Carla Thompson de Boston en Massachussets, tuvo que asistir al médico por los continuos y prolongados sangrados que tenia mensualmente cuando su periodo menstrual llegaba. Usaba toallas higiénicas y tampones para absorben la sangre y hacer su vida normal. Pero no solamente eran las manchas y los sangrados. Estos venían acompañados de dolores abdominales.
La primera vez que asistió al médico tenía 28 años. Estaba recién casada y su aspiración era tener hijos. Sus amigas le decían que seria sumamente difícil que tuviera hijos por cuanto los miomas impedirían la formación del feto en el útero. Para eso ella tendría que operarse de esos molestosos miomas para estar tranquila y poder concebir.
Como siempre sucede, las palabras de los amigos son más fuertes y penetrantes que las de la familia cercana. Su esposo le pidió hacer caso omiso de esa información, o mejor, que se quedara tranquila hasta que tuviese un diagnostico de un especialista. Carla decía que le habían dicho de gente que no pudo tener hijos por tener miomas, además que era una causa de enfermedad más seria.
Bien, de tanto insistir Carla asistió al médico especialista para ver que pasaba con su organismo. Después de unos análisis y exámenes respectivos, le diagnosticaron que tenía miomas. En efecto, era lo que ella pensaba. Pero el médico lo enfocó en una perspectiva totalmente opuesta a como le habían dicho.
El médico le dijo que ella debía alimentarse bien, que era una mujer sana y que conservara sus miomas como parte de su vida normal. Eso fue sumamente difícil para Carla porque ella buscaba una alternativa quirúrgica para no tener más esos molestosos miomas y evitar según ella que estos se convirtieran en cancerígenos. Sin embargo su esposo la convenció de que se quedara tranquila y pensara en concebir los hijos.
Esto sucedió hace muchos años con Carla.
Si has pasado por un diagnóstico de miomas, probablemente has sentido terror. El médico te dice un mioma y enseguida llegas a pensar que es un tumor canceroso. Pero no es así, no hay que temer según los médicos expertos ginecólogos.
El Dr. Steve Goldstein MD, quien es obstetra y ginecólogo, además de profesor de esas cátedras en NYU Medical Center asevera que no hay amenaza de malignidad y hay opciones de tratamiento que son excelentes. También hay una opción muy práctica que es la de no hacer nada. De manera que no considera que debamos preocuparnos por esta situación aunque si estar pendientes.
Los miomas uterinos están compuestos de células musculares que forman una “masa” fibrosa dentro del útero. Con frecuencia aparecen entre las edades de 30 y 40 años.
Para tu información los miomas se clasifican de acuerdo a su ubicación.
Así tenemos Miomas:
Se presume que la aparición de miomas en la mujer es de carácter hereditario.
Aparece en casos de mujeres con sobrepeso y no han sido madres aun.
La edad es un factor en la aparición de los miomas. El promedio para que el mioma aparezca es de 35 y 45 años de edad.
Muchas mujeres no sienten síntomas cuando el mioma aparece, sin embargo esto no es la mayoría. Estos son algunos de los síntomas que reflejan que un mioma ha aparecido.
Uno de los síntomas más comunes de contraer miomas es la periodicidad del periodo menstrual. Los cambios se notan puesto que pueden ser unos días más con mayor intensidad en el flujo sanguíneo.
Se puede presentar una hemorragia más intensa y tendrás que cambiar frecuentemente tus toallas higiénicas. El nivel de sangre de tu cuerpo con los periodos menstruales intensos hacen que tengas poco energía en comparación a la normal y estés más cansada.
Los miomas son numerosos, puede ser que sean hasta de doce. Pero si hay un fibroma grande, este puede sentirse muy firme cuando tocas el hueso púbico.
La anemia que comienzas a padecer obedece a la pérdida masiva de sangre durante el periodo menstrual, que se alarga por los miomas. Además también empiezas a aumentar de peso.
La existencia de un mioma conduce a los dolores fuertes en la zona pélvica. Además la zona la sientes inflamada. El dolor se debe a que muchos miomas tienden a morir y van bajando ocasionando dolor en la zona pélvica y confundiéndose con dolor menstrual Además tienes una sensación de cansancio que se torna más fuerte cuando tienes el periodo menstrual.
Los miomas que se forman sobre tu vejiga pueden aprisionarla y causar ese deseo o necesidad de orinar, Esto se debe sobre todo al tamaño del mioma. Si es más grande, se posicionará sobre la vejiga y provocará más ganas de orinar. Puede suceder que igualmente ocasione problemas de estreñimiento.
Aydin Arici, MD profesor de obstetricia y ginecología, además director de endocrinología reproductiva e infertilidad en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale asevera que se deben analizar muchos factores para determinar el tratamiento que se llevará a cabo.
Se debe considerar: número de miomas, su tamaño, edad de la mujer y su potencial de maternidad. Una vez se analicen todos estos datos, se analizan los síntomas que la mujer ha tenido y es cuando se decidirá cuál es el mejor tratamiento. Estos tratamientos son individuales.
Estos son síntomas, pero estos miomas casi nunca son cancerosos y pueden ser eliminados. Lo importante es que consultes a tu médico ginecólogo, cuéntale lo que te sucede. El te realizará el examen correspondiente, te dirá el diagnostico y te proporcionará los tratamientos más adecuados.
Normalmente los miomas se diagnostican por medio de un examen pélvico, aunque muchas veces estos miomas no se sienten en el examen pélvico, sino a través de un examen de ultrasonido.
Sé que te sientes preocupada por la aparición de los miomas, especialmente cuando el ginecólogo te lo explica. Sin embargo, el también te dará la mejor recomendación. Y como dicen ellos “No confundas el mioma con tumor canceroso”. Tu medico ginecólogo te indicará los pasos a seguir para que te sientas bien, con menos padecimiento y hagas tu vida normal.
Los miomas uterinos pueden afectar el embarazo. Cuando existe la presencia de un mioma en la mujer embarazada, el flujo sanguíneo no llega adecuadamente al útero y éste comienza a afectarse provocando dolores.
Los miomas cuando son grandes pueden afectar el crecimiento del feto, lo que hace que pueda suceder un parto prematuro. En estos casos los médicos recurren a la cesárea con carácter de emergencia.
No necesariamente se necesita tratamiento para los miomas. Cuando llegues a la menopausia, estos miomas comienzan a reducirse. Uno de los tratamientos que más se utilizan son las píldoras anticonceptivas, que ayudan a regular el sangrado menstrual. Esto presenta inconvenientes porque pueden ocasionar efectos secundarios. Por esa razón no son efectivas para una gran cantidad de mujeres.
Existen terapias alternativas para tratar los miomas. El uso de la vitamina D y el extracto de té verde son tratamientos naturales usados. Estos pueden disminuir progresivamente el tejido del mioma. Es siempre importante consultar con tu médico cualquier acción que desees tomar con respecto a los miomas.
Estos son complementos a una buena alimentación y un buen estilo de vida. De esta manera evitas decisiones mayores como una intervención quirúrgica.
En tiempos pasados los médicos acudían a la histerectomía cuando diagnosticaban miomas en el organismo. Estudios recientes han detectado que aunque existen tratamientos exitosos no invasivos, muchos médicos continúan realizando este tipo de operación más usual de lo necesario.
De acuerdo a lo afirmado por el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, un 76% de las histerectomías que han sido efectuadas no cumplían con los criterios respectivos para realizarlas. En otras palabras, según Erns Bartsich MD, profesor asociado de obstetricia y ginecología en el New York Hospital Cornell Medical Center de Nueva York asevera que todas estas intervenciones de histerectomía se han realizado sin necesidad. Se hubiera podido realizar otros tratamientos menos invasivos, y un poco más naturales.
Carla salió embarazada con sus miomas. Luego tuvo 2 hijos más y ya ella está en su etapa post-menopàusica. Dejó de sangrar, el médico le informó que los miomas se habían reducido. No utilizó ningún tipo de tratamiento. Sus miomas permanecieron con ella. Lo que si le pareció muy molestoso eran los constantes sangrados cuando tenía sus periodos menstruales, pero que no hacer nada en contra de los miomas fue lo que le permitió concebir sus hijos y tener una mejor calidad de vida.
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