En otro artículo os comentaba sobre la visita de mi amiga Patricia, quien es de nacionalidad peruana. Os decía también lo presente que está en la Quinoa en la gastronomía de Perú . Es un ideal sustituto para el gluten.
Recordemos que el gluten puede acarrear daños a nuestra salud. Se hace permeable al intestino, filtrando a través de él proteínas sin digerir completamente. Estas van hacia nuestro torrente sanguíneo en lugar de ser desechadas, como debería ocurrir. Esto puede afectar a nuestro sistema inmunológico, ocasionándonos inflamación la cual desencadena en padecimientos.
Pues, os quiero compartir las recetas que preparamos Patricia y yo cuando vino a casa en su visita a Estados Unidos. En esta oportunidad tuvimos un almuerzo de reencuentro y el ingrediente estrella de estas preparaciones es precisamente la quinoa.
Las setas son excelentes aliados de nuestra salud. En ellos podéis encontrar los más potentes compuestos medicinales del planeta en su forma natural. Pero es importante que consumais sólo hongos cultivados orgánicamente ya que éstos absorben todo lo que se encuentre cerca de ellos. Por eso es sumamente importante que éstos sean cultivados de la manera más adecuada y orgánica posible.
Sus propiedades medicinales son tales, que del extracto de setas han surgido importantes antibióticos como la penicilina. Las setas además son grandes fuentes de antioxidantes. Algunos los podeis encontrar en vegetales, pero otros antioxidantes sólo podeis hallarlos en los hongos. Es el caso del llamado por científicos el “antioxidante maestro”, la ergotioneina.
La quinoa también es rica en antioxidantes y es una semilla que bien puede convertirse en una excelente alternativa al gluten. Se ha encontrado relación entre esta semilla y beneficios anti- inflamatorios. Además de ayudar a disminuir los niveles de triglicéridos y tener efectos favorables sobre los niveles de azúcar en sangre. Así se previene el riesgo de padecer de diabetes.
Esta receta que os presento a continuación tiene muchos beneficios para tu salud, además de ser deliciosa y libre de gluten.
Colocar en una olla una cucharadita de aceite de oliva y saltead la taza de quínoa. Removerla por un minuto y añadir dos tazas de agua hervida, dejad que se cocine a fuego bajo. Aparte, coloca en un sartén otra cucharada de aceite de oliva, saltear allí el cebollín y el ajo por unos segundos. Por último agregar los champiñones, saltea unos segundos más.
Ahora añadir la pizca de sal, la paprika y la pimienta, y si gustas, un poco de curry. Finalmente retirar la quínoa ya cocida del fuego y mezclar con el salteado. Ya está lista para comer.
Comer vegetales es importante en una alimentación saludable. De ellos obtendremos fibras y nutrientes que nuestro organismo necesita. Al combinarlos con semillas de quínoa ayudamos a nuestro sistema inmunológico a fortalecerse y así combatir y prevenir enfermedades.
Por eso, os doy esta rica receta:
Cocinar la quínoa en agua con sal por 25 minutos, cuando esté lista colarla y reservar. Colocar la cebolla de verdeo y el pimiento morrón en una sartén con un poquito de aceite y freir hasta que la cebolla se marchite. Ahora añadir la zanahoria, el zapallito y los champiñones, saltear unos minutos. Las verduras deben quedar al dente.
Por último agregar la quínoa, la salsa de soya, el orégano seco y salpimienta al gusto. Listo, podeis servir.
¿Y quién dijo que para comer un delicioso pastel debe contener gluten? Pues si no lo sabíais, yo os los digo. La harina de trigo y otros alimentos con gluten o poco saludables pueden ser sustituidos por otros con mayores beneficios para nuestra salud. En este te caso, en lugar de harina de trigo, usaremos harina de quínoa.
Lo primero que debéis hacer es separar las claras de las yemas de los huevos y batirlas por separado hasta que estén esponjosas. En otro recipiente, batir la mantequilla hasta que esté cremosa. Añadir la cucharada de endulzante natural.
Debéis saber que la stevia es un endulzante muy potente. Tened en cuenta que una cucharada endulza lo que endulzaría una taza de azúcar refinada.
Inmediatamente agregar las yemas batidas de los huevos, mezclando con movimientos envolventes. Luego repetir este paso con las claras batidas, harina, intercalada con la leche. Continuar mezclando con movimientos envolventes y sin batir.
Añadir la esencia de vainilla y continuar removiendo. Colocar la mezcla en un recipiente para horno y hornearla por alrededor de 1 hora a una temperatura de 180 grados.
Para saber si está listo, solo debéis pinchar con un palito de madera y si éste sale seco, entonces vuestro pastel estará listo.
Si deseáis, podéis añadir pulpa o trozos de frutas a la mezcla o chocolate oscuro, que es el más saludable. Esto en caso de queráis hacer el pastel de otros sabores. Si al añadir otro ingrediente, la textura del pastel cambia, colocar más leche en caso de que haga falta o más harina si la mezcla se hace muy líquida.
Como pudimos ver al hacer estas preparaciones, Patricia, mi amiga peruana, junto a mi familia y yo, disfrutamos de una muy deliciosa y saludable comida sin gluten en nuestro reencuentro a su visita por Estados Unidos. Y déjenme deciros que la sazón de Paty es una delicia!
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