De acuerdo a las cifras manejadas por diversos organismos internacionales, se sabe que la prevalencia del asma está aumentando a nivel mundial. Según el CDC (siglas en inglés del Centro para Prevención y Control de Enfermedades), un aproximado del 7% de los adultos y el 8,6% de los niños en los Estados Unidos han sido diagnosticados con asma. Definitivamente esta cifra supone un incremento sustancial sobre los costos de atención médica, afectando directamente la calidad de vida de quienes lo padecen.
El síndrome del asma es un complejo tema, que, me ha correspondido escribir. Una de mis seguidoras me ha contado que hace tres semanas llegó a su casa, después de haber hecho rutinas de ejercicios en el parque. Apenas llegó a su casa, estaba en el recibidor, su hijo menor, un niño de ocho años, con los ojos irritados que presentaba mucha tos y dificultades para respirar. No perdió ni un segundo y lo llevó a emergencias. Allí lo nebulizaron y en poco tiempo estuvo de vuelta en casa.
Una vez allí, el niño habló calmadamente y explicó que había estado utilizando un producto en aerosol para limpiar el escritorio en su habitación y luego merendó sin lavar sus manos. Ella cuenta que al leer los compuestos, en el envase del producto, observó una serie de sustancias, que son reconocidos como alérgenos.
Esta situación la aprovecho para hablar un poco sobre una serie de elementos, que son riesgosos en el empleo desmedido de productos para limpieza y los episodios de asma. Incluso, el contaminante puede agravar una inflamación preexistente en las vías respiratorias. Como sé, que muchas de mis lectoras son madres amorosas, decidí publicar este artículo aquí en mi página.
¿Qué es realmente el asma?
Desde el punto de vista científico, el asma es un síndrome complejo. La sintomatología puede involucrar una disfunción del músculo liso bronquial, además de una serie de respuestas inflamatorias. Ellas, suelen mostrar ciertos síntomas asociados como: disnea, tos, sibilancias y opresión en el pecho.
De acuerdo a los estudiosos, el asma se detona en la mayoría de los casos, debido a dos tipos de procesos: específicos y no específicos. Es decir, al referirse a procesos inflamatorios específicos, los mismos son mediados por la Inmunoglobulina E (IgE). En el caso de los no específicos, no existe vinculación con la IgE, es decir, se producen de forma independiente.
Hay que recalcar, que existen algunas excepciones, como por ejemplo los irritantes químicos, que también pueden actuar también como desencadenantes. Ello comprende síndromes similares al asma, igualmente, el síndrome de disfunción reactiva de las vías aéreas. Esto puede incluir también, el síndrome de disfunción de la exposición crónica de baja intensidad. Esto indica, que el contaminante, puede aumentar o modificar la respuesta inmunitaria a los antígenos inhalados. Además de ello, puede intensificar el efecto de otros contaminantes a nivel del aparato respiratorio.
De acuerdo a los expertos, entender las sutilezas de evaluación del asma, no es tan sencillo, sobre todo en un contexto de evaluación de seguridad y riesgos. Algo importante, en lo que se han encontrado coincidencias, es lo referido al enfoque que debe realizarse en el manejo del asma de los niños en edad escolar. Se plantea que el mismo, debe ser integral. Esto conllevaría, una evaluación y un monitoreo de forma regular. Haciendo hincapié en los factores que contribuyen o agravan la sintomatología, además de la terapia farmacológica bien reglamentada. Por supuesto, la educación de niños y de los responsables de su cuidado, son fundamentales.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de asma?
Por lo general, aunque las individualidades, poseen un peso, existen algunas causales comunes para el padecimiento de asma. A estas alturas del siglo 21, aún no se conocen todas las aristas de esta patología, más sí muchos factores de riesgo. Entre ellos destacan:
- Presencia de alérgenos en espacios cerrados: ácaros, caspa y pelos de mascotas, moho y polvillo
- Presencia de alérgenos en espacios abiertos: polvillo, polen, emisiones de vehículos, contaminación atmosférica
- Humo de tabaco, de incendios forestales, domésticos e industriales
- Excrementos de cucarachas
- Emanaciones productos químicos volátiles o irritantes
- Infecciones virales, resfríos y sinusitis
- Hiperventilación por emociones fuertes y ejercicios físicos
- Respuesta a ciertos medicamentos.
¿Qué síntomas producen los desencadenantes del asma?
Los síntomas más comunes se presentan como:
- Opresión a nivel del pecho
- Dificultad para respirar
- Tos crónica
- Sibilancias.
Sin embargo, también ciertos desencadenantes pueden producir:
- Mayores episodios de tos a nivel nocturno
- Presencia de sibilancias frente a exigencias físicas
- Falta de energía, cansancio y agotamiento que impiden la normal realización de actividades cotidianas
- Decremento en la tasa de flujo espiratorio máximo o (TFEM). Esta es una prueba que permite medir la velocidad a la cual una persona puede exhalar o expulsar el aire. Por medio de esta prueba, se apoya a muchas personas que padecen de asma, para favorecer el control del funcionamiento pulmonar
- Imposibilidad de conciliar el sueño de una forma adecuada. Por lo general se padecen pesadillas y no se logra descansar, por lo que se siente agotamiento al levantarse
- Exacerbación de los síntomas de alergia, Se produce una secreción nasal persistente, se producen ojeras y se presentan procesos inflamatorios y prurito en la piel.
Detectando algunos detonantes del asma en el hogar
Diversos estudios se han realizado, a los fines de investigar la asociación existente entre el uso de químicos y algunas patologías respiratorias. Uno de dichos estudios, investigó a profundidad, la asociación entre el uso materno de productos químicos en el período prenatal.
Según un estudio publicado en el Canadian Medical Association Journal en este año. Donde se realizo un seguimiento exhaustivo desde el nacimiento de niños hasta la edad de tres años. Se logró determinar, una correlación interesante con la exposición temprana a los químicos presentes en productos de limpieza comunes. Los mismos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar asma y sibilancias a los 3 años. Los productos que incidieron en los resultados fueron: detergente lavavajillas, limpiadores multisuperficies, limpiacristales y detergentes para ropa.
Otros estudios realizados con anterioridad, habían logrado demostrar, que los niveles de ciertos componentes incrementaban la propensión al padecimiento de asma. Dichos componentes, son muy comunes, pues se encuentran en las pinturas al agua. Se sabe también, que forman parte de muchos productos de limpieza. Nos estamos refiriendo al propilenglicol y éteres de glicol (PGE). Este estudio, permitió realizar un registro exhaustivo, tomando muestras directamente del aire del dormitorio. Así de esta forma, se encontraron una serie de valores que determinaron la cantidad de microgramos de compuestos volátiles por cada metro cúbico de aire.
Así, se correlacionó, que magnitudes del orden de 3,43 a 15,65 microgramos por metro cúbico de aire, determinaban una probabilidad 1,5 veces mayor de ser un caso de asma. A su vez magnitudes de 1,1 a 2,1 microgramos, se asociaron con 2,8 veces mayor probabilidad de rinitis. En general, estos compuestos logran aumentar en un 180% la propensión de dichas patologías.
El hipoclorito puede apoyarnos
En la búsqueda de salidas más saludables, se han hecho una serie de pruebas empleando productos de uso cotidiano que no produzcan emanaciones de éteres. Se sabe desde hace mucho tiempo, que el hipoclorito destruye los ácaros del polvo y desnaturaliza los alérgenos proteicos.
Así de esta forma, en un estudio que duró ocho semanas, se incluyeron hogares con miembros asmáticos y hogares sin asmáticos. La idea, era determinar si el uso en el hogar de productos de hipoclorito reduce la presencia de bacterias, hongos y alérgenos proteicos. Además de ello, verificar si incidía en una mejor calidad de vida, para los miembros asmáticos de la familia. Durante el estudio, se emplearon diversas metodologías de limpieza con hipoclorito, incluso diluido. Todas las familias, participaron activamente durante las ocho semanas, entregando información a través de cuestionarios cada dos semanas.
En visitas realizadas a lo largo del estudio, se evaluaron bacterias de superficie, esporas y contenido de antígeno en polvo. Los tratamientos con hipoclorito, fueron exitosos. Así, se logró reducir sustancialmente las bacterias, esporas y niveles de antígeno de polvo. Se observó que los elementos de educación de limpieza y la limpieza combinada, fue determinante. Sobre todo, empleando productos de limpieza a base de hipoclorito.
Esto permitió determinar que empleando productos alternativos sin PGE, se incrementó la calidad de vida, sobre todo en niños asmáticos. Por ello, se deben evitar productos con estos compuestos, que exacerban síntomas alérgicos como eccema, rinitis y asma. Incluso, inciden en la sensibilización de la IgE.
¿Existen estrategias de reducción a la exposición química?
Es importante, que padres de familia y responsables del hogar, todos muy atentos a diversos elementos importantes. Se deben procurar evitar las exposiciones a productos químicos que representen riesgo para la salud. Sobre todo, si hay niños, pues se ha observado que las exposiciones tempranas condicionan la presencia de asma. Por ello, ciertas precauciones, favorecen la salud actual y futura de los miembros del hogar.
Estrategias tan sencillas como el lavado de las manos, marca la diferencia frente a químicos de uso frecuente, especialmente, antes de ir a comer. Se ha observado, que una adecuada higiene de las manos, reduce la exposición a muchos químicos volátiles. Esto es una adecuada disciplina a inculcar en los niños. Al leer detenidamente la composición de un producto, puede marcar una gran diferencia en seguir utilizándolos o guardarlos fuera del alcance de los niños. Muchos productos perfumados, a la larga generan graves reacciones alérgicas en las vías respiratorias.
Es importante, procurar minimizar al máximo la exposición a nivel del hogar. Un método tan antiguo y simple como el uso de un paño húmedo, es efectivo para limpiar las superficies. Las mismas pruebas han demostrado, que puede reducir la carga de polvo. Y con ello, todos los microbios y alérgenos presentes en él. Incluso, la limpieza frecuente de pisos, empleando trapeadores o aspiradoras con filtros de agua, reducen eficazmente el polvo y residuos químicos.
El hipoclorito, puede apoyarnos si se emplea de forma adecuada. Sin embargo, existen algunos productos alternativos que pueden ser también, de mucha utilidad para desinfectar y limpiar el hogar.
Entre ellos destacan:
- Zumo de limón
- Aceites esenciales
- Vinagre blanco
- Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)
- Jabón de castilla (líquido)
- Sal (cloruro de sodio)
- Bicarbonato de sodio
- Borato de sodio (bórax)
Concluyendo
Se ha podido corroborar, gracia a la ciencia, que los ambientes interiores pueden influir en la exposición química ambiental humana y en la salud pública.
Los productos químicos de consumo como ftalatos, fenoles, retardantes de llama y sustancias alquil per y polifluoradas se detectan ampliamente en la población general de los EE. UU.
Esto incluye además, una gran cantidad de países industrializados. En ellos, las poblaciones vulnerables, se asocian con efectos adversos para la salud, como la toxicidad reproductiva y endocrina.
En la mayoría de los casos, aunque los consumidores asumen que los productos químicos han sido probados, se realizan pruebas limitadas de seguridad antes de la comercialización de productos químicos comerciales.
Es importante destacar, que las clases químicas que se mencionaron, son ampliamente utilizadas en bienes de consumo comunes a pesar de la evidencia de posibles riesgos para la salud. Por ello, considero muy importante, como estrategia para reducir la exposición a productos químicos tóxicos, enfocarse en un cambio de comportamiento individual. Esto favorecerá el mantenimiento del hogar y las decisiones de compra. Claro, si todos lo hacemos, tendremos más poder para defendernos como consumidores. Por supuesto invocando la responsabilidad corporativa en los mercados de consumo, y la acción reguladora a través de políticas estatales y federales.
Mi amiga no olvidará, que en sus muebles, productos electrónicos, productos de limpieza y cuidado personal, existen muchos compuestos peligrosos. Dentro de ellos destacan productos contentivos de éteres de glicol, ftalatos, fenoles, retardantes de llama y sustancias alquil per y polifluoradas. Afortunadamente, su hijo ese día se recuperó muy bien. La reacción que tuvo, afortunadamente cesó al retirar el contaminante. Por ello, mi amiga afirma muy contenta, que es una reacción independiente de IgE. Ella, actualmente emplea el hipoclorito muy diluido y limpia muchas superficies, incluyendo sus escritorios.
“Al identificar exposiciones peligrosas durante la infancia, se pueden tomar medidas preventivas para reducir potencialmente el asma infantil y el riesgo de alergia posterior”
Jaclyn Parks
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https://www.cmaj.ca/content/192/7/E154.abstract
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0273230017302854
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1747149/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31449430-prenatal-use-of-cleaning
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20976153-common-household-chemicals-and-the-allergy
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18336723-the-impact-of-home-cleaning-on-quality-of-life
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24566356-chemical-exposure-and-respiratory-health