4 Remedios Caseros Para Cicatrizar Heridas


Las heridas presentes a nivel de la piel pueden afectar negativamente la calidad de vida, y ocasionalmente provocar discapacidad física. En la actualidad, la mayoría de los tratamientos disponibles no son óptimos, incluso las heridas crónicas tienden a ser progresivas y resistentes a los tratamientos.

Afortunadamente, el proceso de cicatrización de las heridas cuenta con opciones efectivas, al emplear alternativas naturales.

De este tema que causa muchas preocupaciones, les voy a hablar a solicitud de Dayla, una seguidora de Georgia. Ella es una joven universitaria muy dinámica, que le encanta mantenerse activa, de hecho, practica diversos deportes y es competitiva.

Dayla me comentaba, que de todos los deportes que practica posee predilección por la natación y carreras de velocidad.

Para Dayla mantenerse activa es una terapia que le ayuda a liberar mucho estrés. Sin embargo, me dijo que muchas veces es un poco descuidada con las heridas, y su constante ajetreo causa que se lastime. Ello hace que sus lesiones muchas veces tarden en cicatrizar, y esto le causa cierta preocupación.

Y precisamente por ello, se comunicó conmigo a fin de solicitarme algunas alternativas naturales para ayudar a sanar sus heridas.

Al comprender su situación, elabore para ella un dossier contentivo de ciertos remedios de fácil acceso. Le incluí también la forma de emplearlos, a fin de obtener los beneficios esperados. Muchas personas padecen ciertas dificultades para una adecuada cicatrización de heridas, por ello decidí compartir esta información con vosotros.

Generalidades acerca de la cicatrización de heridas

De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina, la curación de las heridas es un proceso muy complejo. Ello implica, que para que el mismo ocurra se deben producir ciertos procesos complejos de sincronización, tanto temporal como espacial.

Entre ellos destacan las fases de hemostasia, inflamación, crecimiento, reepitelización y remodelación. La ciencia, gracias a su incursión en las tecnologías de células individuales de la piel, ha descubierto una gran diferencia entre los rasgos observables y su funcionalidad.

Generalidades acerca de la cicatrización de heridas

Asimismo, las investigaciones han permitido detectar ciertos grupos de células madre en la piel. Dichas células, presentan la peculiaridad de ser unipotentes (producen solo un tipo de célula) cuando la piel se encuentra sana. Sin embargo, pueden convertirse en multipotentes (producir diversos tipos de células) cuando ocurren lesiones en la piel.

Según los expertos, es importante profundizar sobre las funciones de cada uno de estos tipos de células. Ello incluye sus funciones compartidas, a fin de comprender los mecanismos del cierre normal de las heridas.

Según los expertos, los cambios que ocurren a nivel del microentorno de la herida condicionan el deterioro de la cicatrización. Ello incluye las alteraciones de las fuerzas mecánicas, síntesis de factores de crecimiento, matriz extracelular, niveles de oxígeno y quimiocinas.

Se ha observado, que quienes padecen de diabetes, ancianos y pacientes con trastornos genéticos (por ejemplo, la anemia de células falciformes), poseen predisposición a una cicatrización deficiente de las heridas. Ello por lo general, acarrea secuelas a largo plazo.

Actualmente, aunque suene sorprendentemente, las intervenciones existentes no poseen un impacto significativo sobre la cicatrización. De hecho, aunque abundan diversas terapias para favorecer este proceso, las mismas son poco eficientes.

Por esta razón se requieren terapias más eficaces para la curación de las heridas, incluyendo las de origen natural.

La cicatrización de heridas un proceso complejo

Hasta ahora se sabe, que la reparación de la piel presenta ciertos pasos sincronizados realizados por diversas células diferentes. En la piel sana, la epidermis es la cubierta externa e impermeable que nos protege del agresivo entorno externo. Asimismo, la epidermis posee las glándulas sebáceas, folículos pilosos y glándulas sudoríparas.

De acuerdo a las observaciones, gracias a sus elevados contenidos de matriz extracelular vasculatura y mecanorreceptores, la piel está en capacidad de proporcionar fuerza, nutrientes e inmunidad a la piel.

Y aunque suene increíble, el tejido adiposo presente debajo de la dermis, además de jugar un papel de reserva de energía, es también una fuente permanente de factores de crecimiento.

Aparte de las células mencionadas, cada capa posee células inmunitarias que monitorean constantemente la piel en busca de daños. De hecho, al momento de sufrir una herida, se requiere una coordinación en etapas precisas para lograr la curación.

Dichas fases anteriormente mencionadas se originan en una secuencia temporal, sin embargo, también se solapan.

Así, cuando se produce una herida, la primera respuesta es la constricción de los vasos sanguíneos lesionados. Igualmente, se produce una activación de las plaquetas a los fines de generar un coágulo de fibrina.

Se ha establecido, que dicho coágulo es capaz de interrumpir el flujo sanguíneo, además de proporcionar un basamento para las células inflamatorias entrantes. Se ha observado, que los neutrófilos son enviados inmediatamente al coágulo, actuando como primera línea de defensa antibacteriana.

Unas 48 a 96 horas después, ocurre la activación de macrófagos en la zona de la herida. A su vez, el sistema inmunitario adaptativo también se activa para enfrentar los antígenos propios y extraños.

Finalizada la fase inflamatoria, se produce la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos).

Remedios caseros que ayudan a cicatrizar las heridas

En la actualidad, las investigaciones acerca de los agentes de cicatrización de heridas se desarrollan en las ciencias biomédicas. Esta área novedosa es un área de rápido crecimiento, y se han logrado generar diversas moléculas relacionadas con el proceso de reparación de heridas.

Remedios caseros que ayudan a cicatrizar las heridas

No obstante, las tendencias actuales en el tratamiento de las heridas buscan principalmente evitar la inflamación y desarrollo de patógenos en la zona de la lesión.

Vale destacar, que la investigación de cicatrización de las heridas ha logrado profundizar en algunas terapias tradicionales utilizadas desde antaño. Dentro de ellos podemos mencionar:

1. Manzanilla

Un estudio publicado el 2018 en Infections Disorders Drugs Targets, mostró el efecto de la manzanilla romana sobre las heridas. Según los resultados, los extractos de manzanilla romana manifestaron un significativo comportamiento superior, con respecto al ungüento de tetraciclina.

Se observó, que la manzanilla mostró un excelente efecto antibacteriano, además de promover la aceleración de la cicatrización. De hecho se corroboró, que el extracto de manzanilla puede potenciar el efecto de los antibióticos.

¿Cómo realizarlo?

  • Verter medio vaso de agua filtrada en un recipiente pequeño
  • Llevarlo al fuego y retirarlo del mismo cuando comience a hervir
  • Agregar una cucharada de manzanilla deshidratada
  • Dejar infusionar unos quince minutos
  • Colar y reservar la infusión
  • Emplear un disco de algodón estéril, aplicar esta infusión tibia sobre la herida
  • Repetir este procedimiento varias veces al día hasta obtener resultados favorables.

2. Miel

Este dulce fluido, que ha acompañado al hombre a lo largo de su existencia, es elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores. De acuerdo a los expertos existen más de trescientas variedades de miel, todas ellas con olor, sabor y color característicos.

Se considera el primer edulcorante natural que se descubrió, siendo utilizado como complemento alimenticio y agente medicinal.

De acuerdo a los estudios, se ha logrado caracterizar su composición química. Por ello se sabe, que su principal componente es el azúcar, pero también contiene aminoácidos, vitaminas, minerales y antioxidantes. Dentro de los compuestos con potencial antioxidante, se encuentran los ácidos fenólicos y diversos flavonoides.

La miel ha sido empleada desde hace mucho tiempo como una muy buena opción para cicatrizar las heridas, tratamiento de ulceraciones, heridas crónicas  y quemaduras.

Ello se debe a que contiene antibióticos naturales como la defensina y peróxido de hidrógeno. Esto permite una rápida cicatrización, reducción del edema, secreciones purulentas y dolor. Además de ello, brinda una mayor esterilidad en menor tiempo y con pocos efectos adversos.

¿Cómo realizarlo?

  • Lavar muy bien tus manos y tener a mano aplicadores limpios ( gasas estériles y algodón estéril)
  • Aplicar una cierta cantidad de miel sobre un apósito y posteriormente colocar el apósito sobre la piel (esto reduce la contaminación de la miel)
  • Esto ayuda a reducir la suciedad de la miel cuando se aplica directamente sobre la piel.
  • En caso de no desear hacerlo por cuenta propia, se puede utilizar apósitos que ya vienen impregnados de miel. Sin embargo, en caso de que se presente una herida profunda con absceso, es importante aplicar miel sola sobre el lecho de la herida antes de emplear el apósito
  • Colocar un apósito limpio y seco sobre la miel. Se recomienda una gasa estéril o un vendaje adhesivo. De acuerdo a los especialistas, es más eficiente emplear un apósito oclusivo porque evita que la miel se filtre
  • Una vez que se observe que el apósito se satura con el drenaje de la herida, debes sustituirlo
  • En la medida que la miel comience a tener efectos positivos sobre la herida, se deben realizar menos cambios de apósito
  • No olvidar lavar las manos después de vendar la herida.

3. Aloe

Esta planta conocida y empleada desde hace milenios posee 75 compuestos estudiados. Entre ellos se mencionan veinte aminoácidos, vitaminas y agua. Estudios recientes han demostrado, que el Aloe puede inhibir el tromboxano (un inhibidor de la cicatrización de las heridas).

Asimismo, favorece el proceso de cicatrización de las heridas y reduce los procesos inflamatorios.

Aloe

La ciencia también ha encontrado un compuesto en el gel denominado lactato de magnesio. Dicho compuesto posee la capacidad de evitar la producción de histamina, causante de picor e irritación sobre la piel. Además de ello, puede favorecer el desempeño del sistema inmunitario y disminuir la síntesis de citoquinas.

Igualmente, el aloe puede minimizar las reacciones inflamatorias, al inhibir ciertos reguladores proinflamatorios. A su vez se ha determinado, que las propiedades regenerativas del aloe están asociadas a la presencia de glucomanano, que posee elevados niveles de polisacáridos como la manosa.

Cabe destacar, que el glucomanano, estimula los receptores del factor de crecimiento de los fibroblastos, favoreciendo su actividad y proliferación, incrementando así la producción de colágeno.

Además de ello gel de aloe, no solo incrementa la cantidad de colágeno en las heridas, sino que además puede también modificar la composición del colágeno. Es decir, logra incrementar la reticulación del colágeno, logrando así acelerar el proceso de cicatrización de las heridas.

Incluso, los mucopolisacáridos, aminoácidos y el zinc del gel del aloe, coadyuvan a mantener la integridad de la piel. Esto incluye la reducción del enrojecimiento, incremento de la humedad y prevención de úlceras cutáneas. Todo ello gracias a sus propiedades hidratantes, antinflamatorias y antioxidantes.

¿Cómo realizarlo?

  • Extraer el gel de una hoja de aloe orgánico
  • Reservarlo en un recipiente completamente limpio y con tapa
  • Humedecer una gasa estéril con el gel y colocarlo sobre la herida
  • Dejar actuar una hora y retira
  • Realizar este procedimiento unas cuatro veces al día para obtener resultados favorables.

Nota

Antes de realizar este tratamiento debes realizar una prueba de parche. No es conveniente emplearlo en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Tampoco debe utilizarse en niños menores de doce años.

4. Regaliz

La raíz de esta planta ha sido empleada prácticamente en todas las grandes culturas asiáticas y europeas. Se ha establecido, que esta planta medicinal se conoce desde aproximadamente 200 años a.C. en la medicina china.

Dioscórides, el farmacólogo más prominente de la Antigüedad (siglo I d.C.) describió el empleo del jugo de esta planta. De acuerdo a ello, era utilizada para combatir el ardor estomacal, ronquera y favorecer la cicatrización de heridas.

Un estudio publicado el 2019 en Comparative Clinical Pathology mostró, que el regaliz inhibe la producción de óxido nítrico, promueve la proliferación de fibroblastos y acelerar el cierre de la herida.

La raíz de esta planta contiene ciertos principios activos como la glicirrina. Se cree, que este efecto sobre las heridas, también es debido a la presencia de otros componentes. Según algunos expertos, posee efectos antibióticos naturales.

De acuerdo a estudios anteriores se demostró, que el regaliz posee mejor efecto que la crema de dexpantenol para el cierre de las heridas.

¿Cómo realizarlo?

  • Añadir una cucharada de regaliz en polvo a una taza de agua filtrada hirviendo
  • Dejar que infunda por diez minutos y cuela
  • Aplicar la infusión empapando una gasa estéril sobre la herida y dejando actuar unos veinte minutos
  • Realizar este procedimiento tres veces al día para obtener resultados favorables.

Concluyendo

Como se pudo apreciar, los tejidos vivos de nuestro cuerpo son susceptibles de lesionarse. Cuando se produce una alteración de los mismos, se producen una secuencia de eventos para reparar el daño.

Esto conlleva a la interrupción de la hemorragia, protección frente a las infecciones, además del restablecimiento de la integridad y funcionamiento del tejido. Todo este proceso es designado bajo el nombre de cicatrización de heridas.

Según la ciencia, la cicatrización de las heridas posee tres fases bien definidas. La primera es una fase inflamatoria, caracterizada por la producción de citoquinas. Asimismo, se producen ciertos factores de crecimiento y algunos mediadores inflamatorios.

A continuación, ocurre la fase de proliferación en la que se generan células como los fibroblastos y ciertas células endoteliales. Y finalmente se produce una reorganización de la matriz extracelular, de esta forma ocurre la reparación y regeneración del tejido.

No siempre es posible que nuestro cuerpo realice todo este proceso sin alteraciones. Afortunadamente existen algunas alternativas naturales, que permiten favorecer el proceso de cicatrización. Dentro de ellas destacan el aloe, regaliz, manzanilla y miel.

Para Dayla la información recibida, la cual comparto en el post, fue realmente muy útil. Ella me comenta, que se sintió muy a gusto empleando todas las opciones propuestas. Sin embargo me comentó, que su piel respondió con mayor velocidad al empleo el gel de aloe y manzanilla.

“Las actividades antibacterianas y de cicatrización de heridas del ungüento de Chamaemelum nobile  (manzanilla romana) fueron superiores a las del ungüento de tetraciclina de forma significativa. Nuestros resultados indicaron que el extracto de C. nobile tenía una actividad antibacteriana eficaz y aceleraba la progresión de la curación de las heridas”

Hossein Kazemian

Universidad de Ciencias Médicas de Llam, Irán

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