¿Por Qué El Tabaquismo Produce Cáncer De Pulmón?

Una amiga llamada Mariana me llamó porque leyó mi artículo ¿El Cáncer De Pulmón Es Más Mortal En Mujeres? y sintió curiosidad de saber cuál es el proceso mediante el cual el tabaquismo causa cáncer de pulmón.

Ella es exfumadora y, aunque su vida ha cambiado mucho, continuaba preocupada por las consecuencias de ese hábito para su salud

Tabaco y cáncer de pulmón

En la actualidad, la relación entre cigarrillo y cáncer del pulmón está más que demostrada.  Sin embargo, el cómo y el porqué todavía es un misterio para muchas personas.

Esta desinformación puede conducir a resultados fatales.  Y es que las muertes atribuibles al consumo de tabaco aumentarán a 10 millones para 2025.

Además, se estima que un tercio de las muertes en el mundo tendrán alguna relación con el tabaco.   or si fuera poco, se sabe que el 90 % de los diagnósticos de cáncer de pulmón en hombres se debe al tabaquismo.

Si una persona fuma, el riesgo de padecer cáncer pulmonar aumenta de 20 a 40 veces respecto a los no fumadores.

Desconocer esto ha traído graves consecuencias de salud pública y así lo evidencian las estadísticas.

En décadas recientes, los casos de cáncer en los pulmones aumentaron progresivamente entre las mujeres.

La razón es que más mujeres se sumaron al destructivo hábito del tabaquismo. No hay una forma segura de consumir tabaco. De una u otra manera es nocivo para la salud.  Incluso con independencia del tipo de cigarrillo que fumen.

Algunas marcas promocionan cigarros con bajo contenido de alquitrán. La verdad es que eso no disminuye el riesgo de aparecimiento de cáncer pulmonar.

Quizá esto se debe que los fumadores, para satisfacer la necesidad de nicotina, fuman más cigarrillo o toman bocanadas más grandes.

¿Cómo el tabaquismo causa cáncer de pulmón?

Cuando Mariana me llamó, le expliqué que el cigarrillo daña el ADN, es decir, el ácido desoxirribonucleico que contiene toda nuestra información genética.

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El ADN incluye genes que son clave en la protección contra el cáncer.  Pruebas de laboratorio demostraron que los componentes químicos como el benzopireno, polonio-210 y las nitrosaminas destruyen el ADN.

Todas esas sustancias están presentes en los cigarrillos y son carcinógenos potenciales.

Pero esto no es todo.  Los cigarros tienen cromo. Un elemento químico que fija el benzopireno en la cadena de ADN, lo que incrementa la posibilidad de daños graves.

Ante una cadena de ADN claramente dañada, el  organismo pone en funcionamiento delicados procesos para repararla.  Para esto, las células que identifican el problema intentan repararla utilizando una cadena de ADN complementaria.

Otra estrategia es utilizar una especie de “plantilla” para restaurar la información genética original.  Pero de nuevo los químicos del cigarrillo, esta vez el arsénico y el níquel, interfieren con las estrategias de reparación de la cadena de doble hélice que caracteriza el ADN.

Cuando una célula ya no puede reparar el ADN porque la cadena que contiene ya cuenta con demasiadas reparaciones, ocurre una de las siguientes posibilidades.

1. Senescencia celular

La célula no muere sino que “envejece” y cesa en varias de sus funciones, incluyendo la replicación.

Este proceso es irreversible.

2. Suicidio celular

La célula dañada evita su replicación innecesaria a través de un proceso conocido como apoptosis  en el que organiza y programa su muerte.

3. Carcinogénesis

La célula dañada, con errores en el ADN, ni envejece ni programa su muerte.

Más bien, se replica de forma indiscriminada lo que da lugar a tumores cancerígenos.

Otros daños del tabaco

Por otra parte, Los pulmones de los fumadores pierden la capacidad de lidiar con otras sustancias químicas tóxicas, a diferencia de aquellos que cuentan con pulmones y un sistema sanguíneo sano y sin agentes contaminantes.

Las sustancias químicas que se le agregan a los cigarros dificultan al organismo neutraliza o eliminar toxinas.

Fumar también aumenta el riesgo de, al menos, otros 13 cánceres, no solo de pulmón.

Algunos de los órganos en riesgo de cáncer por el tabaco son: la boca, faringe, nariz y senos nasales, laringe y esófago.

También el hígado, el páncreas, el estómago, los riñones e intestinos.

No escapan los ovarios, la vejiga, cuello uterino ni la médula ósea con algunos tipos de leucemia.

Fumar podría aumentar el riesgo de cáncer de mama, pero es probable que cualquier aumento en el riesgo sea pequeño.

¿Por cuánto tiempo se debe fumar para padecer cáncer?

Científicos han demostrado que el número de años que alguien pasa fumando, empeora el riesgo de padecer cáncer pulmonar, mucho más que el número de cigarrillos que consuma al día.

Esto quiere decir que fumar un paquete por 20 años es más peligroso que fumar dos paquetes durante 10 años.

Algunas personas piensan que si llevan un estilo saludable, comen de forma balanceada y tienen una vida activa, podrán contrarrestar los efectos nocivos del tabaco.  Lamentablemente, esto no es así.

Nuestro organismo posee mecanismos y estrategias para enfrentar daños de diferentes tipos.  Pero, si lo exponemos a sustancias nocivas de manera reiterada, se le hace difícil enfrentar ese deterioro.

Cada cigarrillo fumado puede perjudicar el ADN de miles de células pulmonares, pero es esa acumulación de daños lo que conduce al cáncer.

Por cada 15 cigarrillos que alguien fuma, hay un cambio en el ADN que podría convertir una célula sana en una cancerosa.

Este es el motivo por el cual mientras más temprano alguien abandone este hábito, mejor.  Es por eso que es mejor dejar de fumar más temprano que tarde.

Dejar de fumar y cáncer de pulmón

La primera ventaja en cuanto al cáncer de pulmón, es que al dejar de fumar disminuye el riesgo acumulado de muerte por esta enfermedad.

Quienes tienen un diagnóstico de cáncer y dejaron de consumir tabaco, tienen menos dificultades que los que continúan fumando.

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Dejar de fumar puede prolongar la supervivencia en pacientes con cáncer y también disminuye el riesgo de carcinoma pulmonar recurrente.

El riesgo de padecer cáncer pulmonar es más pequeño mientras más tiempo pasa desde que alguien dejó el cigarrillo.  Mientras más joven alguien abandona el tabaco, mayores son los beneficios.

Pero incluso, los fumadores que dejan de fumar después de los 50 años reducen en gran medida el riesgo de morir antes de tiempo.

Otros beneficios de abandonar el tabaquismo

Hay beneficios que no están relacionados directamente con el cáncer pulmonar, pero sí con un estado de bienestar general.

El cigarrillo daña la información de la cadena de ADN lo que puede conducir al envejecimiento celular.  Esto conlleva a una temprana vejez general del organismo. Dejar de fumar permite a las células repararse con normalidad.

Por eso dicen que detener el tabaquismo, rejuvenece.  La realidad es que las células dejan de estar “envenenadas” y el proceso de reparación genético se realiza sin problemas.

Otras células que ganan con detener el consumo de tabaco son las que forman parte de los sentidos del gusto y olfato.

El sabor y olor de los alimentos mejora porque los receptores nerviosos se desintoxican de sustancias químicas.

¿Mucho estrés? Puede deberse al cigarrillo.  Aunque es posible que la abstinencia a la nicotina produzca ciertos niveles de estrés,  estudios muestran que la ansiedad disminuye al dejar de fumar.

El sistema circulatorio es el otro gran beneficiado cuando le dicen “adiós” al cigarrillo.

La circulación sanguínea mejora y con ello la energía, hay más oxígeno y menos componentes tóxicos en los pulmones.

De esta manera, caminar, correr o hacer alguna actividad física, cansa menos y es más fácil.

También se puede respirar mejor y disminuye las crisis de tos. Y es que la capacidad pulmonar mejora en un 10 % en nueve meses.

Quizá en la juventud no se note tanto, pero tener una buena capacidad pulmonar en la vejez hace una gran diferencia.

Lo más importante es que los seres queridos pueden vivir en un ambiente libre de humo de cigarro.

Respirar humo de segunda mano aumenta el riesgo de cáncer pulmonar, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

En los niños, duplica el riesgo de contraer enfermedades del pecho, incluso neumonía,  infecciones del oído, sibilancias y asma.

Una palabra de aliento…

Al saber esto probablemente sientas ansiedad o desánimo, como le ocurrió a mi amiga Mariana.

Lo que le dije a ella, también te lo comento a ti: Hay que ver esta información bajo una nueva perspectiva.

No te enfoques en el riesgo de cáncer pulmonar que puedas tener si fumas o dejaste de fumar.

Es mucho mejor centrarte en lo que puedes hacer para mejorar tu vida y en el tiempo de calidad que te regalas al abandonar hábitos nocivos para tu salud.

Nunca es demasiado tarde para abandonar el tabaquismo.  Es importante saber que, incluso, entre aquellos con diagnóstico de cáncer, dejar el cigarrillo puede hacer la diferencia.

Además de dejar atrás este hábito, hay otras formas en que reduces tus probabilidades de padecer de cáncer.  Por ejemplo, comer alimentos naturales y prepararlos de una manera saludable.

Tener un estilo de vida activo enriquece tu vida de muchas maneras; no solo física, también mental y emocionalmente.

Si estás o estuviste en grupos de riesgo por consumo de cigarrillos, hazte exámenes de rutinas con regularidad para detectar lesiones cancerígenas de forma temprana.

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