☑️ Las Semillas Germinadas: Opción Ideal Para Una Buena Nutrición


Desde los tiempos de la primera etapa del siglo XX,  se ha hablado mucho de consumir germinados o semillas germinadas por ser beneficiosas. Se ha considerado de igual forma que la agricultura tiene el poder de sanar el planeta y las semillas germinadas tienen la capacidad de sanar el cuerpo humano. De igual forma que todas las personas deber por cuanto tienen gran valor nutricional, el cual se mantiene integro hasta el momento de consumirlo.

Adelina es una seguidora de Utah.  Ella estableció contacto conmigo, porque quería que e asesorara en el empleo de los germinados, pues alguien se los había recomendado para mejorar ciertas dificultades con sus procesos digestivos.  Ella me comentó que hace unos meses, quiso incorporar este alimento en su alimentación cotidiana y por ello, adquirió brotes de alfalfa.  En esa primera experiencia, los incluyó en su alimentacón de manera inadecuada, lo que hizo que se agudizaran sus problemas digestivos. Por esa razón ella quería tener más información al erspecto.

A fin de rescatar su impulso inicial, le envié cierta información que mostraba los beneficios de los brotes de semillas. Además de ello, le incluí algunas formas sencillas para su correcto manejo.

Un poco de historia 

En plena Segunda Guerra Mundial, el Dr. Clive McCay, bioquímico y nutricionista estadounidense, quiso despertar el interés por los germinados de semillas. Para ello, publicó un anuncio en el que mencionaba que buscaba una hortaliza que creciera en cualquier clima. Que fuera tan nutritiva como la carne y que madurara entre tres a cinco días. Mencionaba también que no requiriera tierra ni sol y que tuviese más vitamina C que el tomate.

El Dr. McCay se refería a los germinados y brotes de soja, pues él y su equipo llevaban años de investigación y habían descubierto diversas bondades en los mismos. Dentro de ellos, conservar las vitaminas del complejo B, además de concentrar enormes contenidos de vitamina A y C.  Sin embargo, pasó un tiempo, antes de que las semillas germinadas pasaran a formar parte de la dieta occidental.

A sabiendas de que una nutrición balanceada nos mantiene más saludables, decidí compartir este artículo en mi página.

¿Qué se entiende por semillas germinadas?

A fin de establecer más claramente lo que significa semilla germinada o brote, se tomará como base la posición de la Unión Europea (UE) y la de los Estados Unidos. Según la UE se entiende por “brote” el producto obtenido a partir de la germinación de semillas y su desarrollo en agua u otros medios. Ellos deben ser recolectados antes de la aparición de hojas verdaderas, y destinados a ser consumidos enteros, incluyendo la semilla.

A su vez, los “granos germinados” son definidos por la Asociación Americana de Químicos de Cereales (AACC) y avalado por USDA. Así, ellos plantean que los granos malteados o germinados que contengan todo el salvado, germen y endospermo originales se considerarán granos enteros. La condición es, que el crecimiento de los brotes no supere la longitud del grano.

Además de ello, los valores nutritivos deben mantenerse, y deben ser etiquetados como “granos enteros malteados o germinados”.

¿Cuáles semillas se emplean con más frecuencia para los germinados?

Las semillas germinadas han formado parte fundamental de la cocina china durante más de cinco milenios. Podríamos decir, que desde la década de 1980 este alimento comienza a tornarse popular en Occidente. Cabe destacar que, a pesar de la gran similitud entre las diversas semillas germinadas, ellas provienen de diferentes familias. Así en forma general, las semillas germinadas más frecuentes de encontrar son las siguientes:

  • Leguminosas: alfalfa, trébol rojo, alholva (fenogreco), judías (mungo, adzuki, rojas, negras), lentejas, guisantes, soja y garbanzos
  • Verduras o de hojas: rábano, brócoli, puerro, remolacha, mostaza verde y berro
  • Cereales: avena, trigo, trigo sarraceno, mijo, arroz, cebada y centeno
  • Frutos secos y semillas: amaranto, quinoa, lino, chía, almendras, calabaza, sésamo y girasol.

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¿Por qué se consideran tan importantes las semillas germinadas?

A pesar de que lucen como un alimento muy simple, las semillas germinadas conllevan una serie de transformaciones producidas por procesos enzimáticos. Todo ello ocurre mediante el impresionante mecanismo de germinación. Así, el almidón contenido en ellas es transformado en una serie de compuestos de fácil digestión, tales como azúcares simples.

Así mismo, se incrementan los niveles de vitaminas y minerales, para asegurar la nutrición y desarrollo del embrión. De hecho, se han apreciado incrementos hasta de 300% en vitamina A y de 500 a 600% en vitamina C. Estas transformaciones ponen a disposición un elevado contenido de vitaminas y minerales, además de niveles importantes de compuestos bioactivos.

Según algunos estudios del año 2020, se ha determinado que las semillas germinadas, son mejores fuentes de aminoácidos, pectinas y azúcares que los microvegetales o microverdes. Además de ello, resaltan sus altos niveles de digestibilidad.

Incluso, se sabe que las semillas germinadas contienen de diez a cien veces más enzimas que las verduras o frutas. De hecho, se ha verificado que no existe ningún otro alimento que contenga tantas enzimas como las semillas germinadas.

De acuerdo a trabajos investigativos del Dr. Edward Howell en 1930, pionero en estudios acerca de las enzimas, hoy se comprende con mayor precisión su importancia. Por ello, hoy sabemos que, sin su presencia nuestro cuerpo no podría extraer los nutrientes de los alimentos. Existen miles de enzimas en nuestro cuerpo, sin embargo, las podemos clasificar de forma general en dos categorías: metabólicas y digestivas.

A su vez, existe otra categoría de enzimas que se encuentra en los alimentos, que podemos denominar como exógenas. Dentro de ellas se incluyen las de las semillas germinadas.

Enzimas digestivas

Las enzimas digestivas:

  • Descomponen las proteínas, grasas e hidratos de carbono en el tracto gastrointestinal.
  • Son esenciales para que el organismo absorba los nutrientes de los alimentos y los suplementos vitamínicos.
  • Están capacitadas para adoptar una estructura tridimensional, así logran reconocer los materiales específicos sobre los que actúan (sustratos).
  • Actúan sobre cada tipo de alimento en particular. Todas las transformaciones que sufren los alimentos a nivel gastrointestinal, se asocian a un tipo específico de enzimas.
  • Al tener deficiencia, se presentan problemas digestivos, con manifestaciones que incluyen indigestión, flatulencia, acidez, gases, inflamación, procesos diarreicos y síndrome del intestino irritable.
  • Al presentar bajos niveles,  suelen acarrear una gran cantidad de enfermedades. Entre ellas destacan: dermatitis, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, artritis, deficiencias energéticas, deterioro de órganos y tejidos, vejez prematura y procesos cancerígenos.

Vale destacar, que al ingerir básicamente alimentos procesados o cocidos, el páncreas, puede inflamarse debido al exceso de trabajo. El páncreas  es responsable de secretar una amplia cantidad de enzimas para la digestión de proteínas, lípidos y carbohidratos a nivel intestinal.

Enzimas metabólicas o intracelulares

Las enzimas metabólicas:

  • Actúan por lo general en el interior de las células.
  • Se encargan de promover el adecuado funcionamiento de las diferentes funciones bioquímicas celulares.
  • Logran favorecer la desintoxicación y la producción de energía.
  • Coadyuvan en la reparación de células o facilitan el proceso de apoptosis o muerte de las mismas.
  • Pueden contribuir en la transformación de los nutrientes que son transportados en la sangre.
  • Participan activamente en diversos procesos vinculados al metabolismo de la glucosa en la sangre.
  • Pueden facilitar otras formas de obtención de energía cuando existen procesos de ayuno o enfermedades metabólicas como la diabetes.

Enzimas exógenas

Las enzimas exógenas:

  • Se suelen encontrar en los alimentos que se consumen crudos como frutas y verduras.
  • Poseen usos terapeuticos muy generalizados.  Un ejemplo importante, lo constituyen las proteasas, dentro de las más conocidas la bromelina de la piña y la papaína de la papaya.

Sin embargo, estudios recientes realizados en Polonia, permitieron comprobar experimentalmente que ciertas semillas germinadas también poseen altos contenidos de proteasas. Dentro de ellas destacan las semillas del trébol rojo, brócoli y puerro. De acuerdo a las observaciones, estos germinados son capaces de digerir adecuadamente proteínas de orígen animal como la caseína, gelatina, además de la albumina bovina y la del huevo.

Propiedades de las semillas germinadas

  • Antioxidantes
  • Antiinflamatorio
  • Antienvejecimiento
  • Antihipertensivas
  • Antianémicas
  • Antitumorales
  • Antiúlcerativas
  • Antibacterianas

propiedades-de-las-semillas-germinadas

  • Antigenotoxico (evita daños a nivel de los genes)
  • Cardioprotectoras
  • Depurativas
  • Digestivas
  • Gastroprotectoras
  • Hipocolesterolémicas
  • Hipoglucémicas
  • Inmunoprotectoras
  • Prebióticas.

Compuestos beneficiosos presentes en las semillas germinadas

Gracias a la presencia de una serie componentes indispensables para el adecuado metabolismo, las semillas germinadas, ofrecen muchos beneficios. Estos efectos favorables sobre la salud, se deben principalmente a los siguientes compuestos:

  • Vitaminas: A, C, E, K, B1, B2, B3, B6, Ácido fólico
  • Minerales: calcio, potasio, magnesio, cobre, fósforo, hierro, yodo, zinc, selenio, silicio, cromo y cobalto
  • Compuestos bioactivos: sulforafano, isotiocianatos, glucosinolatos, flavonoles (kaempferol, miricetina, canforol y quercetina), fitoestrógenos, isoflavonas
  • Otros compuestos: ácidos grasos insaturados con altos niveles de ácido linolénico (Omega-3), seguido del ácido linoleico (Omega-6), clorofila, fibras solubles (betaglucanos), azúcares de fácil digestión (maltosa, fructosa y glucosa), enzimas (proteasa, glucorafanina, peroxidasa) y ácido γ-aminobutírico (GABA)

Beneficios de las semillas germinadas

  • Reducen los niveles de glucosa en la sangre
  • Equilibran los niveles de lípidos sanguíneos
  • Producen mejorías en la salud digestiva
  • Ayudan a incrementar la flora bacteriana benéfica
  • Promueven un mejor desempeño cardiovascular
  • Fortalecen el sistema inmunológico
  • Favorecen la pérdida de peso
  • Mejoran el proceso circulatorio
  • Protegen el funcionamiento del cerebro
  • Disminuyen los efectos del estrés y la depresión
  • Retardan el envejecimiento prematuro
  • Optimizan el funcionamiento del sistema visual
  • Potencian el desempeño de los sistemas hepático y renal
  • Refuerzan la vitalidad del sistema musculoesquelético
  • Estimulan la regeneración de la piel y el cabello
  • Evitan la proliferación del acné

Consideraciones a tener en cuenta para consumir semillas germinadas

A fin de aprovechar todo el poder nutricional de las semillas germinadas, los expertos recomiendan ingerirlas principalmente crudas. Casi todas ellas pueden emplearse a manera de hierbas aromáticas. Así como en diversas ensaladas, purés, licuados, sopas, emparedados, hamburguesas y acompañamiento para pescados, platos fríos y comida japonesa en general.

Los brotes de semillas más resistentes, como la mayoría de leguminosas (soja, garbanzo, lentejas), se pueden cocinar al vapor durante unos 60 segundos o escaldarse unos dos minutos.

El hecho de que los brotes son consumidos de forma cruda, o ligeramente cocidos, acarrea una serie de inconvenientes. Sobre todo, la posibilidad de contaminarnos con algunas bacterias patógenas como Escherichia coli y Salmonella. De hecho, la FDA lleva registrados desde el año 1996, 48 brotes individuales relacionados con su consumo.

Sin embargo, ello se puede solventar siguiendo algunas recomendaciones:

  • No adquirir ni ingerir nunca semillas germinadas con aspecto viscoso, tonalidades oscuras u olor desagradable
  • Solo adquirir las semillas germinadas que estén refrigeradas
  • Desechar las semillas germinadas que no se hayan utilizado luego de la fecha de consumo propuesta en el envase
  • Las semillas germinadas deben almacenarse de forma permanente hasta su empleo a menos de 8ºC (48ºF)
  • Lavar las manos antes y después de manipular las semillas germinadas

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  • Antes de consumirlos se pueden desinfectar con vinagre blanco (40cc en un litro de agua filtrada). Remover las semillas germinadas en esta solución por unos 30 segundos, dejar en reposo unos cinco minutos y luego enjuagar con agua corriente
  • No se deben suministrar brotes crudos a niños, mujeres embarazadas, personas con sistema inmunológico débil o ancianos
  • Evitar ingerir comidas en la calle conteniendo semillas germinadas crudas
  • Si decides realizar la germinación de las semillas en casa emplea semillas orgánicas, desinféctalas adecuadamente y extrema las medidas de higiene.

Concluyendo

En la actualidad, las semillas germinadas son consideradas una alternativa natural saludable. Posiblemente a ciertas personas, les parezcan simples estrategias de mercadeo empleada por diversas empresas de alimentos.

Sin embargo, tal como se mostró, su descubrimiento se realizó desde antaño y ha sido empleado a lo largo de milenios. Sobre todo, en la gastronomía y medicina China e India.

Este increíble alimento realmente es un regalo de la naturaleza. Todo ello gracias a que, durante la germinación, se liberan una serie de compuestos que no estaban disponibles. Además, se reducen los niveles de compuestos que causan problemas digestivos y se incrementan los que poseen propiedades bioactivas.

De allí, su alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Ellos suplen además de un potente neurotransmisor denominado GABA.

Y gracias a la integración de todos estos nutrientes las semillas germinadas ofrecen diversos beneficios a nuestra salud. Dentro de las más resaltantes destacan: mejorías en la salud digestiva, fortalecimiento del sistema inmunológico, potenciación del sistema musculoesquelético y la regeneración del sistema nervioso.

Adelina se sintió realmente motivada con la información recibida, la cual es la misma que comparto en el post. Ella, al leer con detenimiento, se dio cuenta que las semillas germinadas que adquirió por primera vez, fueron mal manejadas. En primer lugar, no fueron refrigeradas al llegar a casa y esto ocasionó que se tornaran un poco oscuras y viscosas. Incluso, me comentó que no fueron desinfectadas ni lavadas antes de consumirlas.

Ella me comenta con asombro, que muchas veces se tiene al frente  grandes maravillas de la naturaleza y no son justipreciadas.  Adelina, desde que decidió incorporar las semillas germinadas en su alimentación, ha sentido grandes mejorías a nivel digestivo. Incluso me comentó hace unas semanas, que adquirió algunas bandejas especiales para preparar sus propias semillas germinadas en casa.

“Durante la germinación de las semillas se producen multitud de cambios que van desde las estructuras moleculares hasta las macroscópicas… Estos cambios repercuten en el valor nutricional y el potencial de promoción de la salud de las semillas comestibles”

Dra. Cristina Martínez-Villaluenga, PhD

Instituto de Ciencia de los Alimentos y Nutrición (ICTAN)

Madrid, España

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