Se podría decir, de forma categórica, que las alergias, son las enfermedades crónicas no transmisibles más comunes. Por otra parte, a lo largo de la evolución humana, se ha observado que estas enfermedades dependen mucho del entorno, es decir el ambiente.
Esto nos dice entonces, que los responsables de desencadenarlas, se encuentran tanto dentro de nuestro hogar como fuera de él. Compuestos volátiles presentes en muchos equipos y utensilios del hogar, en alimentos y en bebidas, constituyen gran parte de los detonantes. Ellos, al igual que el polvo del ácaro, algunos alimentos y los pelos de las mascotas, son causantes típicos de determinadas alergias. La contaminación del aire, el escape de los vehículos y el humo del cigarrillo, son contaminantes a los que nos exponemos en los exteriores. Y junto con la ponzoña de los insectos y las alergias estacionales ocasionadas por el polen, constituyen agentes promotores de alergias.
Aunque suene paradójico, la tendencia al incremento de las manifestaciones alérgicas, se ha vinculado con cambios radicales en el estilo de vida. Ello incluye, las diversas medidas de higiene, la disminución del número de integrantes de los núcleos familiares y un mayor control de infecciones. Sin embargo, esto ha ocasionado un funcionamiento poco saludable del sistema inmunológico, debido a todos los contaminantes potencialmente dañinos.
Esta pequeña disertación la realizo, debido a que he recibí una solicitud de parte de una seguidora, que es adicta a los ejercicios y deportes al aire libre. Ella me comenta que ha observado, que el polen de algunas gramíneas, le ocasiona episodios recurrentes de rinitis alérgica. Incluso, ha notado que algunos medicamentos le han provocado ciertas reacciones indeseables. Este controversial tema, me dio pie para elaborar un sencillo artículo, que comparto con todo afecto en mi blog.
Las alergias en el mundo actual
Las múltiples investigaciones, adelantadas por equipos conformados por profesionales de diversas especialidades, ha permitido desvelar en profundidad los problemas de las alergias. Para nadie es un secreto, que las enfermedades de origen alérgico, cada día se incrementan. De acuerdo al Libro Blanco sobre Alergia de la World Allergy Organization, algunas de ellas, poseen mayor prevalencia.
Así, destacan: alergia a medicamentos, alimentos e insectos, asma, eccema, urticaria, rinitis, anafilaxia y angioedema. Este aumento es especialmente importante en los niños, en quienes se observa la mayor tendencia de aumento en las últimas dos décadas. Se sabe que, del total de enfermedades alérgicas, un alto porcentaje son ocasionadas por la sensibilización a pólenes o polinosis.
Muchas de las causas, son reforzadas por efecto de la contaminación ambiental. Por supuesto, que le siguen de cerca, el empleo masivo de medicamentos de efecto antibiótico y los cambios dietéticos. Se ha observado que estos factores poseen un efecto negativo sobre el sistema inmune.
Se ha determinado además, que las plantas productoras de polen, han sufrido modificaciones, por efecto de la contaminación inducida por el hombre. Como ejemplo, se identificó la influencia del ozono, dentro de los factores condicionantes del contenido de alérgenos en el polen de los árboles de abedul. Por otra parte, el calentamiento global, está muy vinculado a los altos niveles de dióxido de carbono. Esto modifica muchos procesos de la fisiología de las plantas, provocando en ocasiones periodos de floración más largos. Esto puede acarrear, un aumento en la cantidad de polen alergénico.
Las alergias como un problema de salud pública
En las últimas décadas, se ha producido un aumento en la prevalencia de enfermedades alérgicas a nivel mundial. Esto implica que un 30 a 40% de la población mundial, se encuentra afectada por una o más enfermedades alérgicas. Se ha visto con preocupación, que un alto porcentaje de este aumento recae sobre los jóvenes. Su consecuencia directa será, que cuando dicha población se haga adulta, aumentará más aún la carga social de enfermedades alérgicas.
Son las alergias complejas, que incluyen sensibilización al polen y efectos dañinos sobre diversos órganos las que van en aumento. Esto conlleva un costo considerable para quienes las padecen, además de producir altos niveles de morbilidad (número de personas enfermas en un periodo de tiempo) y de mortalidad.
El sistema inmunológico y las alergias
Todas las investigaciones realizadas, apuntan a que el sistema inmunológico de nuestro cuerpo, es un complejo sistema de reconocimiento para la defensa. Si este sistema se encuentra funcionando a la perfección, nuestra salud estará garantizada. Sin embargo, con mucha frecuencia, suceden eventos que originan alteraciones en normal desenvolvimiento. Esto acarrea, en la mayoría de los casos, la generación de un cierto número de enfermedades, principalmente enfermedades alérgicas.
Dichas enfermedades, la mayoría de las veces, atacan a las personas susceptibles. Dicha susceptibilidad, ocurre después de que estos individuos, son sensibilizados por un alérgeno (polen, alimento, medicamento, otros) y entran nuevamente en contacto con él. Este proceso, se desarrolla a lo largo de varios días, meses o años y se denomina sensibilización. Los alérgenos, por tanto, son sustancias que desencadenan la producción de anticuerpos.
Por otra parte, se sabe que, para lograr el desarrollo de las reacciones alérgicas, deben existir una serie de mediadores inflamatorios. Dichos mediadores, son los responsables tanto inmediatos como tardíos, de los síntomas que se presentan. Ellos, se encuentran dentro de ciertas células especializadas, dentro de las cuales destacan: basófilos, linfocitos mastocitos y eosinófilos. Aunque parezca mentira, a pesar de que las alergias son muy frecuentes, son a su vez grandes desconocidas.
Precisamente, porque el sitio de alteración es difícil de localizar, pues no ocurre en un lugar en específico sino en el sistema inmunológico. Debido a este desequilibrio, además de su distribución en todo el organismo, las alergias pueden generar síntomas en cualquier órgano del cuerpo. Sin embargo, son más recurrentes los problemas digestivos, respiratorios y de la piel. Básicamente, porque, son dichos sistemas, los de mayor contacto con la gran mayoría de los agentes externos.
Medicamentos utilizados para el control de las alergias
- Antihistamínicos: Clorfenamina, Difenhidramina, Cetirizina, Desloratadina
- Descongestionantes: Pseudoefedrina, Oximetazolina, Tetrahidrozolina
- Corticosteroides: Furoato de fluticasona, Budesonida, Propionato de fluticasona, Prednisolona, Prednisona
- Inhibidores de leucotrieno: montelukast
Estos medicamentos en general, pueden generar los siguientes efectos:
- Olor desagradable
- Sabor desagradable
- Irritación y hemorragias nasales
- Mareos
- Desequilibrios de los nervios
- Dolor de cabeza
- Deshidratación
- Insomnio
- Retención de orina
- Visión borrosa
Remedios caseros para las alergias
1. Té verde
Mucho se ha investigado acerca del té verde. En Japón, en el año 2002, se detectó un compuesto muy importante en el té verde. Dicho compuesto, en pruebas de laboratorio, bloquea un receptor celular clave involucrado en la producción de una respuesta alérgica. Precisamente, la sustancia que resulta bloqueada, es la histamina, uno de los desencadenantes de los procesos alérgicos. Esta sustancia, a pesar de encontrarse en el te negro y el té oolong, su mayor concentración se encuentra en el té verde. Es ideal para combatir las alergias que se presentan por efecto de cambios de estación, muchas veces vinculadas a la liberación de polen.
¿Cómo lo realizo?
- En una taza de agua filtrada recién retirada del fuego añadir una cucharadita de hojas deshidratadas de té verde
- Dejar actuar durante tres minutos
- Colar y beber aún tibio
- Si se desea, se puede enndulzar con ORGANIC LIQUID STEVIA, con comprobadas propiedades antialérgicas.
2. Vinagre de sidra de manzana
Este compuesto natural, posee múltiples usos en las medicinas tradicionales de China e India. Se ha descubierto desde hace muchos años, que contiene sustancias con efecto antiinflamatorio, antihistamínico y antiviral. Esto permite, enfrentar de forma eficaz los efectos generados por las alergias. Ha sido utilizada con mucho éxito en el alivio de alergias estacionales y molestias ocasionadas por el catarro. Un estudio realizado por investigadores del Arizona State University en 2004, consiguió efectos notables con menos de cuatro cucharadas de vinagre de sidra al día.
¿Cómo lo realizo?
- A un vaso de agua filtrada a temperatura ambiente añadirle una cucharada de vinagre de sidra de manzana orgánico
- Mezclar muy bien y beberlo despacio
- Si se desea ver resultados satisfactorios, realizar este procedimiento tres veces al día de preferencia antes de las comidas
3. Yogur natural y miel de manuka
En reiteradas oportunidades, hemos hablado acerca de la importancia del consumo de probióticos. El más conocido y uno de los más accesibles en casa es el yogur. Muchos informes clínicos, han detectado, que el consumo de alimentos fermentados, poseen efectos que ayudan a evitar las reacciones alérgicas. Por otra parte, permiten equilibrar nuestro sistema inmunológico. En ciertos estudios, se ha observado que la presencia de bacterias benéficas se ha relacionado con la disminución del riesgo de alergias.
Por su parte la miel de manuka, contiene una serie de compuestos activos como: kaempferol, hesperetina y quercetina. De hecho, se ha observado que muchos de los alimentos, con la presencia de quercetina, poseen alta capacidad antioxidante. La acción combinada de miel y yogur, potencian el efecto antialérgico.
¿Cómo lo realizo?
- A media taza de yogur natural, añadirle una cucharada de miel de manuka con UMF 10 o superior
- Consumirlo una vez al día
4. Ginkgo biloba
Esta conocida planta, contiene ciertos principios activos denominados ginkgólidos. Ellos, poseen efectos comprobados en el alivio de congestión, lagrimeo e irritación a nivel de los ojos. Algunos estudios clínicos, sugieren que los bioflavonoides presentes en esta planta, poseen efecto antialérgico. Sus usos tradicionales han incluido: asma, bronquitis, tos, molestias a nivel estomacal, afecciones cutáneas e hipertensión. Muchos resultados han permitido detectar, que el extracto de Ginkgo biloba, posee un efecto beneficioso en el tratamiento de la conjuntivitis alérgica estacional.
¿Cómo lo realizo?
- En un recipiente mediano, añadir una taza de agua filtrada y colocarla al fuego
- Agregar una cucharada de ginkgo biloba deshidratado y retirarlo del fuego cuando comience a hervir
- Colar el contenido y beber aun tibio
- Se recomienda ingerir dos tazas de esta decocción dos veces al día para observar los resultados requeridos
5. Romero
Mas allá de los innumerables usos culinarios de esta planta, destaca una que ha tomado auge los últimos años, gracias a la investigación. Por medio de ella, se ha observado, que el romero, debido a la presencia del ácido rosmarinico, puede combatir síntomas de alergia. Además, puede incluir el alivio del asma. De acuerdo al Journal of Restorative Medicine, este compuesto, exhibe propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, además de suprimir el efecto de los anticuerpos alérgicos. Se ha empleado con éxito en el alivio de los síntomas de la alergia estacional
¿Cómo lo realizo?
- Agregar una taza de agua filtrada en un recipiente pequeño y llevarla al fuego hasta que hierva
- En una taza añadir una cucharadita de hojas de romero
- Colocar el agua caliente en la taza y dejar actuar unos seis minutos en las hojas de romero
- Colar y beber esta infusión aún tibia
- Realizar este procedimiento al levantarse y al acostarse para obtener excelentes beneficios
6. Cúrcuma y jengibre
Nuevamente la cúrcuma, acude en auxilio de la salud. La cúrcuma es una especia muy utilizada en platos de países asiáticos. Ya muchas personas están familiarizadas, con su principal ingrediente activo que es la curcumina. De acuerdo a las pruebas clínicas y estudios realizados hasta ahora, se ha observado su eficacia en la reducción e inhibición de las respuestas alérgicas. Una investigación publicada por el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología, mostró efectos muy positivos en pacientes con rinitis alérgica.
Se determinó, que a quienes se les administró curcumina durante dos meses consecutivos, lograron obtener alivio frente a la congestión nasal y los estornudos. De esta forma se logró la recuperación del descongestionamiento de las vías respiratorias. Se observó, además, que logró la desinflamación bronquial.
Por su parte el jengibre nos aporta compuestos bioactivos muy potentes, como gingeroles, shogaoles y gingeronas. Se sabe que ellos, poseen propiedades antihistamínicas y antiinflamatorias. En un estudio publicado el año 2008 en la International Immunopharmacology, mostró que el jengibre puede atenuar los efectos del proceso inflamatorio ocasionado por el asma alérgica.
Ingredientes
- Una cucharada de jengibre fresco orgánico rallado
- Una cucharadita de cúrcuma en polvo
¿Cómo lo realizo?
- En un recipiente mediano colocar una taza de agua filtrada y llevarla al fuego
- Cuando empiece a hervir añadir el jengibre y la cúrcuma, tapándolo inmediatamente
- Dejar hervir por unos cinco minutos
- Separar del fuego y endulzar con estevia líquida o miel orgánica
- Beber aún tibio
- Para un mejor efecto realizar este procedimiento dos veces al día, la primera vez al levantarse y la segunda antes de acostarse
Nota
No se recomienda su utilización en personas que reciben tratamiento con medicamentos anticoagulantes. Por ejemplo, la aspirina y la Warfarina.
Concluyendo
Debemos tener claridad, respecto a las reacciones alérgicas. Como hemos visto, es un proceso que se desencadena de forma automática, cuando estamos frente al agente causal de dicha molestia. Eso sí, también debemos estar atentos, a que esta reacción se produce por un efecto de una información que nuestro cuerpo tiene almacenada. Esto suele ocurrir, en personas que se denominan propensos o alérgicos a determinados agentes.
En el momento de la reacción, un alérgeno estimula la liberación de químicos que se unen a ciertas células reguladoras, las cuales liberan histaminas. Este compuesto, es el responsable de los síntomas típicos de las respuestas alérgicas. Es decir, irritación en ojos, nariz, garganta y piel, secreción nasal, erupciones cutáneas, urticaria y congestión nasal.
Por mucho tiempo, se han venido utilizando una serie de fármacos, los cuales poseen efectos que bloquean las reacciones alérgicas. Sin embargo, dichos medicamentos, por lo general dejan muchas secuelas, que afectan nuestra salud. Por ello, cada día surgen nuevas opciones, gracias a las múltiples investigaciones que se realizan sobre muchos compuestos naturales. Muchos de ellos, han llegado desde civilizaciones antiguas y han formado parte de la medicina tradicional de muchos países.
Por ello, el jengibre, la cúrcuma, el romero, el ginkgo biloba, el yogurt, la miel y la sidra de manzana son opciones, muy válidas, de fácil adquisición y sin efectos secundarios sobre nuestra salud. El caso de la estevia, también mencionada es muy interesante, pues sus efectos antialérgicos han sido descubiertos hace pocas décadas.
Mi enérgica seguidora, captó muy bien que ciertas manifestaciones cutáneas pueden ser un signo o síntoma de una alergia. Sus antialérgicos ahora son solo naturales y ya no se expone a los piretroides de las plaquitas repelentes. Comprendió el daño que le estaba ocasionando a su salud.
“Cada temporada puede ser una temporada de alergias, dependiendo de a qué seas alérgico.”
Clara Chung
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https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/allergies/symptoms-causes
https://www.healthline.com/health/allergies#asthma
https://www.healthline.com/health/home-remedies-for-allergies
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK447112/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK10756/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4414527/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3264048/