Los ácidos grasos omega-3 se han investigado desde hace tiempo, por sus efectos positivos sobre la función cerebral y salud cardiovascular. Según estudios recientes, se sabe que sus beneficios pueden ser mayores, apoyando además el mantenimiento de una adecuada salud pulmonar.
De este tema, que pocas personas conocen, les voy a hablar a solicitud de Kelly, una seguidora de Virginia. Ella es una mujer de mediana edad, ejecutiva empresarial y madre de familia. Kelly me comentó, que desde hace unos ocho años ella y su esposo asisten a un gimnasio de su vecindario.
Esta actividad, les ha permitido liberarse un poco del estrés laboral y a la vez, mantener una adecuada figura.
Kelly me dijo que su entrenador ha hecho una bonita amistad con ella y su esposo. Ello ha permitido, que se mantengan informados en cuanto a una serie de alternativas que permiten un mejor desempeño físico.
Y precisamente Kelly me contactó, porque el entrenador le sugirió a ella y a su esposo tomar suplementos de Omega-3. Según su entrenador, el Omega-3 además de sus efectos conocidos, también ayudaba a mejorar la función pulmonar.
Y precisamente por ello, Kelly decidió contactarme. Ella quería verificar, si lo que lo que les había mencionado el entrenador era cierto.
Al responder su requerimiento, le mencioné que efectivamente esta afirmación era correcta. A fin de despejar su duda, le envié información general acerca de los ácidos grasos Omega-3.
Aparte de ello, incluí información reciente sobre las investigaciones que resaltan los efectos positivos del Omega-3 en la salud pulmonar.
Para que muchas personas puedan conocer más sobre las bondades del Omega-3, decidí compartir esta información en mi página.
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Generalidades acerca de los ácidos grasos Omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son una familia de grasas poliinsaturadas (PUFAs) asociados a varios beneficios para la salud. Son también conocidos como ácidos grasos ω-3 o ácidos grasos n-3.
Tal como se estudió en la secundaria, ello se debe a la presencia de un doble enlace a tres átomos del grupo metilo presente en su estructura química.
De acuerdo a los especialistas, estos ácidos grasos esenciales desempeñan un papel crucial en la fisiología humana. Vale destacar, que ellos están ampliamente distribuidos en la naturaleza. Podríamos afirmar, que existen tres tipos principales de omega-3 relevantes para la salud. Ellos son:
Ácido alfa-linolénico (ALA)
El ácido alfa-linolénico (ALA) es un ácido graso omega-3 esencial que desempeña un papel crucial en nuestra salud. Nuestro cuerpo no puede producir ALA, por lo que necesitamos obtenerlo a través de la dieta o de suplementos.
El ALA se encuentra en diversos alimentos. Entre ellos destacan la linaza, semillas de chía, salvia, edamame, coles de Bruselas, nueces y aceites de frutos secos.
Los estudios demuestran que la suplementación con ALA está relacionada con diversos beneficios:
- Mejora del perfil lipídico.
- Reducción del biomarcador inflamatorio proteína C reactiva (PCR)
- Disminución de las enfermedades cardiovasculares (ECV).
- Disminución de la mortalidad por cualquier causa.
El ALA puede convertirse en otros ácidos grasos insaturados, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA).
De acuerdo a los estudios, se ha encontrado un papel beneficioso de las dietas ricas en ALA en las ECV. Sin embargo, no siempre está claro si estos efectos son atribuibles al propio ALA, a sus oxilipinas o a otras sustancias presentes en las dietas suplementadas.
Dentro de los beneficios del ALA que han sido comprobados destacan:
- Reduce la masa grasa intraorgánica.
- Disminuye el peso corporal y el diámetro de la cintura.
- Favorece el equilibrio de los triglicéridos en personas obesas.
- Combate los procesos proinflamatorios.
- Mejora el asma.
- Protege contra el cáncer de mama.
- Optimiza la salud ósea.
- Protege la salud durante el embarazo.
Según los estudios, la deficiencia de ALA puede provocar diversos efectos negativos. Entre ellos podemos señalar la disminución de la visión, debilidad, incapacidad para caminar, dolor en las piernas y descamación cutánea.
Para prevenir su deficiencia, la dieta debe contener entre 0,2% y 0,3% de las calorías totales de ALA.
Estudios recientes muestran, que existe una interacción positiva entre la vitamina D y omega-3, sobre las enfermedades autoinmunes. Por ello te recomiendo VITAMIN D3 + K2.
Ácido eicosapentaenoico (EPA)
El ácido eicosapentaenoico (EPA) es un ácido graso omega-3 presente mayormente en el aceite de pescado y ciertas algas. Posee varios beneficios para la salud, especialmente relacionados con la salud cardiovascular. Dentro de ellos podemos señalar:
- Reducción de la inflamación: el EPA se ha asociado con la reducción de la inflamación en nuestro organismo. De acuerdo a los expertos, la inflamación crónica está relacionada con diversas afecciones, incluidas las cardiopatías. Al reducir la inflamación, el EPA puede ayudar a disminuir el riesgo de problemas cardiovasculares.
- Mejora de los niveles de colesterol: el EPA puede influir positivamente en los niveles de colesterol. Se ha determinado, que puede ayudar a incrementar el colesterol bueno (HDL) y a reducir el colesterol malo (LDL). Es importante señalar que, el mantenimiento de un equilibrio saludable entre el colesterol HDL y LDL es crucial para la salud del corazón.
- Reducción de la tensión arterial: diversos estudios sugieren que el EPA puede ayudar a reducir la presión arterial. La hipertensión es un importante factor de riesgo de enfermedades del corazón, derrames cerebrales y otros eventos cardiovasculares. Al promover niveles saludables de tensión arterial, el EPA contribuye a la salud general del corazón.
- Reducción del riesgo de coágulos sanguíneos: se ha descubierto que el EPA reduce el riesgo de coágulos sanguíneos. De esta forma, permite que ocurran eventos de gravedad como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Se sabe además, que los coágulos sanguíneos pueden bloquear el flujo de sangre a órganos vitales, ocasionando daños graves.
La ingesta de EPA, mediante el pescado, algas marinas o suplementos, puede ofrecer efectos protectores para el sistema cardiovascular. También les recomiendo mi fórmula especial ACEITE OMEGA 3 DE KRILL. Lo puedes adquirir en VitaTienda.com.
Ácido docosahexaenoico (DHA)
El ácido docosahexaenoico (DHA) es esencial para el desarrollo del cerebro durante el embarazo y la primera infancia. Este ácido graso de cadena larga se encuentra en todas las membranas celulares de nuestro organismo, y ayuda a transmitir mensajes entre los nervios.
Dentro de los beneficios más destacados podemos señalar:
- Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas: los ácidos grasos omega-3, incluido el DHA, se recomiendan habitualmente para la salud del corazón.
- Puede mejorar el TDAH: la suplementación con DHA puede reducir los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Además de ello, se han corroborado sus efectos positivos sobre la concentración.
- Reduce el riesgo de partos prematuros: las mujeres embarazadas que consumen más DHA presentan un menor riesgo de parto prematuro.
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- Combate la inflamación: el DHA posee propiedades antiinflamatorias que contribuyen a la salud en general.
- Apoya la recuperación muscular después del ejercicio: según las investigaciones, el DHA interviene en la salud y recuperación muscular.
- Ayuda a combatir algunas enfermedades oculares: diversos especialistas coinciden en que, el DHA es beneficioso para la salud ocular y la agudeza visual.
- Podría disminuir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer: algunos estudios sugieren que el DHA puede tener efectos protectores contra ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, se requiere una mayor aproximación.
- Puede ayudar a prevenir o ralentizar la enfermedad de Alzheimer: ciertas investigaciones, muestran una posible relación entre el nivel de DHA y función cognitiva.
Dentro de las fuentes fiables de DHA podemos señalar, el pescado de agua fría, carne proveniente de ganado alimentado con pasto, productos lácteos o huevos enriquecidos con omega-3 o criados en granjas. También os recomiendo MARINE OMEGA-3.
Debemos recordar, que mantener niveles adecuados de DHA promueve una mayor eficiencia en la comunicación entre las células nerviosas. Esto favorece la salud y bienestar general.
Efecto de los ácidos grasos Omega-3 sobre la función pulmonar
Es importante señalar, que un amplio estudio multifacético apoyado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), obtuvo un hallazgo interesante.
En dicho estudio se logró descubrir, que los niveles sanguíneos más elevados de ácidos grasos omega-3, se asociaban con una menor tasa de deterioro de la función pulmonar. De hecho, se considera que este estudio proporciona pruebas sólidas de la asociación entre los omega-3 y la salud pulmonar.
Según los investigadores, cierto tipo de omega-3 presentan una mayor relevancia. En este caso, el ácido docosahexaenoico (DHA) es el que parece estar más relacionado con la salud pulmonar.
El DHA es un ácido graso omega-3 que se encuentra en altos niveles en pescados grasos como el salmón, atún y sardinas. Consumir estos pescados o tomar suplementos de DHA puede ser especialmente beneficioso para mantener la función pulmonar.
Los investigadores creen qué gran parte de este beneficio es debido a las propiedades antiinflamatorias del ácido graso omega-3. Como se sabe, la inflamación podría contribuir a la presencia de enfermedades pulmonares y perjudicar la función pulmonar.
En cambio, al producirse una reducción de la inflamación, los omega-3 podrían ayudar a proteger contra el daño pulmonar. De esta forma, se lograría mantener unos pulmones sanos.
Para los expertos, este estudio proporciona las pruebas más sólidas hasta la fecha de esta asociación. De hecho, este estudio subraya la importancia de incluir ácidos grasos omega-3 en la dieta. Sobre todo, al considerar que muchos estadounidenses no cumplen las directrices actuales.
Algunos datos importantes de este estudio
Este estudio permitió evaluar dos parámetros primordiales: la relación entre los niveles de ácidos grasos omega-3 y la función pulmonar a lo largo del tiempo.
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En este estudio observacional participaron 15.063 estadounidenses del NHLBI Pooled Cohorts Study. En el mismo se realizó una media de seguimiento a los participantes de siete años, hasta un máximo de 20 años.
De acuerdo a los resultados, los niveles más altos de ácidos grasos omega-3 sanguíneos, se asociaron con una reducción de la tasa de deterioro de la función pulmonar.
Cabe destacar, que los investigadores encontraron que las asociaciones más fuertes se observaron para el DHA. Como se destacó, este tipo de ácido graso omega-3 se encuentra en altos niveles en pescados grasos, a saber, el salmón, atún y sardinas.
Este estudio realizó además un análisis genético de más de 500.000 pacientes europeos del Biobanco del Reino Unido. Ello permitió estudiar ciertos marcadores genéticos sanguíneos, como medida indirecta de los niveles de ácidos grasos omega-3 en la dieta.
Luego de los análisis, se concluyó que unos niveles más altos de ácidos grasos omega-3, incluido el DHA, se asociaban a una mejor función pulmonar.
No obstante, es importante no olvidar consultar a un profesional sanitario antes de realizar cualquier cambio dietético significativo.
La lección para los científicos fue muy clara: incorporar ácidos grasos omega-3 a la dieta puede contribuir a mantener la salud pulmonar. De hecho, incluir alimentos ricos en DHA o tomar suplementos dietéticos puede ser beneficioso para la función pulmonar en general.
No olvide consultar a un profesional sanitario antes de realizar cualquier cambio dietético significativo.
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Concluyendo
De acuerdo a lo mostrado, los ácidos grasos Omega-3 poseen una importancia muy destacada en nuestra salud.
Desde hace tiempo, son conocidos sus efectos sobre la reducción de la inflamación, salud ocular, desarrollo cerebral y sistema nervioso. También, muchos estudios han confirmado su efecto cardioprotector, antihipertensivo, hipocolesterolemiante y anticanceroso.
No obstante, los ácidos grasos omega-3 no habían sido estudiados en toda su magnitud y siempre surgen sorpresas. Esta vez, un estudio publicado el 2023 en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, mostró otros beneficios potenciales.
Así, se encontró que los ácidos grasos omega-3 parecen prometedores para mantener la salud pulmonar.
Este estudio proporciona las pruebas más sólidas hasta la fecha de esta asociación y subraya la importancia de incluir ácidos grasos omega-3 en la dieta. Este estudio es muy importante porque puede alertar a la población en general.
Sobre todo, considerando que muchos estadounidenses no cumplen las directrices actuales de la ingesta de omega-3. En resumen, incorporar ácidos grasos omega-3 a la dieta puede contribuir a mantener la salud pulmonar.
Por ello, incluir alimentos ricos en DHA o tomar suplementos podría optimizar la función pulmonar en general.
Para Kelly la información recibida, la cual comparto en el post, fue de gran utilidad. De hecho, para Kelly y su esposo fue impactante conocer que pequeños ajustes dietéticos podrían salvaguardar la salud pulmonar.
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