Síntomas De Desequilibrio De Electrolitos Y Como Disminuirlos

Los electrolitos son minerales que controlan importantes funciones fisiológicas del organismo. Cuando nuestro cuerpo presenta un desequilibrio de los mismos, se producen diversos efectos que comprometen importantes funciones metabólicas.

De allí, la importancia de conocer cuáles son los síntomas y cómo disminuir estos desequilibrios electrolíticos.

De este tema, que puede incluir ciertas emergencias, les voy a hablar a solicitud de Tessa, una seguidora de Indiana. Ella, comparte sus actividades como corredora de seguros con los de ama de casa. Tessa y su esposo, dedican mucho tiempo al trabajo, porque desean aprender mucho de este negocio, para luego independizarse.

Sin embargo, en muchas ocasiones, por solicitud de los clientes, ellos tienden a postergar algunas de sus comidas. Ella me dijo que, esto le ocurría con más frecuencia a su esposo. Y por este descalabro en los horarios de las comidas, desde hace meses, él ha tenido que emplear antiácidos.

No obstante, durante las primeras semanas de enero, su esposo sintió ocasionalmente cierta debilidad muscular e incluso falta de energía.

Este cuadro le llamó la atención, pero su esposo lo atribuyó al exceso de trabajo y la falta de descanso. Por ello, ella decidió solicitar mi opinión, a fin de que le hiciera alguna recomendación.

Al comunicarme con ella, me enteré que su esposo ingería dosis muy elevadas de antiácido sin prescripción. Razón por la cual le sugerí, que llevara a su esposo a un especialista, a fin de evaluar sus niveles de electrolitos sanguíneos, en especial los fosfatos.

Con esta sospecha en mente, le envié además un dossier donde le expliqué con más detalle sobre los síntomas más frecuentes de los desequilibrios electrolíticos y cómo corregirlos.

Muchas personas no conocen la importancia de mantener un adecuado nivel electrolítico corporal. Por ello, consideré importante compartir este artículo en mi página.

VITAVERDE GREEN

Generalidades acerca de los electrolitos

Los electrolitos son sustancias que tienen una carga eléctrica natural positiva o negativa cuando se disuelven en agua. Los electrolitos presentes en nuestro cuerpo son los siguientes:

  • El sodio es el principal catión (posee carga positiva) del líquido extracelular. Él favorece el mantenimiento del volumen de líquido y la presión sanguínea. También facilita los impulsos nerviosos y las contracciones musculares.
  • El potasio es el principal catión del líquido intracelular. Contribuye a regular la presión osmótica celular y el equilibrio de líquidos. Igualmente desempeña un papel clave en la función de los músculos cardíaco, esquelético y liso.
  • El cloruro es el principal anión (posee carga negativa) del líquido extracelular y contribuye a equilibrar la carga positiva del sodio y el potasio. Asimismo contribuye al equilibrio ácido-base, al desplazamiento de cloruro y a la formación de ácido gástrico.
  • El calcio es el mineral más abundante del organismo y se encuentra sobre todo en los huesos y dientes. Interviene en la coagulación de la sangre, contracción muscular, transmisión nerviosa y activación de enzimas.
  • El magnesio se encuentra principalmente en los huesos y en el líquido intracelular e interviene en más de 300 reacciones enzimáticas del organismo. Participa activamente en la síntesis de proteínas, relajación muscular, función nerviosa, regulación de tensión arterial y producción de energía.
  • El fosfato se encuentra principalmente en los huesos y en el líquido intracelular. Es esencial para la mineralización ósea, almacenamiento y transferencia energética, síntesis de ácidos nucleicos y equilibrio ácido-base.
  • El bicarbonato es un componente importante del sistema tampón del plasma. Esto permite mantener el pH de la sangre dentro de los límites normales. De acuerdo a los expertos, este sistema mantiene el pH de la sangre alrededor de 7,4. Dicho efecto permite que las células funcionen de manera óptima.

¿De dónde obtenemos los electrolitos?

Los electrolitos se obtienen de los alimentos y las bebidas y son excretados por los riñones y las glándulas sudoríparas.

El desequilibrio electrolítico puede producirse por deshidratación, vómitos, diarrea, enfermedad renal, trastornos hormonales o medicamentos. Los niveles de electrolitos se miden mediante análisis de sangre o de orina.

Los electrolitos son minerales que transportan una carga eléctrica y son esenciales para diversas funciones corporales, como la actividad nerviosa y muscular, equilibrio de líquidos y la regulación del pH. Aquí os muestro algunas fuentes de electrolitos que pueden utilizar a diario:

  • Sodio: puedes obtener sodio de la sal de mesa, el queso, los encurtidos y las sopas y verduras enlatadas. El agua de coco aporta sodio, además de potasio, calcio y magnesio. Sin embargo, un exceso de sodio puede provocar hipertensión, así que limita tu ingesta a menos de 2.300 mg al día.
  • Potasio: puedes obtener potasio de frutas y verduras como los plátanos, calabaza, naranjas, aguacates, patatas, espinacas, albaricoques secos y ciruelas pasas. La ingesta recomendada es de 4.700 mg al día.
  • Cloruro: el cloruro se obtiene de la sal de mesa, salsa de soja y las algas. La ingesta recomendada es de 2.300 mg al día.
  • Calcio: puedes obtener calcio de productos lácteos como la leche, yogur y queso. También, constituyen fuentes importantes, las leches vegetales enriquecidas, tofu y verduras de hoja verde. La ingesta recomendada es de 1.000 mg al día para los adultos.
  • Magnesio: puede obtener magnesio de semillas, frutos secos, legumbres, cereales integrales y chocolate negro. La ingesta recomendada es de 310 a 420 mg al día para los adultos.

VITAVERDE GREEN, te permite incorporar muchos minerales necesarios en tu dieta si eres de las personas que tiende a comprar o no puede comprar regularmente frutas y verduras. Lo puedes adquirir en VitaTienda.com.

Generalidades acerca del desequilibrio electrolítico

El desequilibrio electrolítico puede tener graves consecuencias para la salud. Puede afectar al funcionamiento del corazón, los músculos, los nervios, los riñones y otros órganos. También puede provocar síntomas como debilidad, fatiga, confusión, náuseas, calambres, convulsiones y parada cardiaca.

Por lo tanto, es importante prevenir y tratar el desequilibrio electrolítico reponiendo líquidos y electrolitos lo antes posible.

Un desequilibrio electrolítico se produce cuando los niveles de minerales en nuestro organismo son demasiado altos o demasiado bajos. Esto puede afectar negativamente los sistemas vitales del organismo, ocasionando debilidad, espasmos musculares, confusión y latidos cardíacos irregulares.

Algunas causas comunes del desequilibrio electrolítico son:

Pérdida de líquidos debido a vómitos, diarrea, sudoración o quemaduras

La pérdida de líquidos corporales por alguna de las causas enunciadas, puede provocar un desequilibrio electrolítico. Ello se debe principalmente a la reducción de los niveles de agua y minerales del organismo.

Cuando se produce una pérdida de líquidos, la concentración de electrolitos en la sangre puede cambiar. De acuerdo al tipo y gravedad de la pérdida de líquidos, algunos electrolitos pueden elevarse, disminuir, o volverse muy bajos.

Por ejemplo, los vómitos y la diarrea pueden causar una pérdida de sodio y potasio, provocando hiponatremia e hipopotasemia.

La sudoración a su vez, puede causar una pérdida de sodio y cloruro, lo que provoca hiponatremia e hipocloremia. Las quemaduras pueden causar una pérdida de líquidos y proteínas, provocando hipovolemia e hipoproteinemia.

Un sistema digestivo funcionando adecuadamente te permite absorber los nutrientes necesarios y mantener un equilibrio inmunitario adecuado. Una forma de lograrlo es empleando PROBIOTICS 100 BILLION.

Enfermedad o insuficiencia renal

Como sabemos, el sistema renal es responsable de regular los niveles de diversos electrolitos sanguíneos. Entre ellos podemos señalar el potasio, sodio, magnesio, calcio y fósforo. Sin embargo, cuando existe una enfermedad o insuficiencia renal, podría desencadenarse un desequilibrio electrolítico.

GALL BLADDER

VITAMIN C 1000 MG

Los daños a nivel renal, impiden la reabsorción de electrolitos deficitarios y la excreción de los que están en exceso. Dicho efecto, ocasiona concentraciones anormales de electrolitos a nivel sanguíneo.

Esto puede afectar las funciones corporales normales, como los impulsos nerviosos y musculares, el equilibrio líquido-ácido-base y la salud ósea. Dentro de las alteraciones electrolíticas más comunes en la enfermedad renal destacan:

  • Hiperpotasemia (niveles elevados de potasio).
  • Hiponatremia (niveles bajos de sodio).
  • Hipomagnesemia (niveles elevados de magnesio).
  • Hipocalcemia (niveles bajos de calcio).
  • Hiperfosfatemia (niveles elevados de fósforo).

Estas alteraciones pueden provocar diversos síntomas. Entre ellos podemos señalar, debilidad, fatiga, calambres, parálisis, confusión, hipertensión, hipotensión, parada cardiaca y trastornos óseos. Por ello, es importante vigilar y tratar los desequilibrios electrolíticos en pacientes con enfermedad o insuficiencia renal.

Enfermedad o trastornos pulmonares

Las enfermedades o trastornos pulmonares pueden provocar desequilibrios electrolíticos de diversas formas. Estos desbalances pueden acarrear graves consecuencias para la salud y el funcionamiento de los órganos.

Uno de los desequilibrios electrolíticos más comunes asociados a las enfermedades pulmonares es la hiponatremia, que como se mencionó, es un nivel bajo de sodio en la sangre.

El sodio ayuda a mantener la presión osmótica y el equilibrio hídrico en el organismo, así como la transmisión de señales nerviosas y las contracciones musculares. La hiponatremia puede deberse a varios factores, como:

  • Ingesta o retención excesiva de líquidos, que diluye la concentración de sodio en la sangre.
  • Pérdida de sodio por sudoración, vómitos, diarrea o problemas renales.
  • Trastornos hormonales, como el síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética (SIADH). Ello ocasiona, que los riñones retengan demasiada agua y disminuya el nivel de sodio. El SIADH puede desencadenarse por enfermedades pulmonares como la neumonía, la tuberculosis, el cáncer de pulmón o la fibrosis quística.
  • Medicamentos que afectan el nivel de sodio, como diuréticos, antidepresivos, anticonvulsivos o fármacos quimioterapéuticos.

La hiponatremia puede causar síntomas como confusión, dolor de cabeza, náuseas, fatiga, debilidad muscular, calambres, convulsiones o coma. También puede afectar a la función cardiaca y provocar arritmias o paradas cardiacas.

Otro desequilibrio electrolítico frecuente asociado a las enfermedades pulmonares es la hipopotasemia. Generalmente, es ocasionada por la pérdida de potasio a través de vómitos, diarrea, sudoración excesiva o problemas renales.

Igualmente, suele presentarse por efecto de la alcalosis metabólica. Dicha afección eleva el pH de la sangre y puede estar causada por enfermedades pulmonares que dificultan la eliminación del dióxido de carbono, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma o insuficiencia respiratoria.

MOLECULAR CURCUMIN

Una forma de evitar las infecciones pulmonares es manteniendo el sistema inmunológico fortalecido. Puedes lograrlo empleando VITAMIN C 1000 MG y MOLECULAR CURCUMIN.

Empleo de ciertos medicamentos

Algunos medicamentos pueden provocar un desequilibrio electrolítico al alterar los niveles de determinados minerales en el organismo.

Algunos ejemplos de medicamentos que pueden causar desequilibrio electrolítico son:

  • Diuréticos: dentro de ellos destacan, la furosemida o la bumetanida, que aumentan la diuresis. Este efecto puede reducir los niveles de sodio, potasio, calcio y magnesio.
  • Antiácidos: dentro de ellos podemos señalar, el hidróxido de aluminio o el hidróxido de magnesio. Dichos compuestos, poseen la capacidad de neutralizar el ácido del estómago y reducir los niveles de fosfato.
  • Medicamentos quimioterapéuticos y antineoplásicos: dentro de ellos se incluyen, el cisplatino, que pueden dañar los riñones, y afectar a los niveles de sodio, potasio, calcio y magnesio. A su vez, otros medicamentos pueden provocar procesos diarreicos, náuseas y vómitos, ocasionando hiponatremia e hipopotasemia. Dentro de ellos destacan, Sorafenib, Pazopanib y Lapatinib.
  • Litio: se utiliza para tratar la psicosis maniacodepresiva y el trastorno bipolar. De acuerdo a los estudios, se sabe que puede interferir en la regulación del equilibrio de sodio y el agua.

Otras enfermedades o afecciones

Ciertas enfermedades o afecciones pueden causar desequilibrios electrolíticos. Ello ocurre principalmente, al afectar la ingesta, producción o distribución de estos minerales en el organismo. Dentro de las más comunes podemos señalar:

  • Hiperparatiroidismo: este trastorno, ocasiona que las glándulas paratiroides produzcan demasiada hormona paratiroidea. Como resultado, se incrementan los niveles de calcio en la sangre y disminuyen los niveles de fosfato.
  • Pancreatitis: esta patología caracterizada por la inflamación del páncreas, puede provocar la liberación de enzimas digestivas en la sangre. Dicho efecto puede ocasionar la reducción del nivel de calcio e incrementar el de glucosa.
  • Cáncer: algunos tipos de cáncer pueden liberar sustancias que afectan los niveles sanguíneos de calcio, fosfato, sodio o potasio. Además, tal como se señaló, los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y radioterapia, también pueden provocar desequilibrios electrolíticos.

¿Cómo disminuir los síntomas de desequilibrios electrolíticos?

El tratamiento del desequilibrio electrolítico depende del tipo y la causa del desequilibrio. El objetivo principal es restablecer el equilibrio normal de líquidos y electrolitos en el organismo y tratar cualquier afección subyacente que pueda estar contribuyendo al desequilibrio. Algunos de los posibles tratamientos son:

  • Líquidos orales o intravenosos (IV) para corregir la deshidratación o la sobrehidratación.
  • Soluciones o suplementos electrolíticos orales o intravenosos para reponer los electrolitos perdidos o deficientes.
  • Medicamentos para tratar cualquier enfermedad subyacente que pueda estar causando o empeorando el desequilibrio, como antibióticos para infecciones, insulina para la diabetes, terapia hormonal sustitutiva para trastornos suprarrenales o tiroideos, entre otros.
  • Modificaciones dietéticas para aumentar o disminuir la ingesta de determinados alimentos o líquidos que contienen electrolitos. Entre ellos destacan, la sal, alimentos ricos en potasio (plátanos, naranjas), alimentos ricos en calcio (productos lácteos), los alimentos ricos en magnesio (frutos secos), entre otros.

Nota

A fin de obtener suficientes electrolitos de los alimentos, es importante seguir una dieta equilibrada. También es aconsejable evitar los alimentos procesados por su alto contenido en sal y azúcares añadidos.

Existen ciertas bebidas especialmente formuladas para proporcionar electrolitos. Las mismas se denominan bebidas deportivas o de recuperación.

Ellas están diseñadas para reponer los líquidos y electrolitos perdidos durante el ejercicio o una enfermedad. Por lo general, incluyen agua, carbohidratos, sodio, potasio y ocasionalmente magnesio o calcio.

Estas bebidas pueden ser útiles para quienes sudan mucho durante una actividad física intensa o que tienen diarrea o vómitos. Sin embargo, no son necesarias para la mayoría de las personas que beben suficiente agua y siguen una dieta equilibrada.

También pueden tener un alto contenido en azúcar y calorías, lo que puede contribuir al aumento de peso y problemas dentales.

MAGNESIUM GLYCINATE

Concluyendo

Según lo mostrado, el desequilibrio electrolítico es una afección que se produce cuando los niveles de determinados minerales en el organismo son demasiado altos o demasiado bajos. Ellos regulan el equilibrio de líquidos, la función nerviosa y muscular, tensión arterial y niveles de pH.

Algunos de los electrolitos más importantes son el sodio, potasio, calcio, magnesio, cloruro, fosfato y bicarbonato. El desequilibrio electrolítico puede causar diversos síntomas según el tipo y la gravedad de la alteración.

Dentro de los síntomas más comunes destacan debilidad, calambres musculares, confusión, latidos cardíacos irregulares, náuseas, procesos diarreicos y convulsiones. El desequilibrio electrolítico puede diagnosticarse mediante un análisis de sangre llamado panel electrolítico.

Según los expertos, existen diversas causas que ocasionan desbalances electrolíticos.

Dentro de ellas se señalan, la pérdida de líquidos corporales por diversas vías, sobrehidratación, insuficiencia renal, trastornos pulmonares, empleo de ciertos medicamentos y la presencia de otras enfermedades subyacentes. A saber, hiperparatiroidismo, pancreatitis y cáncer, entre otras.

El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir suplementos orales o intravenosos de los electrolitos deficientes o medicamentos específicos para reducir el exceso de electrolitos. Se incluye además la ingesta o el rechazo de fuentes alimenticias con elevados niveles de electrolitos.

Para Tessa la información recibida, la cual comparto en el post, funcionó como una excelente guía para tomar decisiones.

De hecho, su esposo accedió acudir al médico y le indicaron un medicamento más específico para evitar desequilibrios electrolíticos.

Aunque la recomendación más importante fue alimentarse adecuadamente y no saltarse ninguna comida.

“El cerebro opera en un entorno extraordinariamente intrincado que exige una regulación precisa de los electrolitos. El control estricto de sus concentraciones y gradientes a través de los compartimentos celulares es esencial y, cuando estas relaciones se alteran, pueden aparecer manifestaciones neurológicas. Las alteraciones del sodio son las alteraciones electrolíticas que con más frecuencia dan lugar a manifestaciones neurológicas”.
Michael Diringer
Departamento de Neurología
Universidad de Washington

Si te ha gustado este artículo y tienes un interés sincero en aprender cómo puedes vivir más sano, me gustaría regalarte una copia de mi último libro #Yo Puedo con la Dra. Cocó.

Sí la página te da un mensaje de error es porque no has entrado la dirección bien. Vuélvelo a intentar, asegurando no haber dejado ningún espacio antes, después o entre las letras de tu dirección.

Compartelo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

¡Inspirate!

Publicaciones Relacionadas