Muchas veces las personas no valoran la salud de una forma adecuada. Incluso, les cuesta realizar un seguimiento disciplinado de registros clave de fácil medición, tales como el control del peso y la tensión arterial. Hoy en día las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte a nivel mundial. Por ello, la ciencia ha profundizado en algunas alternativas más saludables que los fármacos para su control, entre ellas resalta la semilla de apio.
Lydia, una seguidora de Michigan asumió un roal proactivo apostando por una mejor calidad de vida. Desde hace diez años ha llevado un seguimiento permanente de su peso, tensión arterial y valores sanguineos de gliceia, lípidos, hemoglobina y glóbulos blancos. A mediados del mes de marzor realizó contacto conmigo para solicitar mi apoyo. Mencionó que a finales del mes de febrero, sus registros de presión arterial sistólica (valor más alto) estaban un poco elevados.
Ella notó, que esta irregularidad permanecía durante dos días seguidos y luego se estabilizaba. Por ello, al cabo de dos semanas, acudió a su médico internista, quien no observó ninguna anomalía. Lydia continuó con la preocupación, razón por la cual decide escribirme y solicitarme información acerca de una propuesta natural para equilibrar su presión arterial. Mi primera pregunta fue ¿Cómo está tu régimen alimenticio? ¿Estás realizando actividades físicas?
El reto Yo Puedo, un cambiador de vida
Las razones por las cuales realicé las preguntas a Lydia fueron esenciales para mi. La invité en primera instancia a leer el libro Yo Puedo y a realizar el reto Yo Puedo. Este es un proceso de desintoxicación de 21 días, el cual le ayudaría a mejorar su salud de una forma notable. En esta primera etapa la persona consume zumo de vegetales que le ayudarán a adquirir hábitos alimenticios que luego se convertirán en permanente. Realizar el reto permitirá que el organismo se desinflame y muchos malestares se alejen, además de sentirse saludable y mejorar la calidad de vida de quienes lo realicen.
Además de eso, Lydia me hizo saber que ella se considera una persona que se adelanta a los acontecimientos. Decidió solicitarme que le informara acerca de una propuesta natural para equilibrar la tensión arterial. Esta propuesta natural es la semilla de apio.
Dado que actualmente se han encontrado ciertas alternativas naturales con efectos hipotensores, decidí compartir con ella cierta información,
En ella, le mencioné sobre las propiedades y compuestos saludables de la semilla de apio para controlar la hipertensión. Como muchos lo saben, valoro que vosotros disfruten de una vida plena, partiendo de una adecuada salud. Es por ello, que comparto este artículo con vosotros.
Hablando un poco sobre la hipertensión
Según la Fundación Española del Corazón, la hipertensión es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. Esto se entiende mejor, al recordar qué es la presión arterial.
La misma puede ser entendida como la fuerza o presión ejercida por el corazón sobre las arterias. Esta fuerza tiene como objetivo, bombear la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón (sístole) y la mínima con cada relajación (diástole).
De acuerdo a la Sociedad Internacional de Hipertensión (ISH), existe una clasificación de la hipertensión basada en la medición de la presión arterial (PA) en el consultorio. De esta forma se tiene:
- Normal: Menor a 130 y menor a 85
- Normal – alta: 130-139 y/o 85-89
- Hipertensión de grado 1: 140-159 y/o 90-99
- Hipertensión de grado 2: Mayor de 160 y/o mayor a 100
Nota: Primer valor Presión Sistólica / Segundo valor presión Diastólica (medidos en mmHg) (milímetros de mercurio)
Iniciativa pionera para la búsqueda de mecanismos para tratar la hipertensión
Se puede afirmar que, el impacto de la hipertensión a nivel de la población mundial se hizo perceptible hace más de 45 años. Actualmente la hipertensión es la principal causa de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Esto se traduce en una elevada carga personal, social y sanitaria a nivel de todos los países. Vale destacar, que esta situación incrementa su gravedad por la disminución del control de la tensión arterial en pacientes hipertensos.
Dentro de las referencias de más larga data conocida en los Estados Unidos, destaca el Estudio Framingham del Corazón. El mismo, se inició el año 1948 en las localidades de Framingham y Newton, ubicadas en Massachusetts. Este estudio es considerado un aporte epidemiológico muy destacado relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
El estudio inicial se llevó a cabo con la participación de 5.209 personas. Los participantes tenían edades entre 30 y 60 años de edad y no presentaban síntomas de ninguna enfermedad cardiovascular. Además de ello, ninguno de los participantes había experimentado accidente cerebrovasculares o infartos de miocardio.
El año 1971 el segundo grupo evaluado (5.124personas), constituyó una segunda generación, pues se trató de los hijos e hijas, de los participantes del primer estudio. En 2002, más de cuatro mil participantes se incorporaron a la cohorte de tercera generación del estudio. A los participantes se les realizan exámenes bianuales, y hoy día continúan aún realizándose.
Diversos estudios epidemiológicos, han permitido establecer que un 30% del riesgo cardiovascular ocurre en personas cuya PAS fluctúa entre 115 y 140 mmHg. Estos resultados, influyeron en la realización de las nuevas guías realizadas por diversas sociedades científicas de Estados Unidos. De esta forma, se modificó la clasificación de los niveles de presión arterial y las recomendaciones terapéuticas.
Terapias farmacológicas de uso frecuente en el tratamiento de la hipertensión
- Bloqueantes adrenérgicos: estos fármacos actúan bloqueando los efectos del sistema nervioso simpático, considerada la parte del sistema nervioso autónomo que responde con mayor velocidad al estrés. Dentro de estos fármacos, los más conocidos se denominan beta-bloqueantes. Estos fármacos son prescritos para personas jóvenes, de ascendencia caucásica o que han sufrido infarto de miocardio
- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina: el efecto de estos fármacos se produce al evitar la formación de angiotensina II (hormona que aumenta la presión arterial), al dilatar las arterias
- Antagonistas de los receptores de angiotensina II: el mecanismo de estos fármacos es similar al de los inhibidores enzimáticos.Solo que su efecto produce la constricción de las arterias, bloqueando así la acción de la angiotensina II
- Antagonistas de los canales de calcio: estos medicamentos también producen la dilatación de los vasos sanguíneos, pero por vías diferentes. Poseen mucha utilidad en personas afrodescendientes o de tercera edad. También producen buenos resultados en personas con frecuencia cardíaca elevada, migrañas o angina de pecho
- Vasodilatadores directos: su efecto se produce al emplearse junto con otro tratamiento. Ejercen su efecto directamente sobre los vasos sanguíneos
- Diuréticos: por lo general este tipo de medicamento suelen prescribirse generalmente al inicio de los tratamientos de hipertensión. Estos fármacos producen la dilatación de los vasos sanguíneos, y a su vez favorecen la eliminación de sodio y agua, estimulando así la actividad de los riñones.
- Los diuréticos pueden producir un ensanchamiento (dilatación) de los vasos sanguíneos y ayudan también a los riñones a eliminar sodio, agua y a disminuir el volumen de líquidos en todo el organismo, reduciendo así la presión arterial. Estos fármacos son muy útiles en personas de avanzada edad y en quienes padecen de insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica.
Efectos secundarios más frecuentes producidos por los antihipertensivos
A pesar de las investigaciones y esfuerzos, la hipertensión aún no se ha logrado controlar de forma adecuada. De acuerdo a las estadísticas es considerado un asesino silencioso, que posee los índices más elevados de morbilidad y mortalidad. Muchas investigaciones farmacológicas se efectúan reiteradamente, pero aún siguen existiendo muchos vacíos de información.
Muchas veces ocurren complicadas interacciones entre los riesgos modificables y no modificables, además de ello, no se conocen aún a fondo algunas causas y mecanismos de esta patología. Esto ha llevado a que el empleo de los fármacos, produzca una serie de efectos. Entre ellos, podemos resaltar: taquicardia, mareos, dolor de cabeza, cansancio muscular generalizado y disfunción sexual.
El apio o celery, generalidades de una alternativa natural
Muchas personas alrededor del mundo incluyen en su dieta el apio o Célery. (El consumo de este vegetal está contemplado en el Reto Yo Puedo). Sin embargo, sobre todo a nivel de occidente, posiblemente muchos desconozcan el potencial terapéutico de sus semillas.
Vale destacar, que desde hace milenios en la medicina ayurvédica de la India esta alternativa natural ha sido muy empleada. De acuerdo a los registros, esta planta se cultivó hace muchos siglos por las civilizaciones griegas, egipcias y romanas. De hecho, inicialmente su empleo se debía mas por sus principios aromáticos que por su valor culinario.
Vale destacar que Hipócrates, considerado el padre de la medicina, lo consideró un diurético muy potente. De hecho, era una de los principales empleos en la medicina ayurvedica de la India, además de su uso como antiinflamatorio y antigripal.
Las semillas de apio se desarrollan en el fruto a partir del segundo año de crecimiento de la planta. Y se ha logrado establecer que, las mismas poseen una serie de compuestos biológicamente activos. El nombre botánico del apio es Apium graveolens, perteneciente a la familia Apiácea, al igual que el rábano, perejil y cilantro.
Compuestos bioactivos presentes en la semilla de apio
- Ácidos grasos: petroselénico, oleico, linoleico, linolénico, palmítico
- Monoterpenos: D-Limoneno, Mirceno, α-pineno, β-pineno, Terpineol, α-Terpinoleno, Linalol
- Sesquiterpenos: α-selineno, β-selineno, β-cariofileno
- Ftálidos: sedanenolida, 3-n-butilftalida, sedanolida, anhídrido sedanónico
- Flavonoides: apiina, apigenina, luteolina, kaempferol
- Ácidos fenólicos: ácido cafeico, ácido ferúlico, ácido p-cumárico
De acuerdo a diversas investigaciones se ha comprobado que, todos estos compuestos confieren a las semillas de apio efectos antibacterianos, antivirales, antiulcerogénicos, hipolipidémicos, antinflamatorios y antihipertensivos. Se han demostrado sus resultados favorables en el tratamiento de espasmos viscerales, enfermedades intestinales, reducción de la flatulencia, cálculos urinarios y diversos estados dolorosos.
Estudios demuestran efectividad de la semilla de apio sobre la hipertensión
Diversos estudios realizados sobre animales experimentales han permitido establecer efectos potencialmente beneficiosos de la semilla de apio. Según un estudio realizado el año 2013, empleando mamíferos de laboratorio hipertensos, se descubrieron hallazgos interesantes. Entre ellos, que diversos extractos producen efectos antihipertensivos muy favorables.
En otro estudio similar realizado el 2015 empleando también mamíferos de laboratorio hipertensos, con tejidos de aorta de mamíferos experimentales, permitió demostrar el efecto vasodilatador de la semilla de apio.
Un interesante estudio realizado a inicios del 2021 por científicos iraníes y canadienses, fue publicado en Avicenna Journal of Phytomedicine. En este estudio, se emplearon animales experimentales y se logró demostrar que las semillas de apio poseen un efecto vasorrelajante. Dicho efecto fue estudiado a profundidad y se observaron algunos elementos terapéuticos potenciales.
De acuerdo a los investigadores existen algunos mecanismos influenciados por las semillas de apio, que facilitan este efecto de vasorelajación. Entre ellos, inhibición de los canales de calcio, inhibición de cargas eléctricas a nivel del endotelio y activación de los canales de potasio.
Los científicos atribuyen estas propiedades a los diversos compuestos presentes en la semilla de apio. Dentro de ellos, destacan los fitoquímicos denominados Ftálidos. Cabe destacar, que el 3-n-butilftalida, es el más prominente de ellos y se ha establecido que es un compuesto único presente en las semillas de apio.
Las semillas de apio han sido estudiadas también por sus efectos diuréticos. Esto permite que ayuden a equilibrar los niveles de sal, impidiendo la retención de líquidos. De hecho, se ha establecido que, las semillas de apio funcionan de forma mas segura que la mayoría de los fármacos diuréticos. Vale destacar que muchos de los compuestos bioactivos de la semilla de apio poseen efectos antiinflamatorios.
Concluyendo
Definitivamente la búsqueda de registros históricos y de medicinas no tradicionales, harán posible la independización de muchos fármacos. Muchos de los medicamentos empleados en enfermedades no transmisibles, incluidas la hipertensión, producen dependencia.
Por lo general, su empleo prolongado causa desequilibrios a nivel de diversos órganos y sistemas, además de ello, su separación provoca procesos muy peligrosos.
De allí la importancia de otorgar cada día más el lugar que merece el empleo de opciones no farmacológicas. Muchas medicinas antiguas, como la ayurvédica de la India, han sido fuente de inspiración para la medicina occidental. Y esto ha permitido, que la ciencia logre descubrir cada día con mayor precisión, los compuestos que hacen posible el tratamiento natural de ciertas patologías.
Se ha podido apreciar que el apio, posee ciertos beneficios, derivados del empleo de sus semillas. Muchos estudios, han permitido a los investigadores indagar exhaustivamente acerca de sus compuestos bioactivos. Vale destacar dentro de ellos uno, que es exclusivo del apio, el 3-n-butilftalida, con extraordinarias capacidades vasorrelajantes.
Además de ello, las semillas de apio poseen altas capacidades diuréticas y antiinflamatorias, favoreciendo así la normalización de la tensión y mejorando el desempeño renal. También, sus efectos antibacterianos ayudan a evitar infecciones en el sistema urinario, mejorando aún más el desempeño renal.
Lydia se sintió muy agradecida por la información recibida. La realización del Reto Yo Puedo la ayudó sobremanera a desintoxicar su organismo. Además de eso, realmente para ella fue asombroso descubrir el potente efecto antihipertensivo de la semilla de apio. De hecho me comentó, que está preparando en casa de forma regular una infusión con una cucharadita de semillas de apio y una taza de agua filtrada caliente. Así, manteniendo además niveles adecuados de ejercicio y una sana alimentación, Lydia apostó por una salud de calidad a largo plazo.
“Las semillas de apio contienen compuestos diferentes a los de la hortaliza, que tiene un contenido de agua mucho mayor. Ambos son saludables, pero es poco probable que obtengas los mismos efectos medicinales que las semillas al consumir el apio normal como verdura.”
Rachel Miller, Dietista Registrada
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7885007/
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https://health.clevelandclinic.org/celery-may-help-bring-your-high-blood-pressure-down/