Hace meses en una reunión de un amiguito de mis hijos conocí a una joven llamada Belkis. Como estaba sentada a mi lado iniciamos una pequeña plática. Agradadas con el inicio de la conversación, me comentó que tenía muchos problemas con su estómago y cuando fue al médico, resultó diagnosticada con una ulcera estomacal. Aunque ha tomado el tratamiento recomendado por el médico, no ha mejorado mucho.
Ella se siente agobiada por los dolores, acidez y la imposibilidad de comer muchos alimentos. Está muy limitada en su alimentación debido a los malestares y en algunos casos ha llegado a vomitar y ha terminado en la emergencia. Por lo que, decidí ayudarla con los siguientes consejos que te brindaré a continuación.
La úlcera estomacal se conoce también como “ulcera péptica”. Debes saber que tiene la apariencia de una llaga en la mucosa que cubre tu estómago y el duodeno. Este último, es la parte donde se inicia el intestino delgado. Antes de que aparezca la úlcera, la acidez estomacal se hace presente, es así como muchos luchan con ella sin saber que tendrán una ulcera.
Tu estómago necesita segregar muchos jugos gástricos, sobre todo si comes carnes. El jugo gástrico estimula a las enzimas para que desmenucen las proteínas y obtenga tu organismo los aminoácidos. Esto se conoce como “metabolizar las proteínas”, lo que obliga a tu estómago que se proteja por medio de una mucosa.
Esto es un proceso muy sofisticado, pero, ante el descuido, infecciones o malos hábitos de vida puedes tener un reverso en la eficacia de dicho proceso y el ácido inicia un ataque para deshacer tu propio tejido, ocurre lo siguiente:
Debes saber que, las estadísticas indican que, de cada 100 personas, 10 han desarrollado una úlcera. Esto se debe en gran parte al estilo de vida en las sociedades modernas, siendo los hombres los más susceptibles.
Algunas de las causas que suelen provocan la aparición de úlceras son:
Algunas personas puede que no presenten síntoma alguno, pero existen casos donde de conocerlos podrás identificar algunos indicios de la presencia de úlceras estomacales. Entre dichos síntomas se encuentran:
En algunos casos el dolor que se presenta solo dura minutos, pero en otros puede mantenerse durante horas. O incluso puede aparecer durante unos días y luego reincide días o semanas después.
Si deseas evitar las medicaciones agresivas como los antibióticos que en nada ayudan y los antiácidos, que en muchos casos resultan paliativos o contraproducentes, te invito a utilizar los siguientes remedios naturales.
El vinagre de sidra de manzana es muy efectivo para equilibrar la cantidad de ácido en el estómago.
Uso: Vierte en un vaso de agua, 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana.
El bicarbonato de sodio puede ayudarte a calmar el dolor que se te presenta de repente. Aliviando la irritación ocasionada por el ácido estomacal en la mucosa de tu estómago.
Uso: En un vaso de agua, añada ½ cucharadita de bicarbonato de sodio. Mezcla bien y toma cuando tengas dolor, no te acostumbres a hacerlo de manera habitual, solo cuando el dolor sea muy fuerte.
El Aloe Vera es calmante en circunstancia de quemaduras, así como antiinflamatorio, por lo cual te ayudará a restaurar y proteger la mucosa gástrica.
Uso: Toma el cristal limpio del Aloe Vera para que se convierta en un zumo. Toma ½ taza de este antes de las comidas. Si te causa un efecto laxante, disminúyelo añadiendo más agua.
El jengibre es una raíz que te ayudará a proteger tu estómago, siendo capaz de bloquear el ácido gástrico y también neutralizar la bacteria Helicobacter Pilory mejor que cualquier antibiótico. Y previene la aparición de las úlceras. Te doy a conocer que, el jengibre ha sido utilizado ancestralmente para combatir los problemas gástricos.
Uso: Hierve ½ litro de agua, baja del fuego y añade 3 rodajas de jengibre trituradas en esta agua. Deja reposar hasta que se enfríe, filtra y toma una tercera parte del líquido unos 30 minutos antes de que comas.
Las flores de manzanillas son calmantes y sedativas. De manera que te servirán para calmar los dolores o calambres nocturnos y a su vez te relajarán para que concilies el sueño.
Uso: En una taza de agua hirviendo, añade 1 cucharada de flores de manzanilla, deja reposar, filtra y bebe. Inclusive puedes tomarla fría.
Esta vitamina, resulta un gran apoyo para que puedas combatir infecciones. Cuando tu cuerpo recibe la vitamina D en dosis adecuadas, se optimizan péptidos antimicrobianos que te ayudarán a eliminar cualquier infección.
Uso: No olvides que la mejor fuente de vitamina D es el sol. Por eso, te recomiendo que te expongas a él unos minutos al día.
También se le conoce como el “olmo americano”, la corteza de este árbol es muy apropiado para suavizar la mucosa irritada de los estómagos e intestinos. También es capaz de estimular las terminaciones nerviosas de tu sistema digestivo. Sumado a que contiene antioxidantes que actúan como antiinflamatorios y estimula la producción del moco estomacal equilibrando la acidez.
Uso: Si lo tomas en infusión, vierte dos cucharadas de corteza de Olmo pulverizadas en ½ litros de agua. Deja reposar, filtra y consume 3 veces al día. Si prefieres la tintura, bebe 5ml 3 veces al día por espacio de dos meses.
Existen unas hierbas chinas que se utilizan para tratar los síntomas “Gu”, los cuales son causados por enfermedades inflamatorias crónicas, como problemas digestivos, inflamaciones e infecciones.
Uso: En una taza de agua hirviendo, añade 1 cucharada de estas hierbas chinas, deja reposas, filtra y bebe dos veces al día.
La glutamina es un aminoácido que se encuentra presente en algunos alimentos y tiene acción reparadora sobre el daño que causa la Helicobacter Pylori a la mucosa de tu estómago. La puedes encontrar en alimentos como: pollo, carne de res, pescado, huevos, productos lácteos, vegetales y frutas.
Por su parte los folatos reducen el riesgo de la acidez, por lo que te recomiendo proporcionarle a tu cuerpo estos nutrientes que son la vitamina B2 y B6, los cuales puedes conseguir en los espárragos, el hígado, las espinacas y los frijoles.
El uso de la patata para los padecimientos inflamatorios es muy antiguo, ésta es capaz de reducir el dolor y el ardor provocado por la acidez. Además, te aporta vitamina C que te ayudará a cicatrizar las ulceras.
Uso: Prepara media taza de zumo de patata licuando un trozo de patata en ½ taza de agua, cuela y consume antes de la comida de la mañana y en la cena.
No tienes que conformarte con sentirte enferma y pasar por todos estos males. Te invito a leer mi libro y plantearte el reto YO PUEDO, los alimentos son sanadores y pueden cambiar tu vida. Mi amiga Belkis lo ha logrado, su úlcera gástrica ha sanado y está saludable. ¡Te toca a ti!
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