Últimamente los remedios naturales se están convirtiendo en una alternativa a considerar, a los fines de sustituir diversos fármacos. Muchos de estos remedios naturales eran empleados por nuestros ancestros, y su uso se ha logrado mantener a través de los siglos.
De este tema tan importante les hablaré solicitud de Cindy, una seguidora de Texas. Ella es una mujer de mediana edad, que le encanta realizar actividad al aire libre, pues su familia desde generaciones ha vivido en granjas.
Ella es muy entusiasta de disfrutar del aire libre, de hecho, las caminatas y cabalgatas son componentes cotidianos de su mundo familiar. Sin embargo, a sus 45 años comenzó a notar que su piel lucía como de una persona de más edad. Esto comenzó a mortificarle y decidió acudir al dermatólogo, quien le sugirió una serie de productos antienvejecimiento.
No obstante, ella al poco tiempo percibió ciertos procesos de irritación y enrojecimiento, teniendo que dejar de emplearlos. Ella decidió comunicarse conmigo a fin de obtener información acerca de algunas alternativas naturales que le permitieran rescatar su piel.
Yo le comenté, que las personas poseen diferentes tipos de piel y los productos cosméticos no funcionan igual para todos. Por ello, honrando su solicitud, le preparé un informe con diversas alternativas naturales para proteger la piel de su rostro.
El envejecimiento en algún momento tocará a nuestra puerta, por ello consideré necesario compartir esta información en mi página.
De acuerdo a los expertos, se sabe que el envejecimiento facial es un proceso multifactorial. El mismo está influenciado por el envejecimiento físico, incluyendo la sarcopenia (disminución de la fuerza y masa muscular).
Podríamos afirmar, que el envejecimiento cutáneo es un proceso dinámico, condicionado por factores intrínsecos (cronológicos) o extrínsecos (ambientales).
El envejecimiento intrínseco, ocurre por efecto del paso del tiempo y guarda relación con la genética. A su vez, los factores ambientales ejercen una mayor influencia sobre el cambio de apariencia de la piel. De hecho la luz solar, especialmente la radiación ultravioleta, es considerada el principal factor que ocasiona fotoenvejeciniento facial.
Anteriormente, se tenía la certeza de que las arrugas eran un indicio de edad avanzada. Sin embargo, muchos daños ocasionados sobre la piel se relacionan con una inadecuada alimentación e higiene de sueño, estrés, estilo de vida y falta de disciplina para el cuidado de la piel.
Asimismo, las investigaciones cada día descubren infinidad de sustancias bioactivas en los productos naturales con comprobados efectos positivos. Se debe resaltar, que además de ser estrategias de bajo costo, son fáciles de emplear y no ocasionan efectos adversos.
Dentro de estas propuestas naturales destacan:
Más allá de sus excelentes beneficios nutricionales, el tomate posee además importantes efectos sobre la salud. Ello se debe principalmente a la presencia de licopeno, un carotenoide con elevado poder antioxidante.
Igualmente, debido a su contenido de vitaminas antioxidantes, puede estimular la producción de colágeno, favoreciendo la elasticidad y la reducción de arrugas. A su vez, la arcilla blanca contiene un elevado contenido de silicio, con reconocidas propiedades desintoxicantes, blanqueadoras de la piel y estimulantes de la renovación celular.
Realiza una prueba de parche antes de emplear esta mascarilla.
Dado su alto contenidos de minerales, constituye un excelente agente para limpiar y absorber las toxinas. Además, restablece los electrolitos perdidos, limpia a profundidad y exfolia las capas de células muertas, que obstruyen los poros. Se ha observado también, que favorece el proceso de desinfección y cicatrización de la piel.
Hacer una prueba de parche antes del tratamiento. No utilizarlo en menores de catorce años.
Cada vez más, el aceite de coco gana aliados. Ello se debe a varios efectos interesantes como su alto contenido de ácidos grasos, en especial ácido láurico. Ello le confiere propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, que permiten controlar el acné y ciertas afecciones cutáneas (como psoriasis y eccema).
Este aceite, también puede prevenir el envejecimiento prematuro al estimular y preservar la producción de colágeno y elastina. Ello se debe fundamentalmente al elevado efecto de la vitamina E sobre el control de los radicales libres. De esta forma se logra minimizar la presencia de líneas de expresión y arrugas.
Asimismo, permite restaurar la elasticidad de la piel y protegerla de la radiación UV.
De acuerdo a un estudio publicado posee cantidades importantes de vitamina E y ácidos grasos omega-9 y omega-6. Se ha establecido, que más del 90% del contenido de ácidos grasos del aceite de ricino es ácido ricinoléico.
Según investigaciones realizadas, este ácido posee efectos analgésicos, antiinflamatorios y antimicrobianos. Además, es hidratante y promueve el crecimiento del tejido de la piel. También posee una baja puntuación comedogénica, ayudando a homogenizar el tono de la piel.
El aceite de ricino debe emplearse con un aceite portador. Para las personas con piel mixta se sugiere aceite de jojoba, si posees piel seca emplea aceite de oliva virgen extra y si posees piel grasa, emplea aceite de semilla de uva.
Las mujeres embarazadas no pueden ingerir aceite de ricino. En caso de emplear este tratamiento se debe evitar la ingesta accidental del mismo. Es importante no realizar este tratamiento después del tercer mes de embarazo.
Según las investigaciones, este aceite esencial es apreciado por su aroma y la presencia de ciertos compuestos. Entre ellos destacan la vitamina A y ácidos oleico y linoleico. Dichos compuestos poseen la capacidad de penetrar en las capas más profundas de la piel. Ello permite combatir las líneas de expresión, arrugas y cicatrices.
Este aceite contiene gran cantidad de ácidos grasos esenciales además de vitamina E. De acuerdo a un estudio publicado el 2015 en Clinical Interventions in Aging, se evaluó el efecto del aceite de argán y oliva en mujeres postmenopáusicas en un periodo de 90 días.
Según los resultados, el consumo diario y/o la aplicación tópica de aceite de argán posee un efecto antienvejecimiento. Ello se demostró al evaluar diversos parámetros vinculados con la elasticidad de la piel. Esto se debe a su alto contenido de vitamina E, vitamina A y ciertos polifenoles como el ácido ferúlico.
El aceite de argán es una opción ideal para utilizarlo en un masaje facial. Muchas mujeres emplean un rodillo de jade para realizarlo o bien directamente con los dedos.
Este aceite puede emplearse sin diluir, sin embargo, puede emplear el aceite esencial de rosa mosqueta. De acuerdo a los expertos es adecuado para muchos tipos de piel.
Este tradicional alimento es también un aliado de la belleza y salud de la piel. De acuerdo a los análisis se sabe, que la clara de huevo posee principalmente agua y proteínas. La proteína presente en mayor proporción es la ovoalbúmina, con elevados niveles de aminoácidos esenciales.
Se sabe además, que posee cantidades importantes de vitaminas del grupo B y colágeno. Esto permite mejorar el tono de la piel, suavizar las líneas de expresión, mejorar la elasticidad y evitar el acné. Este efecto se potencia por el efecto astringente y antioxidante del limón.
El fruto del aguacate posee altos contenidos de ácido linoleico, ácido linolénico y ácido oleico (este se encuentra en mayor proporción). Contiene además, minerales, lecitina, beta-caroteno y vitaminas A, C, D y E.
De acuerdo a estudios de laboratorio, se ha observado su efecto positivo en la síntesis de colágeno y reepitelización de heridas. Además de ello, disminuye los procesos inflamatorios y mejora la piel dañada, seca y agrietada. Es ideal para mujeres con arrugas prematuras.
El gel de aloe contiene infinidad de vitaminas, enzimas, minerales, antraquinonas y ácidos grasos. Asimismo, posee siete de los ocho aminoácidos esenciales. También aporta cantidades importantes de ácido salicílico con un notable efecto antiinflamatorios y antibacterianos. El gel contiene además saponinas, con efecto limpiador y antiséptico.
Posee glucomanano, un polisacárido rico en azúcar manosa y giberelina, una hormona de crecimiento. De acuerdo a los expertos, estos compuestos estimulando la actividad y proliferación de los fibroblastos. Esto produce un incremento significativo de la síntesis de colágeno, al emplear el aloe de forma tópica u oral.
Es importante realizar una prueba de parche antes de iniciar este tratamiento. No emplear en mujeres embarazadas ni en niños menores de doce años.
A nivel mundial este yogurt es considerado un superalimento porque contiene más del doble de las proteínas del yogurt tradicional. La proteína presente en este alimento favorece la reparación de la piel, bien mediante su ingesta o mediante aplicación tópica.
Sus efectos, permiten lucir una piel más joven y radiante. Esto se debe a su alto contenido de ácido láctico con efecto exfoliante suave. Además de ello, su alto contenido de riboflavina (vitamina B2), favorece la hidratación, crecimiento y regeneración celular.
Esta conocida hortaliza es empleada desde hace siglos en la medicina Ayurvédica de la India. Posee un elevado contenido de agua, por ello su excelente nivel hidratante. Es también conocido por sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes y calmante de la irritación. Posee además efectos refrigerantes, hemostáticos y tónicos.
Sus efectos se deben principalmente a las cucurbitacinas, cucumerina, vitexina, isoscoparina y apigenina.
La avena tiene propiedades exfoliantes, además de ello, permite equilibrar el pH de la piel, ayudando a mantenerla protegida. Asimismo, sus elevados niveles de saponina ayudan a mantenerla limpia y sus proteínas favorecen la nutrición de la piel.
La miel a su vez, posee propiedades antisépticas, antibacterianas, hidratantes y antioxidantes, siendo reconocida como una sustancia antienvejecimiento. Esto también se debe a su efecto enzimático, que otorga un brillo especial a la piel.
Como se mostró, las nuevas tendencias de belleza antiedad apuntan al empleo de productos naturales. Millones de mujeres alrededor del mundo han sufrido muchas decepciones y daños ocasionados por algunos cosméticos y fármacos. Sin embargo, gracias a la ciencia se han desvelado diversas alternativas favorables para la salud de la piel.
Vale destacar, que debemos procurar mantener un adecuado estilo de vida que incluya alimentos saludables (frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y proteínas de granja). Además, se deben evitar las grasas trans y alimentos azucarados o salados.
Al igual que las bebidas energéticas con elevados niveles de cafeína y bebidas alcohólicas. Por supuesto manteniendo la disciplina en la higiene del sueño y en la realización de ejercicios a diario.
Si cumplimos esta pequeña recomendación, los tratamientos naturales mencionados podrán realizar sin problemas su función positiva. Ellos son: el aloe, avena, miel, aguacate, aceite de argán, aceite de ricino, yogurt griego, clara de huevo, limón, sal marina, tomate, arcilla, aceite de coco y aceite de rosa mosqueta.
Para Cindy el material recibido, el cual comparto en el post, fue de gran utilidad. Ella me comenta, que probó la gran mayoría de las alternativas. Sin embargo, decidió continuar con el aloe y yogurt griego debido a los resultados obtenidos en tan solo seis semanas de tratamiento.
Me alegra que le agradara mi planta favorita, una maravilla de la naturaleza al alcance de toda la familia. De hecho, cada día la ciencia descubre más y más beneficios de su singular gel.
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