☑️ 4 Remedios Caseros Para El Mal Olor Y Exceso De Flujo Vaginal

Para nosotras las mujeres, es muy importante conocer cada uno de nuestros procesos fisiológicos. Sobre todo, los relacionados con nuestro sistema reproductivo. En este caso, me estoy refiriendo al cuidado e higiene íntimas. Y aquí hago mención especial al cuidado de la vagina, porque de su correcta realización, depende en gran medida nuestra salud en general.

Este tema, de un alto nivel de intimidad, lo estoy abordando por una solicitud muy especial. La misma, fue realizada por la asistente personal de una excelente amiga. Esta joven, gracias a la a confianza que ha depositado en mí, se mostró abierta para plantearme una situación que comenzó a preocuparle.

Se trata de la aparición de una cierta cantidad de flujo vaginal, en forma recurrente. Me comenta, que esto le fue planteado a su ginecólogo y él le prescribió una serie de fármacos. Ella ha estado utilizándolos, pero lejos de sentir mejoría, ha experimentado náuseas y escalofríos. Fui muy clara y directa con ella y le puntualicé, que esos malestares, fueron causados por dichos medicamentos. Desde hace unos años, me he dedicado a investigar acerca de este problema. Y ciertamente, conozco una serie de reacciones que producen ciertos fármacos, utilizados en el control de problemas vaginales.

Como siempre, procuro ubicar la información que poseo y me pongo manos a la obra, para ayudar a restablecer la salud. Precisamente, eso fue lo que hice con esta apreciada joven. Y pude de esta forma, entregarle información general de los problemas asociados con la presencia del flujo vaginal. Le mostré, además, algunas formas alterativas de eliminarlo y evitar su posterior aparición. Mucho de lo compartido con ella, lo comparto orgullosamente en mi blog.

¿Qué sucede cuando hay un exceso de flujo vaginal?

Es muy importante, tener en cuenta que, si una mujer está en edad de procrear, es muy normal producir cierta cantidad de flujo. Dichas secreciones se pueden tornar de un color blanquecino o amarillento al exponerse al aire, pero éstas son variaciones normales. Se debe tener en cuenta, que las paredes de la vagina producen algunas secreciones y su cantidad varía de acuerdo a los niveles de hormonas en el cuerpo. Por lo tanto, el volumen de moco producido por las glándulas cervicales, puede fluctuar a lo largo de todo el ciclo menstrual dependiendo de las cantidades de estrógeno que circulen en el organismo.

Las secreciones aumentan como consecuencia de la producción de estrógenos y la cantidad varía mucho de una persona a otra, dependiendo de la sensibilidad de su tejido a los estrógenos. Hay mujeres con poco o mucho flujo, dependiendo de la sensibilidad de las estructuras genitales internas al efecto de los estrógenos. Cuando la mujer está en plena vida reproductiva, el flujo vaginal varía dependiendo de la etapa del ciclo en que se encuentra.

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De hecho, existen estimaciones que indican que aproximadamente, las dos terceras partes de las mujeres sufren de flujo vaginal anormal en algún momento de sus vidas. Y a pesar de que los orígenes de las molestias, suelen ser diversos, existe una proporción importante de casos originados por agentes infecciosos. Estos agentes producen la infección debido a alteraciones en la microflora vaginal normal, o bien por contaminación con microorganismos patógenos exógenos adquiridos por medio del contacto sexual.

Ahora bien, cuando se presenta un exceso de flujo vaginal, se puede calificar técnicamente hablando, como leucorrea. Ella, se clasifica básicamente en dos tipos. Una se denomina leucorrea fisiológica y la otra, leucorrea infecciosa.

Leucorrea fisiológica

La leucorrea fisiológica, es la que ocurre por lo general en las fases previas a la menstruación por influencia hormonal. Y por lo general, no están asociadas a ninguna enfermedad. Suele incluirse en esta clasificación, la ectopia cervical o daño en el cuello del útero. Su color suele ser transparente o blanquecino y no va acompañado de mal olor, pudiendo ocasionar a veces irritación en la zona vulvar si la cantidad es excesiva.

Leucorrea infecciosa     

La leucorrea infecciosa por su parte, puede ser de transmisión no sexual y de transmisión sexual. La leucorrea infecciosa de transmisión no sexual, ocurre, cuando se incrementa la población de ciertos microorganismos. En el caso de los hongos, por lo general, el mayor número de infecciones  lo produce la  Candida. Estos hongos, aunque viven en nuestro organismo, en algunas condiciones pueden desencadenar en ellos un crecimiento poblacional exagerado.

Se sabe, que al tomar antibióticos, se puede generar este desequilibrio. Este se refleja como un aumento de flujo amarillento y de mal olor. Viene acompañado de escozor, enrojecimiento y molestias al momento de orinar. Otra forma muy común de la leucorrea infecciosa no transmitida sexualmente, es la vaginosis bacteriana, la cual, produce un flujo amarillento abundante y un olor característico semejante al del pescado. No produce ni dolor ni escozor. Es causada por la bacteria Gardnerella vaginalis. Es riesgosa en mujeres embarazadas, porque puede causar parto prematuro.

En cuanto a la leucorrea infecciosa de transmisión sexual, ocurre mediante el crecimiento de las bacterias Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae. Estas infecciones pueden presentarse con flujo vaginal, muchas veces con aspecto mucopurulento. Sin embargo, en muchas ocasiones, son asintomáticas. Las mismas, suelen estar asociadas con un mayor riesgo de transmisión del VIH.

Tratamientos farmacológicos utilizados frecuentemente

  • Vaginosis bacteriana: metronidazol oral y clindamicina intravaginal
  • Candidiasis vulvovaginal: imidazol , fluconazol o clotrimazol
  • Chlamydia trachomatis: doxiciclina, azitromicina
  • Gonorrea (Neisseria gonorrhoeae): cefotaxima o ceftriaxona
  • Trichomonas vaginalis: metronidazol

Efectos adversos de algunos de los fármacos utilizados para el flujo vaginal

  • Fluconazol: intolerancia digestiva, flatulencia, cefalea, erupciones cutáneas. Puede, además, favorecer un incremento de las enzimas hepáticas (transaminasas y fosfatasa alcalina)
  • Clotrimazol: escozor, inflamación vaginal, sensación de quemado, erupciones y cistitis
  • Clindamicina: trastornos gastrointestinales, flatulencia, náuseas, vómitos y diarreas. Además, puede propiciar la aparición de colitis pseudomembranosa, causada por la bacteria Clostridium difficile.
  • Metronidazol: trastornos gastrointestinales, anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, glositis, estomatitis, sabor metálico y sequedad en la boca. Además de ello, puede propiciar una sobreinfección por Candida en la vagina o boca
  • Azitromicina: náuseas, vómitos, flatulencias, además de un aumento elevado de aminotransferasas
  • Ceftriaxona: náuseas, vómito, diarrea, alteración de la función plaquetaria anafilaxia, broncoespasmo, urticaria, eosinofilia, granulocitopenia, trombocitopenia

Tratamientos naturales para el control del olor y flujo vaginal excesivo

1. Aceite de árbol de té

Este maravilloso aceite esencial, originario de Australia, posee excelentes propiedades antisépticas, antivirales, antifúngicas y antibacterianas. Esto se debe a los compuestos bioactivos que posee. Entre ellos destacan: Terpineol, Gamma-terpineno, Alfa-terpineno, 1,8-cineol (eucaliptol) y limoneno. De acuerdo a ciertos estudios, se ha logrado corroborar que el aceite esencial de árbol de té, es ideal para el tratamiento de la vaginosis bacteriana.

¿Cómo lo realizo?

  • Verter en un envase pequeño 1/8 de taza de aceite de oliva virgen extra
  • Agregar diez gotas de aceite esencial de árbol de té
  • Mezclar muy bien y realizar antes de usarlo a nivel vaginal, una pequeña prueba de parche. Esta vez, sería conveniente esperar al menos unas 24 horas
  • Tomar un tampón nuevo y remojarlo en esta mezcla
  • Insertar el tampón en la vagina y dejarlo actuar durante una hora, retirarlo antes si se observan reacciones adversas
  • De desear resultados más favorables, repetir este procedimiento dos veces al día

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2. Hojas de betel

Esta planta, ha sido utilizada por años, en la medicina ayurvédica de la India.  Su nombre botánico es Piper betle.   Es una especie importante de la familia Piperácea, al igual que la pimienta. Esta planta es una enredadera de hojas acorazonadas, perennes y brillantes. Posee una serie de compuestos fenólicos bioactivos con propiedades antiproliferativas, antimutagénicas, antibacterianas y antioxidantes. Dentro de los compuestos presentes en las hojas de esta planta, destacan: eugenol, chavicol, carvacrol y alil pirocatecol. Contiene, además, importantes cantidades de vitamina C. Es empleada para el alivio del flujo en exceso y el control del olor vaginal asociado. Presenta además, potentes efectos astringentes.

Ingredientes

  • Cinco hojas deshidratadas de betel
  • Una taza de agua filtrada

¿Cómo lo realizo?

  • Verter el agua en un recipiente pequeño y llevarlo al fuego
  • Cuando comience a hervir, añadir las hojas de betel previamente desmenuzadas
  • Hervir a fuego lento durante diez minutos
  • Separar del fuego y dejar reposar
  • Cuando la decocción esté tibia sumergir un tampón en ella
  • Colocarlo en la vagina con las manos bien limpias
  • Mantenerse acostada durante unos quince minutos
  • Extraer el tampón y desecharlo
  • Realizar este procedimiento una vez al día durante una semana para observar resultados favorables

3. Yogur natural y miel

Tanto el yogur natural como la miel, son componentes muy empleados desde hace cientos de años.  La miel, aparte de todos los usos que posee para la salud, es un potente antibiótico. Esto lo logra, gracias a la presencia de los compuestos flavonoides presentes en ella. A su vez, el yogur natural, es un conocido probiótico que posee un alto contenido de bacterias benéficas del género Lactobacillus. Son precisamente las mismas bacterias benéficas, presentes en la vagina.

En 2015, se realizó un estudio clínico donde participaron 70 mujeres con edades entre 18 y 45 años. Todas ellas presentaban candidiasis vulvovaginal y se hicieron grupos de comparación. En uno de ellos, se utilizó clotrimazol vaginal y en el otro una crema vaginal realizada con yogur y miel. Los resultados fueron impresionantes, pues las mujeres tratadas con yogur y miel, mostraron mejoría a los siete días de tratamiento. Esto superó el tratamiento del clotrimazol y además de ello, no produjo reacciones secundarias.

¿Cómo lo realizo?

  • Añadir dos cucharaditas de yogur natural en un envase pequeño
  • Agregar tres cucharaditas de miel orgánica
  • Mezclar muy bien para homogenizar
  • Empapar un tampón con esta mezcla e insertarlo en la vagina
  • Adoptar una posición cómoda al menos durante una hora
  • Extraer el tampón y desecharlo
  • Lavar muy bien utilizando un jabón íntimo en base a hierbas y con pH balanceado
  • Este procedimiento debe ser realizado una vez al día durante diez días seguidos para observar resultados favorables

4. Aceite de Neem

Esta conocida planta, de uso milenario en la India y otros países asiáticos, se utiliza desde hace un tiempo en muchas partes del mundo. Su nombre botánico es Azadirachta indica. Posee componentes activos, que son utilizados tanto en la cosmética como en medicina. Sus hojas y la corteza se han utilizado durante siglos para curar muchas enfermedades de la piel, viruela, parásitos intestinales y heridas. De las semillas secas, se extrae un aceite denominado Oleum azadirachti. Este contiene tetranortriterpenos oxidados, incluyendo azadiractina (azadiractina A), azadiriadiona, epoxiazadiradiona, azadirona, nimbidina, y nimbina, entre otros.

Este aceite, además posee efectos antifertilidad, antihiperglucémico, antiinflamatorio, antimicrobiano, antiviral, antiulceroso, estrogénico, inmune, anticonceptivo y antibacteriano. Además de ser excelente repelente de insectos y aliado para el tratamiento de la piel. Se ha utilizado, además, como un anticonceptivo para uso intravaginal, como repelente de mosquitos y en el tratamiento de infecciones vaginales. Ha sido efectivo también, en el tratamiento de úlceras gástricas, enfermedades cardiovasculares, malaria, reumatismo y trastornos de la piel. En un estudio clínico realizado en 55 mujeres, con presencia de flujo vaginal abundante, se lograron resultados satisfactorios con el uso de 5ml aplicados de forma intravaginal.

¿Cómo lo realizo?

  • Hervir un litro de agua filtrada.
  • En un recipiente para baños de asiento colocar el litro de agua filtrada ya hervida
  • Añadir 20 gotas de aceite de Neem
  • Permanecer allí unos quince minutos y secar muy bien con toallas de papel estéril
  • Realizar este procedimiento al menos unas dos veces al día para observar resultados favorables

Nota

Se puede intercalar entre estos baños de asiento, el uso tampones empapados con unos 2 a 4cc de aceite de Neem.

Concluyendo

Es importante mantener en mente una serie de detalles, que permitirán disfrutar de una salud inmejorable. Se pudo observar, cuán relacionado está el equilibrio de nuestra zona vaginal, con nuestro estilo de vida. No olvidar que la vagina, es un pequeño mundo, donde habitan infinidad de microbios benéficos. Dentro de ellos, destacan tres especies del género Lactobacillus. Y esta bacteria, forma parte de los mecanismos naturales de ambiente saludable y limpieza que posee esa zona íntima.

Por ello, se debe procurar mantener un pH adecuado, pues de lo contrario, pueden surgir desarreglos muy incómodos. Uno muy frecuente, acompañado de flujo abundante y un olor diferente, es la leucorrea infecciosa. Esta puede ser ocasionada, por un desequilibrio de los microrganismos presentes en la flora vaginal, o bien por efecto de contacto sexual.

Cabe destacar, que existen una serie de alternativas naturales que se erigen como asideros muy viables. Esto lo menciono, porque las alternativas que les mostré, están claramente documentadas y no son leyendas ni cuentos anecdóticos. Es todo basado en ciencia. Por ello, puedo afirmar, que las hojas de betel, que tal vez sea el menos conocido, posee efectos inmejorables, gracias a sus compuestos fenólicos. También, el aceite de árbol de té, ha sido empleado con mucha satisfacción, pues su contenido de 1,8 cineol (denominado también eucaliptol), posee potentes propiedades antibacterianas.

La asistente de mi amiga, quedó asombrada con el aceite de Neem, ella conoce el árbol, pero no conocía su aceite, el cual por supuesto utilizó. Les puedo decir, que obtuvo excelentes resultados. Sin embargo, se adecuó más al uso de yogur y miel, aplicándolos cuando la asaltan las dudas sobre su salud vaginal. Ella, es muy amiga de los probióticos y ha sido una fanática de utilizar la miel orgánica para endulzar sus bebidas.

“Si tu vagina tiene un olor injurioso o muy notable, una secreción que no es blanca ni clara o si tienes picazón o irritación, algo anda mal y el agua sola no funcionará…”

Charli Penn

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