¡ALERTA! Se Encuentran Tóxicos En La Comida Rápida


Es muy común que alguna vez nos hayamos sentido tentados por los productos de los restaurantes de comida rápida. La idea tentadora de una hamburguesa rebosante de salsas, acompañadas por una montaña de patatas fritas bañadas de kétchup, un vaso gigante de soda. Quizás una cesta de bocaditos de pollo frito y un plato de ensalada de col y zanahorias ocultas por la mayonesa.

Seguramente todos alguna vez en la vida habéis hecho una visita a los restaurantes de comida rápida. Hipnotizados por sus luces de neón y las mágicas campañas publicitarias, por su ambiente de películas de los 80, o con la excusa de complacer a los chicos sólo por este domingo.

Y es muy probable que creas que el único peligro que corres es el de ganar unas libras de más, que con algo de ejercicio en el gimnasio las quemarás y aquí no ha pasado nada. Pero el peligro es otro.

Los envases desechables donde te sirven la comida rápida, los guantes desechables que utilizan los trabajadores y los productos químicos de limpieza son altamente tóxicos. Esos tóxicos se pasan a tu apetitoso plato. Esto sin mencionar los productos que se utilizan como alimentos para preparar dichas comidas.

¿Químicos en la comida chatarra?

Así como lo lees, el riesgo que corres en los locales de comida rápida no está solo en saltarte la dieta y subir de peso. Existen otras amenazas como los componentes tóxicos que puedes encontrar en los restaurantes de comida rápida. Es precisamente de ello de lo que quiero hablarte.

1. Químicos que afectan el metabolismo, el crecimiento y cáncer

Los productos químicos presentes en guantes, envases y agentes de limpieza, son disruptores endocrinos, por lo que alteran tu función hormonal. Las hormonas sexuales como el estrógeno están expuestas a estos tóxicos. El sistema glandular endocrino sufre interferencias por estos químicos afectando el desarrollo, crecimiento, metabolismo y la reproducción.

El bisfenol A (BPA), es uno de esos productos químicos presentes en los restaurantes de comida rápida. Es capaz de imitar a tus hormonas engañando al cuerpo. Esto provoca el aumento o disminución de la producción de hormonas o bloquea las señales hormonales, creando efectos intensos perjudiciales para tu salud.

Un estudio reveló que un grupo de personas que usaron desinfectante para las manos y luego manipularon un recibo de caja, para luego comer patatas fritas, quedaron rápidamente expuestos a altos niveles de bisfenol A. Este producto es muy utilizado para cubrir el papel de las cajas registradoras.

2. Envases tóxicos

 

El empaquetado que utilizan en los locales de comida rápida, también es de riesgo pues los envases antiadherentes pueden contener perclorato. Actualmente los fabricantes en Estados Unidos han dejado de utilizar este elemento en la elaboración de  envases para comida rápida. Aun sin perclorato, siguen conteniendo sustancias químicas contaminantes que pueden causar:

  • Infertilidad
  • Enfermedad de la tiroides
  • Cáncer en próstata, mamas, hígado, páncreas y testículos
  • Daños al sistema inmunológico
  • Eleva el nivel del colesterol LDL

Otros accesorios que se utilizan en los locales de comida rápida como las pajuelas, vasos, cubiertos y contenedores de salsas también contienen productos químicos y están en contacto con el consumidor.

Lo que se ha convertido en un mito urbano es que la carne de las hamburguesas de estos locales tiene un sabor ligeramente parecido al plástico, por lo que se ha corrido el rumor de que estas carnes se preparan con plástico “rallado” para aumentar su volumen.

Si bien este señalamiento es falso, puede relacionarse al hecho de que las hamburguesas son preparadas, moldeadas, empaquetadas en papel plástico y congeladas. Si se transfiere el sabor, sin duda también lo harán los tóxicos.

3. Sodas que dañan el organismo

 

Las sodas, en todas sus presentaciones, colores y sabores causan muchos daños al organismo. Su alto contenido de azúcar refinado, colorantes, saborizantes y estabilizantes son una bomba de enfermedades que van desde la obesidad, pasando por la diabetes, hasta el cáncer.

Y ahora, recientes estudios publicados en Amercian Journal of Public Health, afirman que consumir regularmente sodas o gaseosas envejece tus células en un grado muy parecido al hábito de fumar a diario.

Las sodas, sobre todo las llamadas colas negras, producen cálculos renales, úlceras gástricas y alteraciones en el sistema intestinal. Y estas bebidas son hasta gratis en los locales de comida rápida, donde puedes servirte las que quieras y pagas sólo una.

4. Endulzantes artificiales

 

Cuando hablo de las sodas en todas sus presentaciones estoy incluyendo a las dietéticas. Esas que se venden con el glamoroso sello de ligth. Los endulzantes artificiales no son tan dulces como los pintan y ocasionan una serie de problemas a la salud.

Entre otros problemas, los endulzantes artificiales producen intolerancia a la glucosa, y esto altera el equilibrio microbiano del intestino, aumentando a su vez el riesgo de diabetes. Esto nos hace dudar si son recomendables para los diabéticos.

El aspartame, por ejemplo, disminuye la sensibilidad a la insulina y ocasiona daños a la función cerebral. Los endulzantes artificiales han provocado reacciones alérgicas con vómitos, mareos y fiebres.

5. Grasas más peligrosas que las trans

 

Las grasas trans en la comida rápida son parte fundamental de estos platos. Pero al ser tan dañina para la salud, se iniciaron pruebas para sustituirla y eliminar los aceites hidrogenados, que es la principal fuente de grasas trans.

Los restaurantes están retomando los aceites de maní, soya y maíz para freír no sólo patatas, sino pollos, carnes y embutidos. Pero estas grasas vegetales al ser sometidas a altas temperaturas se convierten en productos de oxidación tóxicos, que son peores.

El uso de los aceites de soya, maíz y maní en frituras producen daños gástricos. Se relacionan con las enfermedades cardiacas y el Alzheimer. Siguen siendo un factor generador de la obesidad y disparan los niveles de colesterol malo en el organismo.

Los ftalatos están donde menos imaginas

 

Los ftalatos son unos de los químicos tóxicos que encontramos en los restaurantes de comida rápida. Pero no es el único lugar donde están presentes, ellos están en los guantes de plástico, cintas transportadoras y embalajes. Es por eso que los investigadores señalan que los alimentos en las cadenas de comida rápida están constantemente expuestos a este tóxico.

Los trabajadores de los locales de comida rápida manipulan vegetales y carnes con guantes de plástico. Estos productos se movilizan por medio de cintas transportadoras y se envasan en contenedores de plástico, la exposición es directa.

En Japón, para evitar esta contaminación, se prohibió el uso de guantes de vinilo que se sustituyeron por los de látex. Pero en los Estados Unidos se incrementó el guante de vinilo por la alergia que causa el látex.

Realmente se requiere de una investigación adicional para identificar a los alimentos que presentan mayor riesgo. Pero un estudio descubrió que los productos a base de granos y carnes, incluso los que no provienen de locales de comida rápida, tienden a una mayor exposición a los ftlatos.

Cómo prevenir el riesgo de los componentes tóxicos en los restaurantes de comida rápida

Lo primero que debes hacer como medida preventiva para no exponerte a esos componentes tóxicos que puedes encontrar no sólo dentro de este tipo de restaurantes sino en toda la comida rápida, es evitar dichos lugares y comidas. Pero además te recomiendo lo siguiente:

  • Compra y come vegetales frescos de procedencia orgánica, libres de pesticidas y abonos químicos.
  • Si comes carnes y lácteos, procura que éstos provengan de animales criados con pastura y no con alimentos procesados y tratamientos hormonales.
  • Come los vegetales enteros, de ser posible crudos, bien lavados y desinfectados, en su forma natural o en jugos.
  • Evita los alimentos procesados como los deshidratados, enlatados o envasados en plásticos.
  • Evita consumir pescados de piscifactoría, pues regularmente están contaminados con mercurio. Sustitúyelos por aceite de kril o pescados capturados en ríos rápidos como el salmón de Alaska.
  • Trata de evitar la manipulación de los recibos de caja registradora, la mayoría contiene BPA.
  • Si necesitas vegetales o carnes en conserva, compra los productos que vienen en envases de vidrio. Rechaza latas y recipientes de plástico.
  • Evita las envolturas de plástico y aluminio.
  • En la cocina sustituye las ollas, cazuelas y sartenes antiadherentes por utensilios de cerámica, barro o vidrio.
  • Filtra el agua del grifo para beber y bañarte. Recuerda que la piel absorbe los contaminantes.
  • Compra productos fabricados por compañías comprometidas con la conservación ambiental, libres de transgénicos y con certificación orgánica.
  • Usa aspiradoras con filtro para limpiar el polvo en casa
  • Evita usar prendas de vestir, muebles y alfombras resistentes a las manchas y el agua.
  • Compra para tus hijos juguetes libres de BP.
  • Utiliza productos de limpieza naturales, puedes elaborarlos tú mismo.
  • Prefiere los productos de cuidado personal orgánicos como crema dental, shampoo, desodorantes y cosméticos.
  • Usa productos sin perfume, las fragancias artificiales contienen cientos de químicos tóxicos.

Evitar la comida rápida es clave para una buena salud

 

La mejor estrategia para no sufrir los estragos que causan los químicos tóxicos que contaminan la comida chatarra, es evitar los locales de comida rápida. Comer alimentos sanos, frescos y preferiblemente orgánicos te dará una vida saludable.

Es importante que sepas que los alimentos sanos también son sabrosos y divertidos. Derriba el mito que nos hace creer que los platos, mientras más grasosos, condimentados y artificiales, son más apetitosos.  Una comida saludable, además de favorecer a tu organismo te hace sentir reconfortado.

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