Hoy en día, más que nunca, se está exacerbando la presencia de problemas cutáneos por efecto del trastorno de las glándulas sebáceas. Diversos estudios clínicos, han permitido establecer, que entre el 40 y 55% de la población adulta posee problemas cutáneos. Básicamente, éstos se manifiestan en personas en edades comprendidas entre veinte y cuarenta años. Lo usual, es que se exprese comúnmente bajo la forma de acné y piel grasa.
Alicia, es precisamente una de las personas que forma parte de estas estadísticas. Ella es una joven seguidora de California, estudiante de Ciencias Biológicas. Su solicitud obedece a que, tanto en casa como su grupo más cercano de amistades, a veces le hacen sentir “diferente”. Por ello, me ha solicitado que le muestre algunas vías naturales para mantener a raya la piel grasa de su rostro.
Como negarme, si precisamente, mi rol es ayudar a las personas a sentirse saludables, aceptados y bien consigo mismas. Cuando se comunicó conmigo, se mostró preocupada, debido, a sus múltiples ocupaciones, las cuales le impiden dedicarle más tiempo a su cuidado personal. Comencé por brindarle un poco de tranquilidad, a la vez que le hacía ver, que existen una serie de causales, que a veces escapan de nuestras manos.
Pues bien, acostumbrada a disfrutar de los retos, me puse manos a la obra para hacerle llegar a la joven Alicia, una síntesis práctica para buscar solución a su problema. En ella, le mostré de forma general, de qué se trata poseer piel grasa, cuáles son las causas más frecuentes de ello y una serie de alternativas muy sencillas para contrarrestar los efectos del exceso de grasa en la piel.
Apoyada, en lo que compartí con Alicia, elaboré un sencillo artículo, que presento con mucho entusiasmo en mi blog.
Recordando un poco acerca de la piel grasa
El Journal of American Academy of Dermatology, afirma, basado en datos fehacientes, que un 54% de las mujeres mayores de 25 años, poseen acné facial en algún grado. Es bueno que sepáis, que las investigaciones adelantadas por el International Dermal Institute, muestran datos interesantes. Uno de ellos es que, si el acné se manifiesta en la edad adulta, tenderá a ser más inflamatorio que el juvenil. Por otro lado, expresará menos desarrollo de los comedones, y las lesiones se ubicarán preferentemente en los alrededores de los labios. También, tenderán a ubicarse en la barbilla y la mandíbula. De hecho, se ha observado que la población adulta posee una combinación de afecciones a nivel de la piel, aparte del acné. Esto dificulta el tratamiento en adultos. Por ello, implica grandes retos.
Ahora bien, como ya he mencionado en otras oportunidades, nuestras glándulas sebáceas, ubicadas en la piel, son las responsables de elaborar el sebo. Su función original, es formar una película sobre nuestra piel, a los fines de protegerla. Esta protección evita que los agentes externos incluidos los ambientales, hongos, virus y bacterias patógenas, logren penetrar y hacer daño. Por otro lado, ayuda a mantener sus propiedades, en especial su flexibilidad.
Sin embargo, cuando el sebo, es generado en exceso, es decir las glándulas sebáceas están hiperactivas, acarrean ciertas consecuencias negativas. Muchas de ellas, hacen lucir una apariencia en el cutis que muchos denominan grasiento, además de ciertos padecimientos cutáneos. Dentro de ellos destacan: acné, puntos negros, espinillas y seborrea.
¿Cuáles son las principales causas de la piel grasa?
Existen una serie de causales, que es muy importante considerar, para manejar con mayor eficiencia la presencia de piel grasa en nuestra vida. Como ya hemos visto, esto surge debido a una producción excesiva de sebo por parte de nuestras glándulas sebáceas. Dentro de las causas identificadas hasta ahora, se mencionan:
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Herencia o Genética
Aunque a veces, no lo tengamos presente, las condiciones de la piel, al igual que muchos otros componentes, son heredados. Es decir, nuestra composición genética, condiciona en gran medida, nuestro tipo de piel. De hecho, esta demostrado, que el tamaño de las glándulas sebáceas, es transmitido por medio de los genes. Existen, además, diferencias, que son inherentes al grupo étnico, especialmente el tamaño de los poros y la cantidad de sebo producido.
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Actividad de las hormonas
Muchas investigaciones, han logrado determinar, que los balances hormonales, inciden sobre el funcionamiento de las glándulas sebáceas. Por ejemplo, los andrógenos, una hormona sexual masculina, también producida en menor proporción en las mujeres, fluctúan durante la pubertad, de igual manera durante el embarazo, el ciclo menstrual y la menopausia. Estudios dermatológicos indican, que más del 60% de las mujeres que padecen acné, poseen picos de empeoramiento, asociados con la menstruación.
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Hábitos alimenticios
Nuestra sociedad actual, induce por muchas vías a una alimentación desbalanceada. Abundan los alimentos con alto índice glucémico, dentro de los que se mencionan aquellos con alto contenido de azúcar añadido y harinas refinadas. También, los que contienen grasas saturadas, principalmente las grasas trans (que son producidas industrialmente, como por ejemplo las margarinas).
El detalle, es que estas grasas forman parte de la gran mayoría de las opciones que tradicionalmente inundan los anaqueles de las tiendas, los supermercados y pastelerías. Son tan dañinas, que organizaciones internacionales de reconocida trayectoria, indican que no deberían exceder del 1% de las calorías ingeridas diariamente; a saber, El Consejo de Nutrición Danés, la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana del Corazón.
Se ha observado, que el consumo de alimentos con un alto índice glucémico, puede desencadenar que las glándulas sebáceas funcionen de forma anormal, generando grandes volúmenes de sebo. Además, de la respuesta inmediata en la producción de mayores niveles de insulina. Todo este cuadro puede conllevar a una obstrucción de los poros, causando serios problemas a nivel del rostro. Cabe mencionar de igual forma, el aumento de colesterol en las arterias y las cardiopatías.
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Efectos de los medicamentos
Se ha observado, que existen ciertos medicamentos, que se asocian con la producción excesiva de sebo cutáneo. Dentro de ellos, se pueden mencionar, los anticonceptivos y los medicamentos de terapia de reemplazo hormonal, utilizados en la menopausia. Muchos de estos fármacos, pueden provocar sequedad en la piel. Esto trae como efecto compensatorio, que los poros tienden a sobrecargarse y se desequilibren. Esto trae como efecto, una producción excesiva de sebo. Algunos medicamentos de venta libre, pueden estimular también esta producción excesiva. Se ha determinado incluso, que la presencia de altos contenidos de vitaminas del complejo B, puede ser causa de piel grasa y acné en algunos adolescentes.
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Condiciones climáticas
Todos hemos observado alguna vez, que la grasa presente en nuestra piel, puede modificarse de acuerdo a la época. Las épocas del año baja humedad y frías, tienden a resecar la piel, mientras que el calor y la humedad, logran lo contrario. Es decir, en las estaciones correspondientes a primavera y verano, se observa mayor calor y humedad. Esto puede provocar en ciertas personas, una sobreproducción de grasa, aspecto brillante en la piel del rostro y un mayor tamaño de los poros.
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Inadecuados niveles de descanso
Ya hemos hablado en otras ocasiones, de la importancia del descanso y de ciertas hormonas que inducen un equilibrio armónico de muchas funciones. Sin embargo, cuando ocurre lo contrario, se elevan los niveles de cortisol, muy vinculado al estrés. Dicho estrés, puede desatar varios procesos encadenados, que pueden conducir a una producción exagerada de sebo en la piel.
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Efecto de ciertos cosméticos para el cuidado de la piel
Para nadie es un secreto, que la calidad de los cosméticos puede incidir de forma determinante en el comportamiento de nuestra piel. Lamentablemente, no solo estamos hablando de la calidad de los productos como tal, sino además de la forma correcta de utilizarlos. En ocasiones, se ha visto que ciertos productos, dejan residuos tóxicos y alteran el normal funcionamiento de los poros. Su obstrucción, no solo acarrea los inconvenientes asociados al exceso de grasa o sebo, sino que además pueden empeorar los problemas de acné y causar infecciones cutáneas muy desagradables. Por ello, no debemos hacer uso excesivo de los cosméticos. Lo que si es necesario, es incluir rutinas efectivas de limpieza de la piel y evitar productos con efectos comedogénicos. Aquí me estoy refiriendo al uso de aceites sintéticos o los de origen mineral. Por ejemplo: parafina, vaselina y siliconas.
Mascarillas naturales para piel grasa
Como en otras ocasiones, les reitero, la gran ventaja de realizar nuestras propias mascarillas faciales. No hay nada más saludable que utilizar productos libres de químicos. Por otra parte, podemos elegir a conveniencia entre una gama de productos naturales, los que sean de nuestro mayor agrado. Además de que en el proceso cuidamos nuestro presupuesto.
Todas estas mascarillas, poseen un efecto inmediato. Dicho efecto nos permite librarnos de la vergonzosa presencia del brillo que produce el sebo sobre la piel. Es decir, el proceso de restauración se inicia de inmediato, lo cual se percibe con un rostro que luce limpio, con los poros de un adecuado tamaño y una sensación de frescura. Algo bien importante que deben recordar, es que en los tratamientos naturales, no funciona la prisa. Es decir, las correcciones más profundas se lograrán de forma gradual.
1. Máscarilla de cúrcuma, plátano y yogur
Para ninguno debe resultar extraño el uso de la cúrcuma. Sabemos el potencial antioxidante de este rizoma, gracias a la curcumina. Es además un efectivo antinflamatorio, que ayudará a estabilizar la apariencia del cutis y a mostrar un rostro muy iluminado. Por su parte, el plátano realiza excelentes aportes vitamínicos además del potasio, el cual es un buen coadyuvante en la salud de las células. El ácido láctico, presente en el yogur, es un excelente limpiador de los poros. Posee, además, un notable efecto astringente que ayuda a equilibrar el pH de la piel y a eliminar las células muertas.
Ingredientes
- Medio plátano orgánico maduro
- Una cucharada de yogur natural
- Una cucharadita de cúrcuma en polvo
¿Cómo lo realizo?
- Colocar en un recipiente pequeño, la mitad del plátano
- Triturarlo muy bien, utilizando un tenedor
- Agregar la cúrcuma y el yogur
- Mezclar muy bien, hasta obtener una pasta homogénea
- Aplicar de forma generosa, sobre el rostro previamente lavado, procurando que no caiga en los ojos
- Dejar actuar alrededor de unos veinticinco minutos
- Lavar muy bien con agua tibia y seca con una toalla limpia
- Para comenzar a observar resultados satisfactorios, realizar este procedimiento dos veces a la semana por espacio de dos meses
2. Mascarilla de arcilla de bentonita y agua de rosas
Esta fabulosa arcilla, es sin duda una gran aliada de la piel. Ella absorbe de forma muy efectiva los excesos de grasa presentes en el rostro, posee además un efecto suavizante, coadyuvando en la eliminación de las líneas de expresión finas. Sus partículas, eliminan toxinas y bacterias, logrando una limpieza profunda al favorecer la eliminación de residuos en las zonas más profundas de la piel.
Por su parte, muchas de vosotras ya conocéis las propiedades del agua de rosas. Un astringente suave, que logra una remoción efectiva de todas las impurezas y células muertas de la piel. Además, posee un fuerte efecto antioxidante, lo cual protege la piel del daño oxidativo, fortaleciendo las nuevas capas celulares. Posee efectos tonificantes insuperables, ayuda a equilibrar el pH de la piel y evita los procesos inflamatorios.
Ingredientes
- Una cucharada de arcilla de bentonita
- Agua de rosas
¿Cómo lo realizo?
- Colocar la arcilla en un recipiente pequeño
- Añadir el agua de rosas con un gotero, removiendo despacio hasta formar una pasta
- Utilizar la cantidad de agua de rosas que permita obtener la textura deseada para aplicar en la piel
- Aplicar sobre el rostro masajeando suavemente con movimientos circulares
- Dejarlo actuar en el rostro, hasta su completo secado
- Retirar la mascarilla con abundante agua tibia
- Los resultados serán positivos, si se realiza este procedimiento como mínimo dos veces a la semana, sin dejar de lavar tu rostro a diario con un jabón neutro
3. Mascarilla de cacao en polvo, avena, cúrcuma y yogur
Posiblemente a ciertas personas, les suene un poco extraño utilizar el componente principal del chocolate en el rostro. Pues, se ha comprobado que es una fuente muy importante de flavonoides, polifenoles y catequinas, con excelentes efectos antioxidantes. Posee, además, cantidades importantes de manganeso, azufre, hierro, zinc y cobre, muy importantes en la regeneración de las células.
Dichos compuestos antioxidantes, combaten los radicales libres. Su contenido de epicatequinas, procianidinas y catequinas, evita el envejecimiento prematuro y protege de los efectos de la radiación solar. Además, estimula la circulación, otorga fuerza a las membranas de las células y mantiene un balance adecuado de las grasas. El zinc, es un excelente factor para el combate del acné, incluyendo la cicatrización.
Por su parte, la avena, gracias a su alto contenido de saponinas (con propiedades semejantes al jabón), realiza un excelente efecto de limpieza. Su textura, le permite además actuar como un exfoliante, que remueve las impurezas incluyendo las células muertas de la piel. Posee, además, un efecto antioxidante, combatiendo los efectos nocivos de la contaminación, las partículas químicas y la radiación ultravioleta. De la cúrcuma, ya conocéis sus efectos benéficos, al igual que del yogur.
Ingredientes
- Una cucharadita de cacao amargo orgánico en polvo
- Dos cucharaditas de avena integral finamente molida
- Un cuarto de cucharadita de cúrcuma orgánica en polvo
- Tres cucharadas de yogur natural
¿Cómo lo realizo?
- En un recipiente mediano agregat el yogur y la avena molida mezclando muy bien
- Añadir la cúrcuma y el cacao en polvo, moviendo vigorosamente hasta obtener una mezcla homogénea
- Aplicar la mascarilla de forma generosa, sin aplicar en los labios, cejas y ojos
- Dejar actuar unos treinta minutos o hasta que la mascarilla esté seca
- Retirar con abundante agua tibia, utilizando un jabón neutro
- Secar muy bien con una toalla limpia
- Esta mascarilla se puede emplear tres veces a la semana para mantener el rostro libre de grasa e impurezas
4. Mascarilla de clara de huevo, limón y salvia
La clara de huevo contiene alto nivel de proteínas antimicrobianas. Su efecto es muy claro, en la limpieza de los poros y en la eliminación de bacterias y hongos. Por su parte, el limón con su alto contenido de ácido ascórbico y limón, ejerce un efecto antioxidante, antiséptico y astringente, eliminando en profundidad el cebo presente en los poros de la piel. En el caso de la salvia son muy conocidas sus propiedades astringentes.
Aparte de ello, posee propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antimicrobianas. Esto permite que las células de la epidermis restablezcan su equilibrio en el contenido de grasas. De esta forma, los poros se mantienen limpios y sin taponamientos sebáceos. La conjunción de estos sencillos productos, trae como resultado un rostro sin brillo oleoso, una piel con una adecuada elasticidad y protegida de marchitez prematura.
Ingredientes
- Una clara de huevo de granja
- Zumo de limón orgánico (una cucharadita)
- Salvia orgánica en polvo (una cucharadita)
¿Cómo lo realizo?
- Separar muy bien la clara de huevo y colocarla en un recipiente pequeño
- Añadir el zumo de limón y la salvia en polvo
- Mezclar muy bien hasta lograr que el polvo se salvia se incorpore por completo
- Batir enérgicamente hasta lograr que la mezcla tenga espuma
- Aplicar esta mezcla generosamente sobre el rostro limpio
- Dejar actuar media hora y retirar la mascarilla con abundante agua tibia
- Secar muy bien con una toalla limpia
- Esta mascarilla se puede utilizar de forma interdiaria para mantener el cebo bajo control
Concluyendo
Existen infinitas formas de realizar una mascarilla facial completamente natural y sin ningún efecto secundario sobre la piel. Muchas de las causales de la piel grasa, están vinculadas a desequilibrios en los hábitos de vida. Recordando un poco, se menciona una alimentación desbalanceada, malos hábitos de descanso y uso irresponsable de productos cosméticos. No olviden, pueden indagar un poco más acerca de los peligros que representa el uso de los productos comedogénicos encabezados por los aceites minerales.
Las mascarillas faciales mostradas aquí, son fáciles de preparar, y muchos de sus ingredientes están en nuestras cocinas. Lo importante no es lo sofisticado de las alternativas, siempre hay que apostar por las cosas sencillas y a nuestro alcance. Todas las alternativas que mostré permiten, además de combatir el problema de la grasa facial, mejorar la textura de la piel, disminuir el tamaño de los poros, eliminar la suciedad por efecto de una limpieza profunda y mejorar la elasticidad de la piel. Eso sin mencionar su efecto directo sobre las bacterias que causan el acné, la mejora de los procesos inflamatorios y la disminución de las líneas de expresión.
Alicia realmente, es una persona muy interesante, lo que más llamó mi atención, es lo disciplinada que es esta chica. Yo particularmente lo pude comprobar, pues la diferencia entre la fotografía de hace dos meses y la actual de hace una semana, es asombrosa. Ella, como buena conocedora, de las cosas naturales, ha sabido apreciar estas alternativas. Me dijo que las probó todas, pero finalmente se enamoró del cacao. Le ha resultado un antioxidante y exfoliante maravilloso. Me comenta que incluso, que le ha ayudado a proteger su piel, pues ella suele realizar constantes salidas al campo.
“En una sociedad educada, una rutina de cuidado de la piel bien mantenida es uno de los más grandes éxitos de la vida.”
Violet Grey
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