“La vitamina D y la inmunidad comparten una conexión importante porque los receptores de la vitamina D se expresan ampliamente en todo el cuerpo y las pruebas experimentales sugieren que la vitamina D tiene actividad antineoplásica…”

Dra. Paulette Chandler

Escuela de medicina de Harvard, Boston, Massachusetts

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