En días recientes, muchas personas me han escrito para preguntarme si es cierto que un compuesto llamado, popularmente, “vitamina B17” es una verdadera alternativa, casi maravillosa, para la curación del cáncer.
De esta sustancia se habló hace un tiempo y, al parecer, resurge la polémica al respecto. Te comentaré lo que, hasta la fecha, ha dicho la evidencia científica sobre la Vitamina B17. Me basaré en las investigaciones que se, hasta el momento, se han llevado a cabo.
¿Qué son las vitaminas?
Comenzaré por aclarar a qué denominamos “vitamina” para determinar qué sustancia es la Vitamina B17. Las vitaminas son compuestos orgánicos que los seres vivos necesitan, incluyendo los humanos, para realizar funciones vitales.
Es decir, son indispensables para la vida, aunque las cantidades que el organismo necesita son muy pequeñas. Por esta razón, casi todas deben obtenerse de los alimentos. Hay muy pocas funciones que el cuerpo realiza sin vitaminas: contribuyen con el metabolismo y la producción de glóbulos rojos.
También se encargan de la inmunidad, la salud dental, la síntesis de enzimas, evitan la producción de radicales libre, entre otras muchas funciones. A pesar de necesitarlas tanto, el cuerpo es incapaz de producir la mayoría de ellas.
Hasta este momento, hay 13 vitaminas conocidas y cada una tiene funciones específicas para la vida. Aunque todos los seres vivos las necesitamos, cada especie tiene diferencias en los requerimientos.
Por ejemplo, los perros no necesitan consumir vitamina C, pues su cuerpo sintetiza la que requieren. No así los humanos, quienes necesitamos obtener la vitamina C de los alimentos.
¿Qué es la vitamina B17?
Por “vitamina B17” se conocen dos compuestos llamados laetrilo y amigdalina. Aunque muchos creen que el laetrilo y la amigdalina son lo mismo, en realidad son sustancias diferentes.
Lo primero que debemos saber es que la amigdalina es un compuesto glucósido cianogénico. Es Glucósido porque en su estructura molecular hay un glúcido o hidrato de carbono y un no glúcido.
Es cianogénico porque en su síntesis libera un compuesto llamado ácido cianhídrico o cianuro de hidrógeno (HCN). Las sales de este compuesto son conocidas como cianuro, sustancia altamente tóxica.
Normalmente, la amigdalina se encuentra en semillas de algunas frutas como albaricoques, manzanas, uvas y sandías. También la contienen algunas nueces, especialmente, las almendras.
Cada vez que resurge el tema, a la amigdalina la llaman “revolucionaria”, aunque su descubrimiento ocurrió hace más de 100 años. Ya a mediados del siglo XIX se sabía de esta sustancia en Francia, cuando dos químicos la aislaron en 1830.
Y su presunta eficacia contra el cáncer proviene de 1892, tiempo durante el cual la descartaron por ineficaz y tóxica.
Por otra parte, está el laetrilo, cuyo nombre completo es laevomandelonitrilo. Este es un compuesto semisintético, es decir, no totalmente natural, que contiene parte de las estructura molecular de la amigdalina.
Fue sintetizado y patentado en la década de los 50 del siglo XX y recibió el nombre comercial de Laetrile. En la década de los 70 promocionaron el laetrilo como un agente contra el cáncer. Según sus partidarios, el laetrilo se podía consumir solo o como parte de un programa de dieta.
Para esto se vendieron como suplementos vitamínicos y enzimas. Muchos de esos suplementos se vendieron con el nombre de Vitamina B17.
¿El laetrilo o la amigdalina son una vitamina?
Como aclaré, el laetrilo y la amigdalina son dos sustancias diferentes. Y la respuesta a la pregunta es: No.
Ninguna de las dos es una vitamina porque incumplen con el requisito esencial: no son necesarias para la vida. No es ético llamar “vitamina” a un compuesto que, claramente, no lo es.
Tampoco es ético presentar dos sustancias diferentes como si fueran la misma, aunque esa diferencia radique en su estructura molecular. Recuerda que el laetrilo está patentado ante las autoridades estadounidenses y puede ser comercializado.
Otros nombres del laetrilo o la amigdalina
Tanto la amigdalina como el laetrilo reciben otros nombres, que aumentan la confusión entre ambas. Amigdalosida y Mandelonitrilo-beta-Gentiobiosida son otros nombres de la amigdalina.
Al laetrilo también se le conoce como mandelonitrilo-beta-glucurónido y laevorotatorio. Como muchas personas creen que son el mismo compuesto, a ambos también los llaman nitrilosida y purasina.
¿Cuáles son los efectos secundarios de consumir laetrilo?
Como toda sustancia química, el laetrilo tiene efectos secundarios. La mayoría se produce por el contenido de cianuro que se libera en el organismo en la descomposición digestiva.
Algunos de los síntomas son fiebre, malestar general, dolor de cabeza, mareos, daño hepático e hipotensión arterial. Si tomas laetrilo en tabletas, es importante que evites los alimentos que contienen amigdalina.
Por ejemplo, almendras crudas, zanahorias, apio, albaricoques, melocotones, brotes de soya, nueces, semillas de frutas trituradas, entre otras. Todos estos alimentos se pueden consumir de forma segura si no estás tomando laetrilo porque sus niveles de cianuro son bastante bajos.
Sus promotores aseguran que es precisamente el cianuro del laetrilo el que “mata” las células cancerosas.
¿Cómo recetan el laetrilo?
El laetrilo está disponible en inyecciones para vía intravenosa, en tabletas, en lociones para la piel y en líquidos para enemas. Su efecto es más rápido y, por lo tanto, más tóxico si se consume en tabletas, más que inyectado.
Esto se debe a que en el intestino delgado hay una enzima llamada β-glucosidasa. Estas descompone rápidamente los glucósidos cianogénicos como la amigdalina o el laetrilo y libera cianuro.
Los promotores del laetrilo normalmente recetan inyecciones intravenosas por dos o tres semanas. El resto del tratamiento se completa con tabletas durante un tiempo.
¿Qué otros usos se le da al laetrilo?
Además, de terapia contra el cáncer, también han recetado el laetrilo para mejorar la salud y mejorar los niveles de bienestar. Otros usos incluyen la desintoxicación y la limpieza del organismo. Y, otros aseguran que alarga la vida.
¿Qué investigaciones se han realizado con el laetrilo?
Básicamente, se han hecho dos tipos de investigaciones: pruebas de laboratorio y estudios con seres humanos.
Pruebas de laboratorio
En el primer caso, la investigación afirmó que la amigdalina disminuyó la velocidad de crecimiento del cáncer en animales. También aseguró que detuvo el crecimiento de tumores pulmonares.
Sin embargo, estudios posteriores no mostraron los mismos resultados. En otro estudio de laboratorio, la amigdalina demostró actividad anticancerígena al combinarse con una enzima llamada glucosidasa.
Esto puede deberse a que la enzima libera el ácido cianhídrico de la amigdalina y el cianuro resultante destruyó las células cancerígenas. La preocupación de la comunidad científica es que el cianuro también podría dañar las células sanas del cuerpo.
Hubo un estudio en 1978 que afirmó que la amigdalina podría hacer que las células cancerígenas fueran más sensibles a la radioterapia. La investigación se basó en el siguiente principio.
Las células cancerígenas que se encuentran en el centro del tumor reciben menos oxígeno. Las células que están más cercanas al exterior, sí reciben más oxígeno.
Esa falta de oxígeno de las células centrales hace que sean más resistentes a la radiación y, por lo tanto, más difíciles de eliminar. Al parecer, durante el estudio la amigdalina hizo que las células absorbieran más oxígeno en la placa de laboratorio.
Sin embargo, este resultado no ha sido confirmado por otra investigación.
Estudios en humanos
El primer estudio se efectuó a fines de la década de los 70. Involucró a seis personas para probar cuál nivel de laetrilo era seguro.
Los científicos reportaron muy pocos efectos secundarios. Pero dos personas (1/3 de la muestra) desarrollaron síntomas de envenenamiento por cianuro porque consumieron almendras crudas mientras tomaban amigdalina.
El segundo estudio se efectuó a principios de los 80. Participó una muestra de 175 sujetos para determinar si el laetrilo podía reducir el cáncer. De todos los participantes, solo una persona respondió de forma positiva al laetrilo y solo por diez semanas. Pasados siete meses, todos los cánceres continuaron creciendo.
Posteriomente, no se han realizado nuevos ensayos clínicos de cierta magnitud diseñados correctamente con el laetrilo. Ya en 2015, la Biblioteca Cochrane publicó una revisión sistemática sobre el tema.
En el documento afirmó que los presuntos beneficios del laetrilo no tienen respaldo por ensayos clínicos controlados. Además, encontró un riesgo de efectos secundarios de cierta gravedad asociados a la intoxicación por consumo de cianuro tanto del laetrilo como la amigdalina.
La biblioteca indicó que los efectos más graves se producen cuando se toman vía oral.
¿Dónde se consigue el laetrilo?
Tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos está prohibida su venta por dos razones: Primero, porque no hay evidencia clínica de que funcione y, segundo, por sus efectos secundarios.
Algunas clínicas de México lo promocionan y distribuyen.
En conclusión la Vitamina B17…
Aunque hay fármacos que se comercializan con el nombre Vitamina B17, realmente no existe una vitamina con ese nombre. Cuando se habla de Vitamina B17 en realidad son dos compuestos parecidos en su estructura molecular pero a los que se les confunden como uno solo.
Uno, la amigdalina es de origen natural. El segundo se obtiene del primero, el laetrilo. Este es semisintético, es decir, fabricado en un laboratorio y patentado en Estados Unidos.
Hasta el momento no hay pruebas concluyentes que aseguren que el laetrilo, que es el que se comercializa, sea efectivo contra el cáncer. Además, existe el peligro latente de sus efectos secundarios, especialmente si se consumen otros alimentos que podrían contener cianuro.
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